En Sueño Profético
decían:
Si vas por el Camino de Dios,
piensa que Dios va delante,
que tú esto lo verás
en
la vida que haces.
Si vas por el Camino de Dios,
siempre llevas acompañante,
porque tus palabras llevan
siempre
este nombre delante:
“¡Dios mío, qué Grande eres
y qué fuerza das al que Te la pide,
que queriendo seguir tus Pasos
ya
lo haces caminante!”.
Dijo
uno:
Yo
conocía al caminante que el Camino de Dios buscaba y hacía preguntas que sospecha
no daban de que fueran mentira. Un día me encontré a uno que de lejos nos
conocíamos, él se fijaba en mí y yo en él.
Un
día se vino hacia mí y me hizo esta pregunta: “¿Al el Camino de Dios, es Dios
el que te lleva, o es porque tú seguiste al que viste? Esta pregunta me hizo
ser más bueno que era y esto dije: “Dios no te trae a su Camino si tú no Lo
llamas y quieres seguirlo”.
Desperté, oí:
Este
que iba por el Camino de Dios, lo tenían en cuenta cuando lo veían que a pesar
de ser joven, sus palabras de saludo eran estas:
“Que
no digas ¡Dios mío! cuando no vayas por su Camino, porque da mal ejemplo el llamarlo
sin quererlo.
Y
Él por ser Dios, sufre en silencio.
A
seguir su Camino te enseñan sus Pasos.
Y
ya subes montes o pisas los llanos”.
Yo
fui caminante de este Camino Divino que lleva a Dios delante.
***
Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C6
Que fuerza tiene el Espíritu que hace unión en los que apenas se conocen pero que Aman a Dios.
ResponderEliminarEllos se miraban de lejos pero el Camino de Dios los tenía "emparejaos".
Los espíritus enamorados de Dios no pueden pisar caminos que no mande Dios.