En Sueño Profético se
vio un camino sin suelo, era un camino de nubes y podía con el cuerpo. Que
aunque tú lo veías, no iba cuerpo, iba sólo el espíritu. Pero Dios te pone
cuerpo para que veas camino.
Ya
se oyó una voz lenta y con fuerza:
Para
pasar este Camino tienes que haber pasado caminos difíciles y en soledad, sin
esperanza, y acercándote a Dios cada día más. Este Camino te lleva al Reino de
Dios. Son pocos los que lo pasan y luego lo cuentan cuando el espíritu entra en
el cuerpo cuando ya lleva esta Enseñanza. Aquí ves las cosas sin estar, para
que puedas contarlas delante de teólogos con cargo de enseñanza, con la Fe que
Dios le dio a tu ofrecimiento de servir a Dios.
Desperté, oí:
Decían
en la Gloria, que para pasar este Camino no pudiste tener protestas.
Y
pasabas las noches sin que el sueño llegara.
Y
al empiezo del día, con más ganas a Dios llamabas.
El
sufrimiento con Dios te hace que hagas llamada, y Dios te lleva a la Gloria cuando
no está el cuerpo muerto, para que esto sirva de Enseñanza.
Tiene
tu cuerpo que coger el sitio de la roca o del hierro para poder con el sufrir, que
es el mayor de todos los sufrimientos.
Si
quieres a Dios seguir sin sufrimientos grandes, no podrás saber lo que tu
cuerpo aguante.
Este
caso es de Enseñanza, pero de Enseñanza grande.
Por
ser Dios el que arroba el espíritu y después manda que sea dictado.
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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C5
El sufrimiento es el boletín de notas para entrar en la Gloria, sin sufrir no puedes saber si a Dios amas.
ResponderEliminarEl Santo Job nos dejó buen ejemplo.