miércoles, 7 de abril de 2021

Vanidad y Divinidad, son dos palabras lejanas

En Sueño Profético decían:

Se van a dictar Palabras antes dichas en Arrobo que Jesús dijo enseñando a los Discípulos:

“El que Me conozca y a vosotros os dé la preferencia, pensad que no va de mi Padre, que va de espíritus que quieren formarme la guerra. Si os dieran la silla antes que a Mí, dejad la silla vacía, y así no aceptaréis la guerra”.

“El que os hiciera la misma pregunta que a Mí antes Me hizo, no dadle respuesta, que ya no es espíritu limpio o quiere limpiarse del pecado”.

“El que os siga y diga que quiere conocerme, no tardad en traerlo a mi Presencia, porque puede que al oírme, él también Me siga. No importa lo que hizo antes de conocerme, lo que tiene valor es buscarme sabiendo que soy Dios Hombre”.

“No hay más Gloria para mi Reino que, uno que haya hecho grandes pecados y pueda seguir haciéndolos, Me busque pidiendo el Perdón”.

“No juzguéis a nadie, porque en el juzgar podéis quitarle la Salvación de su espíritu”.

Desperté, oí:

¡Qué cinco Palabras, cada una con su Enseñanza, da Jesús a sus Discípulos!:

“El que Me conozca y a vosotros os dé preferencia, pensad que no va de Mi Padre, que va de espíritus que quieren formarme la guerra”.

Estas Palabras les hicieron aquel día entristecerles.

Había quien les hacía muchas atenciones, pero al Maestro no Lo nombraba.

Desde aquel día, cuando algo a ellos le preguntaban, daban esta contestación:

“Mañana te doy la respuesta, porque yo cojo de Él la Enseñanza”.

Esto no era vanidad, porque vanidad y Divinidad, son dos palabras lejanas que jamás juntas estarán.

Era enseñar a los Discípulos como tenían que enseñar.

Esta Enseñanza es la misma que hoy manda, para que el que quiera su Enseñanza, la practique y lo que vaya de Dios lo ponga en primer lugar.

***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C3

2 comentarios:

  1. Igual puede ocurrir con el sitio que tenemos aquí.
    Si sabiéndolo no acuden ¿que más les vamos a decir?
    No se puede tener intimidad con los que a Dios le dan la espalda.
    Dios hará lo que tenga que hacer pero a esos hay que levantar muralla.

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