En Sueño Profético se vio una plaza de un pueblo. Era con
bancos de piedra y el suelo con un empedrado grande.
Ya dijo un espíritu con Mando de Dios:
Esta plaza, siempre que pasaba el
Maestro, se llenaba, y unos tenían que decir a otros: “Déjame que vea al
Maestro”.
Estando diciendo estas palabras, dijo un
Discípulo de Dios, Maestro, como Él quería que Le llamáramos:
“Se va a hacer, lo que se está nombrando,
con la misma Visión y las mismas palabras”.
“Aunque esto pasó, pero el Poder de Dios
repite lo que pasó, porque Dios está vivo con Cuerpo y los Discípulos tienen el
Poder de Dios aunque no tengan cuerpo, pero sus espíritus están, con vida, en
el Cielo, que aquí está la Gloria y el Reino de Dios.
Ya se oyó un tropel grande y todos los
que estaban sentados en los bancos, se pusieron de pie. Tres Discípulos dijeron
estas palabras: “Ya viene el Maestro, con los ocho Discípulos, para decir lo que
tenemos que hacer para ir cundiendo su Presencia”.
En este momento se presentó el Maestro
diciendo:
“Esta Visión que se está viendo fue cuando Yo bajé a la Tierra a vivir con el hombre. Pero hoy sigue igual mi Mando, aunque mi Cuerpo está en mi Reino”.
Diciendo estas palabras se vio, desde los hombros hasta la cintura, con su Túnica y su Manto, y repetía:
“Esta Visión fue cuando Yo vivía con
Cuerpo en la Tierra. Y hoy, mi Padre, Dios, que a Mí me presentó antes de dejar
la Tierra, ha querido que esta Visión la vea el que Yo he elegido. Que mi Poder
lo llevan los Dictados, como son mis palabras”.
Ya dijo un Discípulo de Dios:
Esta Visión fue con la misma presencia
que cuando pasó. Dios Hijo, Maestro, como Él quería que Le llamáramos, ha
querido que, con su Poder, se vea todo y se oigan las palabras para que el
Elegido cada día pueda hablar más de esta Grandeza Divina. Todo era como cuando
pasó, pero la Presencia de Dios es de ahora, como está su Cuerpo en la Gloria.
Desperté, oí:
El Mensaje que se está dictando fue de
cuando Dios estaba con cuerpo en la Tierra. Y para que el Elegido tenga
fuerzas, Dios ha hecho la Visión como pasó.
Pero la Presencia de Dios como está hoy
en la Gloria, es como la ve el Elegido, cuando Dios arroba su espíritu y quiere
dar alegrías.
Decían espíritus de Dios que estas
Visiones nadie puede decir: “Yo las veo”. Pues este Elegido quisiera ir
pregonando, con alegría, las Palabras que Dios dice.
Pide a Dios por los enfermos, para que
Dios les conceda la vida. Que éstos tienen su pensar con alegría, porque el
contacto del que Dios le habla no les falta.
Poniendo el sentir y el creer de los que
se están nombrando, es cuando Dios hace Milagros.
Pero tiene que decir el enfermo: “Señor,
yo sé que Tú me curas, porque yo ya lo siento”.
Los que más quiero me agrandan el querer
cuando los veo y me abrazan con el sentir que yo tengo.
Los que están aquí unidos, si así siguen,
van a publicar lo que al que Dios elige Dios le ilumina.
Éstos, que oigan este Mensaje, que da
fuerzas al que a Dios, como éstos, Lo ama.
El Mensaje tiene mucho del pensar del
Elegido, aunque no lo hable.
Este Mensaje tiene mucho dictado, pero ha
habido más hablado.
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Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C7
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