domingo, 5 de junio de 2022

El Amor empuja a buscar lo Eterno

En Sueño Profético hablaban de sentir el Amor de Dios o de sólo cumplir sus Leyes. Decían:

Va grande diferencia de sentir el Amor de Dios, a cumplir sus Leyes por temor a perder colocación, o por temor a cuando tu cuerpo enferme.

Dijo un Discípulo de Dios Hombre:

“Yo cumplía las Leyes del Maestro antes de que las mandara, porque a mí me empujaba el Amor que yo sentía”.

A esto, otro contestó –que también era Discípulo como el que estaba hablando:

Siempre que nos juntábamos, ésta era la primera pregunta que nos hacíamos:

—¿Has visto al Maestro y te ha dado Mando? Porque a mí, cuando llega la noche y no Lo veo, este pensar me hace daño": ¿Por qué me habré entretenido, aunque haya sido de Él hablando?

Con los que nos buscaban para que les habláramos del Maestro, nos parábamos más explicándoles. Con otros, siempre teníamos prisa y nos estaba el Maestro esperando, con los que veíamos que con palabras de tentación nos paraban.

—¿Te acuerdas del día que se acercó uno y otro se quedó unos pasos atrás, y dijo el que se acercó: ¿Todos los días tenéis que ver al Maestro...? ¿Y no os cansáis de que os mande?

—Si para esto me has parado, piensa que tú camino es para condenarte. Yo, el día que no Lo veo es por la distancia que de Él estoy, por estar cumpliendo su Mando.

Esto se repetía poco, porque el día que no Lo veía, me encontraba enfermo y algo me notaba el que me conocía.

Estamos hablando sin cuerpo, y el Amor nos está aumentando en el espíritu.

Desperté, oí:

Han hablado dos Discípulos, del Amor de Dios y de su Mando.

Ellos no podían oír al que del Maestro –Nombre por Dios dicho– les decía: ¿No os cansáis del Mando que os da todos los días?

Ellos, cuando no tenían Mando grande, creían que al Maestro ya no Le servían.

Cuando Lo veían, oían su Voz y les mandaba, ya se sentían Discípulos para siempre.

¡Qué cierto lo que decía el Discípulo de Dios en este arrobo!:

Que cuando se siente el Amor de Dios, si no Lo ves, te sientes enfermo.

El Amor empuja a buscar lo Eterno.

Si los Discípulos no aman así, Dios no es su Maestro.

Y en su mesa no los ven comiendo con el Maestro.

Dos espíritus de Los Discípulos han contado este Hecho.

Ellos se sentían cansados y se veían tristes cuando no tenían Mando de su Maestro.

***

Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C4

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