martes, 7 de junio de 2022

Un servidor del espíritu

En Sueño Profético decían:

No hay sabiduría mayor, que la Sabiduría que Dios da en su Gloria cuando a ella trae al espíritu que aún tiene cuerpo, aunque el cuerpo Aquí no lo trae. El que esto diga y a él no le pase, que desvalore su talento, cuando contigo esté hablando.

Esto es dicho en la Gloria al espíritu y dictado al escribirlo. El que Aquí Dios trae su espíritu, sabe decirte, sin querer, qué camino es más difícil o más fácil.

Dijo uno con Mando para Enseñanza:

Aquí se nombra la carne como ahí se nombra el traje, por un largo o corto tiempo. A veces tienes el traje nuevo y le das entierro porque no te sirve. Y otras veces es bien viejo y buen servicio te hace. Pues igual es la carne al cuerpo. Puede tener pocos años y abandonar el espíritu al cuerpo, siendo traje nuevo. Y puede ser traje viejo y seguir haciendo servicio al espíritu. Que esto es lo que es el cuerpo: un servidor del espíritu. Y si el espíritu es de Dios, Aquí empezará la Vida que Dios prometió.

Dios manda la Enseñanza con Cuerpo, pero es el mismo Dios, para enseñar a despreciar la materia y cuidarla para que dé servicio al espíritu con alabanzas a su Reino.

La materia que esto no haga, su espíritu no está con Dios.

Desperté, oí:

Son Enseñanzas que no se pueden aprender ni con dinero ni con gran profesor de la Tierra.

Son Enseñanzas que no tienen materia, pero Aquí ponen la materia con el Mando de Dios.

Este sentir quiso explicarlo Agustín, y cuando al hombre llegaba, el Cielo oía decir:

Yo estoy vivo.

Yo estoy muerto.

Yo veo mi cuerpo Aquí y allí.

Donde estoy vivo,

no me veo como Aquí.

Es la muerte de la carne

la que no puede sentir

el sentir que Dios te da

para que enseñes de Aquí.

Al que Aquí no lo traiga

cuando el cuerpo tenga ahí,

éste sabe un saber de Tierra,

sin sentir este sentir.

***

Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VIII - C3

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