En Sueño Profético decían:
Extraña más el ver hacer el bien que ver hacer el mal. Y
se desmiente más lo que va de Dios –que el hombre no puede hacer– que buscar
dónde llega el Mando que Él manda.
Dijo uno:
El que quiere saber de Aquí, busca ahí, en secreto o
en público, para oír lo que de esta Gloria vaya. Que, a veces, oyen oídos que
no merecen oír estas Palabras. Que esto lo sabe el Elegido, porque algo le
transmiten que le roban la Paz y ensucian la Enseñanza. Son pocos los que al
Elegido le sirven y le dan valor a estas Palabras.
Esto necesita un grupo de hombres que crean y pidan
servir, con Amor, a lo que Dios diga. Y que no lo comparen con otros escritos que
sean verdad o mentira, porque la verdad aquí pone firma.
Desperté, oí:
Si amas a Dios, conoces al que Lo ama, o al que hace el
papel de amarlo.
El Maestro los apartaba cuando la falsedad o la
hipocresía delante de Él se ponía.
Esto tiene condena cuando tú a Dios quieras pedir
en un sufrir que tengas.
Decían en la Gloria que al hombre le extrañaba más ver
hacer el bien que ver hacer el mal.
Esto, al hombre que viva para la Tierra. Y que se crea que su
inteligencia a Dios le sirve aunque bien su Palabra no cumpla.
A Dios le sirve más el que el espíritu es Suyo, que el
espíritu que tiene a Dios en segundo lugar.
Y algunos en el tercero, porque el Nombre de Dios no
se lo oyes nombrar.
¡Hombres necios de esa vida, que viven explotando su
talento y de Dios se olvidan!
Que el talento es el que sirve para esta Vida.
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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C6
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