En Sueño Profético decían:
¡Alegrías de Dios, que salen de
la Gloria!
¡Alegrías de Dios, que forman
ruido y nombran a Dios!
Si estas alegrías las valoraran,
quitaban penas y a Dios buscaban, y al buscarlo, Lo encontraba. Estas
alegrías las va repartiendo el que Dios elige y lleva Enseñanza.
Dijo uno:
Pon pensar y los pasos
de hoy, y contestarán las alegrías que has dejado. Que estas alegrías tu
espíritu se las ha traído con saber que no están en silencio ni las cintas ni
los Libros. Que esto, tu persona lo ha visto y oído: que se hará este mando con
alegría y sin cansancio. En los dos sitios que has estado sus espíritus quieren aquí el contacto. Sus palabras y caras te lo decían, que lo que esté en
sus manos aquí pondrían. Que aquí no hacían falta palabras, porque sentían
alegría. Una alegría con Tallos Divinos, que brotan con Paz, que todos lo
veían.
Tu presencia abre caminos.
Desperté, oí:
¡Día de ayer, día de alegrías!
Día de ayer es para la Tierra,
para Dios todo es un sólo día.
En el día de ayer todo fue cogido
con alegría.
Si siguieran estos pasos, más
creerían que era Dios el que el Mando mandaba.
Si observas y comparas, Dios
cogió a los pastores porque los pudientes no Lo creían y cambiaban el sitio
cuando Lo veían.
Hoy los comparan con los que
saben este Caso y se han negado a divulgarlo.
Los Pastores de Belén fueron los
únicos que con alegría anunciaron el Nacimiento, cantando.
Y por siglos sin fin, siempre
nombrarán: "Niño Jesús, Belén y Pastores".
Decían en el arrobo, que las
alegrías hoy habían sido esperándose unas a otras.
Pero todas eran para publicar en
Libros o en canciones.
Los ingresos Dios también te los
da de donde menos puedes pensar.
Con alegrías empezó el día, y con
alegrías se termina.
***
Libro 45 - Te Habla el Profeta - Tomo VI - C1
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