viernes, 3 de junio de 2022

Cuando se hace algo mal que no quisiste hacer, es cuando te llega gran arrepentimiento

En Sueño Profético decían:

La noche que ha traído a este día en el que Dios manda que se dicten estas Palabras, ha sido noche de Amor, camino de una montaña.

Primero se vio un llano grande y un camino que subía a la montaña. En este camino había muchos esperando a Dios Hijo, Maestro para sus Discípulos.

Ya dijo un espíritu de la Gloria que cuando vivió su cuerpo conoció esto que se está diciendo:

Yo estaba en la montaña, y cuando llegó el Maestro, todos, con alegría, se iban acercando. Yo no podía acercarme porque no lo merecía. Pocas veces llegaba donde todos estaban. Siempre, atrás me quedaba. Esto me agrandaba el pensar: “Yo no merezco pisar el monte que pisa el Maestro”. Estando pensando estas palabras, se presentó el Maestro, y de tantos grupos como había se acercó al que yo estaba, y poniendo su Mano en mi hombro dijo estas Palabras:

“Ya puedes ir pregonando que el Maestro quiere que te unas a sus Discípulos. Pero que estas Palabras sean dichas en público, porque puede que les sirvan a muchos que tuvieron sufrir grande por no seguir al Maestro. Cuando se hace algo mal que no quisiste hacer, es cuando te llega gran arrepentimiento”.

Desperté, oí:

Han sido las Palabras de Dios las que se han dictado.

Han sido más las Palabras que la Visión. La Visión fue una nube grande, como manto que a Dios cubría.

Ya se vio llegar la nube a un grupo y ponerse la mano de Dios Hijo en el hombro de uno, diciendo las Palabras que se han dictado.

Ya sigue el que se juntó con los Discípulos por Mando de Dios:

Mi crecimiento fue con gran castigo, para que yo no siguiera a los Discípulos.

Veinte años yo tenía, y el Nombre de Dios o del Maestro, si en mi casa lo pronunciaba, la comida no me daban. Me decían que buscara otra casa.

Mis noches se hacían largas, porque mi pensar era: “Si yo con los Discípulos me juntara, creo que mi casa me sobraba”.

Pues este pedir el Maestro me concedió, y no tuve familia por no querer ésta a Dios.

A muchos entré en la Gloria cuando el Maestro puso su Mano en mi hombro, que fue mi Perdón.

Si crees que hiciste mal el tiempo que de Dios estuviste retirado, acuérdate de este Mensaje que es por Dios mandado.

Ya termina el Mensaje con estas Palabras:

A los que más les pertenece estar a tu lado, piensa que son cogidos, sin darse cuenta, por los espíritus del mal, como en el Sol sale el nublado.

El que sirve al Elegido, ya tiene de Dios su Renta, que no tiene día ni fecha.

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Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C3

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