En Sueño Profético decían:
¡Qué grande es este Amor, y qué
fuerzas el Elegido se siente!
¡Qué grande es este Amor, que en
este Amor el Mando de Dios lo sienten!
Dijo un espíritu con Mando de
Dios:
Los espíritus que no son de Dios
persiguen a todos los que siguen estas Palabras. Que éstos son cogidos de
muchas maneras, todo para hacer sufrir al que tiene el nombre de Profeta. Este
sufrir, si lo pensaran, verían que a los que más creen y aman, más intentan retirarlos.
Y ya el Elegido siente latigazos, que a veces se nota por dentro el daño.
Si se practica esta Enseñanza,
Dios te pone ayuda, y ya te retira del que tu espíritu domina. Que si te paras
a pensar, todos los que más cerca del Elegido están son los más perseguidos por
los espíritus del mal.
Desperté, oí:
Piensa que las alegrías que Dios
te manda le pueden al sufrir que te ponen los espíritus del mal.
Tú sigue cumpliendo tus
pensamientos, que no son tuyos, que son del Cielo, donde está el Reino de Dios,
que manda al mundo entero.
En la petición de la niña
enferma, hoy te has traído más alegrías, por la cara que te ponía la niña.
Su cara tenía risa con alegría de
ángeles, que son los que le hacen compañía.
Se vieron muchos niños, con
cuerpo y alas en la espalda, corriendo.
Y se oían voces con estas
palabras:
“Señor, que los hombres Te quieran como yo Te voy a querer cuando llegue a hombre. "
"Que esto es lo que me
enseñan los ángeles”.
No me llegaba el sueño al pensar
en las cartas, con la facilidad que las recogen.
Y el camino de escándalo que Dios
pone.
Los que están unidos y siguen tus
pasos, que te comuniquen todos los pensamientos que les lleguen malos.
Que tus palabras son medicamento para que huyan arrastrados.
No hay que decir nombre, basta
con decir “espíritus malos”.
Se ha dictado mucho, pero hay que
dictar más, mucho más de esta noche pasada.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C6
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