miércoles, 8 de junio de 2022

Señor, que los hombres Te quieran como yo

En Sueño Profético decían:

¡Qué grande es este Amor, y qué fuerzas el Elegido se siente!

¡Qué grande es este Amor, que en este Amor el Mando de Dios lo sienten!

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

Los espíritus que no son de Dios persiguen a todos los que siguen estas Palabras. Que éstos son cogidos de muchas maneras, todo para hacer sufrir al que tiene el nombre de Profeta. Este sufrir, si lo pensaran, verían que a los que más creen y aman, más intentan retirarlos. Y ya el Elegido siente latigazos, que a veces se nota por dentro el daño.

Si se practica esta Enseñanza, Dios te pone ayuda, y ya te retira del que tu espíritu domina. Que si te paras a pensar, todos los que más cerca del Elegido están son los más perseguidos por los espíritus del mal.

Desperté, oí:

Piensa que las alegrías que Dios te manda le pueden al sufrir que te ponen los espíritus del mal.

Tú sigue cumpliendo tus pensamientos, que no son tuyos, que son del Cielo, donde está el Reino de Dios, que manda al  mundo entero.

En la petición de la niña enferma, hoy te has traído más alegrías, por la cara que te ponía la niña.

Su cara tenía risa con alegría de ángeles, que son los que le hacen compañía.

Se vieron muchos niños, con cuerpo y alas en la espalda, corriendo.

Y se oían voces con estas palabras:

“Señor, que los hombres Te quieran como yo Te voy a querer cuando llegue a hombre. "

"Que esto es lo que me enseñan los ángeles”.

No me llegaba el sueño al pensar en las cartas, con la facilidad que las recogen.

Y el camino de escándalo que Dios pone.

Los que están unidos y siguen tus pasos, que te comuniquen todos los pensamientos que les lleguen malos.

Que tus palabras son  medicamento para que huyan arrastrados.

No hay que decir nombre, basta con decir “espíritus malos”.

Se ha dictado mucho, pero hay que dictar más, mucho más de esta noche pasada.

***

Libro 47 - Dios No Quiere, Permite -  Tomo VI - C6

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