En Sueño Profético se vio una plaza llena de
gente. Se veían caras tristes y caras contentas. Las contentas, no iban a la
noche que era; y las tristes no era por recordar lo que a Dios Le hicieron, era
por peticiones que iban pidiendo.
Yo, cuando viví con cuerpo, me gustaba
recordar poco tiempo los martirios que a Dios Le dieron, pero tampoco me veían
paseando por el pueblo. Yo disfrutaba siempre pensando que Dios Lo tenía
siempre presente, aunque yo su Imagen no viera. Esto me daba alegría y me
quitaba tentaciones que me dieran, y pronto las retiraba. Llega tan hondo
pensar lo que a Dios Le hizo el hombre, Y si sigues el pensar, ves que más Le
siguen haciendo, por falta de quererlo como Vivo está con Cuerpo.
Yo creo que son fechas para recordarlo, sin
fiestas y sin llanto.
Desperté, oí:
Cierto que son fechas
ni para alegría ni para llanto.
Alegría no va,
porque te la quita el hacer pensar:
estas fechas fueron
cuando se sentó en la mesa
la última vez con Cuerpo.
Y tristeza tampoco,
porque tienes que mandar
oración, contento,
y vivir Prójimo.
Que esto es vivir
recordando a Dios
en todos tus momentos.
Con este recuerdo
Dios te manda premio.
***
Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C7
No hay comentarios:
Publicar un comentario