jueves, 31 de julio de 2014

Dios Juez, Dios Creador de la Fuerza

En Sueño Profético decían:

No callando, obedeces a este Mando de Dios, y así Él te seguirá mandando, mandando y abriendo puertas para que sus Palabras no queden presas y den vida y fuerza al débil, consuelo al afligido y hablen normal de que Dios es Vivo. Que lo que dijo antes, ahora dice; y lo que dice ahora, antes lo dijo. Esto es Dios frenando al hombre en el paso que ha cogido, tan aprisa y tan en contra de Él.

Dios no obliga a que Lo quieran, pero no puede quedarse como si no existiera: sin comunicarse al hombre, sin que el hombre vea su Poder. Dios tiene que hacer prodigios para los ojos de la carne, y Arrobo para Enseñanza del espíritu.

Dijo uno:

Estos Escritos que Aquí dictan tienen que ser presentados a todo hombre que pueda hacer gran divulgación. Que si no lo hace, el Cielo lo juzgará. Igual que, si la hace, el Cielo lo premiara.

¡Dios Juez, que no puede engañarlo ni el inocente ni el que está lleno de maldad!

¡Dios, que lo que no se ha formado, antes que nadie, Él ya sabe la forma que tomará!

¡Dios Creador de la Fuerza, la que pocas veces le presenta al hombre para que Lo crea!

Desperté, oí:

Si Dios presentara su Fuerza,
como dictan los Mensajes,
hace tiempo que el hombre
viviría asustado
y cobardía le verías.

A más sitios vean
esta grande Sabiduría,
menos podrán callarse.

Que no se quede el camino quieto,
tranquilo o esperando.

Que al silencio,
al escándalo lo acobarde.

Que se quiten el antifaz
queriendo a Dios engañarle.

Con fuerza sea presentado
lo que de esta Gloria sale.

Y que queden enterados,
buenos, malos y regulares.

Que puede que los de en medio
busquen a muchos para salvarlos.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 151-152-153

miércoles, 30 de julio de 2014

Por Filtros Divinos pasando

En Sueño Profético decían:

Elegido en esta medida no lo busques, que no lo encuentras.

Elegido que hable del Sitio donde está Dios Padre y Dios Hijo, dándole Aquí explicación para enseñar ahí al hombre, esto no lo encuentras ahí, porque Aquí Dios no lo ha traído. Y el que quiera enseñar de Aquí sin haber venido, puede condenarse si se sale de las Palabras que están dichas por el mismo Dios.

Para llegar a esta Intimidad, el espíritu sin el cuerpo tiene que haber pasado por los filtros de la Aceptación, de la Caridad y de la grande Obediencia a este filtro, que el espíritu hace que por él pase la materia. Ya esta materia comprende y acepta con facilidad, igual que los muertos que Aquí están Vivos. Pero aunque no veas cuerpo, el cuerpo siempre ensuciarán, aunque le des mucho aseo. Porque lo ensucia el espíritu, si no es espíritu de Dios.

Que esta Enseñanza te descubre las actuaciones en contra, las que no van por el Camino de Dios y en tu interior lo sientes.

Dijo uno:

¿Quién no habrá leído estos Mensajes y le habrá dado gran contento, y otros, de ira, al leerlos se habrán llenado por dentro?

Estas Palabras llevan atracción buena, o te llenas de veneno por no querer que sean para llevarlas al cuerpo cuando el espíritu aún le da vida.

Tiene Aquí que estar bien enseñado el Instrumento, porque el “no”, al “sí” lo hace enano.

Desperté, oí:

Este Mando que da Dios
para traer al espíritu
y luego darle más Mando,
tiene que estar este espíritu
por Filtros Divinos pasando.

Tiene que estar
a una disciplina voluntaria.

Tiene que decir:
“Señor, siempre tu Mando espero”.

Siempre confiar en Él,
por saber que es Eterno.

Traer todo lo pasado
delante del pensamiento.

Lo pasado de alegría,
no pasado en sufrimiento.

Que es lo que hacen
los que no creen en el Cielo.

El sufrimiento se borra,
como Dios olvida lo del Madero.

Si Dios esto no olvidara,
habría retirado el Perdón.

Y el milagro lo encerraba,
que siempre lo tiene suelto.

Pero el hombre no lo ve
por lo lejos que vive sus Palabras.

Di: “Señor, qué Bueno eres,
que mandas a diario tus Palabras”.


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Libro 17 - Investigacines a la Verdad - Tomo II - Pág. 185-186-187

martes, 29 de julio de 2014

Teología diciendo

En Sueño Profético decían:

El que habla de Aquí del Cielo, delante del que Aquí Dios trae, el que conoce esta Gloria, siempre tiene para enseñarle; Aunque a éste que Aquí viene lo veas a veces pararse, no es por falta de respuesta.

Dijo Tomás de Aquino:

El hombre estudia de las Palabras de Dios que hay escritas. Pero debía de estudiar cuando oyera decir: “allí o aquí habla Dios”. Éste era el estudio que tendría que hacer todo hombre que dijera: “Yo soy cristiano”. Y si un teólogo oye describir la Gloria por boca del arrobado, ¿cuánta Enseñanza coge de ahí? Nadie como el teólogo puede aprender y enseñar del espíritu, de la muerte de la carne, y del Vivir Aquí el espíritu. Si cada vez que Dios manda un Mensaje, lo cogieran convencidos que era Dios, todos estarían aptos para conversar con el que Dios Aquí entra. Es falta de Amor y de Creencia, y vergonzoso, que no puedan hablar con el que Dios le hable para que aprenda el hombre de vivir en espíritu después de soltar la materia. Estas explicaciones dadas en sitios que se presume de Teología, ¡cuánto bien harían! Puede que al torpe más le sirvieran, y el listo más listo fuera, y ya no faltarían libros que tuvieran estos Textos.

Busca dónde habla Dios y aprenderás “Teología diciendo”, porque siendo el mismo Dios, Él habla según los tiempos.

Desperté, oí:

No haya interpretación en estas últimas palabras del Arrobo.

Dios no tiene tiempos. El hombre, con la Libertad que Dios da, él cambia los tiempos.

Y Dios, con su Sabiduría, para al hombre.

Para al hombre, y hace Sabio al que el hombre da desprecio.

¡Es grande Teología la que Dios dicta del Cielo!

Porque el Saber de esta Gloria, siempre te dice algo nuevo.

Los Teólogos que amen, no dudan que esto es del Cielo.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 102-103-104

lunes, 28 de julio de 2014

Ama como el niño que la madre lo amamanta

En Sueño Profético decían:

“Hay mucho escrito de cómo hay que ser para que Dios te elija”.

Dijo uno:

Yo diría que el Amor a Dios, es como el amor del niño a una madre, amor que busca el niño porque en este amor está su vida, y su vida depende de este amor. Ama mucho, y Dios te elegirá. El que mucho ama, conoce a Dios antes que Dios diga: “Yo soy Dios”.

El niño conoce a la madre por muchas madres que hubiera, la razón es el amor que esta madre da al niño, y el niño se entrega haciendo este amor conozca a la madre.

Pues si Dios te da mucho más Amor, entrégate a Dios como niño, y conocerás cuando las Palabras sean de Dios.

Si conoces cómo Ama este Dios, ¿por qué te extraña cómo actúa?

¿Qué importancia le ve el hombre a que Dios se manifieste a uno: Poder Aquí visto tan chico, con el Poder que tiene este Dios, si en todo lo movido ahí en la Tierra, lo pensado y lo oculto, Dios está presente?

Dios está Aquí en su Gloria, y todo lo que hay en la Tierra, por insignificante que sea, está a la vista de Dios, todo está en Dios y Dios está “con” todos, pero no “en” todos. No está en todos, por la vanidad del hombre y por el pecado. Aquí falta Amor. Si hubiera Amor, no había vanidad ni pecado.

Si el hombre pensara lo que es Dios, vería todo fácil.

Decir que es difícil que Dios hable y extrañarse, es como si de un académico dudaras de que supiera las vocales y lo pusieras de inteligentísimo. Pues mucho más asombro da, el hablar del Poder de Dios y extrañarse que hable en cualquiera que dé resonancia a su Voz.

Desperté, oí:

Ama como el niño
que la madre lo amamanta,
y este Amor te hará
que conozcas a tu Dios.

Es tu Dios si tú lo quieres,
porque Él no te dirá
que Lo quieras si no quieres,
aunque es Rey de Eternidad.

No hay quien piense lo que es Dios
y dude que pueda hablar.
Si lo duda ya no piensa
que no se mueve jamás
la pluma de un triste ave,
aunque haya un huracán.

Todo es Voluntad Divina,
Voluntad que no es mandar.

Voluntad, que si mandara,
el mundo no estaba ya,
que tan sólo quedaría
este Mundo Espiritual.

Mundo de Paz y de Gloria,
“pa” el que mucho quiso amar.

Que el que ama se retira
de aquél que pecando está.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 97-98-99

domingo, 27 de julio de 2014

Cultura del académico, que no precisan los Santos

En Sueño Profético hablaban de la forma que tiene el hombre de creer en Dios, de la inteligencia del inteligente, de la reacción del bueno, del pensar tan corto del hombre, de la medida que el hombre le quiere poner a Dios en su Mando.

Dijo uno:

Sería de un pensar corto e inteligencia sin saber lo que decía (y ya no era inteligencia), ofender y recriminar a uno que midiera 1,80, haciéndole dijera que no lo medía y obligándo a que se quedara con una medida normal. Pasemos ahora al color de los ojos: ¿cómo querer que teniéndolos negros, los ponga azul claro, y que este mismo dictador, sin saber lo que está hablando, pusiera toldo a la Luna despreciando su alumbrado? ¿Se puede llamar hombre culto? ¿Se puede llamar hombre bueno? ¡Pues esto es tan chiquito comparado en querer que Dios ya no siga hablando...!

¡Hombres sin querer que sea
lo que Dios tiene mandado!

¡Hombres que no piensan en muerte,
porque muertos están andando!

No tienen miedo al Infierno
y Gloria nunca han amado.

Hablan del Mundo de Dios
como cuento ya pasado.

Son hombres ahí en la Tierra,
Aquí son cieno despreciado,
despreciado por el Mando
que es Poder en Cielo y Tierra,
que el que lo ama, ya es sabio.

Desperté, oí:

Este Mensaje es Fuerza;
Poder y Amor va enseñando.

Si este Dios no amara al hombre,
no sufriría para enseñarlo.

¡Qué comparaciones pone,
para que veas su Mando!

Para que pienses y digas:

Es más fácil que el gigante
se convirtiera en enano,
que callar una palabra
el que dice: “yo no hablo”.

¿No estás viendo hombre culto,
que cultura está faltando?

Cultura del académico,
que no precisan los Santos.

Aquí hay hombres cultos,
que su cultura siguió
como apellido a su nombre.

Primero, Amor a Dios.
Después, título y dinero.

Éstos son los que hoy dictan
con el Mando de este Cielo.

El Instrumento de Dios
dice lo que está diciendo.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 85-86

sábado, 26 de julio de 2014

Orden de predicadores

En Sueño Profético decían:

Dios quiere que se publiquen sus Mensajes al Dictado como ella los escribe. Ella recibe la Palabra y la escribe, y el hombre tiene que recibirla de ella y publicarla. No seguir este Mandato, es faltar a la Obediencia de este Inmenso Dios, nombre que todos pronuncian y es por muy pocos alabado. Dios elige, pero deja Libertad, Libertad que coge el hombre cuando no ama. El que ama, no se acuerda de la Libertad que Dios da.

Dijo Catalina de Siena:

La Orden, dormida está.
No es esta la postura
si la Orden es predicar,
y estas Palabras se ve
que de Aquí bajan a allá.

Puede comprobar la Orden,
que aquí el hombre no pone “na”.
Esto es Orden de predicadores:
predicar el Evangelio,
que es la Palabra de Dios.

Pues si Dios te da el Venero
de sus Palabras y su Amor,
¿qué mano oculta detiene
este Mensaje de Dios?

Continuó Domingo:

Oculta, pero no para Dios.
Dios sabe si el hombre puede
y dónde pone el stop.

Hay veces que se hacen las cosas,
pero no se hacen por Dios.

Esto, si el hombre lo pensara,
lloraría en alta voz.

Dominicos de esta Gloria,
estamos en ruegos “tos”,
para cortar la demora,
aquí sin justificación.

Desperté, oí:

No se puede oír hablar
al que Dios traiga a su Gloria,
sin tú de Gloria hablar.

Y si tú tienes “armamento”,
tienes ya que publicar.

¡Cuánto sufre el que Aquí viene
porque Dios lo trae arrobado!

¡Cuánto sufre porque el hombre
tiene a este Dios olvidado!

Debería tener condena
el que hablara de este Dios
sin que a este Dios quisiera.

Ella tiene alegría con pena,
y también tiene sufrir
cuando lleva estas Palabras
y entierro les dan ahí.

Este entierro ya se acaba,
y se acaba el sufrir.
Este entierro no lo siguen,
por mandar Dios desde Aquí.

Aquí puede ver el hombre,
que la mandan a escribir
espíritus que ahí vivieron
y con Dios están Aquí.

DOMINGO DE GUZMÁN Y CATALINA DE SIENA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Capítulo 3

viernes, 25 de julio de 2014

Caridad donde haga falta

En Sueño Profético decían:

Si la Caridad se viera como se ve la escritura, poca Caridad verías.

Hay quien hace Caridad donde no la necesitan, porque había comido ya y más comida tenía.

Pero no tenía quien le diera Caridad que no fuera la comida.

Esta Caridad escasea porque al Cielo no miran y hacen este pensar: “Señor, yo me puedo ver igual, que necesite palabras que traigan Caridad. Puede que una mano sana, siendo mía, yo le ponga enfermedad sin pensar lo que yo hacía.

Si esto pensara el bueno, Caridad ya repartía.

Dijo uno:

El que tenga Caridad y sepa dónde dejarla, ya tiene sitio en la Gloria aunque pocos rezos haga. Esto lo decía mi abuelo cuando veía rezar y no usar la Caridad en el que caído estaba en el suelo.

Cuando se ponía a hablar, al malo lo hacía bueno y le quitaba la ira del pensar que hacía por dentro. Ya, el bueno, pensaba en Dios y en estas Palabras Bíblicas: “Perdonad si queréis ser perdonados. Pensad, si algo queréis, verlo en el suelo tirado”.

Desperté, oí:

Si se practicaran
la Palabras que Dios dice,
–porque Dios no es que dijo–,
no había hombres malos.

Cierto que el rezo te sirve
cuando a Dios Le hagas caso
en practicar sus Palabras.

Pues si no las practicas,
el rezo no llega a nada.

Es jarra rota que coges
queriendo llenar de agua.

Haz el rezo con Amor
y ponle esta plegaria:

“Señor, que yo tenga Caridad
con el que tenga más faltas”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 49-50

jueves, 24 de julio de 2014

La vida es un cuaderno

En Sueño Profético decían:

Si no enseñas, no aprenden. Y si no hablas, no entienden cómo es esta Enseñanza que recibe el que Aquí viene. ¡Que no viene, que Dios trae!

Se vio un niño de unos meses y habló el Mando de Dios en el Cielo:

Si a este niño se cuida en alimento, no se enseña a hablar ni jamás se pone en el suelo para enseñarlo a andar, este niño llega a viejo sin habla y sin sostener su cuerpo.

Pues así hay muchos hombres –pero no de cuerpo–, sin enseñarles del espíritu, por no enseñarles desde niños que la vida es un cuaderno, y tus hechos son dibujos que quedan en el cuaderno. Que ya no puedes borrar ni decir: “yo no los he hecho”. Porque el que va a examinar es el Dueño del cuaderno, que es la vida temporal.

Unas veces llega muerte cuando ya está lleno. Y otras veces, al empezar el cuaderno o llegando a la mitad. Pero más de un cuaderno jamás se puede llenar.

Desperté, oí:

¡Qué paciencia pone el hombre
en enseñar que el niño
se tenga en pie y eche el paso!

Pero aún es más paciencia
que diga estas dos letras
después de muchas semanas y meses:

“M”, “a”, juntas las dos.
No se cansan hasta que el niño
les da la pronunciación.

Y esto ya lo refieren los mayores
poniéndole la nota mayor
de listo e inteligente.

Pues, ¿por qué con lo de Dios
no hace el hombre lo mismo?

Y cuando llegue a mayor
siempre tendrá en su memoria:

“Esto es lo que quiere Dios,
que yo siga enseñando
lo que aprendí de niño:
¡Primero, amar a Dios!”.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 81-82-83

miércoles, 23 de julio de 2014

El Amor a Dios no tiene palabras

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios no tiene palabras. El Amor, sus palabras son hechos. Nadie sabría del que a Dios ama si no lo dijera con hechos. De palabras se habla mucho del Amor a Dios. Todos pueden amar de palabras, de hechos pocos. De estos pocos son los que Dios elige; y no les agrada a los muchos que no aman, que Dios haga en éstos Vivienda para que comuniquen los espíritus de su Gloria sus Mensajes, su Enseñanza y su Visión de esta Gloria.

Dijo uno:

Si el que dice que ama, amara, defendía la Palabra de Dios cuando quisieran matarla, cuando Dios mandara un mandato diciendo a un espíritu que viviera con materia: “Publica que es un mando de mi Gloria, que mi Palabra quiero que el hombre la oiga dicha en mi Gloria y repitiendo el Instrumento”. Si esto, el hombre que ama no publica, este hombre no ama. El Amor lleva algo que al Amor descubre, y ya Amor con Amor se encuentran. No hay quien ame, y pudiendo demostrar el Amor, lo calle. No hay quien diga: “Quiero a Dios y de Dios no quiero que hablen”. No hay quien diga: “Vive Dios, pero Dios no le habla a nadie”. Esto es amar sin amar. Pues el Amor de verdad se busca hasta encontrarse. Una vez que ya lo sientes, tan sólo de Amor hablarte, conoces si es de Dios por las obras que aquí salen.

Desperté, oí:

Este Dictado empieza y termina
con estas mismas palabras:

Si no haces buenas obras,
tu amor no sirve de nada.

Tu no puedes decir “amo”,
retirándote del Amor.

Tú no puedes desear
saber de Gloria de Dios.

Si tienes este deseo,
que con firmeza lo crees,
buscas como siempre hubo,
al que Dios hablarle quiere.

No es extraño para el que ama
haber siempre quien Dios lleve
sin materia a su Gloria
al que Dios ve que a Él prefiere.

El Amor se va encontrando
con otro que Amor tiene
y obras va publicando.

Porque el Amor de Dios,
son obras y no palabras.

Si tú sientes este Amor,
conocerás sus Palabras.


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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 28-29-30

martes, 22 de julio de 2014

Pecadores anclados

En Sueño Profético hablaban de pecadores que pecan sabiendo que están pecando.

Dijo uno:

Estos pecadores son pecadores, pero anclados. Todo el que peca sin creer que está pecando, cuando le llega la luz de cualquiera que le hace ver pecado, ya se quita de pecar y empieza el Perdón buscando. Éste sí fue pecador, pero no del grado del pecador que a sabiendas peca y a Dios llama desafiando. Siempre son los peores pecadores para Dios, los que ahí son letrados, los que saben y enseñan: “¡Esto es bueno para Dios! ¡Éstas son sus Leyes! ¡Y esto está en contra de Dios!

Aquí refieren Palabras que Dios dijo ahí en la Tierra:

Al que Yo le doy mi Palabra, que la dé como Yo la doy. Y el que la coja para hacerme daño, mi Padre responderá. El que aprenda, que enseñe antes con el ejemplo. El que quiera taparse con mi Gloria, Yo lo echaré al Infierno”.

Estas Palabras les fueron dichas en la Tierra a los hombres para que supieran era Dios Hijo el que hablaba; para que al decir “cristiano”, no confundieran. Todo el que cumplía sus Divinas Palabras, ya estaba enseñando. Todo el que hablaba de Dios y no cumplía el Amor al Prójimo, tenía doble pecado porque hablaba de Dios a sabiendas que lo cubría su hipocresía.

Desperté, oí:

Éstos son los que Le vieron decir a Dios tantas veces: “¡Hipócritas! ¡Fariseos! ¡Sepulcros blanqueados!”.

Éstos son los que hicieron que Dios hiciera un poco de Dios.

Éstos son los que hoy no están en su Reino.

Éstos son los que dejaron mala semilla y aún sigue naciendo.

Que estos que nacen, nacen para mantener el Infierno.

Es el pecado mayor, el malo hacerse pasar por bueno.

Porque ya dobla el pecado, el pecado que está haciendo.


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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 150-151

lunes, 21 de julio de 2014

Exposición en la Parroquia de la Cala del Moral (Málaga)

En el día de ayer, en la Parroquia de la Cala del Moral (Málaga), se han expuesto los Libros de Ana García de Cuenca. Miembros de esta Fundación han leído un Mensaje durante una Misa a la que han asistido multitud de feligreses. Ha sido un gran día de alegría para todos nosotros.

A continuación, os dejo con varias imágenes:

Ella no puede ser aconsejada por nadie

En Sueño Profético hablaban varios. Decían:

Ella no puede ser aconsejada por nadie. Ella es Dios el que la manda y la lleva. La intuición que tiene es grandiosa. Ve lo que aún no se ha hecho. Dios le hace sentir lo que aún no ha pasado. En el Sueño, Dios la llena de Sabiduría, y cuando el espíritu entra en la materia, a su retorno, ya le da tal fortaleza que no hay quien la siga ni en espíritu ni en materia.

Espíritu que Dios Aquí traiga, no puede recibir clases de nadie, en Teología. Teología es hablar de Dios, temas de Dios. Pues este mismo Dios es el que a ella la enseña. Si tú lees estos Escritos, ¿cómo vas a intentar enseñar a ella? Ella es enseñada para enseñar, teniendo grande certeza en su Enseñanza.

Una vez que salga la Publicación, verán la Sabiduría de Dios dicha y escrita en ella. No podrá decir el hombre: “Esto está escrito aquí o allí” o “esta frase la ha puesto el hombre”. Estos Libros se publican sólo las Palabras dichas por Dios y dictadas por Él mismo.

Dijo Tomás:

Dios quiere que sea todo publicado antes de que su espíritu venga Aquí sin tener ahí materia, y quiere que la Publicación sea virgen. La ignorancia del hombre adultera esta Gloria.

Desperté, oí:

Una vez que Dios Aquí te trae, a esta Gloria, te hace sentir su Presencia y te habla para que tú digas: “Dios me habla y me enseña cómo tienen que salvarse los hombres”, ¿crees tú que hay hombre que pueda aconsejar o enseñar a este espíritu?

Si hablan de Tomás de Aquino y admiran lo que supe yo, no duden de esta Teología que en Mensaje llevo yo.

El hombre por mucho que sepa, no sabe cuando ve a Dios.

Se encuentra con esta Grandeza y entonces él compara el saber que ahí tenía, que Aquí no le vale nada.

TOMÁS DE AQUINO


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - Pag. 91-92-93

domingo, 20 de julio de 2014

Gran consuelo dan al enfermo estas palabras

En Sueño Profético decían:

El espíritu que vive con la Paz de Dios dada Aquí, lo nota de momento el enfermo de carne y el enfermo de espíritu. El de la carne nota bienestar interior y el enfermo de espíritu nota reacciones de un mando interior. Según el avance de la enfermedad, así tendrá la lucha por dentro, habiendo veces de ser curado tan sólo con su presencia o repitiendo uno de los Arrobos que Aquí se han dictado.

El espíritu que tiene contacto sin materia Aquí en la Gloria, vive vida de sufrimiento por los espíritus que en contra de Dios viven, por los espíritus rebeldes al Mando de Dios; estos espíritus son dañinos y el Elegido los aparta por Mando de Dios. Los enfermos de espíritu los hay de dos maneras para su curación: una, queriendo aceptar la curación; y otra, rebelde a ser curado. El que Dios trae y enseña, conoce el grado de cada enfermo. El hombre desconoce estas clases de enfermos, ocupándose con preferencia de la enfermedad de la carne.

Desperté, oí:

Gran consuelo dan al enfermo
las palabras del que Dios trae a su Gloria.

Gran alegría recibe
tan sólo con saber la hora
de que vaya el Elegido
dando consejos de Gloria.

Y aunque la carne le duela,
segundos has de creer,
pididendo que no le falte
por recibir una Paz
que no recibe de nadie.

Estos enfermos
que materia enferma tienen,
saben que la Paz que es Paz,
no hay hombre que la altere.

Los enfermos de espíritu
que quieren su curación,
le cuentan al Elegido
el mal que le hacen a Dios.

Y ya quedan los malignos,
que su sitio es sin Dios.

Sin Dios porque Dios les puso
Infierno o condenación,
sitio que el hombre supiera
que acabaría su espíritu
sin la presencia de Dios.

La enfermedad del espíritu,
es mala su curación,
porque el demonio se encarga.

Se encarga de que más peque
el que viva vida mala.

Para Dios sería fácil
que el hombre no pecara,
pero sería más pecado
querer sin que lo dejara.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 234-235-236

sábado, 19 de julio de 2014

Este Amor no tiene precio ni te exige cantidad

En Sueño Profético decían:

Esto son Palabras Divinas, Sentencias y Pensamientos profundos:

Si amaras como dices, querrías como debes.

Si dices que amas, no amas, porque el Amor no dice, responde.

Hubo quien dijo que amó,
y el Amor no respondió.

El que ama ya no puede vivir
sin seguir amando
porque el Amor se lo encuentra
donde el hombre ve el fracaso.

Este Amor no tiene precio
ni te exige cantidad.
Este Amor, lo que sí quiere
es que tú lo quieras amar.

¡Qué Grande es este Dios,
que te deja que Lo ofendas
y te espera “pa” el Perdón!

Si Dios “El Dios” se quitara,
cinco minutos “na” más,
sobraban de estos minutos
“pa” acabar la humanidad.

El Diluvio fue una gota
comparado con lo que puede mandar.

El hombre habla de Dios
sin temor y sin amar.

Si la carne se le enferma
Lo llama pidiendo cuentas.

Piensa y medita esto bien
y aprenderás a querer.

Date prisa en aprender
“pa” que luego estés con Él.

Si la clase ahí no das,
Aquí no vienes jamás.

Desperté, oí:

Este Dictado de hoy
ya lo puede repasar
el hombre que ahí en la Tierra
se tenga por literato
y por gran intelectual.

No te dirá esta palabra
aquí sobra y allí va.

Son Palabras, son Sentencias
que te hacen el pensar
en esta Gloria tan Grande
que el hombre quiere callar.

Parece juego de niños
el tanto a Dios llamar,
y luego le habla a uno
y dicen: ¡Qué loco está!

Cada vez que Dios elige
se queda en peor lugar
aquel que dice que ama
y vive en tranquilidad,
sin saber lo que Dios manda
de esta Gloria Celestial.

El que ama se conoce
porque no deja lugar
en su espíritu y materia,
a lo que no es Gloria
donde Dios está.

Medita lo que hay escrito
y a la Gloria te vendrás.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I -Pág. 215-216-217

viernes, 18 de julio de 2014

La Vida Pública de Dios

En Sueño Profético hablaban en la Gloria, de Dios Hombre; de Dios cuando el hombre Lo vio un hombre más, y un Dios que era un Hombre cuando el hombre quería que no fuera; de cuando Dios quiso que el hombre viera su Poder, su Amor hacia el hombre y su ofrecimiento para su Salvación; de cuando Dios quiso dar testimonio con su Presencia y con sus Palabras.

Hablaban de su Vida Pública.

Dijo uno:

El hombre habla de la Vida Pública de Dios, de un tiempo breve, sin seguridad de lo que dice y afirmando lo que no sabe. A Dios, el que Lo esperó y creyó era Dios, ya Lo siguió y fue verle Vida Pública y de Escándalo; ya Le vio actuaciones del Cielo; ya fue Escándalo en el que Lo seguía.

Dijo otro:

El hombre llama Vida Pública a cuando ya se enfrentaban sus Hechos con los del hombre; a cuando Lo vieron Hombre; a cuando ya Lo perseguían porque había que Matarlo, porque sería la Sabiduría de Cielos en la Tierra, porque venía quitando los pecados al que quería su Reino; Entonces es cuando el hombre dice “Vida Pública”, “Vida de Escándalo”.

Dios nunca pudo ser oculto, siempre obraron en Él los prodigios, y siempre el que Lo siguió fue Salvado. Siempre se hablaba de Él como cosa no de la Tierra, esto, el que creía lo que el Padre habló en el Cielo y el hombre repitió.

Desperté, oí:

El que creyó que aquel Niño era Dios, ése Lo siguió.

Lo siguió y no dejó de ver prodigios.

Dios, desde su Anunciación, ya fue Escándalo.

El hombre le llama Escándalo a cuando ya va predicando.

Cuando perdona, cuando aparta, cuando dice su Crucifixión, cuando habla de su Reino, cuando se lo ofrece al hombre.

Cuando dice: “Uno de vosotros Me hará traición”.

“Os mandaré mi Espíritu”.

Y ya, cuando deja la losa levantada, la Tierra movida y su Cuerpo que sube al Cielo, es su nombre: “Escándalo”.

El que creyó en Dios Único, fue Escándalo su Nacimiento.

Su Vida Pública empieza desde que bajó del Cielo.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 21-22-23

jueves, 17 de julio de 2014

Joya que despierta Amor y envidia

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila. Decía:

El Amor a Dios te lleva
al sitio que Él se encuentra.

El Amor a Dios es
joya que tú presentas,
es adorno que te miran
porque la joya despierta
Amor, y a veces envidia.

A los que despierta Amor
son a aquellos que admiran
esa intimidad con Dios.

Y los que cogen envidia
son los contarios de Dios.

Cogen envidia a que ames
a lo que ellos olvidan.

Cogen envidia al bien
que está esperando que digan:
Puedo ser como Teresa
o como cualquiera que diga:

Mándame, Señor, tu Mando,
que sin tu Mando no es vida.

Mándame, Señor, caminos
de rosas o bien de espinas,
que si vienen de tu Mando,
los pinchos harán caricias.

Mándame lo que Tú quieras
por ser Dueño de mi espíritu,
de voluntad y pensamiento.

Mándame que yo te sirva
como Te sirvieron aquellos
que componían los nombres
de Andrés, Juan, Mateo, Pedro,
de Felipe o de Lucas,
de los muchos que quisieron
hacer servicio al Maestro
para cundir que era Dios
que había bajado del Cielo.

Si esto pidieran los hombres,
quedaría envidia en silencio
y habría lucha de espadas
por querer ser hombre bueno,
por defender a este Dios
que el hombre no quiere verlo.

Pena me daba en la Tierra
de oír tanto desprecio,
y gozo tengo en la Gloria
de pensar que iba sufriendo
pero nunca me callé
ocultando a Dios del Cielo.

Desperté, oí:

No podía perseguirme
el que a Dios quería amarlo.

No podía perseguirme
el que veía mi llanto.

Y ya, el que me veía
caminando por el llano
o bajando por el cerro,
siempre de mi Dios hablando,
no podía perseguirme
si se decía cristiano.

¡Ay hombres, que a Dios no piden
que Dios les mande que hagan
un solo día de servicio
cualquier día a la semana!

¡Ay hombres, que no reforman
el adorar las Palabras
que Dios manda en esta Gloria!

Yo, cuando vivía ahí,
decía vivir a la vida
porque ya vivía Aquí.

¡Ay vivir, que dices vida!
¡Ay vivir, que no es vivir!
¡Ay vivir, que fue la muerte
cuando yo empecé a vivir!

Si otra vez viviera muerte,
y fuera Mando de Aquí,
me dejaría esta Vida
tan sólo para a Dios servir.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 216-217-218

miércoles, 16 de julio de 2014

El pie del Mundo espiritual y del mundo material

En Sueño Profético hablaban de varios temas:

Nombraban Teología y a hombres que decían saberla. Hablaban de la claridad que estos Mensajes le daban a la Teología que muchos no entendían ni comprendían y mayoría liaban los temas.

Estas Palabras, hoy dichas, son para decir: “Dios está diciendo”, y no oír sólo: “Dios dijo”.

Querer dar sepultura a esta Grandeza, que es el pie del Mundo espiritual y del mundo material, es querer que vaya el mundo como va: de cabeza.

Hablaban de la rapidez del espíritu, de cómo recogía esta Enseñanza. Y sin haber cuerpo, sabe luego preferir al que más a Dios ama, por decírselo el sentir, que ésta es la Enseñanza.

Dijo uno:

El espíritu es esponja que absorbe lo que Aquí, en Gloria, mandan. Y comunica a otro espíritu, y ya sabe reacción sin que oiga palabras.

Esto es Poder de Dios, Sabiduría sin palabras, atracción de lo Divino, que los espíritus ya se entienden sin palabras.

El espíritu que no desea el contacto que ya va de Aquí, lo ve duro y no domable. Que esto se lo hace Dios sentir, como también le hace escenas que se las guarda el espíritu para que no las conozca el hombre. Pero este “guardar” no es para el que Dios trae Aquí.

Este espíritu está enseñado a tocar fuego y no quemarse, a conocer al hombre que los defectos quiere quitarse. Éstos son a los que Dios quiere que más se busquen y más se les hable.

Desperté, oí:

El espíritu enseñado sin materia
tiene conocimiento en el sentir.

Se acerca o se retira,
sabe si el espíritu que le va a hablar
tiene humildad o rebeldía.

Esto, para conocerlo,
tienes que vivir con espíritus
que no tienen cuerpo,
porque ya les llegó el día
de que ahí los vieran muertos.

Pero Aquí sigue la Vida,
con más fuerza,
porque ya no hay cuerpo
que pueda morir o enfermar.

Que es la vida que no existe
para esta Eternidad.

Hay frases que se repiten
para hacer al hombre pensar.

Que si el cuerpo Aquí no sirve,
¡cómo servir lo demás!

El hombre tiene una lucha
con la vida material
que se ha olvidado del Cielo.

Y no piensa que de la materia
nunca será el hombre dueño.

Si el cuerpo Aquí no entra,
¡cómo entrar los dineros!


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 5-6-7

martes, 15 de julio de 2014

Aquí tiene el final

En Sueño Profético decían:

Tu Enseñanza es buscar a Dios,
encontrarlo y seguirlo.

Y ya tienes que obedecer,
porque al seguirlo,
tú vas detrás de Él.

Si Él te dice “coge el camino,
ya no éste y sí aquél”,
si ves que te entra duda,
di: “el demonio es”.

Porque Dios ve los caminos
antes de caminos ser,
y te oye las palabras
por lejos que de Él estés.

Y si piensas las palabras
sin decírselas a Él,
antes de que a ti te llegaran,
antes pasaron por Él.

Él sabe si tú Lo quieres
o si Le haces papel.
Él sabe si sus Palabras
tú las dices al revés.

Él sabe el que Le dice:
“Señor, Te doy el Amén,
aunque delante del mar
dijeras “agua no es”.

Porque Dios, con su Poder,
puede mandar a las aguas
que en su Presencia no estén.

¡Éstos son los que Dios coge,
porque ven lo que Dios ve!

¡Éstos son los que Dios tiene
de roca en fortaleza,
y de altura, remontándole al ciprés!

Desperté, oí:

Igual que esta Enseñanza es grande,
es grande el sufrimiento
de querer que aprendan todos
lo de la Tierra y el Cielo.

El espíritu del mal
va confundiendo a los hombres
para llevarlos a pecar.

Les hace ver los colores
que el color allí no está.

Les hace que los oídos
oigan el crimen normal.

Los lleva a inventar inventos
que sirven para matar.

Hace que el hombre se odie
como el mal animal.

¡Todo es falta de creer
que Aquí tiene el final!


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Libro 19 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 3-4

lunes, 14 de julio de 2014

Poder invisible

En Sueño Profético decían:

Dios da Poder al espíritu y hace que participe la materia de este Poder invisible para los ojos del cuerpo. Es invisible hasta para el mismo Elegido, hasta que Dios manda que este Poder sea visto y comprendido. Que el comprender es también un don Divino. Y este don Divino no tiene veda para el que diga:

“Señor, yo quiero comprender tus Palabras, y si no las comprendiera, haz que haga tu Mando, contento”.

“Señor, no dejes que me aparten de Ti espíritus con cuerpo o sin cuerpo. Que estos espíritus no son de tu Reino ni van a tu Reino.”

Si esta petición a Dios todos la hicieran, todos comprenderían el Lenguaje de Dios.

Desperté, oí:

La Huella de Dios,
Dios la hace más fuerte en visibilidad.

Para que la materia
tenga fuerza y coja Mando.

Que esta fuerza la pide
el Amor a Dios
y la entrega al Mando.

Esta Huella Divina,
Dios siempre la tiene en flotación.

Con ojos cerrados y abiertos,
siempre está viendo Poder de Dios.

Su presencia ya presenta camino
para amar más a Dios.

O para dejar camino
que lleva a condenación.

También puede hacer prodigios
con Mando que le da Dios.

En este Poder y esta Fuerza,
el que quiere ya ve a Dios.

Hazle a Dios la petición
que en la Gloria ya dijeron:

“Señor, no dejes que me aparten de Ti
espíritus con cuerpo o sin cuerpo”.

“Yo te pido a Ti la Luz
para poder conocerlos”.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Capitulo 2

domingo, 13 de julio de 2014

Perdón y Misericordia

En Sueño Profético hablaban de la Misericordia de Dios. Decían:

Dios tiene Misericordia al oír: “¡Perdón Dios mío!”. Pero no puede esperar a que tú sepas que Él perdona y en tu pecar y pecar tengas como una reserva: que tendrá Misericordia cuando dejes de pecar. Este pensar, el que lo piense, se queda sin perdonar.

Voy a referir un hecho que delante de mí pasó:

Estando una mañana Jesús, el Salvador de los Hombres, en la puerta de unos primos míos y que yo visitaba con frecuencia por ir el Maestro, como ellos le llamaban, pasó una mujer que hacía vida pecadora y a muchos arrastraba al pecado. Quiso dar su saludo, y la Fuerza del Maestro le detuvo las palabras, y no podía unirlas para que saliera palabra. Ya dijo el Maestro:

“Esa mujer peca a sabiendas de que mi Padre está en el Cielo y de que Yo estoy en la Tierra enseñando a vivir sin pecar, porque pecado es desprecio a Dios que manda desde el Cielo y a Dios que está en la Tierra entre el hombre, siendo Yo el único Dios que enseño y mando desde mi Gloria, porque sólo hay un Dios y sólo un Cielo”.

Y siguió hablando de su Misericordia:

“Yo no puedo tener Misericordia con quien espera dejar de pecar cuando ya no pueda pecar. Aprended bien mis Palabras para que cuando Yo falte de Carne –porque de Espíritu siempre estaré–, no quieran que las mismas Palabras sirvan para todos los hombres”.

Desperté, oí:

¡Cómo te aclara el Perdón y la Misericordia, que es lo mismo!

¡Cómo te hace pensar que si pecas a sabiendas que Dios te perdona, Misericordia no llega!

Esta grande pecadora, pecaba y se llevaba a hombres que eran buenos si no les ofrecían pecado.

¿Cómo Dios Padre y Dios Hijo iban a tener aquí Misericordia del Cielo?

¡Si pecaba por pecar y a Dios quería tener para poderle mandar que le mandara el Perdón y quedarse perdonada!

Ésta no es la Enseñanza de emplear la Caridad y la Misericordia de Gloria.

Misericordia la da cuando tú hiciste pecado por olvidarte de amar.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 207-208-209

sábado, 12 de julio de 2014

Acción antes que palabras

En Sueño Profético decían:

No puedes creer en Dios
y vivir sin buscar al que sabes
que Aquí Dios trae sin cuerpo.

No puedes creer en Dios
y llevar camino opuesto.

No puedes creer en Dios
y no ir predicando su Evangelio.

No puedes creer en Dios
y no ir dando ejemplo.

Porque el creer te obliga
a que cumplas su “Diciendo”.

Dijo uno:

El creer te acerca o te retira. Si crees en el peligro, te retiras de él. Si crees dónde está el oro, lo buscas. Ya te pueden quitar las ganas, pero el oro te relumbra y puede más que las palabras.

El creer en Dios, nace y se enseña; nace de la bondad, y se enseña con tu ejemplo.

Dios Hombre, pocas veces terminó la Enseñanza sin estas Palabras:

“Que vuestro ejemplo sirva para que Me busquen a Mí, y mis Palabras les harán ver mi Gloria”.

Otras veces Le oías:

“Que la acción la vean antes de oír la palabra, es igual que la madre, que tiene que querer al hijo antes de que nazca. Si lo cuida antes en su cuerpo, ¿cómo no le van a ir todas las palabras que con Amor le diga una vez que nazca?”.

“Pues igual es el Amor a mi Padre en Mí, y después las Palabras”.


Desperté, oí:

Estas Palabras ahondaban
en tu espíritu y tu pensamiento.

Y ya te hacían caminar
por el sitio más derecho,
que a Dios no podías enfadar.

¡Qué cierto que creer en Dios
es buscar sus Palabras!

Y antes de hablar,
que te vean practicarlas.

Un mudo, queriendo a Dios,
te puede enseñar sin habla
lo que un gran orador
no enseña si a Dios no ama.

Luego entonces, es la acción
primero que las palabras.

La palabra la colocas
donde quieras colocarla.

Pero la acción sin sentir,
pronto la verás parada.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Capítulo 4

viernes, 11 de julio de 2014

Éstos son Dominicos y el canto son maitines

En este Sueño Profético veía a muchos vestidos de blanco y en la cabeza una luz como la que da la vela, pero sin vela. Cantaban y decía uno:

“Éstos son Dominicos y el canto son maitines. La Gloria de Dios no tiene noche ni día. Los espíritus que alcanzaron la Gloria no tienen descanso pidiendo la salvación del pecador. Éstos ruegan para que los que aún están ahí prediquen de esta Gloria. La Predicación y Publicación le quita espíritus al demonio. El silencio le va bien al pecador. Hablar de Aquí quien Dios lo trae es obediencia a Dios. Mandato es comunicar tal como recibes. El que oye no oye al que comunica, así que la respuesta no es para éste. El que Dios le dice “Ve y repite mis Palabras” tiene momentos de compasión”.

Desperté, oí:

Compasión por no ser comprendido por el hombre.

No es comprendido porque el hombre tiene falta de Amor a Dios.

El hombre dice: ¡Si a Dios oyera...! Y cuando le habla a uno para que éste diga: “Dios existe, Dios vive y Dios quiere que el hombre vea normal su Revelación”, entonces el hombre responde con frases de negación.

Si de Dios quieres saber, ¿por qué no buscas con ansia donde digan que Lo ven?

Si aquí lo que aprenderás es, que si no has amado, ames, y si amas, ames más.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 35-36

jueves, 10 de julio de 2014

El niño de un día y el hombre de cien años

En Sueño Profético vi a un niño de un día y a un hombre de cien años.

Dijo uno:

Este niño hará lo que ha hecho este hombre de cien años, con costumbres y formas distintas, pero igual que este anciano. Puede que el niño vuelva a hacer lo que hoy no quieren del anciano. Puede que lo que hoy tiran, mañana paguen. Este día y cien años son dos iguales. Esto quiere esta Gloria que el hombre lea, piense y se pare: que él, todo lo que hace, de Aquí sale; depende cómo su vida quiera enfocarse. Este niño de un día –no un día de carne, la carne tiene más días, todos son días, meses, hasta incubarse, pero vida de espíritu es sólo un día, que es lo que vale–, ya se hace grande.

Desperté, oí:

Este Dictado te enseña
el nacer y el morir.

Este Dictado te avisa
cómo tienes que vivir.

Este Dictado, si lees
y analizas las Palabras,
verás la vida que empieza
y vida que no se acaba.

No se acaba la de éste
de cien años, porque amaba.

Cuando suelte el traje viejo,
uno de púrpura lo aguarda.

La vida siempre es la misma,
el hombre siempre la cambia.

Debía cambiar el mal,
que es lo único que aparta
de esta Gloria Celestial.

Cuando veas de un día a un niño,
ponte un segundo a rezar,
para que llegue a los cien,
amando cada día más.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 97-98-99

miércoles, 9 de julio de 2014

Llamadas Divinas

En Sueño Profético hablaba Tomás de Aquino. Decía:

El hombre tiene que saber de Dios, primero que saber de nada. Si quiere saber para él enseñar a que busquen a Dios, tiene que saber de Aquí buscando al que Dios trae o buscando Escritos que estén sin reformar por el hombre, que estén tal como de Aquí van, que son los que dan la fuerza para poder enfrentarse con el que a Dios no ama. Hay teología escrita por teólogos que desconocen el Amor Divino, que matan espíritus, retiran de Dios y ellos se condenan. Hay teólogos culpables de que el Mensaje no esté al alcance de cualquiera. Con estos Escritos debían los teólogos estar de fiesta, con repique de campanas día y noche. Es cada Tema, reproducción del mismo Dios para el hombre, cuando el Mensaje lo manda Dios Uno, pero dicho en Tres.

¡Qué Premio para el teólogo que estos Mensajes pudiera darlos a conocer en seminarios, que están faltos de Llamadas Divinas, faltos de oír: “yo soy Portavoz de Dios, yo contesto a preguntas de Gloria para Enseñanza, que así lo manda este Cielo”!

No hay Teología más fértil que la que dicen diciendo: “No puede ser el paisaje, por buen pintor que esté hecho, como si llegas al sitio y ves el árbol moviéndose; y las nubes que estén quietas y en esa quietud correrse, o la borrega pastando y paso a paso moverse. ¿Cómo comparar el cuadro? Pues piensa: ¿leer Palabras que dijeron en el Cielo, o que las estén diciendo?”.

Desperté, oí:

No se debía de decir tanto,
que quisieran el Mensaje,
y sí el teólogo buscarlo
cuando a alguien Dios lo mande.

Es pleito que está ganado
sin que se busque defensa.

Es grande Teología
en cualquier sitio que leas.

Es desmentir la Verdad
con razones y con pruebas.

Habría de ser de la Tierra,
y premiar con gran valor
al que a este Dios tanto quiera.

Si estudias bien el Mensaje,
es poner Paz en la Tierra.

TOMÁS DE AQUINO


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 59-60-61

martes, 8 de julio de 2014

El niño del tío Pascual

En Sueño Profético decían:

No hay quien diga “quiero ver a Dios” y no lo vea, porque Dios está en espera de que el hombre lo busque. Pero hay quien coge el camino que sabe no lo va a encontrar, que camina a sabiendas va en contra de Él.

Dijo uno:

Esto que yo aquí cuento, fue contado por mi hermano a mí. Mi hermano tenía gran amistad con Felipe, el Discípulo de Jesús, y muchos días, cuando la faena terminaba, se agregaba a él y se reunía con el Maestro, como éstos le decían. En mi casa le decían Jesús, pero se acabó por decirle “Maestro”, ya que los Discípulos suyos se enorgullecían al nombrar la Palabra “Maestro”, que la decían sabiendo era Dios. Pero era Dios Hombre y enseñando, y ya, Él mismo, se nombraba “Maestro” en algunos mandatos que a sus Discípulos les mandaba.

Dice mi hermano, que un día cuando iban con el Maestro, al pasar por debajo de un puente, había una familia reliados en unas mantas que iban caminando por oír al Maestro, y allí acampados en aquel terreno, de día estaban en medio del campo, y de noche se metían debajo del puente; pues aquel puente lo pasaba el Maestro con frecuencia. Así estuvieron dos días.

Dice que llegó el Maestro y les dijo:

Ya me conocéis. Pude pasar al rato de que hubierais acampado, pero quiero que vuestro Amor a mi Padre, vean que lo continuáis al Hijo, y así verán no hay falsedad. Yo sabía vuestra ansiedad, pero no he querido que me vean allá, en el pueblo, hasta que mañana me vean en vuestra casa, que ya la visitaré casi a diario.

Desperté, oí:

Cuando el Maestro dijo: “casi a diario”, lo miraron los Discípulos como si no fuera Él.

¿Cómo decir el Maestro, “casi a diario”, cuando el tiempo venía corto y siempre iba por camino distinto?

Ellos sabían de la Enseñanza del Maestro, pero no sabían nada comparado con el Maestro.

Aquí se aclara: “casi a diario”:

Hizo de Dios y de Maestro, y ya veían al Maestro a diario.

De Maestro lo veían a menudo entrar en la casa de esta familia que vivían medio acomodados.

Y de Dios lo veía la familia a diario.

Sentían su Presencia, y siempre les dejaba algunas huellas.

Un niño de 3 años, cuando el Maestro no iba, el niño siempre les decía alguna palabra del sitio donde se encontraba el Maestro.

Esto fue cundido por todo el pueblo, y a caravanas, iban por conocerlo.

Cuando veían al Maestro decían:

¡El niño del tío Pascual
nos lo ha estado repitiendo
como borrego que bala
por estar lejos su dueño!

Dios te espera,
y si tú buscas,
ten seguro que lo encuentras.

Éstos sirvieron de ejemplo,
no porque Dios lo dijera.

Lo dijo cuando pasaban,
ver cerrada la vivienda.

Cuando luego lo contaron,
ya no cerraban la puerta.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 140-141-142

lunes, 7 de julio de 2014

La tristeza te hace enfermo aunque enfermedad no tengas

En Sueño Profético hablaban de la tristeza, de la pena y de la alegría, de la inquietud en el deseo, de la avaricia. Esta palabra y la del empiezo del Mensaje son de donde salen las peores actuaciones, que te apartan de la oración.

Estas dos actuaciones te ponen pidiendo a Dios: una, con lo que no necesitas; y otra, pensando con gran desconfianza y siempre con cansancio de espíritu. Que este cansancio lo lleva el espíritu al cuerpo.

La pena es la respuesta de un grande sufrimiento. La pena -pero con Dios–, llamándolo, queriéndolo y sacando las reservas de las fuerzas que se reflejan en tu cuerpo, ya ves pena y alegría, difícil el entenderlo el triste y el avaricioso.

Desperté, oí:

¿Cómo comprender la tristeza,
que la pena, que es más grande,
sea amiga de la Alegría,
de la Paz y la Esperanza?

Al avaricioso le llega
inquietud con ira.

Exigencia en lo que a Dios Le pida.

Y en esta actitud,
la oración se retira.

La oración pensando en el sufrimiento
y con la Confianza en Dios,
no te llega la tristeza.

La tristeza te prohíbe petición,
y ya nada te alegra.

La tristeza te hace enfermo
aunque enfermedad no tengas.

La alegría del espíritu
le puede a la tristeza.


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Libro 19 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 142-143

domingo, 6 de julio de 2014

El presente de Dios

En Sueño Profético enseñaban con Palabras al espíritu arrobado; pero más Enseñanza daban sin palabras, para que la Sabiduría de Dios actuara en su momento. Decían:

Si crees en los Vivos,
más crees en los que ahí
ya vieron muertos.

Pero cree en los que ahí
hicieron el bien,
y por Santos los tuvieron.

Y en los que hacían servicio
al mismo Infierno;
que éstos más te han de seguir
para que nada hagas bueno.

Los que están en la Gloria,
te aconsejan y te piden
que hagas ruegos,
al Creador de la vida,
del espíritu y el cuerpo.

Los que no están en la Gloria,
siempre te estarán diciendo
algo en contra del Cielo,
porque su batalla es
que sólo hubiera Infierno.

Por eso Dios manda la Enseñanza
y pide que sea conocida
por el mundo entero.

Para que el que quiera peque,
pero sin nombrar los tiempos.

Porque el presente de Dios
deja en abismo los tiempos.

Dijo uno:

El hombre, su gran lucha,
es anular a Dios,
y siempre da esta respuesta:

“¿Cómo lo permite Dios?”.

Que si él se hiciera reo,
y él mismo defensor,
él mismo se daba miedo
pensando en su actuación:

“¿Quién soy yo;
y a mí por qué me permite
que le pida explicación?;
si debía de ser cadáver
antes de sonar explicación”.

Desperté, oí:

¡Qué falta le hace al mundo
el oír estas sentencias!

Y saber que Dios no puede
admitir como cultura
y adelanto, el pecado.

Que el que ande mal camino,
que no culpe a los zapatos.

¿Cómo sería el oír
a un hombre estas palabras
que en Gloria dan al dictado?:

“Yo no cumplo lo de Dios,
porque yo vivo adelanto,
y el adelanto me dice:
¡Dios es del tiempo pasado!”.

¡Haz que el mundo oiga a Dios
sin que nombre el adelanto!

Pues Dios le contesta al hombre
cuando Lo cree fracasado.

Que debía contestar con diluvio,
o con fuego en los sembrados.

Si esto no lo hace Dios,
es por los pocos que están amándolo.


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Libro 16 - Dios No Quiere Permite - Tomo II - Pag. 35-36-37-38

sábado, 5 de julio de 2014

Las Leyes de Dios son Amor

En Sueño Profético decían:

Un día, enseñando Jesús a los Discípulos, pasaba yo con mi familia y nos hizo pararnos el oír estas Palabras: “El que más os busque, más creerá en Mí, y el que más Me busque a Mí, más creyó en las Palabras que mi Padre dijo en los Profetas. Creerá en la Existencia de mi Padre el que siempre reciba las Palabras del Cielo, porque mis Palabras van después de los hechos. Si no oyen las Palabras, no han seguido los hechos, y ya no son del Recinto de sólo el Mando de mi Padre. Y si son de la Enseñanza del hombre, nunca oirán mis Palabras sin ofenderme, que esto hace el que no siembra conmigo”.

Viendo el Maestro que tres mujeres y yo estábamos parados y en silencio, mandó a uno de los que allí estaban, que momentos antes pasó y no pudo seguir y pidió si le concedían el quedarse. A éste le dijo el Maestro: “Ve y diles a quien amaban antes de conocerme, que se acerquen, que en queriendo, me sirven como éstos que no me dejan porque creyeron lo que dijo el hombre convencidos de que era la Voz del mismo Dios”. Y siguieron andando con estas últimas Palabras: “No echéis granos a los peces, ni queráis que los pájaros vivan debajo del agua. El que no ama, creerá como él quiera y ya no practica mi Enseñanza”.

Desperté, oí:

¡Cómo enseñaba el Maestro,
que tenías que aprender!

Si amabas, Lo seguías.

Si antes creíste al Padre,
sabías que era el Mesías.

Y ya no creías al hombre
lo que de Él desmentía.

Los enseña a que hablen
donde puedan comprenderlos.

Y que sus palabras fueran
siempre diciendo:
“El Maestro nos lo ha dicho,
y yo el dicho aquí dejó”.

Después cogería el dicho
el que amara y entendiera,
porque pedía entenderlo.

Los hechos ya van delante
y tu Amor sale al encuentro.

Si tu Amor es de la Tierra,
no conoces Amor del Cielo.

Cumples las leyes del hombre,
medidas ni más ni menos.

Las Leyes de Dios son Amor,
y ya vives su Evangelio.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pag. 6-7-8

viernes, 4 de julio de 2014

El pecado te da oscuridad y te atrofia los sentidos

En Sueño Profético le hablaba la Fuerza de Dios a la impotencia del hombre; la realidad a la mentira; la castidad al pecado; lo eterno a lo temporal; la Sabiduría a los sentidos atrofiados. Decían:

El seguir a Dios
te da claridad sin Tierra.

El pecado te da oscuridad
y te atrofia los sentidos
para que vivas en tinieblas.

Dijo uno:

Por eso los grandes sabios
son rudos como la tierra,
pero con sentidos tan claros,
que viven Cielo en la Tierra,
que entienden este Lenguaje
y que de Dios todo esperan.

Pero tienes que seguir
sin dejar esta vereda,
que a veces se hace larga
según el paso que llevas,
pero siempre ganará
el que de Dios todo espera.

Desperté, oí:

Es fácil y es difícil
entender este Lenguaje.

Pues si quieres poner puntos,
las comas ya no te caben.

Y si quieres comparar
lo que pasó, lo que pasa
y lo que pase,
nunca sabrás el porqué,
si a Dios intentas mandarle.

Lo que tienes que seguir
son los trazos que Él te trace.

Que si tú a Él lo sigues,
derrota en ti no cabe.

Tienes que cantar aleluya
con los santos y los ángeles.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Capítulo 1

jueves, 3 de julio de 2014

En la página primera

En Sueño Profético decía Tomás de Aquino:

Es querer decir no al sí, el no querer decir que estos Escritos son de Aquí, mandados para Enseñanza del hombre. Estos Escritos se recargan por ser Dios el que los manda dictar. La enseñanza del hombre se cobra a buen precio, se enseña sin Amor, y se procura que no supere al profesor.

Yo, Tomás de Aquino, doy mi nombre para el que mi Teología –la que ahí tengo– quiera, ponga estos Dictados en la página primera, y yo mismo te aseguro que te inclinarás más por ésta, por irla yo aquí dictando. El teólogo que quiera, tiene manantial ahí, que desde esta Gloria mandan que brote el agua. Con un solo tema que el teólogo quisiera desmenuzar, tendría para dar grandes explicaciones. Ya es tiempo pasado de sobra, para que el hombre exigiera publicación de estos Arrobos, de esta unión que Dios Padre quiere que sea por todo hombre leída y reverenciada. El hombre se contradice en estas dos palabras: habla de Dios como Vivo, y no acepta el Mensaje porque cree que está Muerto. No es el Comunicante el que dice estas Palabras, soy yo, Tomás de Aquino, el que digo que Dios habla, habla y a muy pocos de esa Tierra; habla a pocos por saber que no Lo aman; pero siguen las ofensas; y podrían no amar, publicar y que otros amaran.

Desperté, oí:

Hoy es Tomás el que dice este Dictado.

Éste fue uno de los grandes teólogos
que a la Tierra fue mandado
su espíritu a una materia,
para que nombrando al Cielo,
todos le llamaran Santo.

Al Cielo nombra primero
con el saber enviado,
porque tú quieres saber
para irlo enseñando.

No puede haber teólogo
que lea y quede callado,
cuando lea los Escritos
que Tomas haya dictado.

TOMÁS DE AQUINO


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Capítulo 2

miércoles, 2 de julio de 2014

¡Señor Omnipotente! Oye nuestra petición

En este Sueño Profético vi un sitio como una bóveda y había muchos vestidos de blanco. Se veían hasta la rodilla y decían:

Te pedimos y te rogamos que pronto sea publicado este Evangelio dicho por Ti y comunicado por espíritus de Tu Gloria.

¡Señor Omnipotente! Oye nuestra petición.

¡Dios Rey del Cielo! Oye nuestra petición.

¡Dios Dueño de la Tierra! Oye nuestra petición.

¡Dios a quien sólo los mares obedecen! Oye nuestra petición.

¡Dios que resucitaste los muertos! Oye nuestra petición.

¡Dios que fue del Padre y vino al Padre, Espíritu y Carne dejando la fosa vacía! Oye nuestra petición.

¡Dios Único en detener los huracanes! Oye nuestra petición.

¡Dios que diste tanta Libertad al hombre, que Te clavó Pies y Manos! Oye nuestra petición.

¡Dios que oyes los insultos del que Te Ofende y si Te llama lo Perdonas! Oye nuestra petición.

Desperté, oí:

Nuestros ruegos y alabanzas contentan al Padre y el Padre manda al Hijo con su Espíritu.

Espíritu que es Padre, Hijo y Espíritu.

Estos Tres son Uno: Dios. Dios que habita en su Gloria y su Espíritu está entre el hombre.

Y cuando habla en el hombre, no está “entre” el hombre, está “en” el mismo hombre.

Poder que Dios Aquí da para ver la actuación es suya.

Si quieres que se publique todo lo que Dicta Dios, pide y ruega sin descanso a esta Gloria de Dios. Y una vez que ya tus ruegos en esta Gloria están, todos juntos damos gracias a este Rey Celestial.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 36-37

martes, 1 de julio de 2014

Dos formas de buscar

En Sueño Profético decían:

Hay quien tiene al Elegido como venero que bebes porque por él pasas teniendo sed, que si la sed no sintieras, el venero se quedaba sin que la mirada dieras. Esto es describir a un caminante cualquiera.

Ahora es descripción
de otro que al venero llega,
lo mira, lo contempla
y echa su mirada al Cielo,
y sin que nadie lo oiga
está diciendo palabras
de grande Amor al Cielo,
está ofreciendo su vida
si a Dios le diera remedio
para que el hombre pensara:
¿quién puede hacer un venero?,
¿quién puede sacar de tierra
esta cristalina agua?

Éste se lleva si puede
una cántara a su casa.
No es pensando en la sed,
porque agua tiene en casa,
es por contemplar y dar
a que todos prueben
agua de aquel manantial
que sabe del caminante que ama,
o del que llega al venero
por sequedad de garganta.

Dijo uno:

Es buena comparación
con buscar al Elegido
cuando tan sólo lo buscas
por grande Amor que has sentido,
y que quieres aprender
de lo que Dios ya le ha dicho.

No necesitas de nada,
pero sí siempre sentiste
buscar a Dios de Palabras
de alguien que Dios cogió
y su Mensaje llevara.

Éste es el caminante
que se para en el venero,
pero sin beber el agua,
que lo paró el Amor,
y la Grandeza le habla.

Desperté, oí:

Hablan Aquí en esta Gloria,
y comparan para que aprendan y piensen
las dos formas de buscar.

Uno busca y buscará,
siempre que agua quisiera
y sed quisiera aplacar.

El otro contempla a Dios
en el Poder que Dios da,
para que quede la tierra
sin poder agua manchar.

Y para seguir hablando
de la Grandeza de Dios,
la cántara se la lleva
para dar la explicación.

No se puede comparar
si buscas al Elegido
por saber y amar más,
o si lo buscas diciendo:
“Dios me debía de dar”.

Dios, si me cura, Lo busco,
y si no, ¿qué más me da?

¿Qué más me da que haya Gloria,
si Dios cuando yo Lo llamé,
no acude, y mi pensar
lo aparta de mi memoria?

Esta gran meditación
es más grande para el que ame.

Pues si piensas en los dos,
es un sólo hombre grande.

Si el Elegido te enseña,
es razón para buscarle.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 76-77-78