Cuerpo del hombre, planta que nace

En Sueño Profético decían:

¿No se dará cuenta el hombre de que su cuerpo es una planta más en la Tierra, con más o menos vida que muchas de ellas?

¿No se dará cuenta el hombre que Dios, cuando elige, es para recordar y enseñar el Camino de su Gloria?

Dijo un espíritu que sigue su Mando:

Si el hombre tuviera siempre su muerte delante, a todo le quitaría importancia, y viviría ese tiempo la felicidad del ave, que no le falta comida ni sitio para pararse. Este pensar es tener confianza en que ahí estás de paso y Aquí está el final de lo bueno que ahí hiciste o de lo malo.

El hombre vive su vida construyendo y pensando en tener lo que más valga para el que detrás vaya llegando. Sin pensar:

“Si yo soy una planta que nace en invierno o en verano. Pues yo tengo que morir y todo aquí dejarlo para el que vaya naciendo. No me debe extrañar que la muerte sea la que venga, porque la vida ya tengo”.   

Desperté, oí:

Comparaban:

cuerpo del hombre,

planta que nace,

que por fuerza se seca

o por fuerza se muere.

Que a veces dura más

hierba de una altura

que nadie la cuida,

que planta señora

que mimas y cuidas

del aire, del sol y la lluvia.

El cuerpo del hombre

es planta que nace y muere.

Ya, lo que mueve al cuerpo

es el espíritu,

vida que no muere,

que ésta vuelve al sitio

donde Dios espera.

Gloria, Eternidad,

Bóveda Divina,

que Dios no te da

como tú no digas:

Señor, mi vida es tuya.

Yo la cuidaré

pensando en el Dueño,

y haré como pueda

tu Mando contento.

Soy planta que muere,

por nacer primero.

Todo lo que nace,

ya trae su entierro.

Haciendo este pensar,

te sobrarán los sufrimientos

que el engaño de esa vida te dé.

***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C8