En Sueño Profético
se vio el campo y una voz dijo:
Este suelo de este campo
lo pasó Jesús cuando vivió de Hombre en la Tierra, y dio Enseñanza al que la
labraba para que fuera cundiéndola.
Pasó Jesús con más de sus
Discípulos, y había dos hombres labrando la tierra. Se paró Jesús, y uno de
ellos le dice:
–Maestro, Te he estado llamando sin voz. Ha
sido una llamada por dentro de mí, que es como yo acostumbro a pedirte y a consultarte.
He estado a punto de discutir con éste, que llevamos la tierra a medias, pero
el Cielo y el arado te han traído, encerrando mis palabras en mi boca. El año
anterior pusimos trabajo, y no fue buen año. No fue buen año de cosecha, pero
sí de Paz y de salud. Mi mujer, que estaba enferma en cama más de un año, se puso
buena, y ni mis hijos ni yo hemos hablado de pérdidas, porque tuvimos
ganancias. Desde entonces empecé a pedir: ¡Si el Maestro pasara cuando estemos
labrando la tierra y Él la pisara, yo sé que el año sería bueno! Tan sólo estas
palabras nos han hecho discutir, pero un discutir corto, porque Te vi venir.
Poco habló el Maestro, y
muy cundidas fueron sus Palabras. Todos oyen al Maestro:
–Tú no Me conocías, pero Yo sabía que querías
conocerme. Para todo Me llamabas, y siempre que mirabas al Cielo, era dando
gracias. Ni en la enfermedad de tu mujer, ni en el comportamiento de tu trabajo
en la siembra, lo mal que te pagó, nunca tuviste una palabra ni en tu espíritu
ni en tu lengua de ofensa a mi Padre que vive en Mí. Cuenta que siempre tendrá
esta tierra buena cosecha, y ya tu compañero hablará de Mí como tú siempre Me
has nombrado.
Y yéndose para el
compañero que no se quitaba las manos de su cara, le dice:
–Tendrás
ya siempre en esta tierra buena cosecha, y Te dejo mi Perdón, porque tus manos
Me lo han pedido.
Desperté, oí:
Cuando oyó estas Palabras
se quitó las manos de la cara y dijo:
–Maestro, yo no puedo pagarte esto que me
has dado.
–Ya
Me pagas con querer mi Perdón.
–Ve
contándolo donde te conocen y a Mí no Me conocen. Y así aumentarás el pago.
***
Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C8
Hay que ver como el Señor le fué diciendo todo lo que había hecho antes de conocerlo!
ResponderEliminarQue dulzura en las Palabras, que Padre más Bueno tenemos en el Cielo.
Y también al otro sembrador lo ayuda a ser bueno. No es otra cosa que Amor lo que quiere darnos Dios.