En Sueño Profético vi una tapia baja y unos hombres en
ella sentados. Se veían de espaldas. Sus pies daban al otro lado de la tapia.
Su voz se oía como si dieran la cara.
Ya dijo uno:
Di tú aquellas Palabras que nos dijo el Maestro cuando pasó
una mañana y había dos discutiendo. Uno quería Esperarlo, y otro decía que no
tenía tiempo. Esto, Viéndolo ya que venía con un grupo de hombres, entre ellos
sus Discípulos. Fue llegar el Maestro, y parándose con los que discutían,
aunque Él vio silencio, dijo:
–Tened el tiempo como vasallo de mi Padre cuando Me busquéis a Mí. Unas
veces le pondrá quietud, y otras veces lo dejará que se escape. El hombre no
tiene tiempo, porque el tiempo es vuelo de ave. Pero al que mis Palabras busca
con Amor, mi Padre le da tiempo.
Y dirigiéndose al que no quería pararse, le dijo:
–Cuando llegues a tu casa verás que el tiempo te ha hecho lo que no
esperabas.
Desperté, oí:
Cuando llegó a su casa, le dijeron su mujer y sus hijos:
Han traído la leña que el dueño de la finca te tenía
apartada.
Y dos costales de trigo y dos cántaras de aceite.
Dice que vayas mañana a trabajar. Pero que esta tarde te
espera, porque van a celebrar los años que hace que heredó la finca, y quiere
que acudan todas las familias, por estar en el testamento cuando heredó la
finca.
Mientras seguían al Maestro, el tiempo obedeció a cambiar el
testamento y a que repartiera algo que la finca diera.
En la tapia se contaban Milagros que el tiempo daba.
No midas nunca el tiempo si a Dios Le estabas sirviendo.
El que tiempo no tenía, luego fue pregonando lo que el Maestro
hacía.
***
Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C7
Dios Dueño de dueños, Señor de señores,todo lo puede, todo le está sometido y el tiempo lo estira y lo alarga, lo mismo que puede cortarlo y dejarlo en nada. Bendito sea Dios.
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