En Sueño Profético decían:
¡Qué difícil es hacer que el
hombre se acerque a Dios cuando su cuerpo esté sano y tenga para vivir bien, en
invierno y en verano!
¡Qué difícil es que donde esté la
risa te acepten el sufrir y el llanto! Pero es más difícil que, donde vean al
caído, le ofrezcan la mano. Pero cuando llega lo que tiene que llegar, joven o
viejo, según la fecha ya está, entonces nombran a Dios pidiéndole siempre
cuentas.
Dijo uno:
El hombre no siente a Dios porque
Le cierra la puerta con su mala aceptación a lo que en la vida le llega. Por
eso, al que Dios elige, le forman tantas polémicas: porque ellos no pasaron
caminos tristes con cuestas, y siempre alabando a Dios en el responder que
dieran.
Desperté, oí:
Llegan a la Gloria pocas
alabanzas del que de sobra tiene y nada le hace falta.
En cambio, el que tiene la
confianza en sus Palabras, nunca le pidió cuentas.
Y a cambio dice estas palabras:
“Señor, si yo a Ti te pido
cuentas, ya no acepto tus Palabras.
Tú les dijiste a los hombres:
“El que quiera, coja la cruz y Me siga”.
Pues yo obedezco tus Palabras.
Con la cruz sigo tus Pasos y voy
sembrando alabanzas.
Dame fuerzas de poder, para hacer
comprender que esta vida es el empiezo de una Vida que no acaba”.
Si a Dios pones lo primero, ya
nada tendrá importancia.
Porque todo va detrás y en la
Gloria no entra ni hace falta.
La Gloria, lo que te pide es Amor
al Prójimo, aceptación a lo que te llegue –que tú no lo busques–, y ten la
confianza que Aquí te vienes.
***
Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6
La Oración que trae el Mensaje es para llevarla en un escapulario al cuello y cuando empieza el día, rezarla lo primero.
ResponderEliminarAsí se queda en la memoria, lo que hay que poner primero.