En Sueño Profético decían:
El Cielo no amenaza,
el Cielo es que prepara al hombre para que cuando le llegue el momento de la
muerte no pueda decir: “¡Dios mío, yo no sabía tu Existencia, yo creía en un
Dios que hubo, pero no que Vivo estuviera!”.
El Cielo no
amenaza, pero el que no busca donde Dios allí se manifiesta –presentando
justificación que nadie pueda pillar un fallo para desmentir–, el Cielo cómo va
a oír sus súplicas, en las necesidades de la Tierra o en la enfermedad de la
carne.
Y ya, como
final de la vida material, ¿cómo su espíritu va a entrar en la Gloria, si
cuando vivió con cuerpo dio desprecio a lo que Dios en el Cielo habla, y que
escrito su Mando está, con la fecha de unas horas más tarde del arrobo haber
pasado?
El que a esto le
dé desprecio y por añadidura lo censure, el Cielo no lo amenaza. Pero si fuera
a la Gloria este espíritu, que cuando vivió con cuerpo no quiso saber de Aquí,
ya tendría Gloria por fuerza, ¡y la Gloria no es así!
Desperté, oí:
El Cielo no amenaza,
el Cielo le
avisa al hombre.
Le avisa para que piense
que la muerte,
esperada e inesperada,
la muerte le
llega al hombre.
Que al conocer la Verdad
donde Dios se comunica,
y no acudir a preguntar,
no digas:
“Yo quiero
Gloria”.
Y como tú no la quieres,
Dios la Gloria
no te da.
Si el hombre creyera en Dios,
que Vivo en el Cielo está,
no podría vivir tranquilo
sin acudir donde Él
da sus
Palabras.
El hombre adora a Dios
Crucificado en
el madero.
Y cuando le hablan de Dios Vivo,
la adoración la cambia
a Dios
ofendiendo.
El hombre no puede decir
que este
Dictado está mintiendo.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C3
Qué perfectas son las Palabras de Dios.
ResponderEliminarCuantos desengaños al final de los años!
Y no son pocos los que obran torcidos y les oyes las palabras:
"Yo de mensajes de Dios no leo nada, porque como no sé lo que es cierto o mentira "
Lo cierto es que nunca le interesó El que le dió la vida.