lunes, 1 de marzo de 2021

¡Ocúpate del espíritu, y después cúrate el cuerpo!

En Sueño Profético hablaban de la enfermedad del cuerpo y de la enfermedad del espíritu. Decían:

La enfermedad de la carne no tiene cura cuando se enferma para la muerte, y el mismo que la tiene ve que se muere y no puede hacer nada.

Al que tiene el espíritu enfermo, o se le está enfermando, lo puede curar el Medicamento Divino, que es la Palabra de Dios. Éste, si quiere, él solo se cura siguiendo el Mando del que Dios tiene para Enseñanza de la inmortalidad del espíritu.

Dijo uno:

Siendo el espíritu el que no muere, el hombre lo tiene en abandono.

La carne la entrega para que sirva de experimento para otros cuerpos. Paga la factura, que mayoría de veces es hecha sin caridad, sin compasión y sin pensar en el sufrimiento que tiene el que la tiene que pagar.

Esto lo busca el hombre para el cuerpo, cuando se enferma.

Desperté, oí:

Hay reflejos en la carne

que los manda el espíritu.

¡Es lástima que los hombres

cuiden la corbata

y abandonen el cuello!

Plato con buena comida

delante de cuerpo muerto.

El hombre lucha y paga

por la curación de cuerpo,

y el que dicen que lo cura,

el suyo, también ven muerto.

El que te da la receta

cuando está el espíritu enfermo,

si haces lo que te dice, curas,

y cuenta que vienes al Cielo.

El que la carne la cura,

no puede curar su cuerpo.

De casta de muertos viene,

y su cuerpo será muerto.

¡Ocúpate del espíritu,

y después

cúrate el cuerpo!

***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C6

1 comentario:

  1. Lo que me ha gustado lo de la casta de muertos!!
    Cómo siempre es Único Nuestro Dios hablando!

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