En Sueño Profético hablaban del
espíritu que a Dios se sublevó sabiendo que era Dios.
Hablaban de Judas
el traidor, que fue traidor siendo Discípulo de Dios Hombre.
Hablaban de
hechos de Dios que están escritos, y de espíritus diabólicos.
El Poder de
Dios los saca del cuerpo, los arroja al mar, y oyen rechinar de dientes.
Dijo uno:
Estos
espíritus están siempre en contra del recato, de la Paz y de la Caridad en el
Prójimo.
Al triunfo del
bien, ya intentaron ellos formarle guerra.
Guerra, que
acaba y deja al descubierto el que vive primero para Dios y luego para lo que
exige la Tierra.
La Tierra
exige tanto, que al hombre lo arrastra al pecado.
Los espíritus
satánicos le ayudan a ser malo al que ellos quieren que más destaque el mal que
ellos cogen luego como justificante para decir que Dios no existe, que Dios es
muerto.
Desperté, oí:
Hablan en la
Gloria, de Dios, de los espíritus diabólicos, para que el espíritu arrobado
sepa conocerlos.
Sepa curarlos,
hacer que no se enfermen y apartarlos.
Apartarlos,
cuando el contagio lleve fuerza.
Este
“apartarlos” es haciéndole frente con la Fuerza del Bien.
Bien hecho,
con la alegría de Dios, por dentro va curando.
Va curando y
aumentando Medicamento que Dios te va mandando.
El espíritu
del mal, si aprendes a conocerlo, aprendes a curarlo.
A curar al espíritu
que el mal espíritu enfermedad le ha puesto queriendo que sea malo.
El mejor
Medicamento para apartar a los demonios es que el Amor a Dios lo vean con
rebose en el sufrir y en el Prójimo.
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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C6
Todo el Mensaje va a enseñar a conocer el mal, de donde viene y a donde intenta llegar.
ResponderEliminarTodo lo tenemos solucionado con la receta de Dios:Amor con rebose en el sufrimiento y en el Prójimo.