viernes, 31 de mayo de 2013

Servir a Dios con Obediencia

En Sueño Profético decían:

“Sin Obediencia, Dios no elige”.

“La Obediencia va delante, como va tu sombra”.

Dijo uno:

Yo Le oí un día al Maestro:

“Sin Obediencia, Yo no elijo, pero tened en cuenta que mando cuando mi Padre quiere que uno haga mi Mando”.

Este que cumple el Mando puede no amar a Dios, sólo creer en Él. El Elegido hace el Mando de Dios aunque en otros no sea bien visto, porque aún de Amor a Dios no se han llenado.

Antes de ser Elegido tienes que aceptar con reposo y sin ira lo que Dios mande o permita, y ya puedes darte por contento que Dios te elija y te manda. Pero cuando da Mando sólo, puedes perder la Gloria, aunque le hayas cumplido el Mando. Esto es morir aunque no quieras, pero lo ha dicho Dios y no hay quien muerte detenga.

Pues igual es su Mando cuando Él manda aunque tú no quieras. Por eso es mejor servir a Dios con Obediencia, porque Él te elige para el Mando y tú no pecas.

Desperté, oí:

Si de Amor a Dios no estás cubierto,
ni te elige Dios para mandarte,
ni comprendes el Mando que dan en el Cielo.

Tú haces ese mandar,
pero no vas contagiando
ni enseñando a amar a Dios.

Vas ofendiendo el Mando
y Gloria Aquí no das.

Aprende del que ama a Dios
y quiere que Dios le mande.

Pero que sea un Mando recibido
con ansias de que más amen.

Éstos ya son Elegidos
por Dios Hijo y Dios Padre.

No hay alegría mayor
que hacerle servicio a Dios,
pero primero, amarle.

Y ya te notas la fuerza
que Dios manda
a la montaña y los mares.

Que esta fuerza puede ir
en un simple pajarillo
que ves que levanta el vuelo
sin poder hombre llegarle.

Esto es Poder de Dios
en el que Le sirve amándole.

Servirle porque Le sirve,
pero que no sea por mandarle.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 175-176-177

jueves, 30 de mayo de 2013

Diluvio en sombra

En Sueño Profético hablaban del hombre, de su materia, de su espíritu, de su lucha por retirar de este Cielo, por negar esta Existencia Eterna, por anular a Dios, por no enseñar Antiguo y Nuevo Testamento. Uno, que Dios mandó del Cielo. Y otro, que Él baja a la Tierra, Él mismo y con Cuerpo enseña, amando y hablando de Dios Padre, que en Él vivía por ser Único Dios. Ama, perdona, resucita la carne muerta, saca los demonios del cuerpo, resucita de entre los muertos, se presenta a sus Discípulos y a muchos más que Lo vieron. Vieron tinieblas, vieron diluvio. Y siguió, sigue y seguirá viéndose su Poder en el Instrumento que Él elige.

Pues a Esto, quiere el hombre dejarlo como instrumento que sirvió y ya no sirve, porque han inventado otro nuevo.

Dijo uno:

¿Cómo puede el hombre comprender
que el mundo sea Suyo,
el único Dueño esté Vivo
y deje que Lo anulen a Él;
no se enseñe de su Existencia,
no se hable de su Amor,
no se diga al más pequeño
que la luz viene de Dios,
que la envía;
que la noche es Poder
que Él al mundo manda,
y entonces gira;
que Dios manda en nuestros cuerpos,
que tu vida no es tuya;
que el pecado ofende a Dios,
y en ofensa, Él se retira;
que la Gloria tiene puertas,
que Ángeles se la cuidan;
que el mundo lo hizo Dios,
y desde el Cielo vigila
con su Presencia y su Amor?

Todo tiene a Dios presente,
porque presente es Dios.

¡Cómo no dar esta Enseñanza
para cuando llegue al hombre
sepa que Dios es presente!

Que todo lo que no es mandado por Él,
tiene este nombre: ¡pecado!:
desobediencia a su Mando.
Pecado: querer dar olvido a Dios.

Desperté, oí:

No es en la Tierra, muchas veces,
donde Dios presenta factura
y obliga presentes cuentas.

Es cuando a tu cuerpo
ya le han dado sepultura
tú estás pisando
las puertas del Infierno,
la tortura,
los martirios de tu espíritu,
aunque te veas sin cuerpo.

El cuerpo no es el que sufre,
es el espíritu,
aunque te veas sin cuerpo.

Pues el cuerpo sin espíritu,
ya puedes darle pinchazos
y tirarlo por un cerro,
que sufrir ya no le llega.

El espíritu es la vida,
que a éste, muerte no le llega.

Si no dan esta Enseñanza:
“que Dios vive,
que deja Infierno
y premia Gloria”,
ese mundo Dios hará
un diluvio pero en sombra.

Y el Sol negará sus rayos,
mandados por esta Gloria.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pag. 8-9-10

miércoles, 29 de mayo de 2013

El Elegido no puede tener fracaso

En Sueño Profético hablaban del “fracaso” del Elegido por Dios. Hablaban varios y mucho repetían estas palabras:

“Yo, con el Espíritu de Dios, llevé tal o cual Mensaje”. Decían el Mensaje, que ahora no me dictan.

Decían:

El Elegido no puede tener fracaso, porque Dios da el Mensaje y Dios da respuesta. Las preguntas las deja en Libertad. Dios deja Libertad hasta en la acción del que oye el Mensaje. Pero Dios continúa sus Mensajes y arrobando al Elegido. Dios continúa su Enseñanza Aquí en su Gloria. Estas Enseñanzas son sorprendentes en el culto y en el rudo, esto Aquí en la Gloria. Ahí, el rudo, el analfabeto –palabra dicha por el hombre, mayoría de veces dicha con desprecio–, en éste es más sorprendente esta Sabiduría.

En este espíritu, Dios pone su Universidad para clasificar a los espíritus suyos una vez ya enseñados.

Dios, Saber sin enseñanza del hombre. Dios, queriendo enseñar al hombre a cuidar lo Eterno. Dios, queriendo ser amigo del hombre. Dios, que coge al humilde porque a Él más busca. Dios, que fue a vivir con el hombre para que el hombre conociera a Dios, para que el hombre viera Humildad saliendo de Dios, para que todos los hombres se amen como Él amó.

Desperté, oí:

El que no amó ni creyó que era Dios, cuando Lo vio en la Cruz, pensó: “Si es Dios no tiene este fracaso”.

Esto se lo hizo ver los demonios de Luzbel.

El que sabía era Dios, esperaba ver en alguien la Oración que Él dejó:

“Dejad que vaya al Padre, y vendrá mi Espíritu”.

Sabían que su Voz no dejarían de oírla. Sabían que dejarse el mismo Dios matar su Carne, no era fracaso, era dejarlos pensando en el pecado.

Era dejarlos con la imagen que los fariseos querían tener oculta.

Era descubrir a los hipócritas, era dejarlos pensando:

“¿Por qué Lo hemos matado?”


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 265-266

martes, 28 de mayo de 2013

Terreno fértil

En Sueño Profético vi el campo, y Dios Hijo les explicaba a los Discípulos señalando el suelo:

   –¿Veis este trigo? Fue hace dos día sembrado y ya levanta un palmo del suelo. Esto es terreno fértil.

Anduvimos unos metros y nos dijo:

   –Aquí también sembraron. Yo pasé en el momento de la siembra y le dije al sembrador estas Palabras: “Echa la semilla donde la tierra no le dé sepultura”.

Siguió el sembrador con su faena y ni paró para Mirarlo. Pasaron días y días y aquí no salía ni un grano, entonces el sembrador fue pensando y recordando: ¡Qué razón tenía aquel Hombre cuando se vino a mi lado, y no quería que sembrara porque no vería su tallo! Todo fue falta de Amor, falta por yo no Amarlo, falta por no querer hacer lo que Él me había mandado. Que Él conocía el terreno antes que fuera sembrado. Al que le habló antes que a mí, éste sí Le hizo caso, y tuvo recolección como no tuvo ningún año, porque sus Palabras iban envueltas en cada grano. A Él le guardó obediencia y Él le bendijo el campo.

Desperté, oí:

Aprende del sembrador
que le guardó a Dios obediencia,
y tendrás recolección.

Recolección que repartes
para otro sembrador,
sembrador que tú ya sabes
que tiene obediencia a Dios.

Es mejor que obedezcas
todo lo que diga Dios.

No por ti, no por el campo,
no por la recolección.
Tienes tan sólo un motivo,
que obedezcas porque es Dios.

Y ya con esta obediencia,
Él te manda su Perdón.

Y quedarás como ejemplo,
como quedó el sembrador.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 88-89-90

lunes, 27 de mayo de 2013

Paz es Dios

En Sueño Profético decían:

La persona que siempre vive la Paz, nunca peca.

Vivir la Paz de Dios y pecar, no puede ser.

Paz es Dios. La Paz, Dios la dejó como Aliento Divino, como Presencia suya, como Resplandor que alumbra, como Cobijo del espíritu.

Donde hay Paz, allí está Dios, y Él te guiará por las atribulaciones que el mundo del pecado con facilidad te pone.

Por falta de Paz no vive el hombre tranquilo.

La Paz te hace pensar antes de hablar y antes de accionar; te quita de que tus palabras insulten y de que tu acción golpeara. Si tienes que contestar en una injusticia, si lo haces con Paz, puede que tu Paz a la injusticia derrote.

Dijo uno:

Hay muchos que esto no lo comprenden porque viven siempre en la lejanía de Dios; tienen a un Dios tan lejos, que nunca se acuerdan de Él, y por consiguiente, nunca Lo llaman. Éstos son los que la Paz desconocen, por desconocer Amor.

Dijo el mismo:

Por eso tiene el Amor esa Fuerza, porque en amando, ya el Amor rechaza lo que a Dios no agrada y lo que Él no tiene mandado; ya el Amor se encarga de ir a pasito lento, pero siempre al mismo paso, como a Dios que llevas dentro porque tú quieres llevarlo.

Desperté, oí:

¡Es tan hermosa la Paz
que Dios nos dejó de Premio,
que aquel que viva esta Paz,
ya vive como en el Cielo!

Todo el que hable de Dios,
si Paz no siente por dentro,
verá algo que no va:
ira, soberbia, lamentos
de querer a Dios mandar.

La Paz, si no estás con Dios,
ya Paz no puedes llamar.

Es la alegría mayor,
el que pueda disfrutar
la Paz que Dios nos dejó
y la trajo en Navidad.

Si amas, aprendes y enseñas,
nunca se acaba esta Paz.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 52-53-54

domingo, 26 de mayo de 2013

Examen de conciencia

En Sueño Profético decían:

Un buen examen de conciencia con un propósito de dura roca, puede librarte de condena eterna.

Hay quien no piensa en el mal que hace, y hay quien piensa en el mal que hizo. Éste último utiliza la conciencia y ya alcanza el Perdón de Dios.

Dijo uno que conoció a Agustín y que por Agustín hoy está en Presencia de Dios:

Yo vivía sin querer oír la palabra conciencia. Cuando oía esta palabra, me daba como rebeldía, me daba como un latigazo por dentro.

Yendo un día a mis estudios –ya que mi carrera poco tiempo me quedaba para coger el título–, me presentaron a Agustín, del cual había oído mucho hablar, de su pasado y de su presente. Ya que se terminó el saludo, el hablar de sus conocimientos y de los míos, de estudios más provechosos o en partes más lucidos, ya dijo Agustín:

   ―Yo voy por el mismo sitio. Podemos continuar hablando. Pero es más provechoso que recuerdes lo pasado.

Él tuvo que verme a mí algo, para dar el cambio, y fue el deseo de yo oír cómo él fue perdonado. Ya me dio este testamento: querer conversar sin palabras, con la conciencia, pero en silencio; querer ser él un personaje para juzgar todo el mal que estabas haciendo, y así había Perdón seguro. Pero primero hazle entierro, y cúlpate de tus culpas, y hazle desprecio a tu cuerpo, y mira lo que te arrastre a vivir en contra del Cielo, como enfermedad que mueres por no haber medicamento, como contagio de lepra que coges sin dar provecho, porque si coges contagio y llevas almas al Cielo, no le digas contagio, di servicio a Dios hecho. Todo esto me fue hablando y yo tomé su consejo.

Desperté, oí:

Hizo examen de conciencia el pecador,
después de estar hablando
buen rato de su carrera.

Pero no estaba en las letras ni en las ciencias,
que estaba en el sentir
de contacto de conciencia.

Agustín le transmitía
algo que pasó por él,
de tiempos que no lo olvida.

Algo que sentía querer,
y algo que lucha le hacía.

Algo que sale a la cara,
algo que del bien te quita.

Pero si llamas a Dios,
verás a algún Agustín,
aunque otro nombre digan.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 38-39-40

sábado, 25 de mayo de 2013

De Aquí salió todo lo que hay hecho

En Sueño Profético hablaban del pasado, del presente y del futuro; de la vida, de los años, de querer que el tiempo pase aprisa o que se quede parado; del que hizo vida buena sin tener látigo alzado, para que no se moviera.

Era hablar del hombre, porque el tiempo es el mismo. Nada tiene movimiento. Todo cumple en cada sitio. El día no le quita el sitio a la noche. La noche espera con calma hasta que el Sol se esconde, y con grande suavidad lo va siguiendo la noche.

¡Esto es siempre igual!

Las nubes te anuncian agua y no respetan la tierra; hacen el Mando de Dios.

¡Aquí no llega la ciencia!

El rayo siempre cayó apartando oscuridad, y después de estar en la tierra, el trueno avisa ya.

El pasado siempre fue: recuerdos buenos o recuerdos malos; morir niño o morir anciano, o quedarse en este centro, que un tiempo has pasado y a otro no has llegado.

¡Esto tampoco tiene cambio!

El tiempo no se reforma, es el hombre el reformado. Pero es reforma hueca, porque a Dios tiene apartado.

Dijo uno:

Dios no cambia sus Palabras, ni su Mundo, ni el nacer, ni el morir. El que quiera aquí reforma, vive de Dios apartado. Porque reformarle a Dios es creerse el hombre sabio, corrigiendo al Creador.

Desperté, oí:

Todo lo que se ha nombrado
tiene Obediencia a Dios.

Y nada verás cambiado.

El mundo vive la calma,
y el hombre tiene al mundo alborotado.

Porque quiere que ese mundo
viva detrás de su mando.

Aquí tropieza mundo que acaba,
con Mundo Eterno.

Que de Aquí salió
todo lo que hay hecho:

Tierra, agua, noche, día,
vivos y muertos.

Pues a pesar de los siglos,
aún sigue todo saliendo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 14-15-16

viernes, 24 de mayo de 2013

Dios te defenderá el pleito

En Sueño Profético decían:

El creer, te lleva algunas veces al sitio, pero no a cumplir lo que crees. Pero si te lleva el Amor, cumples aunque no quieras, por la fuerza del Amor.

Dijo uno:

Estando lleno del Amor de Dios, te molestan las leyes del hombre si te obligan a cumplirlas, porque antes de aceptar, das el perdón.

Mi padre decía que pleito ganado dejando en la miseria, él no lo quería, porque vivir pensándolo, ya no era vida. Que si lo ganaba, de su ganancia repartía, y ya pensaba en Dios, y sí vivía. Que amando a Dios, tenías que dejar las leyes del hombre y vivir las de Dios. Esto, en las cosas de la Tierra que evitas, muchas veces por tu Amor, condenación. Que tu Amor a Dios nunca falte a la caridad, para que el que la reciba, también ame.

Dijo el mismo:

¡Cuántas cosas hay en la Tierra que el hombre te da derecho y tú les das desprecio! Porque aceptar es vivir ya sin las Leyes de Dios, sin dejar tú tus derechos. Pero cuántos llantos, después, han traído derechos.

Es más vivir, poner a Dios en medio e ir dejando a un lado lo que el remedio te pueda dar la ley del hombre, que con paciencia y Amor, ya Dios te defenderá el pleito.

Desperté, oí:

Son Enseñanzas del Cielo,
que dictan para que aprendan.

¡Cómo te hablan de Dios,
de sus Leyes y del que siempre
vivía amando a Dios en la Tierra!

Cierto que la ley del hombre,
al que a Dios ama,
trabajo le cuesta cumplirla.

Y ve fácil, con Amor,
arreglar lo que difícil ve
el que le falta el Amor.

Las leyes del hombre,
cumple con valentía y valor
el que las leyes le digan,
ponte en contra de Dios.

Éste, si ley es muerte, cumple,
pero no cumple a Dios.

Debía el hombre seguir
los Mandamientos de Dios,
y ya serían las leyes
tal como Dios lo mandó.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo II - Pág. 24-25-26

jueves, 23 de mayo de 2013

Busca donde griten más fuerte estos Mensajes

En Sueño Profético decían:

No dejes para mañana lo que Dios te dice hoy, que mañana tambien tiene su dicho y puede que el camino sea otro.

Manda al que más te sirva, que puede ser alto o bajo. Pues dos ponen la escalera, y millares te la quitan; es que dejan estancado lo que lleva grande prisa.

Coge caminos sin miedo, que no hay hoy quien diga lo que ahí te está ocurriendo, noche y día, al espíritu y el cuerpo.

El espíritu del mal lo detienes con sus hechos, con sus armamentos diabólicos, con su mentira y su engaño. Pues lo que quiere el demonio, el hombre siempre le ha dado, que es que peque, que haga crimen, adulterio, y decir que Dios no existe, y que el desnudismo lo trajo el primer hombre del mundo.

Por eso tiene que ser esta Enseñanza repartida por el mundo, diciendo lugar y sitio en el que se encuentra el Elegido. Que puede que sea buscado lo que está en escondrijo, que lo detiene el demonio, como siempre ha sucedido.

Deja al mañana el mañana, y al hoy dale su sitio, que no va a repartir el hombre lo que Dios ya ha repartido.

Desperté, oí:

No des silencio al Mensaje,
y busca donde lo griten más fuerte.

Que puede que llegue a sitios
donde gran precio le pongan.

Cuando vean que es vivo
el que Dios trae a su Gloria.

Que no le impiden camino:
lejanía, frontera o dictadores
que paren esta Grandeza.

El hombre habla de Dios,
sin miedo y sin creencia.

Y no sabe que al morir
tiene que presentar cuentas.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 45-46

miércoles, 22 de mayo de 2013

Limpio por fuera y sucio por dentro

En Sueño Profético decían:

Este Mensaje se llama: “Limpio por fuera y sucio por dentro”.

Yendo un día con el Maestro, al pasar por una plaza, había varios grupos de hombres que allí se reunían para quedar donde ir a trabajar. Al que tenía faena y al que no, allí iban a buscarlo para contratar faena. Se acercaron unos a saludar al Maestro, y uno se quedó atrás sin dar paso. Éste era el peor vestido, y de aspecto dejado para el que lo veía y no sabía el vivir que hacía cuando llegaba a su casa después del trabajo.

Viendo el Maestro que no se movía para ir a su encuentro, le dijo a uno:

   –Ve y dile que venga, que son más dignos de mi amistad los limpios por dentro y sucios por fuera, que los limpios por fuera y sucios por dentro.

Cuando se acercó, antes de poner el Brazo en el hombro, como dándose Él mismo, dijo:

   –Tú te ocupas poco del cuerpo y pones todo el cuido al espíritu. No sólo eres tú el que tienes tu espíritu limpio, sino que al que te oye, también se lo dejas limpio. Estas Palabras, quédate con ellas, y siempre que Me veas, ven hacia Mí, y Me acortarás el camino. Sigue enseñando a tener limpio el espíritu, cumpliendo mis Palabras.

Y siguió diciendo:

   –No podrá evitar, nada que tenga vida, que su final sea suciedad. Pero sí es, para todo el que quiera tener siempre su espíritu limpio y conmigo: hoy aquí, mañana en mi Gloria.

Desperté, oí:

Se vieron caras de pena,
y también con alegría.

El que quería cambiar,
otra cara le veías.

A otros oías decir:
“Yo voy a quitarle tiempo a mi cuerpo,
y a ponerle cuido a mi espíritu”.

Este hombre,
que por su presentación
no lo veías digno
de llegar al Maestro,
fue el que quedó más amigo.

Tenía tres hijos pequeños,
y el padre paralítico.

La mujer no tenía nombre
para el que la trataba.

De ver que antes que a los hijos,
al padre de él cuidaba.

El jornal era pequeño,
y en todo lo que podía,
sus dineros los ganaba.

Hacía capachos de esparto,
y el chico enganchado en la falda.

El abuelo pasaba apuros,
y no quería llamarla.

Pero ella siempre estaba:
“Abuelo, ¿qué le hace falta?”.

Esta casa era cumplir
con Amor
lo que Dios mandaba.

Aunque la ropa estuviera
algunas veces con falta.

Tenían el espíritu limpio,
que es lo que no se mancha.

Cuando a Dios llevas por dentro.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 114-115-116

martes, 21 de mayo de 2013

Puente de la Tierra al Cielo

En Sueño Profético hablaban de los Lugares a los que Dios daba sus Palabras, y sus actuaciones rubricaban las Palabras:

Estos Lugares tienen poder, sin ellos saberlo, para salvar al espíritu y para curar la carne por un largo tiempo, hasta que le llegue fecha. Y aún llegando fecha, Dios premia sus ruegos. Esto son manifestaciónes de Dios en un Instrumento. Que no manda en él, que es Mando del Cielo. Puede curar carne, sin medicamento y sin saberlo nadie, de algo que llegó dentro de su cuerpo.   

Es Amor a Dios: servicio pidiendo para el pecador.

Se vio mucha gente, y la misma voz continuó diciendo:

Aquí, en esta Visión, hay muchos ya muertos de carne, pero sus espíritus están con Dios. Fueron visitados con la fuerza de uno que quiere a su amo y quiere que al amo lo quieran. El Dios llevan por delante y ellos quedan en espera. Si la hora les llegó, tienen esa hora buena. Que el espíritu que está al servicio de Dios, la Paz de Aquí, al espíritu entrega, sin que tenga volumen ni nadie la vea hasta que esté admitida por el espíritu que tiene la carne enferma.

Desperté, oí:

Su presencia cura carne,
porque no es ella,
cuando Dios lo quiera.

Y cuando la carne
tiene que morir,
prepara al espíritu
con la Paz de Aquí.

Estos Instrumentos
siempre van repartiendo
la Gracia de Dios.

Y puede que a un lejano
le haga favor con más rapidez.

Por eso ve claro
el que quiera ver
que esto es Instrumento
donde Dios da el “Ve”.

¡Cuántos van andando
sin ellos saber
que fueron curados
por este Poder!

¡Y cuántos familiares,
que aún ahí tienen cuerpo,
tienen a seres queridos
Aquí, ya en el Cielo!

Todo fue presencia
de un Instrumento
que Dios utiliza como puente
de la Tierra al Cielo.
 
Sabiendo esto los hombres,
ya le tendrán más respeto,
si no por Amor a Dios,
por interés o por miedo.

Lo que no puede es quedar
esta Grandeza en silencio.

¡Que se publique mundial,
por ser hoy único
y no haber otro igual
a este Instrumento!


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 143-144-145

lunes, 20 de mayo de 2013

El sentir de la Gloria es Impregnación de Dios

En Sueño Profético oía cantar coros que todos parecían una misma voz.

Dijo uno:

Éstos son cánticos de Gloria; estos coros son espíritus; estos espíritus alaban la Palabra de Dios Padre; este Eco no llega a la materia.

Aquí Dios trae espíritu, extracto, y recibe esencia Divina. Aquí no hace falta el cuerpo. Aquí no hace falta la inteligencia. Aquí no hace falta venir sabiendo saber material. Aquí no hay recibimiento para la materia. Dios utiliza en el momento preciso la materia para que el espíritu arrobado enseñe, explicando Visión de Enseñanza. El Mundo Eterno no precisa materia. El Mundo Eterno precisa espíritu, que esto es Eternidad. Dios, Poder y Palabra, pone la materia delante del espíritu, haciendo que desaparezca la materia después de la Enseñanza.

Aquí puede el hombre comparar: materia vista ante el hombre no puede comunicar con el espíritu. El espíritu, invisible a la vista del hombre,  manda y mueve a la materia. Esto es Poder de Dios desde esta Gloria.

Dios para hablarle al hombre tiene que hacer que el que se comunica vea y sienta materia, porque a materia va el Mensaje, y para materia es la Enseñanza. Si este espíritu arrobado, no siente ni oye voz, ¿cómo explica esta Grandeza?, ¿cómo dice oía yo?, ¿cómo contesta a la pregunta: tú oías voz? Tiene que oír y ver para dar la explicación. Que todo esto es sentir esta Presencia de Dios.

¡Pero es tan imposible enseñar sin ver ni oír explicación...! Porque el sentir de la Gloria es Impregnación de Dios. Imposible –si no explican y te hacen la Visión–, poder tú contar Arrobo.

Desperté, oí:

¿Quién podría escribir
sin dictarle este Dictado?

¿Quién podría afirmar:
Dios mismo me Lo ha dictado?

¿Quién podría decir:
que estudien lo que yo digo,
que me lo dicen a mí?

Que estudien y vean el temple
que Dios me deja seguir.

Que estudien todos los Temas
y a Dios Lo verán ahí.

No hay quien escriba esto,
que tenga materia,
y deje que lo repasen,
sabiendo que nada encuentran.

Lo que sí encontrarán
son clases por Dios “dictás”.

Gloria que no manda el hombre,
que viene el hombre que adora.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 31-32

domingo, 19 de mayo de 2013

Estos Arrobos son expectación sin transmitir

En Sueño Profético oía y no comprendía. Oía hablar, pero sin comprender. Era ver con visión desconocida, que si no explican, no enseñas. Era oír, por estar oídos sanos, porque Dios los dejaba oír.

Dios trae Aquí, a su Gloria, el espíritu, estando el espíritu delante de las Palabras que Dios manda que tengan sonido; unas veces recoge la inteligencia, y otras queda sin recoger nada, por ir ya las Palabras con el Mando de la Obediencia.

Dijo uno:

Por eso hay Arrobos que ve y oye el espíritu lo que tiene que transmitir a la materia; y otras veces ve mucho, oye mucho y no puede decir ni explicar, porque la Visión y las Palabras llevan Mando para que queden sólo en Gloria.

Grande negación pone el hombre a estas Enseñanzas, que esta negación es por no pensar que es Dios, que es Gloria, que es Eternidad, que es Espíritu sin materia.

¿Quién puede dar vida si no es Dios? ¿Quién dice: “yo te doy Vida Eterna”? ¿Quién puede tenerte Vivo al que ahí muerto quedó? Si esto lo pensara el hombre, no desmentía y sí preguntaba por saber lo que Dios hace en su Gloria. Estos Arrobos son expectación sin transmitir, por no poder recordar Palabras ni Visión.

Desperté, oí:

¡Qué quisiera este espíritu,
que poder explicar
todo lo oído sin materia en esta Gloria!

Pero el espíritu queda
sin poder, sin ligereza y sin mando.

Hasta que Dios no da el Mensaje,
para que el mismo Arrobado,
él, ya después, con materia,
explica firmeza del Mando.

Que después de lo que dictan,
ya va el Dueño comprobando.

Aquí, si le hacen la contra,
no calla, porque al callarlo
ya no es Dictado de Dios,
es duda, que tú has dudado.

Es duda de una cabeza
que actúa sin igualar
a lo escrito ya dictado.

Aquí se ve la firmeza
de unos grandiosos Dictados.

Dichos con tal majestad,
sin poder hombre igualarlos.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pág. 64-65-66

sábado, 18 de mayo de 2013

Grandes bibliotecas quitarían libros, ocupando el sitio éstos

En Sueño Profético hablaban de las cosas del espíritu, del espíritu y la carne, de la materia movida por espíritus no de Dios; de la Divinidad, que cuando actúa en una persona, en ese momento, Dios paraliza la actuación de la materia, por ser Dios y Actuación Él mismo. Se referían a mí.

Hablaban de Catalina de Siena, del grado que tuvo cuando vivió con materia. Hablaban de Agustín de Mónica, de Tomás de Aquino, de José de Calasanz, de Francisco de Sales, y del gran Domingo de Guzmán, saliendo el nombre de Juan Bosco, y muchos más Aquí no dictados.

Dijo Tomás:

Pues publicando todo lo hecho a este espíritu durante estos escasos 20 años, no hay nada que lo iguale en abundancia.

Grandes Escritos hay de espíritus que Aquí vinieron traídos por Dios. Pero que compare el hombre. Grandes bibliotecas quitarían libros, ocupando el sitio éstos. Si escrito tiene porque de Aquí fue dictado, más tiene en Sabiduría dada por Dios. Ella está preparada para que de ella oigan. Ella oye sin saber y responde sabiendo, conoce el Lenguaje de Dios donde la Actuación Dios haga, conoce las Palabras de Dios aunque Dios no dé Palabras.

Desperté, oí:

¿Qué diría el hombre a este Escrito
que Aquí le hemos dictado?

Que no puede haber mentira,
porque está por Dios dictado.

Lo mismo que en el Arrobo,
otra vez Aquí dictamos:

¿Por qué no puede hablar Dios
para que sea publicado
y se entere que Dios habla
el hombre que nunca ha amado?   

Que comparen y pregunten,
que ya les dará respuesta.

La respuesta ya es de Aquí:
“no creo que duda esto tenga”.

Ella ya está preparada
para enseñar y que aprendan.

Pero si el hombre no ama,
que Dios le ajuste las cuentas.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 75-76-77

viernes, 17 de mayo de 2013

Si el hombre pensara en Dios

En Sueño Profético decían:

Si el hombre pensara en Dios,
siempre tenía su compaña.

Si el hombre pensara en Dios,
la mano no levantaba
para apartar de su lado
al que de él necesitara.

Si el hombre pensara en Dios,
en el Prójimo no faltaba.

Dijo uno:

Ésta es la primera señal y huella imborrable de que si tú sientes a Dios, al Prójimo no puedes dejarlo en abandono total, en la miseria y el hambre.

Y al espíritu, primero, enseñarlo que el cuerpo queda en la Tierra y el espíritu tiene que hacer presencia en la Gloria: Mundo sin suelo, Mundo sin materia, pero Mundo Eterno, donde todo ha llegado antes de enterrar tu cuerpo.

Ha llegado el bien que hiciste, y ha quedado en espera de que Dios juzgue tu mal comportamiento.

Desperté, oí:

Si el hombre pensara en Dios,
no podría hacer nada
que a Dios ofendiera.

Si el hombre pensara en Dios,
no se conocían las guerras.

Si el hombre pensara en Dios,
anulaba la tristeza
que le produce tener
lo que luego ahí se queda.

Haz este ruego constante,
y pídele a Dios
que no te falte en la memoria:

“Señor, que todo lo que yo haga
sea del agrado de la Gloria,
que de Aquí salió mi espíritu
y Aquí quiero yo que vuelva”.

La Gloria no exige nada,
como te exige la Tierra.

La Gloria, lo que te exige,
es que tú la Gloria quieras.


***

Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 82-83-84

jueves, 16 de mayo de 2013

Qué lástima que los hombres le midan el tiempo a Dios

En Sueño Profético decían:

Hay quien coge las cosas de Dios
como verano o invierno,
por una temporada corta.

Otros las cogen por semanas.
Y otros, un día,
de la mañana a la noche
o de la noche a la mañana.

Hay quien coge las cosas de Dios
cuando espera ganancia
o cuando le sobra el tiempo.

Dijo uno:

Va grande la diferencia
de que siempre tengas ansiedad
de poner a Dios primero,
a que seas viga de hierro,
que siempre pesa igual
y nunca le merma el peso.
Que te obligues a ti mismo
a dejar a Dios un tiempo,
porque Él te deja a ti
todo lo que tú te crees dueño.

Desperté, oí:

¡Qué lástima que los hombres
le midan el tiempo a Dios,
y le pesen el tiempo que creen
que han echado en servirle!

¡Qué lastima da
que veas morir de sed
y el agua se desperdicie!

¡Qué cierto que los hombres son
muy pocos los que tienen
constancia en seguir a Dios!

Cumplen como estación al año.

Y ya, en el último mes,
los notas contrariados.

Se cansa su inteligencia.

Su cuerpo ves acabado.

Y ya se apartan de Dios,
porque Dios les da trabajo.

Esto es lo que abunda
cuando el hombre
vive de Dios alejado.

Piensa que Dios es la Vida,
y en la vida lleva el Mando.

Todo lo que a Él le sirvas
es porque vida ha dejado.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 124-125-126

miércoles, 15 de mayo de 2013

La torre, la cuesta y el venero

En Sueño Profético se vio una torre muy alta, tan alta, que el final, con exactitud, no podías decir en lo que terminaba.

Se quitó la Visión de la torre y se vio una cuesta muy empinada.

Desapareció esta Visión y se vio una fuente seca, de bastante tiempo no correr el agua. A unos dos metros, un venero seco, que piedras y suciedad medio lo llenaban.

Ya dijo una voz:

Las cosas de Dios tienen tanta fuerza y tantos caminos, que tan sólo el Amor a Dios te hará comprenderlas.

Si piensas en Dios, Único en Poder, ¡qué difícil es que subas a la torre y bajes la cuesta, y que de esta fuente corra el agua clara y contenta otra vez!

Se vio la fuente, que el ruido del agua te hacía olvidarte de todo y pensar en el agua.

Las cosas de Dios no son difíciles, imposibles ni trabajosas.

¿Qué hombre haría que brotara este venero a un metro escaso de hondura, por estar lleno de todo lo que el hombre aquí ha tirado porque puso confianza en que nunca habría agua, sin pensar que el venero brotaría cuando Dios le diera Mando, como a todo en esa vida? Que tú lo verás torcido cuando no creas que ya va Mando de Dios, cuando creas que es del hombre.

Desperté, oí:

Salía agua del venero,
que la fuerza altura hacía.

La cuesta te daba miedo,
y bajarla imposible te sería
si no estaba Dios contigo.

La torre era continuación
de Tierra a Cielo.

La fuente simbolizaba lo muerto,
y resurrección te pone.

Dios hace noche en día
y día en noche.

Si tú juzgas lo que ves,
tú no crees que de Dios viene.

Porque Dios tuerce el camino
que derecho pone el hombre.


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 123-124-125

martes, 14 de mayo de 2013

Debía de vivir envuelto en miedo

En Sueño Profético decían:

El que más sabe de Dios,
si no cumple sus mandatos,
debía de vivir envuelto en miedo.

El que conoce el veneno,
cuida más donde ponerlo,
por si el niño llegara para beberlo.

Pues, ¿cómo creer en Dios
sin cumplir sus Mandamientos?

Y siendo los mismos hombres,
nunca llegan a un acuerdo:
a despreciar la soberbia
y a premiar lo que es más bueno.

Que lo más bueno lo sabe
el que a Dios pide consuelo,
y lo recibe de Tierra,
pero ya va de este Cielo.

El que más sabe de Dios,
si no cumple sus mandatos,
debía de vivir envuelto en miedo.

Dijo uno:

Para amar a Dios,
no hace falta que te enseñen.
Pero para presentarlo,
tienes que hacer idéntico
lo que Él tiene mandado.
Pero tienes que sentir
aquello sin explicarlo,
que donde pasen tus pies,
enseñanza van dejando.
Que esto no tiene nombre
porque Dios no se lo ha dado.

Él, cuando vivió de Hombre,
decía: “mis Discípulos”,
porque éstos,
iban aprendiendo de Él.

Luego, Él los mandaba,
y ya representaban a Él.

Éstos, que sabían más de Él,
más daño hacían al no cumplir
lo que Dios Hombre les enseñaba.

Más de una vez dijo:

“Hace más daño el que viene conmigo y no hace mi Mando, que el que cree que no soy Dios”.

Desperté, oí:

Cierto, que saber de Dios
y no cumplir sus Palabras,
es vivir, tú mismo,
agrandándote sentencia.

El hombre que cree en Dios,
si en su Poder pensara,
miedo le daba hacer
lo que este Dios no mandara.

Debe tener más miedo,
el que maneja el cañón
a sabiendas que dispara.

Y el que pisa donde sabe
que la trampa está tapada.

Pues el que ignora esto,
el miedo no le acompaña.

Pues igual vive, sin miedo,
el que cumple sus Palabras.

Y va creciendo en Amor,
¡y corrigiendo sus faltas!


***


Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I Pag. 69-70-71

lunes, 13 de mayo de 2013

Las cosas de Dios no tienen mañana

En Sueño Profético decían:

Las cosas de Dios no tienen mañana, no tienen estudio, son tan sólo Amor.

Las cosas de Dios son siempre sencillas, es el hombre quien la desfigura
para mal, aunque para bien diga.

Tan sólo el decir: “esto dicen Arriba, donde habita Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu y la Madre de Dios Virgen”, ya pecas al reformar, aunque digas mejorar.

Dijo uno:

¿Quién diría mejorar lo que de Dios dice y manda en su Gloria que sea dicho al hombre para reforzar su Enseñanza?

¡Si tan sólo el pensarlo, es declararte enemigo suyo, ya sin temor a las pérdidas, aunque Amor no sintieras! Pero el creer te hace temor. Temor al rayo que ves caer en la tormenta; temor a que los ríos crezcan de altura, no de largura, porque ya el mar espera; temor a lo que las manos del hombre no tienen poder ni fuerza!

Si el hombre pensara esto, miedo sentía de verse tan microbio al lado de esta Grandeza.

Desperté, oí:

Que el hombre le de sentido
a la palabra “el reforzar su Enseñanza”,
lo mismo que Aquí se ha dicho.

El reforzar es que el hombre piense
que Dios es siempre el mismo.    

Por eso sus Enseñanzas
tienen que ser dichas
por el que Él trajo
a su Gloria en espíritu.

Y éste mismo, dejar escrito
Palabras que le han dicho
y hechos que ha visto. 

Aquí verás la Verdad,
porque en los Dictados
no admite razones
ni a ministro ni a seglar.

¡Qué cierto que las cosas de Dios
no tienen mañana!

No notas su peso,
y jamás te cansan.

Dios, Creador único de la existencia
del espíritu y el cuerpo,
manda con grandes destellos
a que el hombre vea claro
que Él no tiene tiempos.

Ni en presente ni en pasado.

Que si todo esto escrito
lo compara con el Nuevo Testamento,
verá que todo es lo mismo.

Aunque al hombre le moleste
que siempre haya Elegidos.

Porque al hombre le agrada decir:
“¿Quién a Dios ha visto
y ha oído su habla?”.

Luego, él Le reza
cuando le hace falta
algo de la Tierra
que Aquí se rechaza.

Quiere el hombre a Dios,
pero que no oiga a nadie
que diga: “¡Sí, lo he visto yo!”.


***

Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 117-118-119-120

domingo, 12 de mayo de 2013

Razón e Injusticia

En Sueño Profético hablaba la Razón a la Injusticia.

Dijo la Razón primero:

   –Yo tengo razón de amar a Dios que habita en el Cielo.

Le contesta la Injusticia:

   –Yo amarla no puedo, la Injusticia me retira, porque Dios es Justiciero.

La Razón quería hacer ver que la Razón es del Cielo.

La Injusticia siempre es hecha por el que no ama a Dios; la Injusticia da intranquilidad, aunque estés en contra de la Razón.

La Razón se alborota enfrente de la Injusticia, pero se alborota con Paz, cuando confías en Dios.

Dijo uno:

Yo vi un caso de injusticia, que para enseñanza lo voy a contar:

Eran dos que trabajaban a jornal, mitad y mitad. Uno era tan de Dios, que por siglos que estuviera en un sitio viendo manar las monedas, nunca cogería nada. El otro, era ave de rapiña, y la ley de la injusticia siempre se la tenía aplicada. Tenían un poco de ganado, y siempre que morían, no eran las suyas; él sabía cómo hacer el cambio. Uno fue subiendo, y el otro quedó sin poder continuar por no tener para poner la media parte que le correspondía. Éste enfermó, y la mujer y los hijos no tenían ni lo imprescindible para vivir; desde que enfermó, el que vivía la injusticia todos lo vieron cambiado; tenía delante de él todo lo que le había quitado, y no podía mirar al cielo, porque oía esta Voz: “Haz justicia a la injusticia. Ésta es la Voz de Dios”.

Desperté, oí:

Como del campo vivía,
siempre miraba al cielo,
y siempre esta Voz oía:

Haz justicia a la injusticia.
Ésta es la Voz de Dios.

Esto era si llovía,
esto era si había sol,
si la tormenta se oía.

Al cielo siempre miraba,
y el Cielo le respondía.

Una noche, sin dormir,
antes que viniera el día,
le llevo mitad, mitad
de todo lo que tenía.

No le dejaba vivir
la Razón que él no veía.

No hay quien ame a Dios,
y la Razón no la viva.


***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 208-209

sábado, 11 de mayo de 2013

Camino verdadero

En Sueño Profético decían:

¡Qué fácil es seguir el camino
que el final es el verdadero!
Que en llegando ese final,
con Dios te ves lo primero.

Este camino es pesado, es duro,
a veces tiene subidas,
a veces tiene bajadas,
a veces lo ves tan llano,
que aunque tuviera montañas,
el llano las cubriría
a tu subida y bajada.

Son la entrega y el Amor
los que pueden a la montaña.

Dijo uno:

Hay muchos caminos para el hombre en la vida de materia, que el mismo hombre quiere engañarse diciendo: “por aquí voy bien”, y se hace él hasta su propio camino, poniendo a quien cuide y vigile el que pongan una sola piedra.

Esto es camino pintado
que no sirve para andar,
y tiene el valor del cuadro
para pared adornar.

¡Qué más da que el cuadro tenga
lo que tú quieres pintar,
si la pared no te exige
si el tamaño tienes ya!

Esto hace Dios con el hombre
que por su Camino no va:
Él ya le señaló el sitio
del camino de verdad.

El que ama, elige éste.
El que no ama,
él se pinta un camino y un caminar,
que cuando acaba el camino,
es pared con frialdad.

Todo es aprender bien,
pero antes hay que amar,
y sigues por el Camino
que Dios está en el final.

Desperté, oí:

Hay un solo Amor,
un solo Camino
y un solo Dios.

Tu busca tiene que ser,
cuando ya tengas Amor,
poner un pie en el Camino
y ya andar con los dos.

Pero que sea la pisada
con la Firmeza de Dios.

Si vas subiendo la cuesta,
bajarla será mejor.

Si encuentras grandes obstáculos,
ya te los quitará Dios.

Porque Él lo pone llano,
dando Fuerza y Resplandor.

Este Camino se pasa
sin trabajo y con Amor.

Cuando pienses:
“es tan corto
el juntarme ya con Dios,
que si pinchos yo pisara,
sonreía al dolor”.

Dios sólo tiene un Camino,
y es corto
cuando lo anda el Amor.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 229-230-231

viernes, 10 de mayo de 2013

“Teresa, tú eres para fuera. Para ti sólo no hablo Yo”

En Sueño Profético yo decía:

Señor, que te amen todos como Tú quieres. Habla sin mí, que vean eres Tú, y luego me buscarán. Yo vivo tu Gloria Aquí, cuando Tú me traes, y quisiera que todos la vieran cuando yo la cuento.

Estando yo diciendo esto, salió hablando una mujer:

Para sentir la Gloria de Dios, tienes que amar a Dios, no mucho ni poco, amarlo. Siendo yo novicia, amaba a Dios tanto, que mis faenas eran estar metida en el claustro. Siempre estaba en Oración, y por rato que estuviera, lo hacía con tanto Amor, que segundos “pa” mí eran. Obedecía la ordenes: que si dentro, que si fuera. Siempre vi mal la que ésto no cumpliera. Pero en mí iba creciendo, de dentro hacia fuera, este Amor que no se explica, si a Dios tú no te entregas. Y cuando ya no era novicia, que era monja ya en la celda, sentía llamarme a mi Dios: “Teresa, tú eres para fuera. Para ti sólo no hablo Yo”. Si esta llamada tú sientes, leyes y obediencia son, como si un niño quisiera que lo respete un mayor, un mayor que fuera justo y fuera mandado de Dios.

Desperté, oí:

Del claustro me salí
porque sentía su Amor.
¿Cómo podría yo pensar
aquello que tanto anhelé,
hoy me estuviera de más?

Todo esto es amar mucho,
amar queriendo amar más,
amar que el que así no ama,
no le puedes explicar.

No le puedes explicar
que este Amor te retira
de toda la humanidad,
humanidad que no ama
como tenía que amar.

Porque el que ame a esta Gloria,
sin Gloria no puede estar.

La Gloria la vives tú
aunque tengas Libertad
para vivir el pecado
en la aldea o en la ciudad.

La Gloria la vives tú
cuando ames de verdad
y busques al Mensajero
que Mensajes Dios le da.

Y ya, con estos Mensajes
y puesta tu voluntad,
amas, amas sin descanso
y devuelves Libertad,
Libertad que sólo sirve
para el que no quiere amar.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 202-203-204

jueves, 9 de mayo de 2013

Todo lo que el hombre Le hizo a Dios fue por decir Dios

En Sueño Profético decían:

Todo lo que el hombre Le hizo a Dios fue por decir Dios:

“Yo soy Dios, que mi Padre Me ha enviado del Cielo. Y mi Nombre es Dios Hijo, el Mesías, que se hace Hombre para que el que quiera entre en mi Reino. Yo soy el Salvador del espíritu y el Bálsamo del cuerpo. El que cree en Mí, Me busca en la alegría y en el sufrimiento”.

Dijo uno:

Ésta era una de las predicaciones que casi siempre ponía delante cuando iba a sitios que no era conocido como Dios.

Desperté, oí:

Cuando era conocido le hacían preguntas y Él contestaba con la Sabiduría Divina que el Padre en Él mandaba.

Yo Le oí más de una respuesta con estas Palabras:

“Eso no lo has dicho tú. Eso viene de mi Padre para que Yo conteste y aprendan los que Me oyen. Los que Me oyen, aunque ahora no estén aquí”.

“Pero el que crea en Mí, luego os oye a vosotros y ya Me está oyendo a Mí, por ser mías las Palabras”.


Otras veces, a las preguntas que Le hacían sin creer que era Dios, contestaba sin Palabras.

Primero veían su Poder, y luego oían sus Palabras.

Había veces que el mismo sitio hacía una tapia de sombra en medio de los hombres.

Otras veces, de viento. Estando las ropas juntas, unas se balanceaban con fuerza, y otras quedaban como telas que el escultor pone.

Vieron salir de los cuerpos –a su Mando– a los demonios.

Esto se cundió y no pudieron callarlo, como todo lo que hace Dios.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 121-122-123

miércoles, 8 de mayo de 2013

¡Lo que no puede el cuerpo, puede el espíritu!

En Sueño Profético decían:

¡Lo que no puede el cuerpo, puede el espíritu!

¡El espíritu del mal quiere eliminarte. Y el espíritu de Dios quiere triunfos darte! Y que te está dando.

¿Quién duerme, y se despierta en la Gloria, ya sin cuerpo, a recibir la Enseñanza que sólo es al espíritu? Luego, cuando llega al cuerpo, ya espíritu y carne forman un acuerdo con la Libertad que el espíritu lleva del Cielo.

¡Habrá Premio mayor que éste que día a día te da el Cielo!

Dijo uno:

Yo creo que el hombre sufre porque ve que es verdad Esto, y que ni él tiene poder para dejarlo en secreto, ni saber para hacer un escrito igual a Éstos.

Si aquí no fuera Mando de Dios, su caminar ya hubiera tenido paro. El camino cansa al cuerpo. Y el espíritu de Dios cansa al camino. Porque el camino no puede poner impedimentos aunque quiera ponerlos.

El espíritu no tiene distancia, ni las murallas le pueden impedir el paso. Las palabras no las necesita, ni la luz del Sol.

El espíritu es Luz Divina la que lo hace persona. Y ya sin cuerpo, llega altura u hondura, que es Sabiduría del Cielo.

Desperté, oí:

El cuerpo no puede
caminar sin espíritu.

El espíritu sin cuerpo
te hace grandes servicios,
si el contacto es del Cielo.

Te quita del mal espíritu
y te enseña a conocer
a los espíritus que persiguen tu cuerpo.

Para que en tu acción vean
que estás en contra del Cielo.

Para que lo que es cuadrado,
redondo te vean hacerlo.

¡Qué mal quedan los espíritus
que al Elegido se enfrentan!

Porque Dios le da Saber
y rechazan la Luz Divina
que lleva de Gloria.

Aunque presenten ser buenos,
no son espíritus de la Gloria.

Son espíritus contrarios,
que el cuerpo tapa y adorna.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 26-27-28

martes, 7 de mayo de 2013

Tiene más fuerza el querer, que el poder

En Sueño Profético decían:

Tiene más fuerza el querer,
que el poder.

El querer obliga al poder.

El poder y no querer,
siempre tendrá su pretexto,
y poco te servirá,
como no obligues al queriendo.

El querer hacer
te hace fácil el camino,
y no pones impedimentos,
al contrario, que los quitas,
todos los que van saliendo.

Dijo uno:

Todos los que Dios manda,
porque servicio Le hicieran,
llevaban delante el querer.

Si todos los que Dios elige
se guiaran del “no puedo”,
poco mando recibían,
porque Dios manda al “quiero”,
y ya Él le irá dando
trabajo para seguirlo,
que este trabajo ya es premio.

¿Quién diría en la Tierra:
“Yo entro en palacio,
y en la mesa del rey me siento,
y me manda retirando la distancia,
y me cuenta los secretos,
y me da tal confianza,
que mi sentir es quererlo,
por la manera que me manda,
y ya no me falta tiempo”?

Pues si a esto le das valor,
porque al venderlo tiene un precio,
¿qué tendrías que pagar
al Mando que te da el Cielo?   

Si diciendo:
“esto es servicio de Dios”,
admite poco pretexto.

¡Tú pon delante el querer,
y ya vendrá el poder!

Desperté, oí:

Si quieres, puedes;
y si puedes y te falta el “quieres”,
a esta Gloria no sirves.

Si a tu pensar le llegara
este pensar que Aquí dictan,
ya te haría mandar
a que mandaras a tu vida.

No le pongas precio al tiempo,
que el tiempo siempre es de Dios.

Tú di: “Señor, yo quiero;
mas Te pido, que siempre me des
el querer, que el pudiendo”.

Porque el poder,
siempre te aparta del Cielo.

Siguieron más a Jesús
los que apretaron el querer,
que los que el poder tenían suelto.

Porque el poder siempre humilla
a que Dios vaya pidiendo.

Esto es por corto plazo,
mientras vida tiene el cuerpo.

Luego, Dios presenta el Dios,
y ya ves qué mal
empleaste tu tiempo.

Cuando tú quieras poder,
el poder tendrás bien lejos.

Porque de estos dos personajes,
uno no entra en el Cielo.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 83-84-85-86

lunes, 6 de mayo de 2013

El Amor a mi Padre no necesita tiempo

En Sueño Profético contaban de un día que el Maestro les habló a sus Discípulos enseñándolos a que conocieran el que más cobijaba espíritus malos, el que más poder tenía para quitarlos de que a Él Lo siguieran, el que más envidia le tenía al que siempre iba siguiendo sus Pasos, el que censuraba al que todo lo dejaba por oír las Palabras que Él daba al que su Obediencia vivía.

Ya dijo uno:

Yo seguiré hablando lo que aquel día nos dijo el Maestro, por estar yo delante. Esto que aquí digo causó tristeza en algunos: “No hace falta que diga que Me ama, aquel que su tiempo a Mí me lo traiga para que Yo le mande. No hace falta que digan que aquél es bueno, cuando mi Padre está viendo que su “buenura” le sirve para apartarlo de mi Presencia. No es bueno el que obedece al hombre y cierra sus oídos a mis Palabras”. Y ya terminó diciendo: “El que más se aparte de Mí y Me ponga en medio el tiempo, éste tiene vestimenta de cordero, pero es lobo. El Amor a mi Padre no necesita tiempo. El cumplir mis Palabras no necesita tiempo. El Amor se encarga de quitar lo lejos. El Amor busca al que le lleve mis Palabras, pero no entretiene al que sí tiene tiempo. Éstos son los que viven con el consejo de los espíritus malos”.

Desperté, oí:

Hubo quien se entristeció
cuando el Maestro les hablaba como Dios.

Cuando les decía Palabras
que ellos estaban viviendo.

Cuando pensaban: “¡es verdad,
en tal sitio roban tiempo!”.

En vez de mandarme a mí
que me entere del Maestro,
me hacen ver y sentir:
“¡pero hay que tener tiempo!”.

Me hacen que haga el vivir
como aquel que vive lejos
y sin a Dios el seguir.

Éstos son los hombres buenos,
que el hombre los clasifica
aunque vayan al Infierno.

Buenos no puedes llamar
sin que les veas sufrimiento
por querer a Dios buscar.

El Amor, si hay distancia,
Él te acortará el camino
y pasarás la montaña.

Porque Dios, si hay Amor,
no oye disculpa en palabras.

Los que oyeron al Maestro,
se les veía en la cara
el que no tenía tiempo
o el que no tenía ganas.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 68-69-70

domingo, 5 de mayo de 2013

Apertura de Puertas del Local de la Fundación Ana García de Cuenca

El viernes 3 de mayo a las 20:30, tuvo lugar la apertura de puertas del nuevo local de la Fundación Ana García de Cuenca, donde asistieron sus socios y otras personas interesadas en el Caso.

En él se encuentra toda su Obra, tanto sus Libros y demás soportes audiovisuales, como una exposición de varias pertenencias del Profeta, de un gran valor sentimiental, y que les serán familiares a todo aquél que la conoció en vida.

El local está ubicado en la Plaza Gonzalo de Ayora (Plaza de España), Local 6 (Pasaje).


Os dejo algunas fotos del evento.
¡Esperamos su visita!

Nacimiento y abundancia Divina de Enseñanza

En Sueño Profético decían:

La Publicación que hoy tiene ella, directa de Aquí, no hay quien la tenga. Y la abundancia, no hay escritor, Teólogo ni literato, que a una cuarta parte llegue. ¡Pero no en oír y escribir!

Escribir, escribe la mano a la vista de cualquiera. Y oír, no oyen ni los oídos del que le ves escribir la mano, oye el espíritu, al estar Aquí dictando, y manda a la inteligencia que puntualice y, en cada Palabra y Tema, haga comprensión para dejar clara la Enseñanza.

Por eso, el valor del Libro es la colocación que ella ya le lleva al editor. Ella manda imprimir con fuerza y apoyo de esta Gloria. Que ya es premio imprimir el nombre del que recibe estas Órdenes.

Dijo uno:

Es premio para el que destaca
el Sol, de la tormenta;
y el fango, de la polvareda;
y la espiga, del ciprés.

Pero el que abraza Tierra,
nada de esto puede ver.
Todo soltarán sus manos,
porque Dios, nada te obliga a coger.     

Este nacimiento y abundancia Divina de Enseñanza del espíritu es para todos los que amen, o que no amen y comprender quieran; para que su publicación sirva para el que ame y para el que comprender quiera y se despegue de la Tierra y piense en el traje de la carne, y piense en lo que el traje queda, que ya puede estar rodeado de grandezas y a su cuido la ciencia de la medicina para que no muera, que muerte cuente que llega. Y puede que no deje el tiempo, tiempo para pedir el Perdón o reformar testamento.

Para esto son estos Libros, que su nombre es Evangelio por ser Palabra de Dios en Escrito y en Ejemplo.

Desperté, oí:

Tienen que reconocer,
y que sean los primeros,
que estos Escritos ya bajan
diciendo: “Vengo del Cielo”.

Teólogos, literatos, editores
y hombres que amen al Cielo,
aunque no presenten título,
verán que es Dios
enseñando a quererlo.

Enseñando a hacer un mundo
como Él lo tiene hecho.

Ése, temporal;
éste, Eterno.

Que de Aquí bajó a la Tierra
para que nadie dudara
de que lo espera el Eterno.

La Paz y el Amor de Dios
son toldo que cubre toda la Tierra.

Pero al que le falte Amor,
este toldo lo desprecia.

Pon la mirada en el Cielo
y luego mira la Tierra.

Y verás que Allí hay Vida,
Allí para que entiendas.

Y en la Tierra, la muerte,
que es donde el cuerpo entierras.


***


Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pag. 5-6-7-8

sábado, 4 de mayo de 2013

Los espíritus del mal no quieren que el hombre aprenda esto

En Sueño Profético decían:

Si los muertos quedaran muertos, Dios no buscaba al hombre ofreciéndole su Reino y suplicándole que huyera del pecado.

Si los muertos quedaran muertos, Dios no baja a la Tierra para dejar que el hombre Lo crucifique.

Si los muertos quedaran muertos, no mandaba Dios estos Mensajes, que muchos son de los que ahí vivieron y el hombre los vio muertos y por muertos los tienen.

Pues éstos están vivos y no están muertos. Y Dios manda que cuenten todo lo que ahí vivieron que pueda servir de ejemplo y de acercarse a Dios.

Si el hombre, su vida ahí acabara, sobraba la conciencia, que es lo más íntimo que te acompaña.

Dijo uno:

Se tiene que hablar de la Existencia Eterna; de que el espíritu es el armazón del cuerpo; y el cuerpo, fachada que llega a deteriorarse. Pero queda el armazón, y el edificio no cae.

El hombre cuida fachada, y al armazón, cada vez golpes más grandes. Siempre te ha puesto la muerte como candil que se le acaba el aceite y ya no puede alumbrarte; y ya no sirve el candil; si quieres, puedes tirarlo.

El espíritu es Luz que cuando suelta la carne ya deja oscuridad –si es de Dios– y su ayuda puede darte con el Mando que dé Dios.

Desperté, oí:

La muerte es a la carne,
porque a todo lo que nace,
muerte tiene que llegarle.

El espíritu la suelta
y al hombre le deja el traje.

Unos, más nuevos que otros.

Pero al cabo del tiempo,
igual verás
al más joven que al más viejo.

De la Vida del espíritu
se debe de ocupar
el hombre de ello.

Porque de Aquí sale el bien
para no perder el Cielo.

Los espíritus del mal no quieren
que el hombre aprenda esto.


***

Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 123-124

viernes, 3 de mayo de 2013

No es suya la tierra ni la recolección

En Sueño Profético decía Dios Hijo:

¡Ay del sembrador que Yo le diera buena cosecha, y quemara la recolección, creyendo que él era el dueño!  

¡Ay del hombre que mis Palabras quiera ahogarlas, creyendo que Yo estoy lejos!

Esto lo dice mi Padre, aunque a Mí me estés oyendo.


Ya siguen más hablando, pero ya era otro eco.

Dice uno:

Dios nos da su Poder y su Mando, y hablamos con su Espíritu; pero en estas primeras Palabras de este Dictado, es Él, sin dar la Palabra.

Los espíritus de su Gloria adoramos sus Palabras, y cuando nos da su Espíritu y Palabras, Lo reverenciamos en escucha de su Mensaje; adoración a sus Palabras y reverencia a su escucha.

Todo es Gloria y Dios. Aquí es Dios y Gloria. Dios que su Presencia forma Gloria, y sus palabras son irrevocables. Dios que el hombre Lo llama cuando su mal no tiene remedio. Dios que constantemente recibe desprecios del hombre. Dios, que el mundo lo tiene por los pocos que a él Lo quieren.

Desperté, oí:

Estos pocos que a Él Lo quieren, son los que sufren de ver el sufrir que este Dios tiene.

¡Qué parábolas y sentencias dictan en este Mensaje!

Le dice al sembrador,
que no es suya la tierra,
ni es la recolección.

El sembrar era más suyo,
porque semilla compró.

Pero la tierra y cosecha
estaban mandadas por Dios.

Si la tierra deja estéril,
no hay recolección;
y si hay gran cosecha,
en nada podría quedar
con una nube de piedra.

¿Quién sería el sembrador
para quemar la cosecha?

¡Pues figúrate si da
sus Palabras en cualquiera
y las quiere el hombre ahogar!

El hombre no piensa en Dios,
aunque fuera por condena.

El hombre pide a diario,
que cien diluvios hubiera.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 28-29

jueves, 2 de mayo de 2013

Si no tienes Fe, ahórrate esto: “creo en Dios”

En Sueño Profético decían:

Esto es Enseñanza directa de los espíritus de la Gloria de Dios.

El hombre habla del pecado y no sabe lo que es pecado. El pecado mayor es no escuchar la Palabra de Dios, y escucharla y no ponerla en práctica.

Amar al Prójimo es amar a Dios. Y si no amas al Prójimo, no reverencias a Él.

Tus Palabras dan ganas de oír a Dios, encienden la Fe y dejan rescoldo. El hombre no sabe lo que es la palabra Fe. La palabra Fe es creer en el Todopoderoso. Si no tienes Fe, ahórrate esto: “creo en Dios”. Fe no es estudiar una documentación pidiendo el máximo de datos y afirmar que está bien.

Desperté, oí:

Dios deja la comprobación en la carne.

Este estudio es el que Él autoriza.

Pero meterse en rectificar lo que Dios hace, es ofender al Padre, ofender al Hijo y no aceptar la Venida del Espíritu Santo.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 125-126

miércoles, 1 de mayo de 2013

Nosotros caminábamos poniéndonos menos resistencia que a ti te ponen

En Sueño Profético decían:

No saben lo que es predicar. Predicar creen que es enterrar, y bien honda, la Palabra de Dios. El que sabe el Poder que Dios tiene, no le extraña nada de lo que venga de Dios. Es de limpiar y ensuciar, hablar de Dios Poderoso y Único, y poner en duda y no aceptar lo que Él haga. Nosotros caminábamos poniéndonos menos resistencia que a ti te ponen. Esto, si lo comparan con los argumentos tan fáciles que hoy tienen, entendido queda, fáciles de comprender.

Desperté, oí:

Dios, sabiendo lo que el hombre va a decir antes de que lo piense, te manda que escribas al Dictado lo que ningún intelectual podría aprender.

Leer esto y no aceptar, dice mal del que lo lea.

Dice mal, por querer corregir a Dios.

HOY ES DE LOS ONCE


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 91