miércoles, 31 de diciembre de 2014

El que piensa en Dios

En Sueño Profético decían:

El que piensa en Dios, siempre Lo tendrá presente. El que piensa en Dios, no puede hacer ciertas cosas que hace el que vive ausente. El que piensa en Dios, es su actuación diferente. Hay más que Lo nombran y no piensan en Él.

Dijo uno:

Hay profesiones en el hombre, que si en Dios pensaran, cuando llegara su muerte, no tendrían que pedir Perdón.

Un tío mío tenía una tienda de alimentos necesarios para el vivir de la materia. Esta tienda estaba en las afueras del pueblo, donde más necesidades había por haber pocas viviendas y mucha gente viviendo. Era gente necesitada, pero buena. Más tiendas tenía mi tío en mejores sitios del pueblo, pero decía que la que tenía en el barrio más pobre era la que más le gustaba, porque sus clientes lo llevarían al Cielo. Les hacía el peso justo, pero antes de liar echaba un puñado de más y decía: “Éste para Dios, que está delante”. Medía el aceite y, antes de volcar la medida, de rebose ponía tres dedos en la botella. Pesaba los embutidos y decía: “No corto, que puede que llegue a herirme. ¡Que más da que el peso corra, si yo voy a dar de más!”. Si le llegaban llorando, enfermos o sin jornal, sacaba un lápiz sin punta y lo volvía a guardar: “Luego me pagáis lo que creáis que me tenéis que pagar. Si Dios está aquí delante, ¿cómo nos vamos a engañar? Lo que sí os recomiendo es que siempre penséis en Él, y así os dará el sustento y pondrá en la enfermedad o en el paro a algún tendero que de comer os dará.

Desperté, oí:

Este tendero tenía
esta tienda para Dios.

Decía que le servía
para no pedir Perdón.

Que lo enseñaban a vivir,
y le daba cada lección
cualquiera de aquella gente
cuando nombraba a Dios
con aquel Amor ardiente…

Que nunca oyó decir,
poniendo a Dios de culpable:
¿por qué el vivir es así?

Cuando les llenaba el cesto
a los que limosna pedían,
una mirada era al Cielo,
y por mi salud pedían.

Esta tienda entró en la Gloria
a muchas familias.


***

Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C5

martes, 30 de diciembre de 2014

Llama a Dios, pero no cuentes las veces

En Sueño Profético decían:

Llama a Dios sabiendo que Él te oye, aunque tú en ese momento no oigas contestación.

Llama a Dios, pero no cuentes las veces, porque ya la llamada pierde si llamaste con Amor. Llama a Dios, pero piensa:

¿Me porté yo bien en la Tierra, despreciando el pecado, dando comida al hambriento y levantando al caído?

¿Enseño a mirar al Cielo para pedir o dar gracias?

¿Tengo Fe siempre conmigo?

¿No valoro el perdón cuando perdón me han pedido?

¿Creo firmemente que Dios cumple lo que dijo cuando vivió de Hombre: “Vendrá mi Espíritu y hablará en otro hombre”?

Porque lo que habla es el espíritu, no el cuerpo. Puedes ver cuerpo sano y repentina muerte, y ya no hablar el cuerpo, y en otro sitio hablar ese espíritu, si Dios lo manda. Pues si crees todo esto, di: “la Fe siempre me acompaña”.

Desperté, oí:

Fe en Dios: llamada firme
que Él te oye.

Si tienes Fe,
tú crees que vive.

Y ya buscarás al que Él elige.

Y tendrás
lo que Dios manda para enseñar.

No son ni el estudio ni la carrera
los que te hacen que entiendas.

Puede que estudios
te obliguen a que desmientas,
que Dios habló,
pero que hoy no habla en la Tierra.

Dios retira el comprender,
para el que a Él se Le niega.

Y le da Sabiduría
al que ves labrando la tierra.

Hay hombres de éstos, en el campo,
que te dan cada respuesta,
que desprecias tu cultura
y de alumno a ellos te entregas.

Llama a Dios y pídele,
y cree lo que de Él venga.

Que ya trae un Don Divino,
que no dudas su Existencia.

El hombre duda que hay Dios,
y el que cree Le pide cuentas.

¡Son tan pocos los que aman,
que estas frases no las entierran!

¡Con lo grande que sería
que ya nadie las dijera!


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C9

lunes, 29 de diciembre de 2014

Dios sabía el que Lo amaría

En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios, de su sencillez, de su naturalidad, de su Enseñanza al hombre, de su Perdón, de su Gloria, de su Permitir. Contaban hechos de su Vida Pública, de su trato al hombre, del responder del hombre a Dios; del recibimiento que Le hicieron en algunos sitios, en contra de Él, a sus Discípulos; de la tristeza cuando tenían que decir: “cuando estaba el Maestro se hizo tal cosa, o se fue a tal sitio”. Recordaban Enseñanzas que a veces no comprendían hasta que el Maestro les ponía ejemplos; les hablaba con Parábolas; les anticipaba que el que ellos lo tenían por peor, ya llegaría a comprenderlo, y entonces ya amaría al Padre que tiene el Mando en el Cielo. “Aunque en Mí ya estáis viendo a mi Padre y su Mando está primero, la Visión está después de los hechos”.

Dijo otro:

Todo esto se ha oído hoy de Palabras en el Cielo.

Desperté, oí:

Dios sabía el que Lo amaría, aunque no podían los Discípulos comprenderlo.

Lo mismo que cuando iban diciéndole: “Maestro, nos pararon y por Ti nos preguntaron”.

Él ya sabía las preguntas, si el fin era amarlo o ir a los fariseos enterándolos de hechos que no los sabía nada más que el Padre en el Cielo.

Y en la Tierra, Él, que era el mismo, aunque Le decían Maestro.

Este arrobo, para escribirlo, llenaría muchos cuadernos.

Pero como es Enseñanza, es a espíritu y silencio.

Luego el espíritu manda a inteligencia, y ya se ve gran misterio.

Si te entregas a este Dios, Él ya te aclara el misterio.

Lo que no hace es de Dios para que tú quieras quererlo.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Preámbulo

domingo, 28 de diciembre de 2014

Deberían comer tierra

En Sueño Profético hablaban de Teología, de la buena Literatura. Hablaban hombres que sus escritos aún se tienen en candelero, por ser hombres que destacaron en Teología y Literatura. Dialogaban muchos y su diálogo era de estos Libros. Se oía mucho:

Nunca la creyeron, ni la creerían si no fuera por la impresión de estos Libros. Su contenido ha hecho, por ser Dios, que el hombre escriba: “Sí, esto es cierto, es de Dios”.

Dijo uno:

¡Cuántos pudieron taparse y mayoría no mojarse de este horrible temporal, que todo lo forma el hombre!

¡Cuántos dirán: “¡Ay Dios mío!, que todo era verdad y yo no quise saberlo”!

Otros, el oído y la vergüenza querrán usarlos, pero ya es papel mojado que ruido no resalta.

Decían las ciencias ya sin cuerpo, porque todo era Mando: “¿Quién tiene tanto escrito y por Dios mismo dictado?

A una voz se oía: “Nadie tiene libros publicados con esta abundancia, siendo de Aquí tan sólo el Dictado. No lo hay ni en una región ni en una nación, por ser hoy único en el mundo y único como los Libros están presentados”.

Desperté, oí:

Son únicos,
por su empiezo y su final.

Que si silencio te da el empiezo,
silencio te da el final.

¡Qué cierto que sufrirá,
cuando el Libro esté en sus manos,
el que no quiso amistad!

Y se cambiará de calle,
por la cara no encontrar
del que Dios manda que hable.

Tienen que creer por fuerza,
aunque ahí a Dios no amen,
que esta Escritura es de Aquí.

Esto ya quitará fuerza,
y le quitarán sufrir.

¡Hombres que en vez de pisarla,
deberían comer tierra!


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - C1

sábado, 27 de diciembre de 2014

Ciencias Divinas

En Sueño Profético hablaban las Ciencias Divinas, la sabiduría perfecta, grande y dicha en pocas letras. Se veía Esto escrito a tamaño grande de letras, hechas a mano. De momento era para la Enseñanza aquellas letras.

Nombraban la letra inglesa, la redondilla, el adverbio que todo dice en dos palabras, los guiones, los paréntesis, la separación de palabras, la forma de entenderse el hombre y, cada día, se entiende menos, la forma de querer vivir buscando el no vivir bien.

Dijo uno:

El hombre quiere que su maquinaria marche sin Dios porque él se ha hecho importante, sabio, culto y pecador. Pero no pecador que peca porque el pecado a él acechaba, ni por el adelanto ni por la cultura, es porque se avergüenza de Dios.

Si el hombre pensara esto ponía letreros en las calles diciendo: “No se enseñará nada hasta saber lo que Dios enseña en su Gloria”. Para que el hombre sea mejor con él mismo primero que rompa las cadenas que la carne le tiene al espíritu. Si empiezas haciendo esto entonces serás hombre culto, pero ¿qué cultura es dejar atrás el espíritu y querer vivir sin Dios? Esto es querer cultura satánica, sin Dios.

Hasta que el hombre no empiece a civilizar al hombre no vivirá Paz, no será culto porque si tienes cultura sin Paz ya te sobran los títulos.

Desperté, oí:

¿Qué cultura puede tener aquél que tenga avaricia por los libros, las carreras y por aprender para tener importancia?

Y no ser hombre sin saber el porvenir de la vida que le espera.

Sin haberse preocupado de la principal carrera, de la que la universidad no te cambiará una letra, no admitirá razones a tu grande inteligencia.

Y Aquí todos te verán analfabeto de Tierra que a Dios negó su amistad.

El que ama a Dios y sigue y cree que no sabe nada, éste no es analfabeto porque Aquí dan Enseñanza con letra y saber Divino, sirviendo a todo el habla.

Sin que tengas que decir inglesa, ni redondilla.

El hombre está tejiendo de día y de noche aprisa un Mundo, quitando a Dios porque lo exige la cultura.

Y no sabe que sin Dios será, el hombre, basura.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

viernes, 26 de diciembre de 2014

El hombre abraza a esa vida y a Ésta la desprecia

En Sueño Profético decían:

Lucha el hombre por la vida, pero por la vida que muere, y se olvida de la muerte que es cuando empieza la Vida, la Vida que nunca muere. Esta Vida olvidada porque Dios olvido deja, esta Vida maltratada por quien no tiene cabeza.

Dijo uno:

Si el hombre en esa vida se preocupara de investigar ésta Eterna nada le podía extrañar que de la Gloria dijeran. Todo lo vería normal, como los pies y la cabeza. También irían detrás del que los pasos mal los lleva y duda podía haber de que hiciera buena pesca.

Todo es enseñar a dar a esta Vida preferencia. Pero si falta el amar ya no piensas con cabeza y todo lo harás mal, porque esa vida te lleva a empujones y sin frenar retirándote de Dios, con falsedad y maldad.

Desperté, oí:

El hombre abraza a esa vida y a Ésta la desprecia.

Sin saber que abraza humo, aire, nieve o rayos de Sol que por la ventana entran.

Que luego abres los brazos y nada queda de muestra.

Puede que quede mojado cuando la nieve se fuera, pero sin nieve en los brazos.

Esto es vida de materia, la que tanto valor tiene para el hombre de la Tierra.

La que te lleva a pecar porque de Ésta no te acuerdas.

El hombre debería amar y enseñar lo que Aquí llega.

Y se vería normal después del Cielo la Tierra.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 25 de diciembre de 2014

Los pastores de Belén

¡Felices Fiestas amigos lectores! Hoy os traigo unos dibujos realizados por Nina, una gran amiga nuestra y seguidora de esta Fundación, que ha querido ilustrar uno de los Mensajes con un tema muy acorde a las fechas en las que nos encontrados.

Espero que les guste.

(Hagan clic en las imagenes si quieren ampliarla):


En Sueño Profético vi el campo y muchos borregos.
Había varios pastores y cada uno cuidaba de sus corderos. Éstos, tenían los corderos retirados unos de otros. Y cada pastor tenía una lumbre con unas llamas bastante grandes.

Dijo uno con buena voz:

   – ¿Nos juntamos y celebramos la Venida del Salvador?


Y fue recogiendo pastores, dejando las lumbres solas hasta llegar a la suya, y allí se pararon todos. Hicieron un corro grande, y ya, todos contentos, empezaron a cantar, de una forma, que de allí te ibas al Cielo:

Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.
Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.
Inclinemos las rodillas y Le besemos sus Pies.

Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.
Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.
Si necesitas abrigo, Tuyo mi rebaño es.

Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.
Lástima que tanto frío Te ponga fríos tus Pies.
Hoy estamos de fiesta los pastores de Belén.




Desperté y de momento dije:

   –Señor, ¡qué coraje haberme despertado!

Oí:

Estos pastores adoraban antes de ser nacido el Rey de Reyes.

Ya puestos en su Presencia, se ofrecieron a María y abrazaron a José. Y les llevaban de todo, de todo para comer.

Y se oía el vocerío de ¡Bendita sea María! y ¡Bendito sea José!

Y puso en silencio al mundo aquella Madre, Virgen y Mujer.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 59


miércoles, 24 de diciembre de 2014

El Amor el valor más grande

En Sueño Profético decían:

Si te falta Amor a Dios, nunca tendrás alegría duradera en tus actuaciones, en las actuaciones que en la vida material se te vayan presentando. El Amor a Dios es el que te hace caminar:

Aquí camino, allá descanso.
Aquí me veo sin fuerzas,
y si un momento me paro,
ya sale Dios a mi encuentro
y olvido ya lo pasado.

Si no hay Amor de Dios,
porque tú lo has despreciado,
dura te será la vida,
siempre cogiendo y soltando.

Dijo uno:

El Amor que se pone por Dios, Dios te lo manda por cargas. Si haces una cosa por Dios, Él a millares te manda cantidades de valores de los que en la Gloria te guarda.

A los Elegidos los ha presentado el Amor, y ya Dios los lleva a que vivan con las Divinidades de su Reino. A este Amor no le guarda secretos cuando están sólo en espíritu. Cuando salen de su Gloria, ya llevan Amor, Fuerza, Sabiduría y Poder –esto cuando salen–. Cuando entraron, sólo entraron con Amor, sin saber el pago que tendrían.

Desperté, oí:

Es el Amor
el valor más grande
que para Dios se tiene.

Si no ve Amor,
no te da Sabiduría.

Si no ve Amor,
nunca te traerá a su Reino,
porque al enseñarte sin Amor,
no sentirías a Dios del Cielo.

Nunca supo el Elegido,
que Dios ya lo estaba viendo.

El caminaba en Amor,
aceptando y repartiendo.

Aceptando por ser Dios,
y repartiendo el ejemplo;
luego, que disponga Dios.

Él enseña a que ames
a todos con el mismo Amor.

Pero el hombre Lo desprecia
y dice: “¿por qué eligió?”.

Si valorara actuaciones,
a Dios pediría Perdón.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C1

martes, 23 de diciembre de 2014

Pensando siempre en Dios

En Sueño Profético decían:

Pensando siempre en Dios,
piensa que Él siempre va contigo.

Pensando siempre en Dios,
Él no te quita el pensar suyo.
Ya, todo lo que hagas,
será justo y medido,
sin tú pensar en medida,
que tú tan sólo has pensado:
“es que viene Dios conmigo”.

Pensando siempre en Dios,
no se pueden hacer pecados,
porque te lleva su Amor
al camino de los Santos.

Pensando en Dios,
te haces fuerte, te haces sabio
y ves al mundo vivir cansado.

Yo soy Teresa,
la que el pensar de Dios
está dictando
para que muchos aprendan
a pensar este pensando.

Si yo llego a vivir en Tierra
faltándome este pensando,
¿cómo llego yo a la Gloria,
y ahora me manda enseñando
a que diga este pensar,
que puedes vivir ya Santo?

Y ya, tan sólo esperar
a que el arrobo haga,
o despierta y pensando.

Y sin que la puerta abran,
ves que es Dios,
que le manda a tu lengua
y obedece tu mirada.

Es Él el que quiere que tú digas:
“Dios Hombre vino a mi casa,
y Lo he visto sin clavos,
y sin cruz en sus espaldas”.

Cuando yo volví a ser Teresa,
la que la Tierra pisaba,
se fue este Todopoderoso,
mandándome lo contara.

Yo, entonces, miré mi puerta,
y fui a tocar la ventana,
y estaba la aldaba puesta
como por dentro cerrada.

¡Ay pensar que yo quisiera
que todos pensar pensaran!

Desperté, oí:

Este Mensaje, si piensas
tan sólo en el Mensaje,
ya tienes pensar de Dios.

Yo vivía en el pensar,
y el pensar me daba vida.
Yo quería más pensar,
y más pensar me venía.

Había días que el pensar
me daba tal compañía,
que me paraba al andar
porque sus Pasos sentía.

Entonces seguía andando,
y más pensar me venía.

¡Ay Palabras de mi Dios,
que dices para que digan!
¡Ay pensar que no es pensar,
que es querer vivir la vida
como Dios tiene “mandá”!

Si este pensar te falta
y no haces por pensar,
piensa que vives pensando
en lo que nada te da.

En cambio, si no te falta
este pensar que Él lo quiere,
habrá luego más Teresas,
aunque sea con otro nombre.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C7

lunes, 22 de diciembre de 2014

No conocer el trueno

En Sueño Profético decían:

El que no entienda estos Escritos, no entiende el Evangelio. Y no entiende el Evangelio, porque le falta Amor a Dios.

La Palabra de Dios, la diga quien la diga, se ve que es dicha por Dios. Luego, queda el comportamiento del que la diga: si ama a Dios, o no Lo ama. Pero la Palabra sigue siendo de Dios.

La palabra del hombre no tiene fuerza, y es cambiada por otro hombre. Pero la Palabra de Dios, no hay otro dios que pueda reformarla.

Dijo uno:

Todo lo de Dios se ve que lleva el “Dios” delante.

Todo lo de Dios es fracaso cuando el hombre quiere reformarle.

En la Palabra de Dios, si tú Lo amas, el Amor sirve de intérprete y conoces sus Palabras.

Decir: “yo no las entiendo”, es decir que a Dios no amas.

Desperté, oí:

Ponían en Gloria comparaciones
que te hacían que pensaras
que Dios no le interesaba al hombre
que vivía de las letras.

Su yo estaba delante
con ignorancia de maldad
y falta de Cultura Divina.

La Palabra de Dios “diciendo”
es la misma que está dicha
por el mismo Dios Hombre
y, antes de sus Nacimiento,
por los Profetas.

No conocerla
es no conocer el trueno
que baja de la tormenta.

Está claro y transparente,
para que todos lo vean,
que no entender la Palabra de Dios
es vivir para la Tierra.

Si piensas este Mensaje,
te cubre el rostro la tristeza.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C7

domingo, 21 de diciembre de 2014

El hombre de la ciudad y el del campo

En Sueño Profético decían:

Piensa más en Dios el hombre del campo, que el hombre de la ciudad. El que vive en la ciudad, trabaja en su trabajo, y después de terminarlo, él se busca otro trabajo, y ya no tiene tiempo para pensar en Dios.

Dijo uno:

Delante de mí pasó este dialogo que dos hombres tuvieron. Uno, siempre detrás de los bueyes, con su camisa sudando, y entre palabra y palabra, el sudor se iba limpiando con su pañuelo de cuadros, que empuñado en su mano, daba contento a su frente. No pasaban cinco minutos que a Dios no Lo nombrara: si hablaba de la siembra, nombraba a Dios; si decía de la cosecha, oías el nombre de Dios. Señalo, allá, un monte, y decía:

   –¡Mire la Grandeza de Dios en la Tierra! Pues a las cinco de la mañana asoma por detrás del cerro como oro Divino, como cachos de Cielo. Yo, hay días que hasta me arrodillo. ¡Sí!, ¿le extraña?

Cuando dijo esto, el que lo estaba oyendo sintió vergüenza de ver a aquel hombre, sucio por el trabajo que estaba haciendo y con la alegría que su sudor limpiaba.

Ya dijo el que trabajaba más por la vida que quería hacer, que por el trabajo que su profesión le daba:

   –No oigo hablar de Dios, ni yo hablo, hasta que vengo al campo y me paro con el que a Dios tendrá contento. Yo y mis amistades tenemos a Dios en olvido, porque entre el trabajo y el tiempo que cogemos para pecar, ya no queda más tiempo para adorarlo. Aunque le he dicho todo, me han quedado ganas de hacerle un encargo: que pida a Dios por mí que desde hoy mismo y en este momento ya viva en el campo, aunque viva en la ciudad.

Desperté, oí:

¡Qué pensar con tanto ajuste te hace que pienses este hombre que adoraba allá en el campo!

Cuando llegaba a su casa,
con su mujer refería,
aunque fuera de la tierra,
de la lluvia, de sequía,
pero entre estas palabras,
con Amor ya Dios salía.

Otros días veneraba, refiriendo, 
las miles de florecillas.

Que cuando hablaba del campo,
el descanso le venía.

La mujer, cuando él llegaba,
estas preguntas le hacía:
¿Te has acordado de Dios,
que es el que nos da la guía?

¡Cómo no me voy a acordar,
si esta mañana temprano,
no hice “na” más llegar,
y primero cantó el gallo,
y luego los pajarillos
se venían a “bandás”,
que a Dios yo veía guiando!

Al de la ciudad le dio
vergüenza con sentimiento.

Y el que mucho nombra a Dios,
puede acarrear al Cielo.


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Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C2

viernes, 19 de diciembre de 2014

Si Dios no fuera Dios

En Sueño Profético decían:
Si Dios no fuera Dios, lo primero que quitaría sería el Perdón; y lo segundo, el llamarlo en lo que el hombre no puede darte, que es: cuando la vida te deja. O mucho peor: cuando tarda en dejarte y tú a gritos Lo llamas por el dolor de tu carne.

Si Dios no fuera Dios, dejaría ahí vivir al que sus Mandamientos cumpliera.

Si Dios no fuera Dios, presentaría su Poder de mil maneras, y desafiaría al hombre, a ver que respuesta daba.

El hombre está tan pegado a las cosas de la Tierra, que no oye lo de Dios, porque heredó sordera tan sólo para oír: “Dios, Gloria y Vida Eterna”.

¡Dios, que al hombre libre deja!

Si Dios no fuera Dios, su actuación de miedo, sería: con que quitara el oído para que no se entendieran, y un día le diera paro a los pies y a la lengua, en la hora más precisa que cada uno tuviera.

Si el hombre pensara esto, adoraría a Dios de rodillas, y ya quitaría sordera, y Amor o miedo viviría.
 

Desperté, oí:
Piensa: ¿Si Dios no fuera Dios,
y actuara su Poder y Sabiduría…?

¿Y te negará el Perdón
después de dejar esa vida…?

Si Dios no fuera Dios,
detrás del hombre no iría,
y no haría de Pastor
buscando ovejas perdidas.

¿Quién ha visto a un dictador
ir buscando al que sabe
que no está cumpliendo su mando?

Buscándolo para hacerle comprender
que premio está despreciando.

Y que él sufre por él.

Si Dios no fuera Dios,
no sería por el hombre maltratado.

Porque al hombre se respeta
por el dinero o el cargo.

¡A todo lo que va de Dios,
el hombre le da maltrato!

Esto te hace pensar, que Dios,
el Dios no lo ha usado.

Porque su Amor es gigante,
y perdona al que peca
sin hacer frente a su Mando.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C4

jueves, 18 de diciembre de 2014

Vive con Fe y Esperanza

En Sueño Profético decían:
Cierto es, que la Fe y la Esperanza forman un muro irrompible para el hombre.

Dijo uno:

Si haces sin Fe tu petición a esta Gloria –donde habita Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu–, Aquí tu petición no llega. Será humo que sale de lumbre, que el tronco desprecia, y el humo en nada queda. La Fe ya lleva su Mando, cuando tú, Fe, en Dios la pagas. Y viene la palabra, y viene la respuesta. Que antes de tener Fe, todo era de otra manera.

La Fe, hacía el Maestro, que el que Lo siguiera, la tuviera. Decía, que al seguirlo sin confiar en Él, todo sería trabajoso, duro, penoso, y siempre tendrían la duda de su Reino prometido. ¡Cuántas veces les dijo a los que Lo seguían para aprender!:

“Aunque veáis vacías mis Manos, confiad en que soy Dios del Cielo, aunque me persigan y Yo los deje hasta que mi Mano los aparte. Que la Fe es confiar en mis Palabras, no en lo que veis”.

“Y la Esperanza, es vivir lo que dicen mis Palabras, aunque a veces mis Palabras no entendáis. Pero vivid la Esperanza –que Yo siempre estaré oyendo vuestras peticiones, y mi Padre os dará lo mejor–, aunque el que quiera destruir mi Reino os persiga, quitando la Fe y la Esperanza, por ver las Manos vacías y no comprender mis Palabras”.  

Desperté, oí:


¡Qué Enseñanza de la Fe
daba Dios Hombre y Maestro!

¡Qué cierto que si no ves
y no comprendes,
la Fe se va,
y la Esperanza no vives!

¡Es el Amor el que hace
que en sus Palabras confíes!

Y ya vives Esperanza,
notándote que recibes.

¡Cuánto encargaba el Maestro estas Palabras!:

“Pensad, que aunque luego no Me veáis, Yo sigo como antes de bajar a la Tierra”.

Con vosotros, pero en Espíritu.

Pensad, que todo lo que dijo mi Padre, se ha cumplido, cuando veáis matar mi Carne.

Pero el que tenga Fe en mis Palabras, dirá cuando Yo falte y vea mi fosa vacía:

¡Yo sabía que se llevaba el Cuerpo, porque mi Fe yo vivía!


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Teología en olvido

En Sueño Profético hablaban de Dios y del hombre, de las dos vidas del hombre. De una, cómo la cuidaba; y de la otra, cómo la abandonaba. Y siempre culpando a Dios de las contrariedades que en ese mundo le llegaban y que el hombre las hacía mayores por estar lejos de Dios. Decían:

Sufrimiento con Dios,
es herida grande con bálsamo.

Herida chica sin Dios,
termina en el pecado.

Si tú te acercas a Él,
ya te irán premios llegando.

Porque Dios no le da premio
al que de Él vive apartado.

Ni tampoco le da Mando
al que sabe que protesta
en vez de reverenciarlo.

Dios coge para servirle
en sus servicios mandados,
al que sabe que contenta
y nunca le ve fracaso
al Mando que Dios le diera.

A éstos son a los que les llaman
Elegidos en la Tierra.
Que debería cambiarse el número,
y que los Elegidos fueran
los que Dios no elige;
y los demás, todos Elegidos.

Y ya no sería ese nombre.
Se diría: “Sí, esos pocos
son los malditos,
los enemigos de Dios”.

Dijo Tomás de Aquino:

Al hombre tienes que ir implorándole para que oiga estos Escritos. Y son ellos, teólogos y seglares, los que tendrían que estar en oración para ser recibidos por el que Dios le da sus Palabras para la Salvación del espíritu.

Estos Escritos dictados Aquí con el Mando de Dios, son máxima Teología, minas Divinas que salen de cada Tema, fuentes milagrosas que debes aprovechar hasta la última gota. Que es gran pérdida el tener esto apartado de la Iglesia.

Si el seglar lo rechaza, debe seguirlo la Iglesia. Y ya el seglar irá detrás para el bien de su espíritu y el deber de su conciencia.

¡Teología en olvido por tanto querer a la Tierra!

Desperté, oí:

Si esta Teología fuera pagada a su precio,
muy pocos la comprarían,
porque no habría dinero.

¿Qué dirán los que pusieron su “no”
a esta Llamada del Cielo?

¡Hombres que Dios los deja
que negocien con su Nombre,
sin temerle al momento de la muerte!

¡Hombres que dicen “Dios dijo”,
y el “Diciendo” no lo creen!

Para saber la Verdad,
haz memoria de los años
que empezó este “Diciendo”
y aún diciendo está.

Porque Dios no tiene tiempos,
ni hombres que a Él le puedan mandar.

Coge esta Teología
como algo que te lleva
a la Gloria Celestial.

Que Dios ya te ha dado premio
por conocer el Lugar
que te habla de la Vida
donde no existe materia
ni tampoco Libertad.

No desmientas lo que Dios dijo,
y publica lo que hoy diciendo está.

Pues, teólogo sin Dios,
es cizaña que siempre envenenará.

TOMÁS DE AQUINO


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - C4

martes, 16 de diciembre de 2014

Los dos Mundos

En Sueño Profético decían:

El hombre tiene abandonado el espíritu porque no cree que es inmortal. El hombre busca todo para el cuerpo con dinero y con trabajo, y desprecia todo lo del espíritu que es gratis y con descanso. El hombre vive una vida de lucha para dejar todo enterrado, porque una vez que el espíritu abandona al cuerpo ya deja a todo enterrado. ¿Qué más da que al cuerpo lo cubra la tierra, y lo que tú tanto valor le has dado quede encima de la tierra por otro ya manejado, porque a la Gloria no llega?

A la Gloria llega tu espíritu con deseos de haber metido en la Gloria a más de los que metiste cuando tuviste materia. A la Gloria llega el espíritu acompañándolo la obediencia. A la Gloria llega la vida de la que tú no eres dueño, que tampoco eras dueño de lo que tenías en la Tierra.

El hombre se da valor porque en el final no piensa.

Desperté, oí:

Si el hombre pensara en los dos Mundos todo lo haría mejor hecho.

Si el hombre pensara en los dos Mundos tenía que ser hombre bueno.

Si el hombre hiciera números poniendo el bien o el mal que había hecho seguro que la cuenta del bien quedaría a cero.

Toda la lucha del hombre es para tener y ser ahí dueño.

Que si esta lucha la tuvieran para saber de este Cielo pocos perderían la Gloria.

El hombre va a la montaña para las cosas materiales, sin verle ningún trabajo.

Y desprecia las de Dios que va encontrando en el llano.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 15 de diciembre de 2014

Ana cuídate

En Sueño Profético decían estas palabras:

Si el que está al lado de este Elegido pensara los sufrimientos que le llegan al Elegido más vería que Esto de la Tierra no es. En la Tierra buscan alegrías con dinero y con trabajo, y las alegrías del Cielo son con Mando de Dios. Que algunos intentan quitarlas y poner sufrimientos, que esto no está oculto por el daño tan grande que han hecho y siguen haciendo.

Si aquí dijeran: “Yo ya siento este Mando, que no es para negarlo, que es para aceptarlo”, formarían un grande escándalo por sitios cercanos y lejanos sin poder poner silencio.

En el Camino del Cielo para llegar a la Gloria tienes que decir:

     - Señor, dame Luz que yo quiero hacer lo que Tú le mandes al Elegido para no perder la Gloria.

Estas palabras eran repetidas saliendo del sufrir que este Elegido tenía. Que este sufrir le llega cuando las palabras que dice no las aceptan, y no puede obligar porque Dios no obliga, Dios permite. Como Dios Padre a Él la muerte le permitió y después vieron su Resurrección. Pues piensa que esto es Mando de Dios Hijo.

Desperté, oí:

Oculta los sufrimientos y que las alegrías, cada día, sean más publicadas nombrando a Dios Hijo, a Dios Padre y también a la Madre Virgen del Hijo de Dios.

Estando escribiendo las palabras que Dios decía me dolía un poco el brazo, y dijo una voz: “No escribas todo lo que oyes, que estas palabras cuando estés en el cuerpo Dios te las pone en el pensamiento”.

Los que están aquí unidos ya te darán alegrías.

Todos los que están juntos en larga distancia están pensando para traer lo que no se esperaba.

La carne que Dios me unió estaba en su despacho como cuando copiaba los Mensajes. Tenía una voz triste y dijo:

     - Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo le hace falta a tu espíritu.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 14 de diciembre de 2014

Aquéllos matan su Carne, y éstos matan sus Palabras

En Sueño Profético vi varias escenas de Dios cuando vivió de Hombre, y sin explicármelas, las comprendía. Luego, cuado ya terminé de ver, dijeron:

El espíritu vive y ve todo lo representado sin que le hagan Visión. Pero al llegar al cuerpo, no puede comunicar por estar los otros espíritus con materia.

Aquí en Gloria, es Sentir, y el Sentir da las formas de la Visión y el colorido. Aquí no se oyen palabras, por ser todo Poder de Dios.

Este arrobo ha presentado varias escenas que el hombre hizo a la misma Carne de Dios; ha presentado a Dios con Materia, que todo ha sido Dios.

Sigue el espíritu que va a comunicar a la materia:

Vi a mucha gente de espaldas, y uno dijo –también sin palabras–:

   –Delante va el Hijo del Hombre –éste mismo hablaba con otros y nombraba al gobernador.

Vi a unas mujeres sentadas, que las caras las tapaban sus pañuelos enjugándose su llanto, y sentí decir:

   –Es la Madre y familia de María; la Madre del mismo Dios, que por ser la Madre guarda la Virginidad que Dios tiene publicada, para más testimonio de que es Dios.

Vi una tormenta muy grande, y sentí sin Palabras:

   –Ya está en el Padre.

Otra escena rápida se puso de gente contenta, y otra vez sin Palabras sentía Palabras y hablaban del Sepulcro, de que hubieran robado el Cuerpo del que ellos mismos le habían echado grandes piedras, con gran alegría y grande miedo, cuando pensaban: “¿por qué hacer eso?”.

Desperté, oí:

Da grande alegría este arrobo al saber que Dios está Vivo.

Y da pena que el hombre Lo quiera más, Muerto.

De que su recuerdo haga, y no piense en un contento: “Yo sé que Dios el sufrir se lo manda al que no ama”.

Pero mi contento es poder mirar a la cara a todo el que es de Dios.

A todo el que Dios manda para que enseñe del Cielo, con Visión o con Palabras.

Todavía hay quien manda Crucifixión a Dios Vivo, con pecados y con palabras.

Aquéllos matan su Carne, y éstos matan sus Palabras.

No hagas nada mal hecho que en contra de este Dios vaya, que puedes matar de hechos y también con tus palabras.

Gran Dictado da el Cielo, para que el hombre recuerde y nada haga mal hecho.

Ama como las mujeres que sus caras se tapaban para recoger el llanto.

Y sus sollozos paraban la salida de su llanto.

De llanto sólo al pensar: “¿por qué quisieron matarlo?”.


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Libro 1 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C1

sábado, 13 de diciembre de 2014

Mi llanto y mis noches

En Sueño Profético decían:

Si no hubiera noche, no habría oración, no habría arrepentimiento y no habría Perdón de Dios. Habría el perdón del hombre, que es el material, pero el del espíritu, tan sólo lo puede dar Dios.

Dijo uno:

Pocos días haces, de día, recuento de tus faltas y pecados. Es la noche la que te entristece y te recuerda el mal que ha Dios Le has mandado. Es la noche la que te frena, cuando tú quieres ser perdonado. Es la noche la que te dice: “Puede que el día no veas, y en la forma de vida, de esta vida que llevas, no puedes tener Perdón”.

Yo, fue mi mayor compañero, mi llanto y mis noches, porque el llanto en el día, se esconde, y en vez de pedir Perdón, el mal te hace fuerte y escondes llanto, y Perdón no oyes.

Yo lloré mucho en el día, pero no era llanto que se extrañaran los hombres, era llanto preparado para llorar de noche.

Las noches son las que son, para que hagas recuento de la vida que pasó. Pero también son cobijo del gran pecador que la oscuridad y el silencio lo van tapando en momentos, en momentos que él se aparta de la Gloria de este Cielo. Que si bien piensas y piensas, no es la noche la que lleva a que tú vivas pecado. Eres tú, que la buscaste sin pensar que noche es Dios, que la deja para el descanso, para que hagas oración, para que pienses en el pasado.

Desperté, oí:

Si mi nombre no lo diera,
al terminar el Dictado
todos sabrían quien soy,
porque nunca me tapé
cuando me vi perdonado.

Hoy ha sido de las noches,
por arrobo así pasado.

No es la noche la culpable
de que el hombre sea malo.

Es el hombre, que no coge
todo lo que hizo Dios
para vivir alabando.

No hay pecador que llore,
odiando pecado en llanto,
y no note el Perdón,
si en llanto a Dios llamó.

Porque Dios ama a los justos
y espera al pecador.

Eres tú el que ofendes a la noche
si no haces oración.

Bien, si la haces de alabanza
o pidiendo tu Perdón.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C1

viernes, 12 de diciembre de 2014

Paz y guerra

En Sueño Profético decían:

Si la Paz vives sin Dios, quítale el nombre de Paz y ponle el nombre de guerra. Porque la palabra Paz es Amor a Dios y Obediencia.

Que el Amor obliga a la Obediencia, y ésta ya pone Paz.

Dijo uno:

Dios Hombre formó más guerra que Paz, por haber más que no Lo amaban.

Donde hablaba el que Lo amaba, formaba la guerra.

Si el que Lo oye ama, le crece la Paz y el deseo le entra de saber más y amar más.

Es enano y gigante, si te pones a pensar, querer comparar iguales.

Pues más tiene que pensar que Dios Hombre formara guerra. Todo por quererles dar a los hombres entrada en su Gloria; por quererlos enseñar a que se amen como Él ama, para no darles vida a las guerras; para que el hombre no muera por el hambre y la miseria; que si la muerte le llega, sea por vejez o Llamada cuando tuvo carne enferma y en la Tierra no curaban, porque se cumplió su tiempo.

A todo esto baja Dios a la Tierra, a que el hombre viva esa vida como grano que siembras, que cuando salga la espiga, ya se acabó la cosecha; a que huya del pecado y que la tentación la venza; a que perdones para que seas perdonado.

A esto bajó Dios a la Tierra, no a que Lo clavaran, como hay quien esto enseña.

Desperté, oí:

Paz sin Dios:
Aquí no esperes Gloria.

Dios, Hombre y Amor,
es Camino de la Gloria.

¡Qué cierto
que la falta de Amor a Dios
te hace pensar que Dios bajó
a que el hombre Lo clavara!

Ahora piensa: si es Dios
grande en Poder y Amor,
más grande es en Amor;
baja más a dar su Amor,
que su Cuerpo
para que sea clavado.

El dar su Cuerpo
podría evitarlo.

El Amor al hombre
lo lleva al Calvario.

¡Enseña que bajó a amar
y a enseñar a cómo amarse!


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C5

jueves, 11 de diciembre de 2014

“¿Qué merezco yo?”

En Sueño Profético decían:

El hombre culpa al Mundo de su inquietud y su descontento, y el Mundo llora, que es Dios, de ver al hombre sin ocuparse del Cielo, sin ocuparse del día que ahí se dejen el cuerpo, sin ocuparse de aquel que vive en el sufrimiento por tener su carne enferma y faltarle el consuelo de alguien que se le ofrezca aunque no le dé dinero. Esto no lo piensa el hombre que vive su descontento.

Dijo uno:

Mucho repetía mi padre esta frase, y hacía de freno al que la oía: “Si el hombre pensara que el mundo tiene Dueño, y según tú trates las cosas de este mundo, así luego te premiará su Dueño…”

Y seguía con estas razones:

El hombre que más ofende a Dios es el que nunca ha pensado: “Bueno, ¿qué merezco yo cuando me acuesto de noche: ver amanecer el día, que aún día no ha llegado?, ¿y que la tierra la labren hombres de Dios que adoraron al Dueño del Sol y la Tierra, que para mí van trabajando detrás de dos fuertes mulos y gracias a Dios van dando? Porque luego, este Dueño, agua mandará a sus campos; y otros brazos que Lo amen, el trigo irán sembrando, y luego harán el pan otros, contentos y cantando en la boca de aquel horno, en invierno y en verano. Luego pasa el vendedor por las calles pregonando con alegría de Dios. Uno, lo pide más crudo; otro, dorado lo pidió, y el vendedor va pensando que el agrado es de Dios”.

Desperté, oí:

Cierto es que no se piensa
(digo el que a Dios no ama)
antes de ofender al mundo:
“yo merezco”, y citar
según tu comportamiento.

¡Qué hombres citan en Gloria,
amando al Dueño
de lo que el hombre desprecia!

No es el mundo
el que hace al hombre
que viva con desosiego.

Es el hombre, que convierte
el bienestar en Infierno.

Hasta que el hombre no ame,
no puede ponerle precio
a todo lo que es de Dios
en la Tierra y en el Cielo.

Si el manejo de ese mundo
fuera hecho por los hombres
amando a Dios,
sería Paz y luego Gloria,
que es Mandato de Dios.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - Preámbulo

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Versiones de este Mundo

En Sueño Profético decían:

El hombre habla de otra Vida
sin preocuparse de ella.

El hombre habla de otra Vida,
y a más listo se crea,
más torpe da las respuestas.

Esto no es en hombres del campo,
esto es en hombres de carrera.

Empiezan con sus medidas
y esas palabras que emplean,
que tienes que ser universitario
para que algunas entiendas.
Pero después de entenderlas,
no son de Aquí, de este Mundo,
donde no existe materia.

Estos hombres creadores,
que su táctica es hacer
una doctrina nueva,
tienen al joven desquiciado, alborotado,
y a Dios nunca se Lo nombran.

Dijo uno:

Por eso hay tantas versiones de este Mundo,
cada una a su manera,
pero sí lejos del vivir de esta Existencia.

En cambio, a los hombre rudos,
que hablan con la Naturaleza,
les oyes palabras de tal talla,
que a tu espíritu se entran.

Porque el espíritu entiende
palabras sencillas:
Amor a Dios grande.

Sin Amor, palabras cultas
no pasan al espíritu,
estas palabras quedan en la carne.

Las Palabras que llegan al espíritu,
son las de Dios, intocables,
las que dijo Dios Hijo
y antes dijo Dios Padre.

Y ahora, en todo lo que dictan,
son Palabras iguales.

Desperté, oí:

De este Mundo sin materia
es catedrático
el que Dios ha traído.

No importa que curse estudios
o que firme con el dedo.

Pero que tenga seguro
que si el espíritu solo
en la Gloria no ha vivido
cuando ahí estuvo con cuerpo,
que se tenga por alumno
ante un Escrito como éstos.

No puede dar explicación
de este Mudo que hizo a ése,
uno que cambie y no acepte
que Dios a nadie se haga
visible con su Presencia.

Por eso repiten en Gloria
que al joven lo desconciertan.

Es la vanidad del hombre,
que no acepta
que Dios mande sus Palabras
al Lugar que Él quiera.

Sin pensar que la Gloria
es para el espíritu,
no para la materia.

Dios Hombre tuvo de Discípulos
a hombres rudos y a hombres de carrera.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C1

martes, 9 de diciembre de 2014

Mando de Dios y “Dios diciendo”

En Sueño Profético se oía:

“El que cree que Yo hablo en ti, no muere, no enferma, y si está enfermo, se sana”.

“El que cree que Yo hablo en ti, deja el pecado, y te busca para oír mi Palabra”.

“El que sabe que soy Dios, será el que más obedezca, sin sacrificio, sin dudas y alabando a mi Gloria”.

“El que más crea en mi Poder, más buscará mis Palabras y menos se cansará de hacer el bien”.

“Estas mismas Palabras dejé en la Tierra, donde tiene que quedar la carne, que ésta queda en polvo, cumpliendo el Mando de mi Padre, que antes de bajar en Mí dijo a los Profetas. Luego, Yo, Dios Hijo, cuando Me ven de Hombre, repito lo que me oyeron los Profetas”.


Desperté, oí:

Todos los Sueños Proféticos
son Mando de Dios
y “Dios diciendo”.

Aquí el Mando
queda en quietud.

Y el “diciendo” no se oye
porque Dios pone la Voz
al “diciendo” que da el hombre.

Este Mensaje da vida
al que la vida no tiene.

Y hace buenos a los hombres
que a Dios en olvido tienen.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C3

lunes, 8 de diciembre de 2014

Profesor de profesores

En Sueño Profético decían:

No dudes del que le veas acción y palabras, cumpliendo el Evangelio. No dudes cuando te diga: “Dios me enseña en Sueños y allí vivo normal, donde no hace falta el cuerpo. Y me enseñan espíritus que cuando tuvieron cuerpo fueron seres conocidos en la rama que el saber tenían de lo que aprendieron”.

Si éstos –los que ahí enterraron su cuerpo– fueron hombres fieles a los Mandamientos de Dios y jamás cambiaron acción ni palabra, estos hombres siguen enseñando en la Gloria de Dios con el Mando del Dueño de este Mundo invisible para los ojos de la carne.

Dijo uno:

Por eso, el que Dios trae para que luego ahí cuente y presente Escritos que Dios manda para Enseñanza y para que compruebe el hombre, es de una Sabiduría Divina y arrolladora; la que el hombre quisiera hacer igual a la que Dios dicta.

Estas personas oyen el Evangelio con calor. Pero escuchar defendiendo o comparando ejemplos, los alborota, porque la Enseñanza de ellos es del mismo Dios. Bien el Eco de Dios, o el Mando de Dios en espíritus que están adorando su Infinita Sabiduría.

Esto, monjes y teólogos, si llevan Amor por dentro y por fuera, lo hacen respetar con la vestidura, como hace el militar. Cundirían estos Mensajes por ser un Mandar de Dios y un bien a la Humanidad. Sus Palabras y acción repartirían, que esto es ser Representante de Dios.

Desperté, oí:

¡Cómo le van a hablar del Cielo,
por muy teólogos que sean,
al que Dios trae a diario,
ampliando su Evangelio?

Que esta materia
no sabe de las estrellas,
ni te sabe responder
lo que se llama planeta.

Ni los mares le nombres
del sitio donde hay tierra.
Ni sabe los ríos dónde desembocan
para vivir en los mares.

Que esto lo sabe un niño,
que le enseñan los mayores.

Pues este Instrumento,
sin saber nada de esto,
es profesor de profesores en Teología.

Esto no es dicho por el Instrumento,
esto es Dios el que lo dicta.

No hay disculpa para Dios,
el Representante que sepa
de estos Escritos
y no les dé publicación.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - C5

domingo, 7 de diciembre de 2014

No abandones la fragua

En Sueño Profético decían:

El seguir a Dios será fácil para el que Lo ame, pero difícil le será enseñar a que otro lo siga por el camino que él va.

Por eso los que Dios elige para enseñar, al que aprender quiera, les da Dios saber que domina al saber de la Tierra. Les da fragua y martillo invisible para el hombre, que delante tiene la fragua y por mucho que golpea no puede oír los golpes que va moldeando el hierro, que a veces siendo la misma pletina hace el pliegue con la mitad de golpes y la mitad de tintineo. Esto depende no de los golpes, depende de Dios del Cielo.

Tú no abandones la fragua, que Dios te manda los hierros y Él verá los martillazos justos para cada hierro. Pero quien tiene esta fragua siempre con su mismo esfuerzo, siempre queriendo que Dios le mande doblar los hierros (que los dobla el Amor que hace fuego y tintineo), éstos son los que a Dios sirven en la Tierra y en el Cielo.

Desperté, oí:

Dios para elegirte, para que enseñes de este Reino, tienes que dar martillazos sin coraje y con contento.

Y tienes que no pensar en la dureza del hierro.

Dios te hace la Enseñanza con fragua o espuma.

Que, a veces, la espuma es hierro y el hierro lo hace espuma.

El hombre se pone venda con su gran sabiduría y ve que el hierro es hierro y que la pompa es espuma.

Éstos no son Elegidos, porque de Dios desconfían.

Y nunca echarían red cuando pesca no vieran.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

sábado, 6 de diciembre de 2014

Poner el punto en la “i”

En Sueño Profético decían:

Esto no son alabanzas, esto es poner los puntos a las íes:

¿Quién tiene pena por dentro
y alegría va a repartir?

¿Quién lleva su cruz con peso,
y olvidándose de sí,
busca al que otra cruz tiene,
para quitarle el sufrir,
sufrir que allí sí quita,
porque depende de ir
con consuelo y con salario
y ropas para vestir?

Todo esto tienes que hacerlo
sin contento y con sufrir,
pensando que Dios lo quiere
y tú debes de cumplir.

Pero que levante el dedo
el que cumpla este cumplir,
sin tener quien se lo obligue.

Difícil será el vivir
sin día “pa” tu descanso,
y sin noches “pa” dormir.

Esto no son alabanzas,
esto es poner el punto a la “i”.

Descanso no hay de día,
por no deberte tú a ti,
y dormir duermes despierta,
pensando: “Tengo que ir
porque me he dejado a medias
donde ayer no pude ir”.

Esto no son alabanzas,
es poner el punto a la “i”.

Dios hace a  veces las cosas,
no “pa” mí y sí “pa” ti.

Estudiando todo esto,
se aplaca el discutir,
y si ya discute alguno,
no ama al Dios de Aquí.

Desperté, oí:

Como sólo hay un Dios
y este Dios habita Aquí,
si tú no amas a Éste,
dime a quién amas ahí.

Este Dios deja con Sello
el Lugar que habla en él.
Este Dios le da unas fuerzas
sin poderlas contener.

Por eso él va caminando
donde las fuerzas poner,
y ya que las va dejando,
el sufrimiento se ve,
en las fuerzas que ha dejado
en sitio que tú no ves.

Estudia este Mensaje
para poder comprender,
que aquel que sufre por dentro,
si Dios no hablara en él,
no repartiría fuerzas,
porque faltaban en él.

Esto no son alabanzas,
otra vez escribo aquí,
esto es y se ve claro,
poner el punto en la “i”.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C3

viernes, 5 de diciembre de 2014

Saber de Gloria y espíritu

En Sueño Profético decían:

Vamos a comparar saber de Gloria y espíritu, por libros o enseñado Aquí en Gloria. Hacían muchas preguntas y se oían contestaciones. Decían:

Todas las preguntas que se han hecho han sido contestadas por estudios de libros que el hombre tiene hechos –textos y palabras de otros Elegidos, y mitad del hombre–. Preguntaban sobre el sentir del espíritu sin materia. Preguntaban sobre ver, tocar y pisar, sin saber cómo explicar lo que ves, que Allí no hay nada.

Tocar: cómo llegas al objeto que estás viendo, y cuando llegas al objeto con el que Dios quiere dar la Enseñanza, dan las manos en un vacío, sin estar ya allí lo que ves, porque estás viendo que a veces juntas las manos –que también ves– y allí no hay manos.

Preguntaban sobre el sentir de los pies, de ir andando por un hermoso camino, donde a veces van caminando todos los que Dios reviste de materia para irte a ti enseñando.

Preguntaban sobre cómo ver un cuerpo sin pies, andando.

Preguntaban qué escribiría de respuesta uno al que le preguntaran que estando aún con materia, Dios, antes de un sí, arrebatara su espíritu, y sintiera, viera y oyera tan sólo lo que en Gloria le dijeran.

Hay veces de estar aún el espíritu en lucha de Cielo o Tierra, y oír lo de la Tierra sin poder dejar el sentir de Aquí del Cielo, y dejar muerta la carne.

Al oír estas preguntas, ya no se oían respuestas, y decían:

Estos son comparaciones de espíritus que Dios enseña, o del aprender del hombre.

Dijo uno:

Para el hombre presentarse en Teología, tiene que llevar libros, apuntes y años de estudio, y sus estudios son la mitad dichos Aquí, mitad que dice el hombre. El que Aquí Dios trae, se presentaría con su Amor, con el Mando de Dios y con su inteligencia, que Dios se la daría, que esta inteligencia se la da el vivir en Gloria y el explicar de este vivir. Ésta es cátedra de adoración a Dios y de que el libro cierre el hombre.

Desperté, oí:

Si este examen se hiciera con hombres que a Dios amaran, sencilla sería la respuesta.

No hay quien dé sentir de Gloria por bien que palabra aprenda.

Si el dolor fuera fingido por quien dolor no tuviera, pronto lo desmentirían los gestos.

No hay cojo que vaya cojo, por bien que imite cojera, porque sin querer dejar, se olvida de la cojera.

Todo lo que es fingido, en fingido luego queda.

Todo lo que sientes en Gloria, no lo dice el que no lo sienta.

Aquel que hable de Aquí, que hable porque otro cuenta.

Y al que Dios traiga y enseñe, ya los títulos le sobran.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C4

jueves, 4 de diciembre de 2014

Libro blanco

En Sueño Profético decían:

El hombre tendría que tener un libro blanco, y día por día ir apuntando alabanzas a Dios y ofensas a Dios. Al terminar el libro, ya sabría el hombre cuál sería su sitio, llegando a este sitio contento, puesto que había sido elegido por él. Este libro sería su entrega cuando fuera entregada la materia. Y así es, pero sin tú hacer el apunte. Apunte que tú no haces, para parecer que tú amas a Dios. Yo escribía a diario, y no un sólo libro llené, pero siempre que escribía, era para reverenciar a Él. Ofensas, yo no podía escribir en papel, porque antes de pensarlas, pensamientos que no eran de Él, inclinaba la rodillas y me postraba a sus Pies. Y allí ya no tenía prisa, para retirarme de Él, hasta que quedaba en éxtasis y sólo veía a Él. Y ya, tenía yo para escribir folios y folios de papel. Ya no sólo escribía lo que veía, sino lo que sentía de Él, y Le pedía Palabras que yo pudiera escribir y la gente entender.

Desperté, oí:

Si la gente no me entendía,
era porque no quería.

Yo bien claro que les hablaba,
no sólo dentro del convento,
iba a campo atraviesa,
y pasaba por sitio desiertos.

¡Si a mí me veían hablarle
al rico y al pordiosero,
lo mismo joven que anciano,
monje o rey con su séquito!

Aquí no era hablar mal de mí,
aquí era a Dios desprecio.

Desprecio al Dios de todos,
desprecio al Dios del Cielo.

Desprecio del que no ama,
y vive, vive sin verlo,
que yo diría no vivo,
que yo diría estoy muerto.

Porque yo, al que no ama,
ya lo cuento con los muertos.

El espíritu no muere
cuando en la Gloria quiere entrar.

Pero si Gloria no quiere,
para esta Gloria, muerto está.

El que ama, nunca muere
para esta Eternidad.

Dios siempre te tiene vivo,
aunque te quieran matar.

¡Ay Dios, que siempre pequé,
por haber querido más!

Y me sentía celosa
de alguien que diera más.

Que yo te daba mi Amor,
mi vida y mi Libertad.

Pero sentía los celos
de que alguien te diera más.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Alfarero de Dios

En Sueño Profético decían:

El alfarero es la profesión que pone más paz, más amor y más paciencia a su trabajo. El alfarero, pocos no llevan dentro de ellos algo que a Dios mande Glorias.

Terminaron estas palabras y se vio un hombre que, en un sitio como una mesa alargada –pero que no era mesa–, daba forma a unos cacharros, sin dibujo que le guiara las manos a las formas que él quería que presentara el cacharro.

El horno estaba fuera de donde él hacía el trabajo, porque el horno sólo hacía cocer barro.

Siguió la misma voz diciendo:

Yo me venía –en mis ratos sin trabajo– aquí, a buscar la Paz viendo trabajar al alfarero.

Me hacía dar unos pasos para quitarme del cuerpo aquello que él no tenía, que era alboroto por dentro.

Este hombre –y otra vez se vieron sus manos, y cacharros por el suelo que no tenía ladrillos, que era terrizo, que sólo podías barrerlo–, él decía:

“Es Amor a Dios lo que necesita el barro. Y ya del barro, al Mando de Dios, mis manos hacen cacharros. Si el barro tratas sin Amor, salen feos los cacharros y se quedan en el suelo cuando llegan al mercado”.

Es Dios el que lo hace todo, lo fácil y lo difícil, y no le da importancia.

Desperté, oí:

Este alfarero de Dios,
como el pueblo lo llamaba,
mientras moldeaba el barro,
de Dios siempre te hablaba:

“¿Qué será más difícil:
que yo haga el cacharro,
o que veas caer la lluvia
que hacía arriba se han llevado?”.

“El hombre dice las nubes.
Yo digo: “es de Dios Mando”.

“¿Qué es la nube
para que suba el agua
y luego caiga la gota,
cada una,
en el sitio que la aguardan?”.

“¿Tú has visto
llover en el suelo seco,
en el empiezo de la lluvia,
un dibujo tan perfecto?”.

“Podría caer la lluvia
como cántaro que rompes,
y esto sería bien poco
para lo que la lluvia recoge”.

Piensa en este alfarero,
y todo lo que tú hagas
ya ves que viene del Cielo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C4

martes, 2 de diciembre de 2014

Agua y granizos

En Sueño Profético decían:

Si el hombre estuviera pendiente del Lenguaje de Dios, vería a Dios hablando en muchas cosas. Lo vería hablándole a otro y contestándole a él, contestándole cuando él Lo llamara con Amor. Cuando llamara con desafío, no oiría contestación. Éstos son los hombres que dicen que no hay Dios.

Dijo uno:

Voy a contar lo que yo presencié un día con el dueño de la tierra que había tan junta a la mía, que creían que era del mismo dueño:

Este hombre, siempre que miraba al cielo era para ofender a Dios, y seguía ofendiéndolo porque Dios no le contestaba a lo que él le hablaba. Un día, a las tres de la tarde, en el mes de junio, llegó al sitio que yo estaba, montado en un mulo, y como el mulo no hizo la parada justo donde él quería, miró al cielo y no dio tiempo a que abriera la boca, y empezó un fuerte aguacero con granizos del tamaño de garbanzos, pero esto sólo en el sitio donde él estaba. Yo estaba a un metro. Era agua menudilla, agua que, a bien decir, acariciaba. Siguió la tormenta, que fue contestación al desafío que a Dios le hacía siempre y que Dios no contestaba.

Desperté, oí:

Fue la nube aumentando,
tan sólo, en su terreno sembrado.

No pudo hacer la siega
del trigo que había sembrado.

Para donde él iba,
los granizos lo seguían.

En el agua menudilla,
el mulo y yo,
la Mano de Dios veías.

La linde de los terrenos sembrados,
las espigas lo decían.

Unas, esperaban siega;
otras, cosecha perdida.

Y él se quedó señalado
para el resto de su vida.

Nadie quería su amistad,
porque en pecado vivía.

Dios lo tenía apartado,
y él contestación quería.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C3

lunes, 1 de diciembre de 2014

La muerte y la vida

En Sueño Profético decían:

La muerte y la vida son dos compañeras que siempre están juntas. Con la gran diferencia de que la vida es la que exige y, a cambio, nada te entrega. Porque la vida es egoísta y te quita de que pienses en la muerte, que es la que te puede dar una Vida Eterna. Que ésta no te exige nada, te enseña a que a Dios quieras, porque tú final será decirle adiós a la vida, a la vida de materia.

La muerte y la vida
son dos compañeras.
Una es bien tratada,
y antes de que se queje,
ya acudes a ella.

A la muerte no oyes
consejo que diera,
que todo es por tu bien,
para cuando mueras.

Que este momento
ya lo sabe ella,
y tú la maltratas
y de Dios no te acuerdas,
sabiendo que Dios
quiere que recuerdes
que hay otra Vida
después de que mueras.

En cambio en la vida,
que tanto te exige,
todo es para la Tierra.
Nada llega Aquí.

Desperté, oí:

Era muerte que queda en muerte
y Muerte de Vida Eterna,
el diálogo de Gloria
para que el espíritu aprendiera.

La vida y la muerte
son dos grandes compañeras.

Si tu vida ahí es con Dios,
la muerte, con Dios te lleva.

Si tu vida fue
al servicio de la Tierra
y a los cuatro garabatos que distraen
y que de Dios te alejan,
la muerte Aquí, a Gloria, no te trae.

Siendo la misma vida
y la misma muerte,
no está igual vivida.

Vida con Dios.
Vida lejos de Dios.

Pues igual,
siendo muerte para todos,
a unos los lleva
la muerte a Vida Eterna.
Y otros, muertos
para Dios quedan.

Por eso es responsable
el que de Dios no enseña.

Luego, una vez enseñado,
que coja la Libertad
y ya le mandará a la muerte.

Por su vida de oración
o por su vida de pecado.

Pero tienen que enseñar
que Dios existe
para el bueno y para el malo.

El bueno, para que siga
haciendo el bien sin descanso.

Y el pecador, para que diga:
“Señor, ¿cómo irme de lo malo?”.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C5