viernes, 29 de abril de 2016

Tiempo y dinero

En Sueño Profético halaban de los Libros que en Gloria mandan dictar. Decían:

Si el hombre creyera en la Palabra que baja del Cielo, no demoraría el publicarla, ni por tiempo ni por dinero, una vez que las dos cosas son de Aquí.

El dinero ahí quedará para otro que llegue luego, que no sabes el empleo que le dará a lo que tú te creías dueño.

El tiempo, si lo pensaras, vivirías angustia de miedo cuando llegara la noche y pensaras en el día, diciendo: “¿Podré yo ver el día mañana?”. Este pensar es en la noche. Que al empezar tu faena, en el día, este pensar te espera: “¿Llegaré vivo a la noche?”.

¡Si haces bien, te da alegría!

Si sabes que tu tiempo y tu dinero no lo presentaste para cundir lo del Cielo, cuando tu carne se queje, ¿cómo pronunciar tus labios, por llegar antes a tu mente, el Nombre de Dios?

Dijo uno:

Seguro que antes de pedir la curación se adelanta en tu boca el Perdón:

“Perdón, que mi tiempo y mi dinero no los puse para cundir lo tuyo, Señor”.

Desperté, oí:

¡Cuánto tiempo y dinero
emplea el hombre
retirándose de Dios!

Era para que esperaran,
en la puerta de la calle,
lo que Dios, en la noche,
al día mandara.

Si el que puede publicar
se pusiera las manos en la frente
y los codos en la mesa,
sentiría sublevación
de su espíritu en conciencia.

Deberían hacerse cargo,
de todo lo que baja del Cielo,
hombres que fueran de Dios,
que tengan tiempo y dinero.  

Pero les falta el Amor
para obedecer al Cielo.

Dios no obliga,
pero te abre caminos
y aparta impedimentos. 

Muchos los quieren poner,
ocultándose o al descubierto.

Pero la Fuerza de Dios
presenta tiempo y dinero.

¡Todo verán publicado,
para vergüenza del hombre
y para honra del Cielo!

Tiempo y dinero
le guarda el hombre a Dios,
porque no piensa en el Cielo.

Ni tampoco en el Abismo –Infierno–,
nombre por Dios puesto.


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C7

miércoles, 27 de abril de 2016

La Obediencia del Maestro

En Sueño Profético hablaban de la alegría que da el espíritu cuando está en contacto con el Cielo, cuando todo lo espera de Él, y cuando todo lo da al Cielo. El espíritu que a Dios Le pide y de Dios todo acepta, tiene alegrías hasta en las contrariedades, porque pronto las olvida para seguir pidiendo al que todo lo confía.

Dijo uno:

Cuentan Aquí, en Gloria, que yendo un día tres de los Discípulos con caras contentas y el habla con alegría, se acercaron dos que su vivir daba envidia al que poco practicaba las Palabras que ellos llevaban mandadas por su Maestro. Ya se atrevió uno a decirles:

   –Hemos observado varios días, que siempre vais contentos. ¿Es que siempre es el Mando del agrado de vosotros, o es que ya Él se encarga de que no os falte contento?

Uno de los tres contesta, y dos aceptan por dentro:

   –Es que nuestro contento es del cumplir que Le hacemos al Maestro. Pero hay días que llevamos grande sufrir de ver los que no Le cumplen, o de referir los que no Le cumplieron. Y ya, cuando nos cansa la carne, es cuando vemos desprecio, aunque Él no esté delante. Pero Él todo está viéndolo. Pero llamamos al Padre o miramos al Cielo, y algo nos sale del cuerpo, que nos ponemos contentos, porque el Espíritu de Dios nos borra los sufrimientos. Cuando tenemos días tristes, hablamos de lo que Él nos ha ofrecido cuando vuelva Allá, a su Reino, y ya quitamos sufrir, y nos verán llorar, pero con alegría del Cielo.

Desperté, oí:

Cinco siguieron andando,
en vez de tres como iban.

Estos dos hombres tenían
de todo, de sobra,
pero la Paz no tenían.

Muchos, a ellos envidiaban,
y ellos muerte pedían.

Oyeron a los Discípulos,
y a eso, vivir decían.

¡Qué Paz tenían
delante del sufrimiento,
que importancia no veías!

¡Qué acuerdo en las palabras,
obedeciendo al Maestro!

Era el espíritu que llamaba
y vivía para el Cielo.

Llamaba por el camino,
cuando iban sin Maestro.

Cuando volvían sin el Mando,
porque ya lo habían hecho,
ya se olvidaban del Padre
y adoraban al Maestro.

Estos dos ya no dejaron
el contacto del contento.

Les entregaron en su ayuda
lo que los tres no pidieron.

Pero ellos ya vivían
la Obediencia del Maestro.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C4

martes, 26 de abril de 2016

11º aniversario de Ana García de Cuenca

Hoy se cumple el 11º aniversario del fallecimiento de Ana García de Cuenca. Rogamos a Ana para que nos ayude e ilumine en nuestro caminar para que cada día se difundan más sus Mensajes.

Ana, los que hemos compartido tu amistad e intimidad no te olvidamos.

Estos Escritos, vividos y dictados por Dios

En Sueño Profético decía Catalina de Siena.

Ella publica. Si el hombre pone fronteras, ya Dios las quitará con su Palabra. Ella hará lo que Dios en ella haga. Ella es la que tiene que enfrentarse al hombre y repetir el Mensaje. Nadie podrá repetir como el que en él Dios habla. El hombre está en contra de la orden de Dios. Dios habla para el mundo, que el mundo es el hombre.

¿Cómo comprender el hombre que Dios hable para que el hombre administre a Dios?

¿Cómo comprender el hombre que otro explique mejor que el que el caso le ocurrió?

¡Hombres con falta de querer saber de Dios!

¡Hombres que si Dios fuera Hombre, el hombre acababa con Dios!

A esta Publicación, los grandes hombres de ciencia, le harán guardia, le harán reverencia, le harán confesión íntima, confesión secreta, confesión de arrepentimiento, por sentirse culpables de haber ido en contra de Dios.

¡Estos Escritos, vividos y dictados por Dios!

¡Esta Teología, sin poder imitarla el hombre!

¡Esta Gloria, que ve la suciedad del hombre!

¡Esta Gloria, que el hombre habla de ella sin querer oír al que el Mensaje lleva!

¡Esta Gloria no está contenta porque el hombre le pone pena!

Otra vez dijo con fuerza Catalina de Siena:

La dueña de los Mensajes es ella, que Dios se los hace sentir, ver, y los escribe dictados por espíritus de Dios, que si piensas en “espíritus de Dios”, dejas la Palabra “espíritu” y dices “Dios”.    

El hombre no puede amar si aparta la Comunicación de Dios. El hombre no puede ver el Sol si cierra ventanas y ojos a la vez. Y no puede decir: “¡Dios mío!, si era enseñanza al revés”. El hombre, lo que no quiere es que Dios volviera a la Tierra. Aquí puede ver el hombre a Dios cumpliendo lo que le dijo al hombre: “Y vendrá mi Espíritu”. Pues igual espera para juzgar a los vivos y a los muertos que muertos están ya.

Desperté, oí:
Es difícil comprender,
si el Amor a Dios
no te llega al tope.

Al tope, porque el Amor,
hay veces que el hombre esconde.

Pero el que esconde este Amor,
al encontrarlo, se pierde.

Estos muertos que ahí no ven,
son los que ponen la veda
para que quede Mensaje
como ropaje que entierras.

Hace falta no amar nada,
para creer que Dios hable
para enterrar su Palabra.

La Fuerza de Dios publica,
aunque los mares parara.


***

Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C10

lunes, 25 de abril de 2016

Amaros como os he amado Yo

En Sueño Profético decían:

El hombre ve que estos Dictados no son de la Tierra, pero no quiere que sean del Cielo. ¿Cuáles serán las razones? Pues en este Dictado va el hombre a saberlo.

Dijo una voz que retumbó la voz del eco:

El hombre al saber que la Existencia de Dios es cierta no quisiera saberlo, porque ya es enfrentarse con la Existencia de Dios cuando el hombre la pone delante en algunos momentos, como un Dios que ignora lo que el hombre está haciendo.

Estos Escritos, el que diga que son Verdad, cambia el rumbo del viento en su forma de vivir y en su forma de actuar. Tiene que odiar el pecado mucho antes de pecar, y si ya hubiera pecado, diciendo “Esto es Verdad” hizo el último pecado antes de decir Verdad. Porque el creer te exige al peligro no llegar, cumplir los Mandamientos sin llegarlos a reformar. Te exige a seguir con fuerza y no poderte callar a los hombres que no quisieran que Esto fuera Verdad. Te exige el gran respeto en el consejo que da la razón del Instrumento, que el color, medida y peso será para todo hombre igual, porque el Instrumento escribe lo que le mandan dictar, que tuvo Arrobo de espíritu y no puede recordar el recorrido que hizo el espíritu cuando Dios dio Libertad.

Desperté, oí:

Tienen que aceptar los hombres la Existencia de Dios en Espíritu y con Cuerpo.

Y tienen que decir Amen a la Voz del Instrumento.

Esto costaría trabajo si Dios no mediara en Esto.

Pero diciendo Dios:

     - Ven, entera al Mundo del secreto que el hombre quiere tener.

Que Dios vive y es presente tiene el hombre que saber.

Si no quiere él se aparta, y si quiere dice Amén.

El hombre no busca a Dios porque tiene que vivir los Mandamientos que dio.

Que el último está en olvido.

     - Amaros como os he amado Yo.


***

Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 24 de abril de 2016

El Poder que forma la Gloria

En Sueño Profético hablaban hombres de gran talento que hace siglos vivieron con materia. Éstos ocuparon grandes sitios y fueron por muchos admirados. Aprendieron muchos de ellos y hoy aprenden de aquellos.

Dijo uno:

Esto es pensar que el Mundo es siempre lo mismo: la tierra hay que sembrarla para que la vida viva, las ciencias hay que cuidarlas igual que la medicina y la Enseñanza del espíritu siempre ha de ser la misma, mientras no baje este Dios a la Tierra a cambiar su Doctrina. Pero eso no lo hace Dios por ser Palabras ya dichas, antes de bajar a la Tierra, en esencia y potestad Divina. Que antes de que bajara ya estaban aquí dichas y aceptadas por Dios Hijo. Y la muerte queda, cuando es sin remedio, al Mando que Dios da sin protesta porque cien años tardara o porque veinte tuviera.

Todo ha de seguir igual que cuando esos hombres vivieron e igual que cuando, antes que esos, otros con más talento vivieron, por que hicieron lo primero sin poder coger modelo.

Esto era el Mundo antes, lo mismo: Gloria, pecado y carne. Mundo que va dando vueltas y va cogiendo y dejando las penas, las alegrías, los triunfos, los fracasos. Pero el Mundo es el mismo, aunque el hombre quiera cambiarlo.

Desperté, oí:

Ya te dice este Dictado que pienses en otros hombres que antes que tú fueron sabios.

Que pienses en el vivir del espíritu y de la materia.

Si haces este pensar verás que la muerte llega sin que el adelanto la pueda parar.

Que Dios quite sus Palabras que fueron dichas en la Tierra no te esfuerces en pensarlo y haz las cosas bien hechas.

Que la Gloria tiene guardias y los pecados no entran, aunque los lleve uno de campo o un rey con su corona.

El que no deja que entren es el Poder que forma la Gloria.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

viernes, 22 de abril de 2016

Las puertas han abierto aunque las vean cerradas

En Sueño Profético decían:

Si Dios no fuera delante del que Dios manda, a éste le cortarían el paso. Si Dios no fuera delante todo quedaba en fracaso, por la maldad del hombre.

Dijo uno:

El hombre cuando se trata de Dios se prepara de palabras y de acción para impedir el paso que el Elegido lleva, sin pensar que Dios es Dios y le sobran las fronteras para dar Comunicación del Mando que el Elegido lleva. Si esto no fuera así no habría quien se moviera con el Mensaje de Dios.

¡Qué poco esperan los hombres esta Luna alta y clara que deslumbra al que la mira y que no pueden tocarla!

Gran desprecio dan al que Aquí tiene contacto, pero luego cambiaran desprecio por grandes llantos. Llamada por negación y perdón por insultarlo cuando nunca se creyeron que Esto sería escándalo.

Desperté, oí:

¡Qué cierto que a Dios lo busca el hombre más veces para Insultarlo cuando cree que aparece en alguien su Voz o su Mando!

Insulta desconfiando y cuando algo ve claro ya empieza a ponerle tapias.

Ya empiezan los “no” con fuerza, sin recordar Evangelio, que son sus Palabras.

Sin querer que sea vivo porque vivo no hace falta.

Aquí no han podido hacer lo que le han quedado en ganas.

Y las puertas han abierto aunque las vean cerradas.


***

Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 21 de abril de 2016

Lo de Dios tiene grande diferencia

En Sueño Profético decían:

Si buscas Amor de Dios, el Amor de Dios no te deja. Si quieres hacer el bien seguro que a Dios contentas. Si piensas en esta Vida esa poco te interesa, te interesa para ganar Ésta. El que a Dios no ama dice que le cuesta trabajo dejar los placeres que el pecado pone a cuestas.

Dijo uno:

Si el hombre anduviera pensando: “yo tengo que darle a Dios mis cuentas”, no ensuciaría la hoja con el mal que ahí hiciera. Son pocos los que toman esa vida pensando en Ésta. El que así lo piense, que viva seguro de que no peca. Todos los pecados son por olvidar esta Vida Eterna, por no decir: “Lo de Dios tiene grande diferencia”.

Llevan caminos diferentes el que vive amando a Dios y el que Lo desprecia. El que Lo desprecia tiene vida de agobio por el ansia de querer lo que otro cuerpo desprecia cuando ya se ve caído por al atracción de la Tierra. Que la Tierra te reclama que le dejes el cuerpo, en enfermedad o vejez, cuando se cumpla tu tiempo que ya trajiste al nacer. El que lleva el Camino de Dios desconoce el agobio y vive tranquilidad, y a todo le da reposo para que no falte la Paz.

Dijo otro:

La Paz es un personaje que no admite alboroto una vez que se presenta, porque Paz te dice Dios.

Desperté, oí:

Donde veas alboroto de espíritu piensa que de ahí Dios se aleja.

Donde busquen el Amor de Dios Él hará que vivan su Presencia.

El que tenga mucho apego a las cosas de la Tierra difícil tiene ganar el Cielo.

El que peque queriendo pecar hace doble pecado.

El que las cosas de la Tierra las abandona, por cumplir las del Cielo, es el que está seguro de que a Dios quiere Lo primero.

Teniendo este pensar Él te tiene en su recuerdo y cuando Le pidas Él te da.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 20 de abril de 2016

Todo es razón

En Sueño Profético hablaban de lo que es verdad y de lo que es mentira.

Dijo Teresa de Ávila:

No hay cosa que dé más fuerza
que defender la razón.

Ésta te hace hablar
con personas de gran talla,
porque Dios te manda las palabras,
que envueltas van con su Amor.

Yo nunca me sentí humillada
por la razón que el hombre me ponía.
Tuve entrevistas con grandes personajes
que querían que mis palabras yo desmintiera,
pero como mis palabras,
no las decía cualquiera.
Se veía que era Dios
el que me decía: “Teresa,
ya verá que Yo te hablo
el hombre que a Mí Me quiera;
ya verán en tu vivir,
mi Gloria dicha en la Tierra
”.

Todo esto yo lo oía
de rodillas en mi celda.

Unas veces me apenaba
sin poder quitarme pena,
y otras veces me sentía
de alegría como envuelta,
para poner la razón
de mis arrobos en la Tierra.

¿Quién podía desmentir
cuando yo ya estaba envuelta
en este Poder de Dios,
pero no poder de Tierra?

Desperté, oí:

Grande es la diferencia
del Poder que emplea Dios
cuando no es cosa de Tierra.

Cuando es cosa de Tierra,
Dios te deja tu vivir
como amo que no tenga.

Pero cuando Dios te lleva
a lo íntimo del Cielo,
ya no hablan tus palabras,
ya de ti no eres dueño.

Yo le pedía a este Dios
que lo vieran muchos hombres,
para que dieran razón.

¡Ay razón que yo llevaba
cuando el hombre desmentía!

¡Ay razón que no la tapan
por ser Él el que la guía!

Todo es razón que viene
envuelta en noche y día.

¡Ay razón que te desprecia
aquel que el Amor no siente!

¡Ay razón que yo quisiera
vivir razón hasta en muerte!

Si la muerte trae razón,
¡yo reverencio a la muerte!

TERESA DE ÁVILA


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C7

martes, 19 de abril de 2016

El que está con Dios, la Paz le acompaña

En Sueño Profético decían:

No hay quien viva Paz,
si no hace lo que Dios manda.

El que siempre está con Dios,
la Paz siempre le acompaña.

El que siempre está con Dios,
ya irá Dios en su compaña.

Porque Dios donde ve Paz,
ya sabe que allí lo llaman.

Dos dijeron a la vez:

Dios Hombre nos enseñó a tener calma. Vamos a contar algo que ocurrió casi una de las últimas veces que estuvimos oyendo al Maestro:

Una tarde más bien fría, pero fría de palabras, estábamos con el Maestro, llegó Santiago y dijo:

   –Maestro, cuando ya no estés con nosotros, nos arremeterán los que no quieren que Tú seas Dios, y va a ser difícil mantener el temple. Vengo de hablar con unos que están diciendo que tienen lástima de los tormentos que pronto Te esperan. No he contestado de palabras, pero me han visto llorar. Aunque las bridas de mis lágrimas tiraban de ellas, he podido sujetar palabras, pero no lágrimas. Luego temo que sujete lágrimas pero no palabras.

Esta conversación hizo formar hoguera a la frialdad que los 8 teníamos, sin contar al Maestro ni a Santiago.

Ya dijo el Maestro:

   –Santiago, si mi Enseñanza va a ser como la que enseña el hombre, nunca podrán creer que eres mi Discípulo. Yo te enseño para que mi Enseñanza siga. Si cuando ya no me veas de Hombre, mis Costumbres no las sigues, ¿qué crees tú que dirán los que hoy no me creen, y el que te ha dicho que me tiene lástima?

Y quedando un segundo de silencio, dijo:

   –Santiago, el que me tiene lástima, no lo dice, calla, y más me ama, y no se junta con el que está preparando mi Cruz. No te desprendas de la calma, para que mi Espíritu siempre vaya en tu guía.

Desperté, oí:

Santiago oye al Maestro,
y ya sobran las palabras.

Acepta lo del Maestro,
para no perder la calma.

Todos estaban hablando
con frialdad en sus palabras.

Con frialdad ya sintiendo
cuando el Maestro faltara.

¡Tener que guardar el temple,
y saber que lo mataban!

¡Tener que poner las riendas
a tantas justas Palabras!

Pero lo decía el Maestro,
porque el Padre lo mandaba.

Lo mandaba en Él mismo,
porque la Tierra pisaba.

Él no quería la violencia,
Él te enseñaba la calma.

Él esperaba martirio,
y le veías la calma.

Luego, ya, allí, en su Reino,
manda castigo con calma.

Pero primero da el Sello,
con la Paz que nadie manda.

La Paz Dios le da al hombre,
y el hombre la Paz maltrata.

En eso ya se conoce
el que de Dios no se aparta.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C8

lunes, 18 de abril de 2016

Todo el que ame, hace lo que él va haciendo

En Sueño Profético hablaban del Elegido para enseñar y del que oye al Elegido. Hacían comparaciones para que el hombre pensara, viera y comparara. Eran comparaciones tan justas, que no admitían palabras. Decían:

El que oye al Elegido puede hacer lo que hace el Elegido. El Elegido no puede hacer lo que hace el que lo oye.

El que oye al Elegido puede quitarse de pecar. El Elegido no puede pecar.

El que no ama a Dios puede amarlo si oye al Elegido. El Elegido no puede dejar de amarlo, porque en el Mando ya va Dios.

Si el que oye al Elegido nunca tuvo Caridad, puede Caridad llegarle. Al Elegido nunca puede la Caridad faltarle.

Si tú viste al caído y nunca lo levantaste, si oyes al Elegido puede que ya lo levantes. Pero él nunca hará lo que tú hacías antes.

Desperté, oí:

Hablan en Gloria tan claro,
que el que dice “yo no entiendo”,
está muy lejos de Dios,
aunque a nadie dijo esto.

El Elegido practica
las Leyes que son del Cielo,
y Dios le manda que sean
dichas por el mundo entero.

Todo el que ame,
hace lo que él va haciendo.

Él no puede hacer nada
que enfade a este Cielo.

¡Copia del Elegido
y óyele su consejo!

Tú puedes hacer
lo que él hace.

Pero él jamás hará
cosa que Dios no le mande.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Eneñen - Tomo III - C4

sábado, 16 de abril de 2016

El adelanto del hombre

En Sueño Profético decían:

Aprende a conocer lo que no es de Dios, y enseña a que a Él Lo quieran; que las demás enseñanzas son sólo para la materia; y con el maldito adelanto, el hombre no lo enseña.

El adelanto del hombre, a Dios Le ha formado la guerra, y entre las familias ha puesto grandes fronteras.

La cultura está sirviendo para emborronar conciencias y enterrar sentimientos. Y ya, oigas lo que oigas y veas lo que veas, quedarás tranquilo, sin que sientas lástima ni digas: “¡Dios mío!”. Lo ves tan normal, que ya lo bien hecho te resulta mal.

Dijo uno:

El hombre ha querido hacer un invento y transformar el mundo; que a veces da miedo ese desafío. Ha puesto adelanto el verse desnudos; que hasta el animal vería que está sorprendido, si pudiera hablar. El hombre, su adelanto lo está practicando, y del mismo hombre no se está fiando. Cultura no va, a poner cerraduras cada día más. Cultura no va a que hablen del crimen sin ver en los ojos lágrimas asomar, y a que el mismo hombre fabrique en envases pólvora para matar a los hombres.

Desperté, oí:

Se podría decir cultura
a cumplir las Leyes de Dios
sin miedo y con alegría.

Se podría decir cultura
cuando no se fabricaran armamentos
para arrebatar la vida.

Cuando el hambre no existiera,
sería señal de cultura.

Cuando el mundo se enlutara
cuando hubiera un asesino.

La palabra cultura
tiene el hombre que cumplirla,
o que le quite este nombre.

Porque cultura sin Dios,
viendo normal el crimen,
la guerra y el adulterio,
es fiera sin domador.

Que por donde vaya, destroza,
lo chico y lo mayor.


***

Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C6

viernes, 15 de abril de 2016

Puede ofender más a Dios el que juzga, que el que está pecando

En Sueño Profético decían:

“Puede ofender más a Dios el que juzga, que el que está pecando”.

Estas Palabras las dijo Dios de Hombre en la Tierra, a unos que delante de Él juzgaron.

Yendo un día con el Maestro de un pueblo a otro, tuvimos que acampar unas horas para el descanso de algunos. Y ya el Maestro hacía la Enseñanza. Que Él ya hacía que se cansaran para que más les llegara la Enseñanza en el reposo del descanso.

Había un hombre sentado en una piedra, con sus manos en la cara, tapando su rostro. Fue uno de los Discípulos a levantarse para preguntarle quién era, y los demás gritaron para decirle más rápido la vida que hacía aquel hombre, que no merecía el ir a preguntarle. Se sentó el Discípulo en el ribazo –como todos estaban sentados–, y dijo el Maestro:

   –Tomás, ven y di a lo que querías venir a Mí, que Yo lo sé, pero éstos no –y señaló con su Brazo, que ya era bendecir.

   –Quería decirte, que si Tú mandabas, yo iba; le quitaría las manos de la cara y lo traería a tu Presencia para que Te oyera, y puede que ya siguiera tus Pasos y no viviera lo que hasta hoy está viviendo.

Aquí fue donde dijo el Maestro:

   –Puede ofender más a Dios –que está ahí oyendo– el que juzga, que el que está pecando.

Y siguió diciendo:

  –Uno está pecando, y muchos no quieren que “uno” se salve, y ya estáis pecando, porque vais en contra de mi Mando. Yo he bajado a la Tierra para perdonar y buscar al que está pecando. Si vosotros no lo hacéis, no estáis conmigo y ya estáis pecando. Si a ese pecador lo veis sin estar Yo con vosotros, no os acercáis, por juzgarlo. Aprended a no juzgar, y no seréis juzgados.

Desperté, oí:

Muchos de los que habían seguido al Maestro,
habían pecado también.

Y a esos mismos Dios les dice
y les hace comprender:

¡Que si Yo hubiera juzgado,
estaríais juntos con él
!

Después de guardar silencio,
a Tomás le dice: “Ve,
y si quiere tu cobijo,
ya también el mío es”.

“Trabajad sin descanso
donde podáis sanar,
porque el sano
ya está sano”.

“Y el perdonado,
no necesita del hombre su perdón,
porque mi Padre,
ya en Mí lo ha dado
”.

Este pecador llevó a muchos
que con él habían pecado.

Él los seguía a distancia,
con miedo y avergonzado.

Se sentó en aquella piedra,
esperando
que alguien cobijo le diera.

Si juzgas, acuérdate
del que se sentó en la piedra.


***

Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C4

miércoles, 13 de abril de 2016

Habiendo Amor no hay duda

En Sueño Profético decían:

Es pena para Dios, y lástima para el hombre, que el hombre reconozca lo de Dios por tiempo pasado o por decir Dios: “Yo soy Dios”, que por Amor que el hombre sienta por Él. Es pena para Dios, por Él querer darnos sus Palabras, dichas en su Gloria, y el hombre responder con insultos y desprecio al mandar de Palabras y de Enseñanza. Esto es sufrimiento para Dios.

Dijo uno:

Dios oye más: “Si Dios hubiera”, que: “Yo amo a Dios” y que Lo amen. “Dios oye más”, en estas palabras algo tiene que haber porque, en esto o aquello, se ve que es Obra de Dios.

Es pena para Dios que el hombre viva ahí, a pesar de los siglos de su venida, escarbando para ver si fue Dios el que se encarnó en María Virgen. Hay quien después de mucho remover lo que Dios dejó dicho aún cree pero ya le falta sitio para Amarlo, porque se ha llenado de razones del hombre y del Amor de Dios se retira. Esto es pena para Dios, lástima para el hombre. El Amarlo ya te da las razones de su Existencia, a Él le das Gloria en lugar de sufrimiento y Él, de ti, retira la lástima que el que Lo ama te pueda tener.

Desperté, oí:
Mándale Gloria a Dios y Él te retira la lástima que el que Lo ama te tiene.

Qué palabras, y de apellido las razones que mandan para Enseñanza en el Cielo.

Cómo te describe al hombre que al final cree y no ama.

La creencia Dios, hay veces, que la obliga.

El Amarlo es Libertad que Él te deja.

Su Nacimiento lo cree el que ya mucho a escarbado, pero en creerlo se queda.

Porque Dios dice que amando ya la razón te aconseja.

Habiendo Amor no hay duda, porque Dios no te la deja.


***

Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

martes, 12 de abril de 2016

La Comunicación en Arrobo

En Sueño Profético hablaban de la Aparición y de la Comunicación. Decían:

La Aparición no tiene justificante para el que te oiga contar la Aparición, puede hacer Milagros, pero ya es la Fe que el que oye le ponga. Pero la Comunicación son palabras y hechos que presentas y que quedan grabados para el estudio mundial del hombre, sin temor y sí con valentía para el que Dios le da esta Comunicación de Enseñanza.

La Comunicación en Arrobo y en dictado es la máxima, en lo sobrenatural y en lo invisible, para el espíritu con cuerpo.

Dijo uno:

Este Caso, hoy viviente, es el único en su abundancia de Comunicaciones y aclaraciones de la Vida Eterna sin cuerpo, del andar donde no hay suelo, del morir todos los días y luego volver al cuerpo (esto tiene el nombre de Arrobo).

A esto los estudios del hombre culto aún no han llegado por no creerlo preciso para el paso de esa vida. Aquí se ve la falta de inteligencia que, por si solo, tiene el hombre.

Desperté, oí:

¿Se puede llamar inteligente al que desconozca, por desprecio, esta Enseñanza?

¿Se puede llamar cultura el saber el funcionamiento del cuerpo por un cuerpo muerto que estudian y no querer aprender de donde viene y a donde vuelve la vida?

Estos estudios tienen que llegar al hombre porque el saber del hombre siempre llega a su tope.

En la Enseñanza del espíritu, siendo la misma Enseñanza, siempre verás algo nuevo, siendo las mismas Palabras.

La Comunicación de Dios es la carrera más larga, la más fácil de aprender y la que más renta paga.

Ahí enseñas a no morir y Aquí, luego, Dios te manda.

Lo que tienes que pensar es que esa vida hay que dejarla.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

lunes, 11 de abril de 2016

Gran Teología Dios nos manda

En Sueño Profético decían:

¡Qué Paz da el creer que Dios vive Aquí en la Gloria!

Es un caminar tranquilo,
y a veces es de ansiedad,
de un Amor que tú quisieras
estar hablando nada más,
de esta Gloria que te habla
el que Aquí viene y va
otra vez al cuerpo muerto.

Yo contesto: “Soy Tomás,
que hoy dicto el Mensaje
que Dios me manda dictar”.

Con esta Publicación querrán comparar escritos de otros Elegidos, pero el superar de éstos no lo encontraran, ni el igual. Hoy son únicos. Dios quiere que llegue esta Teología al último palmo de Tierra, como llegó su Venida. Luego, que el hombre obre según su espíritu, según la Libertad que coja de la que Dios le deja. Esta Teología es manjar para el espíritu y barrera para el pecado. Esta Teología está dictada para la infancia, para el que ya es responsable de sus actos y, ¡cómo no!, para el teólogo. Para éste es guía que Dios le manda, pastor que guía al rebaño con su saber; pastor que desvía al cordero del peligro llevándolo al rebaño, peligro sólo de cuerpo, cuerpo que sólo es carne porque Dios así lo ha hecho. Gran Teología Dios nos manda dictada de esta Gloria. Esto es querer discutirle al Sol sus rayos.

Yo, Tomás de Aquino, aseguro que este Mandato es triunfo seguro de esta Enseñanza.

Desperté, oí:

Ahí ve el hombre claro
cómo es esta Teología
que de la Gloria dictamos.

Que no miren el Lugar,
que miren que dicta Dios
para al teólogo enseñar.

Esto es decir “no veo”,
y los ojos apretar.

Esto es decir “mentira”,
sin que estudies la verdad.

Esto es dar sufrimiento
al que Aquí Dios trae ya.

Ve igualando estas frases
que ella escribe al dictar.

Ahora voy a querer ver
sin los ojos apretar.

Ahora quiero saber,
y mentira no dirás.

Pide un perdón honrado,
que es postura material.

Ya que las has igualado,
tendrás ganas de llorar.

No hay quien haga esto falso,
cuando a Dios amaba ya.

TOMÁS DE AQUINO


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Cierre de libro

domingo, 10 de abril de 2016

Precisas a Dios

En Sueño Profético vi una nave o salón –pero lujoso–. Había unos cuantos hombres que hablaban no a favor del Maestro. Decía uno que sentado estaba en un buen sillón:

“Ayer estuvo hablando en la sinagoga y… no sé… no sé... Yo no quiero dar mi opinión en contra vuestra, pero su Espíritu se ve que no es del hombre. He mandado por varios sitios distintos que me traigan actuación y hechos concretos de Ése al que llaman Revolucionario, y tanto hechos como actuación, es vergonzoso el intentar corregírselos, ya que su Enseñanza es Amor y Caridad, viviendo el sufrimiento con el que lo sufre, dejando siempre el Yo, y utilizando estas Palabras: “Mi Padre Me ha dicho”, “Mi Padre Me manda”. Éste no puede ser un poseído de Luzbel. El endemoniado no consiente que otro le mande, y dice: “todo es mío”. Él es humilde y no busca el sitio de los gentiles; la gente lo sigue sin que Él se lo imponga; da alimento en Palabras y asegura la Vida Eterna. Si esto no fuera así, contestad, que yo, si razón tenéis, razón os dejo”.

Fue uno a hacerle compañía en la razón, y no estaban los demás de acuerdo.

Desperté, oí:

Todo el que a Dios Padre no amaba, no podía estar conforme con la Enseñanza del Hijo.

Si no creían en la Eternidad, ¿para qué querían la Enseñanza?

Agua sin sed, hambre sin comida.

Ellos querían prescindir de Dios, sin saber que para no entrar en la Gloria, precisas a Dios.

Precisas a Dios, porque te permite un sitio sin Él.

Este Dios Único y Este Único Dios, no pregunta los pecados de aquel que mucho pecó.

Era Dios y a Él veía aquel que a Éste quería.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C8

viernes, 8 de abril de 2016

Hay que conserva el espíritu

En Sueño Profético decían:

Hay quien no se cansa trabajando y se agota en el descanso. En el trabajo exige el descanso. En el descanso inventa el cansancio. En la alegría se busca las penas. Y en las penas te nombra alegrías. Este vivir, si lo observas, así vive la mayoría.

Dijo uno:

A mí siempre me gustaba pararme –cuando viví con materia– a enseñarme yo mismo a cómo vivir en la Tierra. Había veces que me venía un pensar bien para cualquiera, para cualquiera que no pensara: “hay que dejar la materia; hay que conserva el espíritu, que después solo se queda, sin ropajes que lo tapen, como tapan la materia”. Todo esto y más pensar era herencia de mi abuela, que yo no la conocí, pero más de medio pueblo siempre me hablaba de ella. Unas pocas lágrimas echó mi madre cuando leía sus leyendas. Eran párrafos seguros de una gran inteligencia. Todo lo que pasaba, decía que era una cuenta que luego, si no salía la suma, no estaba bien hecha, que borraba las cifras y a apuntar en hoja nueva, y que Dios ya se encargara de hacer la suma perfecta. Que ella, lo que no quería era olvidarse de la cuenta, y sí poner números claros dictados por su conciencia. ¡Qué la suma no salía…, o tal vez que no la viera…! Todo era impregnación de espíritu, que ahí vive sabiendo que ahí no queda.

Desperté, oí:

Es una filosofía
con grande mezcla del Cielo.

El empiezo del Mensaje
tienen que pensar leyendo.

¡Qué verdad con más verdad
han dictado Allí en el Cielo!

¡De cuántas miles de formas
te explican para que aprendas
el vivir que tiene el hombre
cuando aún tiene materia!

De esta bola que no para,
de esta ruleta sin rueda,
de esta noria sin descanso,
de estas interminables fechas.

De estos días sin descanso,
por no parar esta rueda
que va llevando los días
a manera del que quiera.  

Aunque haya días tristes,
porque tristes tú los veas,
sigue el camino la noria,
que es la vida sin materia.


***

Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C4

jueves, 7 de abril de 2016

El que ama, el que no ama, o el que no cree

En Sueño Profético decían:

Si el espíritu marcara la carne y se viera como el color de los ojos –negros o azules–, poca carne llevaría la señal: “Yo amo a Dios y estoy a lo que Él me mande”.

Esto, para comprenderlo tienes que creer, aunque no Lo ames. Pero amando, ya comprendes y tú mismo vas marcando: el que ama, el que no ama, o el que no cree.

Dijo uno:

El que cree y no ama, Lo nombra ofendiéndolo más que alabándolo.

El hombre, al hombre, aunque no lo quiera, le hace reverencia y lo respeta.

El hombre culpa a Dios de todo, en la Tierra. Pero no piensa que si Dios contestara al hombre, todo sería poco, lo que el hombre de Dios viera.

Dios nos contesta al hombre, Dios da la espalda y ya premia.

Desperté, oí:

El hombre respeta al hombre
cuando sabe que puede recibir daño
en su cuerpo o en la cárcel.

Cuando retira respeto,
el mal a escondidas hace.

El hombre Le pide a Dios
con desafío y ofendiéndolo,
más veces con los brazos
y la mirada en el Cielo.

Si amara o en su Poder creyera,
la muerte la desearía
antes de perder su Reino.

Si el hombre creyera en Dios
y pensara en este Cielo,
no moriría de enfermedad.

¡Moriría de remordimiento!


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C5

miércoles, 6 de abril de 2016

Para Dios no hay secretos

En Sueño Profético decían:

Dijo Dios Hombre en un Sermón:

Ofende más a mi Padre el que desprecia mis Palabras, que el que no las busca. El que no las busca, puede que no sepa el valor que tienen. El que las desprecia, es el espíritu diabólico que está en contra de Mí, por ser Yo el Rey de mi Reino, que soy el que mandó amurallar con sus mismos espíritus malignos el recinto del Infierno. Yo soy el que deja Libertad mientras hay espíritu y carne, que con esta Libertad no pueden llegar a espíritus que Me amen, pueden llegar a tentarlos, pero pronto se verán arrastrados sin poder llegar a tocarlos. El Amor a mi Gloria hace de separación de los espíritus que no cumplen mi Obediencia, como no cumplió Luzbel. No hay pecado mayor, que dar desprecio –el que sabe que soy enviado por mi Padre–, cuando Yo quisiera dar mi Gloria”.

Y terminó el Sermón con un silencio que sólo se oía arrastre de pies, caras tristes y caras de hipocresía en algunos. Los tristes y los hipócritas Lo esperaban a la salida, y Le hicieron esta pregunta los hipócritas:

   –Entonces, ¿Tú nos aseguras que los espíritus diabólicos no llegarán a los que Te oímos?

Contestó el Maestro con más fuerza que habló en el Sermón:

   –¡Vete y huye de mi Presencia por Mando de mi Padre, porque el espíritu del mal que llevas dentro quiere hacerme frente para derrotar mi Sermón, que es Gloria dicha en Palabras! Yo he hablado del Amor, no de oír. ¡Vete, y nunca más te harán servicio tus oídos para ir en contra de mi Enseñanza!

Desperté, oí:

Nunca más volvieron a oír los oídos de los hipócritas.

Para que más se cundiera que era Dios el que andaba en la Tierra, oían las palabras, y para las de Dios, sordos eran.

Eran un grupo de hipócritas que seguían al Maestro sin amarlo.

Oían cualquier Sermón,
y siempre censura había.

No seguía el Amor,
seguía la hipocresía.

Dios los aparta con fuerza,
cuando los tristes salían.

Los tristes se ponían tristes
de pensar el mal que hicieron
antes de oír las Palabras,
que fue en el monte, primero.

Los hipócritas salían
con caras sin conocerlos.

Sin conocerlos el hombre,
para Dios no había secretos.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C6

martes, 5 de abril de 2016

Nadie dará buen consejo si no cumple

En Sueño Profético decían:

¿Quién amará a Dios y despreciará lo que de Él viene?

¿Quién dará mejor consejo que el que en la Gloria enseñan?

Dijo uno:

Pide más consejo el que no quiere pecar que el que vive entre el pecado, aunque no esté pecando, porque el pecado hará que todo lo vea bien. El que no quiere pecar, no acepta ni lo que otro haga mal, éste pide consejo en lo que puede pensar “estará esto mal hecho”, y con Amor ya cumple las palabras del consejo. Esto es amar a Dios y querer hacer derecho lo que nunca será bien, lo que va en contra del Cielo.

¿Cómo aconsejará el que no cumpla con Dios? ¿Cómo verá lo mal hecho el que quiera libertad de acción o de pensamiento, sin pensar que Dios está viendo su acción y sabe sus pensamientos? ¿Qué consejo pueden dar éstos que viven desafiando, de minuto en minuto, para que Dios levante la Mano?

No tiene el hombre disculpa al alejarse de Dios para hacer vida contraria a la que Dios mandó cuando hizo ese Mundo y después Él bajó a vivir entre los hombres, sin mirar al pecador por si quería salvarse.

Desperté, oí:

¡Qué sencilla es la Enseñanza de Dios para el que la quiera!

Nadie dará buen consejo si no cumple, en la Tierra, lo que Dios quiere en el Cielo.

Al que Dios le da saber, para Enseñanza, debes de coger su consejo por no ser él el que habla.

Él verá si es así, aunque tú no veas falta.

Coge el consejo del que saber tiene de Dios, si cumples las Palabras de Dios.


***

Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 4 de abril de 2016

Dios no dicta reformas

En Sueño Profético decían:

Sólo con pensar el hombre que el Elegido quiere que no pierda la Gloria, debería buscarlo y querer su presencia para aprender lo que a él le enseñan en el Arrobo. Que esto se lo enseñan para que él lo enseñe, para que las Leyes de Dios sean intocables, para que la caridad se practique, para que el pecado se vea como puñal que a Dios persigue queriendo clavarse en Dios, y para que Dios al hombre no lo salve con su Doctrina, que nunca tendrá reforma, dicha por Dios.

Toda la reforma que el hombre ahí dé Aquí llega pecado. Reformar es anular. Que piense el hombre de letras cómo reformar a Dios antes de que Dios acepte al hombre que sus Mandamientos y su Evangelio reforme. Si esto así lo hiciera vería un diluvio en fuego dejando secos los mares.

Dijo uno:

Dios perdona al pecador porque esto es Evangelio. Dios cura al endemoniado porque esto es Evangelio. Pero al Demonio, que Él lo echó a la última profundidad, cómo Dios le va a aceptar que reforme sus Palabras si toda la reforma que Aquí hagan de él viene.

Cómo reformar el Amor al Prójimo, si el Prójimo es Dios. Y cómo reformar estas Palabras que fueron dichas para que el hombre tuviera compañera y no viviera pecado:

 “Dos cuerpos quedarán con mi Palabra como una misma carne. Si mi Palabra no la rompen, con el Mando que doy a la muerte, el hombre jamás podrá separar esta carne”.

Vuelve a unir esta carne el pecado, la desobediencia y la llamada de Luzbel, mando que no está en los Evangelios. Todo lo que es Evangelio tiene sus guardianes que comunican su Palabra para que el que en Él confía la cumpla.

Desperté, oí:
Todo aquél que no quiera morir para Dios que no viva la reforma que el hombre le dé a su Palabra.

Cómo reformar el Bautismo si Dios Hombre hizo que Juan lo bautizara.

Cómo decir que es pecado a lo que Dios dé el nombre de recato.

Todo lo que es Evangelio el que intente reformarlo, puede que no sea malo o que no sea bueno, pero para Dios queda apartado.

Hombres a los que les desespera esa vida de pecado.

Hombres que creen en Dios como hombre fracasado.

Todo lo que escriba el hombre y no se vea como Evangelio no será dicho en la Gloria.

Porque la Gloria es de Dios y Dios no dicta reformas.


***

Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 3 de abril de 2016

El Amor da la Obediencia

En Sueño Profético hablaban Discípulos de Dios Hombre. Se oyeron todos los nombres, pero continuaron el diálogo Juan y Felipe.

Dijo Juan:

No pasa por mis oídos oír que a Dios aman, y que no obedezcan. Tuvimos varias respuestas dadas por nuestro Maestro en contestación de preguntas que le hacían.

Estando ya el día terminado de haber ido con el Maestro a predicar a sitios distintos, y ya todos refiriendo lo que habíamos oído de creyentes e incrédulos, se acercó uno a mí y me dijo:

   –Yo quisiera contar mi vida, por saber si voy camino de alcanzar lo que tu Maestro nos promete.

A esto le dije:

   –Yo obedezco lo que Él me manda, pero yo no mando para que otros obedezcan cuando Él está delante. Yo, cuando mando, no mando; y cuando digo, no digo. Él me dice: “Ve y Di”. Este “Ve” y este “Di” es Dios nombrándose así mismo. Dios Padre le habla al Hijo, y el Hijo te responderá.

Se acercó el Maestro y empezó preguntándole:

   –¿Tú vienes dispuesto a servir a la Obediencia?.

Y contestó:

   –¡Bueno…! Según lo que me mandes.

Ya respondió el Maestro con un Poder de Aquí, del Cielo.

   –Tú, antes de saber el Camino que te lleva a mi Reino, tienes que amar y luego preguntar. Si amas, no dices: “según me mandes”; dices: “eso es poco”, cuando hubieras practicado mi Enseñanza. Pero ya te cansa la Obediencia cuando aún no has empezado.

¡Qué bien redactado está el dictado! –dijo Felipe.

Desperté, oí:

Sin Obediencia no puedes hacerte amigo de los que hay en esta Gloria.

Sin Obediencia no puedes aprender lo que a Dios le gusta.

Éste quería saber y luego no obedecer.

Dios no le dijo el Camino que tenía para el Cielo, porque Amor era primero.

El Amor da la Obediencia cuando te digan: “Dios me ha dicho: Ve y Di”

La Obediencia cuando amas es continuación del Amor.

Y el Amor te hace que obedezcas.

Si amas, obedeces. Y si no amas, preguntas.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C5

sábado, 2 de abril de 2016

Señor, yo hago lo que Tú quieras

En Sueño Profético decían:

El que crea, estas Palabras se hacen dueñas de su cuerpo, y ya en si mismo no manda. El que crea cómo son, ya intentarán retirarlo los espíritus guardianes del mismísimo diablo.

Unas veces te hará ver que sin servir a Dios también puedes amarlo; que tu tiempo se ha cumplido; y ahora, que otro coja el cargo. Te hace vivir contento; y otras veces, amargado.

Pero si tú dices: “Señor, yo quiero que el Mando tuyo lo sienta, que yo no mande en mi acción, ni tampoco en mis palabras. Señor, yo estoy muerto si no siento tu Mando y tus Palabras. Si no vivo para Ti, ¿dónde pongo mi esperanza para el día que a mi cuerpo la losa tape la cara? Yo quiero servirte a Ti, día, noche y madrugada. Y siempre mirado al Cielo, como el pastor la montaña”.  

Dijo uno:

Es que al servir a Dios, tienes que poner primero el servicio que Él te dio, sin excusas ni protestas. Dios nunca le dirá al hombre que su brazo llegué más allá que la medida que tiene, ni que se ponga los zapatos si pies no tiene.

Dios, en todo el Mando que da, piensa que aquél puede. Pero tiene que estar siempre en tu espíritu y tu lengua: “Señor, yo hago lo que Tú quieras”.

Desperté, oí:

Si Dios te ha elegido,
a nada dile que no.

Y si tú te ofreciste, di:
“Señor, tu Mando lo espero yo”.

Al Elegido le manda
para que Mando reparta.

Y el que a Él se ofreció,
tiene que poner primero
el Mando que le dé Dios.

El Elegido tiene que mandar con fuerza.
Y el que a Dios se ofreció,
en su alegría y sus actos,
tiene que dar la respuesta.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C7

viernes, 1 de abril de 2016

Dios permite, juzga y premia

En Sueño Profético decían:

Dios permite, juzga y premia.

Si crees en esta Vida,
desprecias el Permitir
y ya vives alegría
esperando que te juzgue
y Premio mandarte ahí.

Dijo un espíritu que Dios manda:

Si el Permitir Dios lo quitara,
el hombre haría una vida
buena de cuerpo,
y de espíritu renegada.

Y si pocos aman a Dios,
menos habría que Lo amaran.

Dios permitió que los clavos
su Carne la traspasaran.

Y que las manos del hombre
a su Cabeza llegaran,
clavándole aquellos pinchos
y ensangrentado su Cara.

Si el hombre pensara esto,
no podría decir:
“¿esto por qué me pasa?,
¿por qué lo permite Dios?”.
    
Si el hombre echara memoria atrás,
y empezara a traerse a su cabeza
lo que el hombre Le hizo a Dios
desde que bajó a la Tierra,
pondría una pena grande al que dijera:
“Dios, ¿por qué permite esto?”.

Desperté, oí:

Pídele a Dios con ganas
que ni tu cuerpo ni tu lengua
pronuncien estas palabras:

“Señor, ¿por qué permites esto?
¿Por qué el bueno sufre?
¿Por qué sufre el que Te ama?”.

“¿Por qué hay tanta diferencia:
unos, sin tener lo justo;
y otros, de tanto que tienen,
tienen que llevarles cuentas?”.

¡Pídele a Dios con ganas
que ni tu boca ni tu lengua
pronuncien estas palabras!


***

Libro 18 - Dios no Quiere, Permite - Tomo III - C5