En Sueño Profético decían:
¡Qué difícil es la vida sin vives
sin amar a Dios!
¡Qué difícil es la vida si no
crees que hay otra Vida, en la que ya muerte no llega!
Que esta es la Enseñanza que Dios
manda en uno que aún vive su cuerpo, para que explique este sentir que el
espíritu siente cuando tiene arrobo.
Dijo un espíritu con Mando de
Dios:
De estos Elegidos ha habido
pocos, y éste, hoy, es caso único. Aquí ha luchado e intenta luchar la fuerza
del mal en los que están cerca y en los que están lejos. Pero ya se quedan como
cerillos mojados, que tienen el nombre, pero no pueden encender el fuego.
Haciendo caso del que Dios le da
esta Enseñanza, ya vives Paz y Vida Eterna. Los consejos del Elegido siempre
son de Amor a Dios y de repartir paciencia. Sin Amor a Dios no hay paciencia.
Sin Amor a Dios pierdes el camino de la Gloria.
El Amor a Dios, la caridad al
Prójimo y la paciencia, son las llaves que abren las puertas de la Gloria. La
palabra Gloria la dicen muchos, pero pocos la dicen creyendo en ella. El que
cree y ama, en todo el sufrir que le llegue, más a Dios ama, porque sabe que
amando, a Dios lleva de compaña.
Desperté, oí:
En el día pasado ha habido
momentos intranquilos de cuerpo, pero con Paz de espíritu.
Tu pedir a Dios por los enfermos
no se olvida del pensamiento ni de noche ni de día.
El que aquí dé desprecio tiene
que hacerse él mismo confesión.
Al Elegido, si le dijeran “te
quito los Mensajes dichos en la Gloria o das la vida”, el contestar sería:
“Antes de decir que me los quiten, aquí esta mi vida”.
Porque él sabe que la vida sin
servir a Dios, ya es vida de temporada.
Tan sólo con pensar: “Dios me llama”, no puedes sujetar tus lágrimas, pensando: “Dios me llama para que sea conocido con sus Palabras”.
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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C6