En Sueño Profético decían:
Llegó el sueño pensando en los
muchos caminos que querían que cogiera este Elegido. Pero la fuerza del Amor
tan grande que le tiene a Dios, le hizo coger el camino que le niegan los que
no son elegidos. Le niegan el hacer el bien. Le niegan el seguir hablando de lo
que aquí está pasando.
Dijo un espíritu de Dios:
Cuando hay un Elegido con este
Poder, tienen que la respiración en sus manos poner.
El mando que da este Elegido, ya,
antes, ha sido dicho a su espíritu, sin oír palabras. Esto es lo que justifica
que, sin oír ni ver, siente el Mando que del Cielo baja. Y es que a su espíritu
no puede llegarle ningún pensamiento para hacer el mal.
Desperté, oí:
Tu mando sea sin temor a enfado,
porque tu mando debe ser oído y respetado.
Cuantos más grandes son los
Mensajes, más piensa el Elegido en ir a los Ministros de Dios y decirles que ya
es hora de romper el silencio que tiene la Iglesia.
El pensar del Elegido es: “Señor,
yo, con mi sufrir, voy enseñando, para que abracen tu Permitir”.
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Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C2