lunes, 31 de marzo de 2014

Acento de Gloria

En Sueño Profético hablaban de estos Dictados. Decían:

Aunque el hombre no ame a Dios, al oír estos Escritos, ve la Palabra de Dios. Aunque el hombre no quisiera aceptar que hay Dios, una vez leída esta Grandeza, no puede ponerle comparación.

Uno dijo:

¡Grande Literatura sale del Reino de Dios! ¡Grandes Palabras cortas e inigualable valor! ¡Grandes Palabras para teólogos y literatos!

Estos Escritos, sin la libertad del hombre y con el encierro de Dios, tienen acento de Gloria. Estos Escritos están escritos sin Libertad, por ser hechos vividos en Arrobo. Al dejar la justificación en el papel, ya actúa la materia prisionera por el espíritu, escribiendo en forma de Mandato, apartando el saber del hombre, y con obediencia a Dios. Siempre que haya habido Arrobo, Dios ha mandado grabar sus Palabras, para la Enseñanza del hombre. Cuando es Arrobo, ve, oye y escribe lo que Dios quiere, dejándo ya Libertad a este Instrumento para la publicación de estos Mensajes, y Libertad para que el hombre haga el uso que quiera; Libertad que puede convertirse en condena, ésta mandada por Dios. Dios quita la Libertad cuando ya estás en la Gloria, y te tiene en la Prisión cada vez que a ti te arroba. La diferencia de Aquí o del mundo de la Tierra, se nota en el decir: “esto me dicen que ponga”.

El hombre, la vanidad, dice: “Es mío, y también la Gloria. No hay un literato que escriba lo que yo ponga”. Y esto diría el pintor: “Me avergüenzo de las copias”. Y un gran compositor rompería las partituras por ser las suyas primeras. Y el gran cirujano deja que el enfermo se le muera, para que no vea el colega que debió haber mirado distinta naturaleza. Todo esto es del hombre que aún vive en la Tierra.

Desperté, oí:

Pregunta cuando termines
de oír este Dictado.

Pregunta si es de Dios,
que Él mismo Lo ha dictado.

Pregunta, y la respuesta
te la dirá sin descanso:

“Esto, no lo digo yo,
esto me lo van dictando”.

“¿Yo puedo nunca escribir
lo que dicen estos Dictados?”.

Yo los oigo en el Arrobo,
y luego ya, al contarlos,
tiene que decirme Dios:
“Yo te los iré dictando”.

Yo siempre digo “me dicen”,
yo no hago vida de Santos.

Yo no sé como este Dios
que sabe más que los sabios.
Yo no se cómo a mí, Dios,
me dice: “Di mis Mandatos”.

Lee y repasa bien,
detenido, estos Mensajes,
y verás la sencillez
al decirte que no sabe.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 120-121-122

domingo, 30 de marzo de 2014

Por amar tanto las cosas de la Tierra

En Sueño Profético decían:

Yo creo que el hombre no ama a Dios, por amar tanto las cosas de la Tierra.

Por dedicar sus afanes
a eso que en nada queda,
porque antes hicieron
la misma labor y siembra.

Porque no hay quien diga,
Otros vivieron la vida
y ni la vida los recuerda.
Ya no queda quien vivió,
ni nadie ya lo comenta.

Otros vendrán a los sitios
y tal vez ni respeten
aquello que el que se fue
le tenía delicadeza.

Yo creo que esto es la culpa
y de ahí viene la tragedia,
de querer y abrigar
las cosas de la Tierra;
de enseñar que la envoltura
la acaricies y la quieras,
y la joya que va dentro
la rompas por no entenderla.

Yo creo y es así,
que es por dar la preferencia
a lo que hoy te sonríe
y mañana llanto cuesta;

Esta Enseñanza se enfrenta
con las cosas de la Tierra,
enseñando que el nacer
viene después de la siembra,
y si enseñas al revés
querrán ver sólo la Tierra.

Yo lo digo y tú estudia
cuánto sinsabor te deja,
lo que tú creístes dueño,
que hoy vienes y ahí te dejas.

Desperté, oí:

Tienes que pensar al día
varias veces en la muerte.

Tienes que ver con frialdad
lo que tienes en la Tierra,
que otro dueño se hará.

Tienes que pensar un poco
en que hay Eternidad.

¿Por qué no le das un cambio
a tu forma de actuar?

¿Por qué no dices: ¡Dios mío!
ya se me ha venido el pensar,
que las cosas de la Tierra
sirven sólo temporal?

Ya soy hombre distinto,
todos me lo notarán,
porque le doy preferencia
a lo que siempre está igual.

Yo creo que esta Enseñanza,
tiene al hombre que cambiar.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 244-245-246

sábado, 29 de marzo de 2014

Palabras dichas a la inteligencia

En Sueño Profético hablaban y decían:

Esto es para la Gloria y para el espíritu que Aquí viene traído por Dios.

Estas Palabras dichas a la inteligencia, luego serán dichas para que la materia oiga, compare y aprenda.

El que oiga hablar y explicar de lo que Aquí le enseñen, claro ve que es actuación de espíritu sin materia.

El espíritu, cuando vive con materia, tiene su tope de saber de Aquí, y por mucho que quiera saber, no llega a descubrir esta Gloria.

El hombre que quiere saber de Aquí por sus propios medios, se encuentra la Gloria cerrada. Y el que quiere saber por Dios, Dios le da la Llave de lo Infinito.

Dios une sus espíritus, los que están Aquí con los que sufren por la incomprensión del que no ama.

Dijo uno:

El que Aquí viene no es por hacer investigaciones, es por amar, por amar a todo lo que Dios manda, por levantar a todo el que ve caído, por evitar que la pureza se manche, porque sus brazos abrazan el sufrir que no ve nadie, porque ha creído en Dios y sufre para igualarle.

Éstos son a los que Dios dice:
“A mi Gloria voy a llevarte”.

Éstos son los que predican
sin predicar enseñarles.

Éstos son los que te hablan
de los ríos, de los mares,
del aire, de la tormenta,
de las ciencias naturales,
de todo lo que el hombre
no puede a ellos enseñarles.

Porque Dios quiere que sepan
un Saber, Saber de nadie,
un Saber que es Dios hablando
de donde el hombre no llega.

Desperté, oí:

El hombre no llega al Cielo
por su forma de saber.

A veces se evita Gloria,
ajustando tres y tres.

A veces él se condena
queriendo tanto saber.

El hombre quiere saber de Gloria,
por saber otro saber.

Y Dios quiere que practique
Evangelio sin leer.

El afán que tiene el hombre,
es saber y más saber,
para decir: ¡Dios no vive!
¡Mi saber es más saber!

Un ¡Dios mío, no sé nada!,
anula todo saber,
porque Dios te enseña entonces
un Mundo que nadie ve.

Nadie puede estar en Gloria,
que Dios aprenda de él.


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Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - Pag. 47-48-49

viernes, 28 de marzo de 2014

Este cuerpo queda muerto

En Sueño Profético hablaba Agustín de Mónica. Decía:

El que dice “Dios me habla”, lo sabe todo el que tenga trato con el Comunicante. El que pecado está haciendo, éste lo sabe; y el que lo vaya a hacer, ya no lo hace; también ve una Fuerza que no es de ahí, y ve claro que esta Fuerza no es de ella. El que la busque por Amor, éste no ve a ella; si sus ojos cierra, éste ve a Dios.

El hombre, cuando coge a otro hombre para que en su nombre diga lo que él le ordena, éste repite lo que le han dicho, pero no puede ser igual al que lo manda. Dios, en el Lugar que coge para hablar, ves que ha estado Él, porque deja algo para que el hombre Lo vea a Él: Poder y Sabiduría.

Este Lugar tiene atracción para retirar del pecado, facilidad de palabra ante una muchedumbre: comparaciones, ejemplos, sus palabras tocan el corazón de quien nunca lo utilizó para ayudar al Prójimo. Todo esto es lo que Él deja impregnado cuando ha estado en el Lugar. Por eso no tienen fuerza las palabras del que niega que aquí Dios habla, del que dice que si tanto le va a hablar; y ya éste busca a otro con la idea de derrotar.

Yo seguiría hablando,
hablando espiritual,
y ella que fuera escribiendo,
escribiendo sin parar,
todo lo que hay en esta Gloria,
que nadie puede contar,
si no es espíritu arrobado,
traído para enseñar
cuando vuelve de esta Gloria
y vida al cuerpo le da,
este cuerpo que se queda
como el enterrado ya.

Desperté, oí:

Este cuerpo queda muerto,
aunque no lo vean ahí.

Este cuerpo queda muerto
porque no hace falta Aquí,
y porque aguarda al espíritu,
que otra vez se vuelve a unir,
y ya materia y espíritu
son los que hablan de Aquí.

Si el hombre pensara esto,
el sufrir de este Lugar,
¿cómo diría palabras,
palabras “pa” molestar?

Molestias que hacen heridas
y que a Dios hacen sangrar.

Si Dios más se comunica,
más debía el hombre amar.
Yo quiero que mucho ame
aquel que pueda pecar,
porque amando como quiero,
otro Agustín será.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I

jueves, 27 de marzo de 2014

El Silencio de Dios casi siempre es Escándalo

En Sueño Profético decían:

El Silencio de Dios casi siempre es Escándalo, que a veces este Escándalo se convierte en Silencio.

Dijo uno:

Todo lo de Dios es Escándalo y Silencio. Dios, Escándalo su Poder y Silencio su Amor, Amor que te manda sin Palabras y es Dios en su Silencio, Escándalo que su Poder manda al Silencio y ya es un vivir los dos.

Dios escandaliza con su Poder, y el hombre, ante este Escándalo, pide el Perdón.

Dios quiere que el hombre no tema a su Poder cuando al Silencio le mande Poder de Escándalo. Y quiere que tema cuando Poder suyo vea.

Dijo el mismo que empezó el Dictado:

La Vida de Dios Hombre fue Vida de Escándalo; que este Escándalo fue, después de su Crucifixión, Silencio; y después de subir a Los Cielos, otra vez suena el Escándalo: la Tierra movida y el Cuerpo que falta. Esto fue doble Escándalo. Pues después vino el Silencio, cuando estando sin su Maestro se les aparece ya sólo de Dios; ya no vivía para el hombre de Materia. Pero ellos lo ven como antes de su Crucifixión. Aquí ya vive el Silencio con el Escándalo.

¿Quién puede escandalizar cuando vea a Dios delante hablando con Poder y Mando? Tomás quedó de piedra en un Silencio con llanto, pero luego no sujeta el Silencio al Escándalo.

Desperté, oí:

Hoy te aclara este Escrito
de la Gloria que dictamos,
que el Silencio con Amor,
tiene que formar Escándalo.

La Muerte y Resurrección,
viven Amor con Escándalo.

La Crucifixión te deja
en Silencio y llanto amargo.

La Resurrección ya gritas,
dejando Silencio a un lado.

Y luego viene el Silencio
presentando al Escándalo.

Porque Silencio es Amor,
que vive amando Escándalo.

Lo de Dios tiene que ser,
Silencio pero gritando.

El Silencio para el Amor,
y el Grito para su Mando.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 23-24-25

miércoles, 26 de marzo de 2014

El peral y el venero

En Sueño Profético vi un árbol cargado de peras, y uno dijo:

Si este árbol no se cuida, no da este fruto. Aunque al dueño del peral no le gusten las peras, cuida el árbol, porque su fruto es bien para la humanidad y su ganancia puede dar de comer al hambriento. Si lo cortas dando éste fruto, ya pecas; pecas si lo cortas por cortarlo; y agradas a Dios si lo cuidas dando el fruto al necesitado. ¿Ves por qué es pecado no cuidar lo que su fruto sirva de bien al Prójimo?

El hombre no cuida el Lugar donde Dios hace que abunde el fruto de la Gracia Divina. El hombre peca si no hace que este fruto sirva para tantos hambrientos de Dios como hay en la Tierra, para tantos que pecaron que hace tiempo que no pecan, para tantos que quisieran que alguien les hablara de Gloria, de Gloria como hay escrito de tantos que quedaron en la historia.

El mundo material debe estar, a sabiendas, en contacto con esta Gloria. Pero el contacto que sea por el que Aquí Dios trae.

El hombre, después de que falta la materia del que Aquí viene, busca a otro que a éste trató, para coger apuntes que mayoría de veces no son encajados en la actuación que tuvo este Portavoz.

Habrá quien crea vivir las costumbres de éste o aquél Elegido y no sean parecidas en nada, con buen aire de alabanza, pero transfigurando la copia.

El que tiene el venero, merece castigo si bebe agua no clara.

Desperté, oí:

Este Mensaje empieza
hablándote de un peral,
y termina hablándote
de un venero.

Esto en el empiezo del Arrobo
y en el despertar de este Sueño.

Ya, despierta, Dios le manda
espíritus de esta Gloria.

Para que el hombre compruebe
espíritus que van a Gloria.

Todo lo que da buen fruto
el hombre debe cuidar.

Pues ya dice que es pecado
prohibir el fruto dar.

Con el peral te compara,
no cuidar al Portavoz
que fruto dan sus palabras.

Es un deber el cuidar
aquello que fruto manda.

Porque se hacen pecados
enterrando estas Palabras.


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Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo I

martes, 25 de marzo de 2014

A Dios alabas si Lo llamas con confianza

En Sueño Profético hablaban de la confianza en Dios. Decían:

La confianza no se queda oculta. La confianza en Dios sale a la cara y a tus hechos. Las palabras se detienen muchas veces para que no las oiga el que confianza no tiene.

La confianza vivida haciendo lo que Dios quiere, te cubre de grande Paz. Que esta Paz la desconocen aquellos que no ven la Luz hasta que la Luz encienden. Pero la Luz de la confianza la lleva dentro el que, en todo, en Dios confía.

Dijo uno:

A Dios alabas si Lo llamas con confianza, y Lo ofendes si Lo llamas con duda.

Si pides con confianza lo que creas que no es concedido, sigues a Dios alabando, y para el que no ama no serás comprendido.

El hombre Le exige a Dios, a veces, sin saber lo que pide. Él hace su petición, a veces, con egoísmo, sin Caridad a la petición que hizo.

Más Le pide la venganza que Caridad y Perdón para el que el mal le hizo.

Desperté, oí:

La confianza en Dios
son pocos los que la tienen
con esta aceptación:

“Señor, yo te pido lo que quiero,
que creo que es lo mejor”.

“Pero yo nunca me enfado
de lo que viene de Dios”.

“Lo que quiero es que Te llegue
mi confianza antes que mi petición”.

“Y ya me darás la Luz
para que vea lo mejor”.

La confianza te quita
que no sufras aquello
que puede que no lo sufras.

Di: “Señor, en Ti confío.
Mándame la confianza
para que nunca Te culpe
de aquello que a mí me pasa”.

El que culpa, ama poco
y no vivió confianza.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 141-142-143

lunes, 24 de marzo de 2014

Tener Caridad, pero sintiendo Caridad

En Sueño Profético hablaban de enseñar a tener Caridad, pero sintiendo Caridad. Si no la sientes, enseñas a que nazca odio donde esperan la Caridad.

Yendo un día Jesús con los Discípulos, al entrar en un mesón, había un hombre pidiendo por Caridad una limosna. Quedó uno de los Discípulos mirando al Maestro para decirle:

   –Maestro, este hombre no da lástima porque es su profesión el pedir. De aquí se va a otro mesón y así se saca el jornal.

Quedó el Maestro en silencio y, cuando llegaron al mesonero, hizo Dios hombre que no se cortara la conversación del que pedía y era mal juzgado y de los que hablaban, porque el mesonero los había informado a su favor, para que no chocara el que no lo dejara entrar y muchos días mandaba que lo retiraran de la puerta.

Estando comiendo, dijo el Maestro a Matías:

   –Matías, sal a la calle y dile al que pide porque no tiene jornal ni quien de él se ocupe, que entre, una vez que sus sandalias no ensuciaran el salón ni sus manos el mantel.

Salió Matías a decirle el mandato del Maestro, y éste, no conociéndolo, se negó a entrar temiéndole al dueño del mesón, sin saber que el Maestro ya había pedido otro plato de comida para él.

Y así, mientras hablaba Dios Hombre y enseñaba a tener Caridad y a practicarla, ya entra, después de mucho decirle Matías:

   –No puedo entrar sin que tú entres conmigo, porque así tengo el Mando.

Fue entrar, y querer decirle al mesonero que lo había llamado el Maestro, al que no conocía, pero que siempre estaba pensando: “Si Él me viera diría que pido porque no tengo ni quien pida por mí para llevarme debajo del puente, el día que amanezco un poco malo”.

Ya le dijo el Maestro:

   –Siéntate, que Yo estoy sentado, y contéstame a lo que yo te voy a hablar, aunque Yo sé lo que vas a contestar. Éstos, no está Dios Padre en ellos como está en Mí, y no puede el hombre tenerme secretos.

   –¿Te ha dicho alguno de los pudientes, que si cambias el pedir por quedarte debajo del puente, de él llevarte el salario que él diariamente tira?
 

No pudo contestar, y el pañuelo recogió la contestación mojándose con sus lágrimas. Y estando todos en silencio el Maestro continuó:

   –¿Y palabras de Caridad, hablándote de mi Reino y ofreciéndose a buscarte el sustento? ¿Te han hecho este ofrecer? Responde sin miedo, que ya mañana tienes donde vivir con puerta y comida como éstos.
–y señaló a los que estaban en la gran mesa que Él reservó para éste un sitio, ya que había más que no eran Discípulos, pero sí que Lo seguían.

Desperté, oí:

Este hombre era huérfano
y nunca tuvo una vivienda,
ni nadie que le dijera:
¿quieres cambiar esa vida
por esta que yo te diera?

Ya era algo mayor
y una pierna le hacía
echarse para adelante
del defecto que tenía.

Él se lavaba la ropa
en el arroyo que tenía
cerca del puente.

Se salía a la calle,
con su mano, sin habla,
para el que quisiera,
allí poner su moneda.

Ya no pidió más monedas
ni nadie negó la entrada.

Y creció la Caridad
al que la tenía olvidada.

El mesonero contaba
día y noche esta Enseñanza.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 87-88-89-90

domingo, 23 de marzo de 2014

Mercadillo Solidario

Gracias a la colaboración de C&A, la Fundación de Ana García de Cuenca está realizando un mercadillo solidario en el centro parroquial de la Iglesia San Juán de Ávila, en la calle Escritor Rafael Pavón, 6, en Córdoba (Frente a los "Ángeles de la Noche"). Con esta acción y otras muchas más, seguimos con nuestra labor en favor de los más necesitados.

¡Gracias a todos/as por seguirnos a diario en este Blog!



La Iglesia quiere silencio y el Cielo escándalo

En Sueño Profético decían:

La Iglesia quiere silencio y el Cielo escándalo a lo que quiere poner silencio.

Tu orientación es del mismo que te da el Mensaje. Si Dios dice: “Habla de lo que Yo te hablo”, ¿dónde tiene que ir primero este Mensaje?: a sus Representantes.

El que esto no vea así, poco del Amor de Dios sabe. Dios ama al hombre y no puede hablar a uno para que se calle. ¿Qué enseñanza sería escribir a diario el Mensaje y guardarlo?

El que esto piense o quiera, ni ama a Dios, ni puede enseñar a amarlo.

Dijo uno:

Que son ellos los que debían
estar esperando cada día
lo que Dios había dictado.
Y cundir en los seglares
y al mal ir acorralando.

Tú no oigas consejo
de dejar Esto callado,
que en el silencio está el triunfo
para los que las Palabras de Dios
están cambiando.

Éstos no quieren saber
nada de Dios Vivo,
porque su Mando es el mismo
que cuando bajó a la Tierra.

Pues hoy bajan sus Palabras
quiera el hombre o no quiera.

Que ya recibirá Premio
el que cundió los Mensajes,
y castigo el que les daba silencio.

Tendrá castigo con cuerpo
y doble castigo
cuando ya no viva el cuerpo.

Si el hombre pensara
el delito tan grande
que está haciendo con el silencio,
yo creo que se vería vivo,
y en su interior
se notaba muerto.

Desperté, oí:

Cada vez que oigas “silencio”,
que sea fuerte el contestar.

Manda a Roma instrumentos,
alborotando la paz que lleva el hombre,
sin ser Paz de Dios.

Ellos saben que es verdad
todo lo que el Libro lleva.

Ellos saben que los hombres
actúan de otra manera
cuando creen que ellos saben.

Aquí presentas Grandeza
diciendo que “yo no sé”.

Es mejor que digan en el Vaticano:
“¿Otra vez están aquí
con Mensajes en la mano?”;
que se oyera el decir:
“Este Caso no ha llegado aquí,
y no podemos juzgarlo”.

“Puede que no sea de Dios;
ya veremos cuando se entere
el Tribunal Eclesiástico”.

Esto no ocurre Aquí
porque Dios lleva este Mando.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 190-191-192-193

sábado, 22 de marzo de 2014

Estos salmos son gracias espirituales

Me desperté a las 4 de la madrugada, y tenía tal alegría que no podía conciliar el sueño de nuevo. Oía un canto lejos y parecía que estaba cerca.

Oí:

Éstos son salmos. Estos salmos son gracias espirituales. Los espíritus de la Gloria de Dios ruegan al Padre y dan gracias con salmos y postraciones.

Los espíritus de esta Gloria se unen a los que van a venir Aquí, cuando están en oración.

La oración es la llamada más fuerte para el contacto del espíritu.

Hay oración de espíritu y oración de acción.

La oración del espíritu sirve para a otro espíritu sanarlo.

Y la oración de espíritu y acción evita que el espíritu enferme.

Tienen fuerza estas oraciones cuando tu espíritu sea de Dios y para Dios.

Cuando tu espíritu no está sano, no tiene fuerza tu oración.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 34-35

viernes, 21 de marzo de 2014

Sufrimiento con el desprecio

En Sueño Profético decían:

Si creyeran en Dios Aquí, buscaban al que dijera: “Dios me dice que diga estas Palabras”. Buscaban al que labra la tierra y al que en esa época de rey estuviera. Porque a rey y a labrador, la muerte de Aquí les llega. Y una vez que el espíritu oye el Mando de Dios, nada lo detiene –de lo que el hombre quisiera poner para detener su cuerpo vivo–, ni horas ni segundos.

Dijo un espíritu con el Mando de Dios:

¿Quién creería en Dios sin amarlo o tenerle miedo?

Con estas dos palabras ves un Evangelio corto, fuerte y Eterno, sin que pasen tiempos.

¿Cómo pueden oír llamar a la puerta, decir que Dios está llamando, y contestar: “que llame luego”?

Desperté, oí:

Da sufrimiento el hombre a Dios con el desprecio.

Da sufrimiento por Dios no hacer de Dios en cualquier escala del hombre.

Nombraban mucho el sitio de un hombre grande de la ciudad, con el campesino pobre de valores materiales.

Decían que era la materia, como el que tiene ojos azules, verdes o negros.

Que cuando llega la muerte, es lo primero que cierran, y ya nadie ve color.

Es Amor o miedo lo que te hace llegar cuando crees en el Cielo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 142-143

jueves, 20 de marzo de 2014

“Tus palabras sean gratis y tus Escritos pagados”

En Sueño Profético hablaban mucho de publicar. Decían:

“El Libro tiene que ser publicado desde el principio que ella vio y sintió la Llamada del Maestro. Todo en el orden que empezó. Esto dará facilidad para conocer lo que es de Dios o del hombre. Esta Publicación tiene que ser vendida y, por consiguiente, pagada. Y este ingreso es el que a ti te dará abasto para cuanto necesites en aumento para tus necesitados y pudiendo aumentar el número de beneficiados en este salario, cubriendo los gastos necesarios para tu actuación ante el hombre. Tus palabras sean gratis y tus Escritos pagados”.

Desperté, oí:

Estos Escritos que los paguen, los lean y alaben a Dios.

Si fueran al precio de su valor, no habría caudal para pagarlos.

Y si no fuera Palabra de Dios, no todos la entenderían.

Estas Palabras son comprendidas en quien mucho ama.

El Amor se entiende sin sonido de palabras y aquí ¡hasta hay palabras!

Alaba a Dios en público y no te tapes para ofenderlo.

Si en público Lo alabas, hablas ya desde su Gloria.

Y si a escondidas Lo ofendes, Él antes te vio.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 43-44

miércoles, 19 de marzo de 2014

Alabanza al Cielo

En Sueño Profético decían:

Siempre que mires al Cielo,
que sea para dar gracias
o para pedir remedio.
Que esto, hecho con Amor,
estás mandando alabanzas
y Dios te está respondiendo.

Siempre que mires al Cielo,
ten la Imagen de Dios Vivo,
y ya sabrás responder
al que oigas ofenderlo.

El hombre, si las cosas le van bien,
es obra de su talento;
Y si él lo hace mal,
ya la culpa es para el Cielo.

Que en la forma de mirar,
sin palabras,
estás oyendo si ofende
o alabanzas está diciendo.

La Tierra guarda lo sucio,
que son los pecados y el cuerpo.

Al Cielo, ya lo que entra,
se purificó en el suelo.

Desperté, oí:

Quiere esta Gloria que el hombre
viva pensando en el Cielo.

Que siempre que nombre a Dios,
sea una alabanza al Cielo.

Es cierto que el hombre es él,
cuando sale algo bien hecho.

Cuando le ha salido mal,
a Dios Lo nombra ofendiéndolo.

Si no ofende de palabras,
ofende con malos hechos.

El que vive para Dios,
le llega esto en sufrimiento.

Porque Cielo, Dios y Gloria,
siempre los lleva por dentro.


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Libro 20 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 92-93

martes, 18 de marzo de 2014

Pastor, Rebaño y Corderos

En Sueño Profético decían:

Para amar a Dios no hace falta ser culto, tener títulos o tener un gran talento.

Se van a oír palabras que hace siglos las dijeron, de este pastor que habla, que de la montaña pasó al Cielo.

Se vio un cerro, y un cordón de corderos lo iban subiendo, pero iban tan juntos que más que animales parecían algo que el hombre ponía para separar el terreno.

Ya siguió el pastor:

Yo viví el tiempo que pise Tierra tan lleno de Dios, que este Nombre, ya en mis labios, yo creo que lo conocían mis corderos. Porque ellos, en la Paz que vivían, a Dios llevaban por dentro.

Un día se me acercaron unos hombres de cultura, y su presencia agradaba. Estas palabras yo oí:

   –¿No se cansará este hombre de esta vida tan poco movida y tan igual?

Al llegar, las mismas palabras me dijeron, y ellos dan el contestar: “Este hombre nos hizo cerrar el libro que dentro de la cabeza nos dejaron los estudios”.

   –Yo no me puedo cansar de estar viendo noche y día al cordero, que fue el único animal que Dios se hace Pastor de ellos. Esto en el comparar, porque mansos los ve y buenos, y al hombre nos pone en su lugar. Y Él sufre cuando alguno del Rebaño ve que se ha ido o se va. Podría tirarles la piedra y dejarlos muertos, pero entonces sufría más. ¡Si soy yo estiércol sucio, y cuando les tiro, nunca les tiro a dar! Y si alguna vez les doy, mis ojos lágrimas dan, y yo mismo me ofendo sin merecer este lugar.

Desperté, oí:

Este pastor ama tanto,
que ve en los corderos:
Nacimiento, Crucifixión y Resurrección.

Vive la última palabra
y está lleno de Dios.

Él pensaba: “Si Dios se nombra
Pastor de los hombres
y al cordero de símbolo pone,
yo soy pastor con su Nombre”.

“Y al rebaño me tiene delante
para que tenga presente:
Pastor y hombres”.

Pastor, Rebaño y Corderos
fue el nombre que Dios puso
para no perder el Cielo.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria, Que Enseñen - Tomo III - Pág. 199-200-201

lunes, 17 de marzo de 2014

Querer o Permitir

En Sueño Profético decían:

Compara el hombre el Permitir de Dios con el Querer de Dios. Y si esto lo analizara, le daría la respuesta en muchas cosas que ve, que pareciendo iguales, va grande la diferencia de Querer o Permitir.

Dijo uno:

Hay “Permitir” de Dios que son de tal Enseñanza, que más te acercas a Dios. Esto el que ama; el que sólo cree, hay momentos que se avergüenza.

El Permitir de Dios puede ser: derrumbar casa para hacer otra mejor. Esto se llama Permitir para Enseñanza.

Luego está el otro Permitir: deja Libertad y no obliga a que Lo quieran. Esto no quiere Dios que tú no lo quieras. Pero si te obligara, ya era querer por fuerza, y aquí no hay Amor Eterno, Amor de Gloria.

Esto sería amor de Tierra, corto y sucio, cuando a Dios este amor no lleva.

Desperté, oí:

Todo lo que pasa,
por ser mundo temporal de materia,
si no es del agrado del hombre,
culpan a Dios.

Y en todo el mal que hace el hombre,
sin respetar la Palabra de Dios,
no le oyes:

“Señor, ¿por qué no me castigas?

¿Por qué me consientes
que tenga abundancia para derrochar
y otros mueran de hambre?

¿Por qué no me mandas castigo
por quemar dinero
para matar a los hombres?

¿Por qué me dejas que viva
no enseñando y negando tu Existencia?

¿Por qué no niegas la luz
y haces temblar la Tierra?

Y ya, acaba este mundo
con fuego, con agua o piedra”.

Con una grande sequía,
que el agua quedara quieta,
verían montones de muertos
sin solución en la Tierra.

Querer de Dios es la muerte,
cuando del Cielo te llega.

Y entonces es cuando ves
si ama a Dios aquel que queda.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 164-165-166

domingo, 16 de marzo de 2014

El obstáculo que pone el que no ama

En Sueño Profético hablaban de cundir estas Comunicaciones, de hacer la Publicación apartando el obstáculo que pone el que no ama, al que comunica. Decían:

Dios manda, espera y actúa; ama, espera, perdona y aparta. Dios no puede ser Dios para arrobar y dejar de ser Dios para que el hombre detenga su “Palabra diciendo”, ¡no, “dicha”!

La Palabra de Dios dicha y escrita, es Evangelio. Si el que lo lee quiere, cierra el Libro, aunque Dios haga su Resonancia en otro. Pero cuando Dios está hablando a través de un Instrumento, no hay hombre que Lo pare. Dios irá inutilizando a tantos inmerecidos de que el Sol y el aire los envuelva, pues merecerían vivir sin aire y siempre en noche, vivir siempre en las tinieblas, aunque las tinieblas los envuelve. Tendrán el sufrir mayor cuando sin fuerzas se vean y Dios mandando Mensajes y los Libros publicados llegando al último rincón del mundo, por ser Palabra de Dios dicha en arrobo y dictada en esta Gloria. Esta Publicación ya cumplió la demora que puso el hombre que no amó.

Dijo otro:

El Instrumento llevará la Palabra de Aquí, sin Palabra que Aquí haya oído. Dios manda en Palabras y manda en acción cuando es Instrumento.

Desperté, oí:

El Instrumento irá con Mando no de la Tierra.

La Publicación se hace porque Dios al hombre no le da cuentas.

Si Dios al hombre buscara, siendo Dios de todo Dueño, otra vez dirían: “¡No!, que no habla Dios del Cielo”.

El hombre no quiere a Dios, Y Dios ya le da desprecio.

Aquel que quiera el Perdón, le vendrá arrepentimiento, cuando los Libros lea y Dios le salga al encuentro.

¡Hombres que viven sin Dios y Dios los deja viviendo!

La Publicación se hará, mandando Dios al Instrumento.


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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I

sábado, 15 de marzo de 2014

Su derrota es imposible

En Sueño Profético decían:

De ella tendrá duda el que no la oiga. El que su espíritu sea de Aquí, éste ve el contacto que ella tiene con lo Divino. Este contacto es vivo y contamina. Esto lo ve el que su espíritu no es rebelde. Pero el teólogo que quiera preguntarle de Dios Hombre y de Dios Espíritu, éste oirá la respuesta como de ningún profesor la haya oído. Dios Padre le ha enseñado de su Gloria, y le ha hecho sentir lo que nadie puede enseñarle en lo material, pues hay cosas que ningún libro puede describir, de los escritos por los Elegidos anteriormente a ella, ni con la extensión que en ella lo hace. Tiene tal Enseñanza, que sus respuestas apabullan al examinante. El que esto examinara, vería que no se contradice en nada, pero sí puedes asegurarle que de ti aprendería.

Desperté, oí:

Nosotros, sus Discípulos, en nuestra vida material, nuestro espíritu no fue arrobado para después de enseñado volver a la materia.

Él nos enseñó en la vida material, y su Espíritu es el que venía hacia nosotros para continuar esta Enseñanza.

Pocas veces fue nuestro espíritu arrobado.

Tu espíritu es Vivienda y Arrobo, mayoría de veces.

Ella, sus palabras, tienen tal fuerza que su derrota es imposible.

Está dotada para conversar con el más intelectual que hubiera.

Tiene el don de dominio de gentes. Hay quien no quiere oírla por temor a aceptar.

Este dominio es del espíritu, rebotando en la materia.

Su Fuerza es confundida –por quien no conoce el Amor de Dios– por vanidad.

Esta Fuerza es Divina.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I

viernes, 14 de marzo de 2014

Secreto hasta la muerte

En Sueño Profético decían:

¿Por qué a todo el que Dios le habla, lo mandan a callar y lo guardan en secreto hasta que muere?

¿Cómo en lo material podrían dar una calificación de sobresaliente o de suspenso sin antes haber habido examen? ¿Y castigarían cuando los examinadores no tuvieran su título?

Cuando Dios habla, cualquiera es bueno para decir que es mentira y sacar mil defectos que no existen, para derrotar el Mensaje, cegándolos el espíritu del mal para que no vean al Profeta y lo oigan, que sólo con oírlo verían que era Dios el que hablaba.

¿Quién diría mejor lo que es el Amor, sino el que lo sintiera? ¿Y quién contaría mejor el dolor, que aquel que lo pasara?

Los azotes no los explicaría mejor nadie como el que los recibió.

Si al pintor le guardaran sus cuadros, sin que nadie los viera, hasta el paso de esta vida, sería una gran injusticia.

Desperté, oí:

Y más injusticia sería prohibirle a un compositor, que su obra no se conociera hasta después de su entierro.

Pues rebasa a todo esto, querer que el Profeta calle. Todo termina aquí –entendido que es en lo material–, pero las cosas del espíritu tienen su continuación, y esta continuación es seria.

Dios no te obliga. Pero si no te juzgara en el Juicio final, no sería Dios.     

Dios, siempre está en actividad su Comunicación, para que tú no digas esta frase: “Señor, es que yo no Te conocía”.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I

jueves, 13 de marzo de 2014

Bueno, malo y regular

En Sueño Profético hablaban del que Ama. Decían:

El que mucho ama, éste llega a la perfección del espíritu, teniendo ya a este espíritu en espera de la visita del Dueño; visita que como Dueño la hace cuando quiere, sin horas ni diferencia de sexo.

El espíritu sabe cuando tiene a Dios contento; El contento de Dios lo sientes tú en la Paz que te da tu espíritu; No puede haber Paz sin Amor a Dios, ni bueno sin Dios.

La palabra “bueno” viene de Dios: Bueno = Dios, Gloria;
Malo = Infierno, condenación;
Regular = actuación peligrosa, actuación que invita a los espíritus malignos a que hagan entrada y salida, retirándose los espíritus de Dios.

Cuando la persona no está haciendo lo que Dios manda, los espíritus de Dios se retiran.

Hay quien no sabe cómo es, ni sabe cuánto ama a Dios, hasta que Dios lo arroba y lo trae a su Gloria. Éste nunca pudo ser regular; éste nunca tuvo visitas de espíritus malignos; a las tentaciones venció. Vencer es superarse.

¡Estas clases de cuánto provecho serían para los buenos, para los regulares y para el que hace cosas mal hechas!

Desperté, oí:

Para los buenos les daba facilidad para enseñar.

Para los regulares, porque les cerraban la puerta a los espíritus que hacen que estos regulares vivan atribulados.

Y para el que hace mal, porque deja el pecado y a Dios va a buscar.

Estos Escritos no puedes
leerlos y quedar igual.
Estos Escritos te quitan
de que pudieras pecar.

Estos Escritos, al que ama
le deja sin respirar;
Estos Escritos los lees
y te pones a rezar
y no sales de esta frase:

¡Señor! haz que la publicación
el hombre no la detenga
por ser Palabra de Dios.

Que no enfaden tu Paciencia
abusando eres Dios.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 187-188

miércoles, 12 de marzo de 2014

Camino de espinas y camino de rosas

En Sueño Profético vi un camino de rosas y una mujer pisándolas. Ésta iba llorando, pero con ganas.

Al lado había otro camino lleno de espinas, y la mujer que las iba pisando caminaba risueña.

Y me dijeron señalando a la de las espinas: –“Este es el Camino de Dios. Y éste –señalando el de las rosas– es el equivocado”.

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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 199

martes, 11 de marzo de 2014

El enredo de ese mundo

En Sueño Profético decían:

Vive más feliz el que vive con poco, que el que necesita mucho para vivir.

El que poco necesita, no desea lo que sin ello pasa.

El que mucho necesita, siempre algo necesitará.

Dijo uno:

Estas dos formas de vivir las encuentras a cada paso, a veces sin tener que lejos ir.

El empujón de esa vida hay quien lo vive despacio y hay quien recibe la vida sin pensar que está de paso.

Éste es el que necesita, y siempre estará tramando: “ahora me falta otra cosa, y después de que la tenga, más fácil será encontrarla”.

Pues si estudias estas dos formas de vivir, ves rápido el espíritu que más cerca está de Dios.

El que vive con poco, vive con poco porque vive lo mucho de Dios, y ni sentidos ni materia dejan sitio para la pompa de jabón, que es el tiempo que esa vida dura.

Siempre que haya uno donde muchos hayan y éste sea contacto de Aquí, verán lo fácil que enseña la vida que tiene que vivir la materia. Por muchos que haya, este espíritu quedará en forma de elevación sus palabras, por ser Enseñanza de Gloria y Vida de Paz.

Desperté, oí:

Leyendo este Dictado,
tú aprendes y te reformas tu vida.

Pensarás lo que te sobra,
sin desear lo que no tienes.

La convivencia de Dios
hay veces que pierde el hombre.

La pierde por desear
lo que no tiene valor.

Si la vida se viviera
pensando: “estoy de paso”,
vivías con la mitad
que tú crees necesario.

El que tenga este pensar
y pensar vaya enseñando,
que piense que está con Dios
y su Servicio prestando.

Si la vida vives ahí
y siempre estás deseando,
poco tiempo has de tener
de sentir a Dios a tu lado.

El enredo de ese mundo
tiene al hombre bien liado.

El que Dios enseña Aquí,
va los enredos quitando.

Pero tiene que querer
aquel que viva liado.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 50-51-52

lunes, 10 de marzo de 2014

Que se publique en todas las lenguas

En Sueño Profético hablaban de las posturas que hay de actuar cuando oyen el Mensaje. Decían:

Mayoría, con reserva. Reserva, porque el Amor no tiene fuerza. Cuando hay Amor, se escucha y se oye el Mensaje como vasallo a su rey, como sirena que oye el que trabaja a deshoras que su cuerpo llama al descanso, como refugio que encuentra el herido en el desierto. Esto no puede tener reserva. El hombre espera deteniendo el Mensaje sin saber si no tendrá tiempo para dar su disculpa, disculpa sin ser por Dios aceptada. Dios manda publiquen porque Dios sabe pueden publicar.

Sin Él decirlo en el Mensaje, Glorias que hubieran dado sin Dios pedirles la publicación.

No hay Amor más grande que amar sin decirle: “ámame”.

Yo, Catalina de Siena, si en mi vida con materia me leen estos Mensajes dichos de Aquí y pidiendo que se publiquen, no dejo resollar introduciendo palabras y leyendo sin parar. Si en España no me oyen, fuera de España me oirán. Lo que no me publica un hombre, por cientos me lo publicaran. Pero el hombre teme al hombre, aunque a Dios pueda enfadar. Esta postura es corriente: respeto a la Humanidad. Aquí es cambiada la palabra: es que le ha faltado amar, y tiene respeto humano porque no ha sabido amar. Ya vienen los entendidos que quisieran publicar, pero si no tienen mando, ¿dónde los van a escuchar? Por eso es tardar tanto este Evangelio que va en boca de estos espíritus, que Aquí ruegan sin cesar.

Desperté, oí:

Yo no puedo decir “sí”
a lo que “sí” no es verdad
por culpa del hombre ahí.

¿No es pena esto “callao”,
pudiendo estar publicado?

Esta Enseñanza se ve
que el hombre no pone nada.
Esta Enseñanza se ve
que Dios manda sus Palabras.

Pues que se junte la Orden
y publique en todas las lenguas,
que esto le agrada a Dios,
no que su Mensaje escondan.

CATALINA DE SIENA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 95-96-97

domingo, 9 de marzo de 2014

Fuente de Sabiduría

En Sueño Profético decían:

Busca el hombre a Dios pidiéndole, pero muy pocas veces ofreciéndose de las tres cosas que por fuerza Dios las deja que tenga: dinero, tiempo o palabras.

Si además de esto pones cargo, grande servicio puedes hacer a sus Palabras. Y ya alimentas cuerpo, curas espíritu y achicas el sufrimiento, y vives tranquilidad pensando: “yo a Dios Le sirvo”, que es lo que da la Paz mientras ahí vives.

Luego, Aquí, Dios ya manda a tu espíritu en consejo o en acción, pero Le haces servicio.

Si cada hombre una de estas tres cosas Le diera a diario, ¡cuántos males se quitarían y qué pocos se condenaban!

Dijo uno:

Luego, hay otra manera de dar: dar ejemplo de no vivir pecado, ni vivirlo, ni parecer que lo vas buscando. Porque en este parecer se ocultan espíritus malos, que hacen ver lo que no es, para ir de Dios alejando.

Desperté, oí:

Pídele a Dios,
y no hace falta que con palabras
te ofrezcas diciendo:

“Señor, mándame
de lo que Tú sabes que yo puedo hacer”.

“Yo sé que el 1,
el 100 me trae”.

“El tiempo, pensando en Ti,
yo le veo crecimiento”.

“Ya, tu Nombre en mis palabras,
cuando salen de mi boca,
eres Tú el que las dice”.

“Porque se ablanda la roca
y en el agua nace lumbre”.

“Lo endeble lo hace fuerte,
y lo fuerte lo derrite”.

“Pedid y recibiréis”,
dijo Dios y hoy dice,
porque Dios siempre es presente.

Es Fuente de Sabiduría
para el que esta Agua quiera.

Si la bebes, ya Lo sigues
y Él jamás a ti se niega.

Pero tienes que saber cómo pides
y el contestar que Él contesta.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 192-193-194

sábado, 8 de marzo de 2014

El Pecado que el hombre no lo tiene por pecado

En Sueño Profético hablaban del pecado que el hombre no lo tiene por pecado. No lo tiene porque no lo enseña diciendo: “esto hay que aprender y practicar, y el que no lo haga está pecando”.

Esto sería creer que no enseñar la Palabra de Dios y hacer practicarla, es grande pecado. Luego ya, cuando tú seas responsable de tu espíritu y cuerpo, tu Libertad te lleva a seguir a Dios o a condenarte.

Esto, el hombre que pisa Tierra, no le llama pecado. Esto lo deja libre para que el que quiera lo aprenda y lo practique; y el que no quiera, que no lo aprenda.

Dijo uno:

Al hombre no puedes quitarle que el cuchillo se esconda, pero de niño sí puedes prohibir y castigar que el cuchillo no coja.

El hombre siempre interpreta mal lo de Dios.

Dios Hombre daba y dejaba Libertad para que Lo quisieran cuando eran hombres. Pero a los niños los llamaba, y reprendía a los mayores que quitaban que a Él se acercaran.

Dios Hombre nunca dijo: “Si vosotros no Me queréis, enseñad a los niños a que no Me quieran”. Pues si esto no lo dijo Dios y el hombre lo hace, ya hace pecado más grave que el pecado que hace el hombre que lo condenan las leyes.

Desperté, oí:

Le pone el hombre castigo
a lo que ve que hace mal el cuerpo.

Le llama el hombre pecado
al hombre que no cumple los Mandamientos.

Y no le llama pecado
a que no enseñe ni obligue al niño
a que el Nombre de Dios es Sagrado.

Que la inocencia del niño
la Gloria la va agrandando.

Si Dios le pide a los hombres:

“Haceos niños
y entraréis en mi Reino”.


¿Cómo querer el hombre que el niño
llegue a hombre sin quererlo?

Es el pecado mayor
que hoy tiene el hombre,
el no enseñar al niño
de la Gloria y de Dios Hombre.

De cuando baja a la Tierra
para enseñar a los hombres
a que se amen como Él ama.

El niño debe ser
enseñado y mandado.

Y cuando llegue a hombre,
que se retire de Dios
o que siga con más fuerza enseñando
lo que a él le enseñaron.

Si esto así se cumpliera,
habría pocos retirados.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 140-141-142

viernes, 7 de marzo de 2014

Piensa en la muerte, sin miedo

En Sueño Profético decían:

Piensa en la muerte sin miedo
y compadece al que la muerte quiera.

Pues la muerte deseada,
no es decir: “la que Dios quiera”.

Aceptar este querer,
ya ves todo de otra manera.

Lo grande lo pondrás chico,
y lo chico ni te acuerdas.

Esto sí es decir:
“que sea lo que Dios quiera”.

Y ya verás esa vida
como principio de Ésta.

Ésa, por mucho que cuides
y hasta pagarla quisieras,
tú no puedes detenerla.

Por eso vive mejor
el que avaricia no tenga
y se dé cuenta mejor
del poco valor que tiene
todo lo que ahí se queda.

Dijo uno:

El hombre paga mejor lo que el vendedor le diga: “esto tiene tantos siglos y tantos siglos durará”. Aquí deja su dinero. Y él de vida tendrá, a lo mejor, día y medio, y puede que al medio no llegara. Pero él se contenta diciendo: “¡qué valor tiene todo lo que tengo!”.

Que esto, el día que se muera, ni le lloran, ni le mandan oraciones al Cielo, ni lo pueden defender.

Desperté, oí:

Si el valor que le da el hombre
a lo que no sirve para la Vida Eterna,
se lo diera a los valores espirituales,
no podría tener millones colgados
y hombres muertos de hambre
y viviendo en la miseria.

Hay objeto que ha pasado
ya varias generaciones,
y ninguno ha pensado:
“¿Con esto puedo cumplir
el Mandamiento de vestir al desnudo
y dar comida al hambriento?”.

Este Arrobo empieza:
“Piensa en la muerte, sin miedo”.

Y termina con examen de conciencia.

Éste no puede decir:
“que sea lo que Dios quiera”.

Porque vive el Permitir
que Dios deja a la materia.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 117-118-119

jueves, 6 de marzo de 2014

Dios Hombre enseña poniendo delante su sufrimiento

En Sueño Profético decían:

A más cerca estaba Jesús de la Resurrección, más se creían triunfadores los que eran sus enemigos. A más Lo veían sufrir, más solo Lo veían.

Dijo uno:

Dudaban más de Él, porque con su Poder no mandaba que la carne quedara muerta, y el espíritu, con su Mando, quedará en los infiernos. Si Dios hace esto sin enseñar, ¿cómo enseña poniéndose Él mismo?, ¿cómo dice?: “Perdonad como Yo os perdono. Buscad al pecador como Yo lo he buscado, hablándole del Reino de mi Padre, que es el mío porque en Mí está mi Padre. Esta Enseñanza sirve para el que está pecando y quieren que su espíritu siga al mando de Satanás, para ya ser demonio, que son los que buscan a los débiles, a los que no cumplen mis Palabras y a los que tienen contrato con los endemoniados, que pueden ser hipócritas y fariseos, que son los que me llevan al Calvario.”

Estas Palabras las dijo Dios Hombre cuando Le conocieron de Hombre.

Desperté, oí:

Los enemigos de Dios eran los que menos creían en la Resurrección.

Los que sabían que era Dios y Lo seguían, dudaban de que Dios utilizara más su Poder para que Lo creyeran.

Una vez que, antes de su crucifixión, hizo los milagros que no podía hacer ningún hombre en la Tierra.

Ni desde el Cielo, como no fuera su Padre, que era Él, que en Él los hacía.

Dios Hombre enseña poniendo delante su sufrimiento.

Dando su Amor para el que lo quiera, y apartando al que Lo persigue desafiándolo.

A éste lo aparta, y la Justicia de su Padre le llega.

Como les llegó en el Templo.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 54-55-56

miércoles, 5 de marzo de 2014

Claridad o ventana

En Sueño Profético decían:

Claridad o ventana que abra tu espíritu, síguele la Luz, ya que es tu nombre el que presenta, por ser nombre conocido en la Palabra de Dios.

Donde nombren a Dios, salga tu nombre. Si se nombra en Teología, que a ti te nombren; Si hablan de la caridad, que comparen y digan tu nombre; Si hablan de la obediencia al Mando de Dios, que digan tu nombre; Y si premian a la paciencia y al sufrimiento, que a ti te premien.

Es tu nombre el que abre los caminos de lo que escriben los hombres, de lo que no está escondido. Es tu nombre el que le hace falta al mundo.

Dijo uno:

Ya, de esta Grandeza Divina que Dios a su espíritu entrega, que hablen los hombres. Pero siempre sin quitar su nombre. Que llegue a la muralla y lo recoja la piedra, pero sin quitar tu nombre al que Dios le dio la Luz para alumbrar a los hombres que andan a oscuras sin Dios y viendo un imposible esta Existencia de Dios.

Ya es tu nombre el que deben seguir los hombres y hacer comparación, que esto es Dios el que dicta. Aunque veas algún renglón que su línea está torcida, no creas equivocación, que Dios jamás se equivoca.

Que si se dejó clavar como Lo ves en el Madero, no es que se equivoca Dios, es que tuvo que cumplirse lo que Él al Profeta le anunció: sus Martirios, su Muerte, y final Resurrección.

Desperté, oí:

Encamina estos Escritos
donde tienen que llegar.

Que tu nombre ya es bastante
y lo rubrica tu andar.

Nunca dejes la ventana
que te manda claridad,
aunque los demás no vean
la ventana dónde está.

Pues siempre será atrevido
tirarte al agua sin saber nadar.

Si ves uno decidido tirarse
porque grande premio dan,
no puede entrarte la duda
de que no supiera nadar.

Pues pon mayor confianza
en el que diga: “yo voy, yo digo
lo que Dios me manda hablar”.

El que a esto se decide,
nadie lo puede callar.

Y lo firma con su nombre,
admitiendo el preguntar.

Dios le manda Luz al hombre,
y coge la oscuridad.

El Elegido ve oscuro,
y a Dios empieza a llamar.

Va grande diferencia
pedir Luz,
o tenerla y apagar.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 57-58-59-60

martes, 4 de marzo de 2014

El Amor a Dios te hace la Intimidad con Dios

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios te hace la Intimidad con Dios. Cuando tú sabes que amas, pides y sabes que recibes.

Dijo una mujer:

Si todos amaran sabiendo que más no podían amar, pedían seguros de recibir.

Cuando tú todo lo haces por Amor a Dios, ya te entra la Intimidad con Dios, ya hace Dios que tú pidas dando gracias, ya tú dirás: “Señor, cuántas fuerzas me das; Señor, yo sé fijo que me voy a tu Gloria; Yo sé fijo que Tú estás presente para librarme de la maldad del que no Te ama; Yo sé, Señor, que Tú lo sabes todo: sé que perdonas, y sé que premias, premias llevando a tu Gloria espíritus que aún tienen materia; Yo sé, Señor, que Tú eres Padre, y tu Amor no tiene diferencia para tus hijos; son tus hijos los que viven sin tu Amor; es el hombre el que no quiere que Tú lo ames, porque prefiere pecado, porque rechaza tu Amistad”.

Dijo la misma mujer:

Yo siempre creí que amando mucho a Dios, lo que Dios me mandara era lo mejor. Cuando alguien oía mis ruegos, decía que yo no pedía pidiendo. Esto era muy mío: “Señor, que nada que me ocurra me quite la alegría del espíritu, que yo sienta tu Presencia cuando crea que estoy sola, que sienta tu Mando, Señor, que Mando tuyo no es mando, es confianza de Amor de tu mismo Amor mandando”. Éste era mi pedir y ahora quiero enseñarlo.

Desperté, oí:

Leyendo este Escrito
que de la Gloria dictamos,
aprendes primero a amar,
y ya te viene Intimidad.

Es gran descanso pensar
como esta mujer pensaba.

Es tener Intimidad
que Dios al Amor mandaba.

Ella hacía la oración
y aceptación le mandaba.

Aceptación sin enfado,
porque pensaba:
“Si es Padre,
no puede mandar lo malo”.

Porque pensaba:
¡Si es Dios, que vino para salvarnos!
¡Si Él dejó que Lo mataran
y pudo el mundo acabarlo!
No puede mandarle mal
al hombre que quiera amarlo

Dios quiere que tú Lo llames
en tu contento y tu llanto,
pero que sea un llamar
oyendo que está premiando.

Cuando ya ames a Dios,
ya vivirás confiado.

Por quitar Dios el sufrir,
que sufrir tú has nombrado.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 181-182

lunes, 3 de marzo de 2014

Transfiguración

En Sueño Profético veía muchas estampas o como cuadros. Vi mucha agua, y el Señor andando normal. Luego vi otro sitio que entró el Señor quedando todos muy sorprendidos. Luego, en una montaña, vi dos o tres personas y el Señor decía: “Esto es la Transfiguración”.

Decía el Señor:

“Estos tres hechos los vio y vivió el hombre. El hombre no debía haber permitido dejar olvidar a este Dios Hombre y Profeta. Mi Padre me mandó a que viviera con el hombre, para que el hombre conociera a mi Padre”.

Despierta, oí:

Si el hombre amara, mi Padre al hombre hablaría.

Mi Padre habló en Mí, y Yo hablo en el hombre.

Si el hombre cree en mi Padre, me llama a Mí, y mi Padre es el que responde.

Si el hombre no cree en mi Padre, ¿cómo me va a llamar a Mí? Y si no Me llama, mi Padre no responde.



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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 92

domingo, 2 de marzo de 2014

El mundo material necesita este contacto

En Sueño Profético hablaban del contenido de estos Escritos, de la riqueza de sus amplios temas, de su Fuerza, de su Amor, del Perdón fruto del Amor tan grande, de la dulzura de sus Palabras, de los hechos que cuentan los que Dios tiene en su Gloria, que Dios los manda contar para que sirvan de ejemplo, para que el hombre compare aquello que ya pasó con esto que está ocurriendo, para que vea ese mundo, siempre lo mismo ocurriendo, y el hombre lo aceptará según ame a Dios del Cielo.

Ese mundo está igual que cuando Dios lo hizo nuevo, que nuevo siempre estará hasta acabarlo su Dueño. Siempre tendrá sus Profetas, siempre tendrá Elegidos que a Dios sirvieron contentos, y Dios los lleva al Recinto, al Recinto que se encuentran los que Él manda que hablen de hechos ahí vividos, que los vivieron con Dios y les llamaron Elegidos.

Dijo uno:

Debía de pensar el hombre que tiene grandes conocimientos de estudios materiales, que ese mundo, sin Comunicación de Aquí, no podría existir; sería un mundo sin amo, sería barco sin capitán lleno sólo de pasajeros, sería niño que nace que su madre se alejó y él solo tiene que cuidarse. ¿Puedes pensar que llegaría a mayor? Pues aún más imposible es vivir ese mundo sin esta Comunicación.

Desperté, oí:

Es de pensar el pensar,
cómo el hombre de grandes conocimientos
no piensa que el mundo material
necesita este contacto.

Y también es de pensar,
que Dios, como Dios que es,
no puede coger los malos.

Tiene que coger a aquel
que adora por adorarlo.

Que Lo ama sin saber:
“¿seré yo un día arrobado?”.

Y el sacrificio de otro
que se cree sacrificado,
éste que ama lo ve
como nube de verano.

Éstos son los Elegidos
que nunca en Tierra faltaron.

Dios los trae y los manda
para quitar del pecado.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 192-193

sábado, 1 de marzo de 2014

¿No es bastante?

En Sueño Profético hablaban Tomás de Aquino y Agustín de Mónica.

Dijo Tomás:

Dios ha querido que el hombre no dude de su Existencia, y quiere que se conozca al que no Lo ama. Lo mismo que no había venido un Dios Hombre hasta que Él vino –dicho Aquí: bajó a la Tierra–, hoy no puede encontrar el hombre a un Elegido que dejara en archivos, más de veinte años de Comunicaciones dictadas Aquí en esta Gloria. ¿No es bastante para que el teólogo viera aquí, en este Lugar, actuar a Dios? ¿No es bastante leer Temas de esta gran valía, unidos al caminar del Instrumento? ¿No es bastante comparar, en esta misma persona, su inteligencia en la Tierra, y ser de primera enseñanza, con leer cualquier Escrito cogido al azar? Con esto basta la duda.

Ya dijo Agustín:

No hay otra postura que sea mirando al Cielo, y con voz o sin ella digas: “¡Perdón, Dios mío! ¡Perdón, pero mándame el castigo que Tú quieras!”. Esto, el que creyó y no amó. El que no cree en Dios, de este Dios no echa cuentas al decir que no cree. El que cree, de éste se aparta, y ya a pocos condena, tan sólo a los que en Dios no crean, que éstos son menos que los que creen y no aman.

Estos Libros tienen que estar pronto en las manos del lector. Estos Libros destaparán, abrirán puertas, y se verán cambiar los rostros. Sea pronto su publicación. Sea pronto esta nube corrida y queden en tinieblas los que a Dios no amen, apartándose del fariseo, justificando Palabras de las que mandan del Cielo.

Desperté, oí:

Es disculpa a sabiendas
que Dios habla al que Él quiera.

Es perder tiempo el decir
y comparar con cualquiera
lo que Dios haga ahí.

Desde el comienzo del mundo,
hay un tiempo hasta aquí.

Pues nunca vieron a un Dios
que viviera con el hombre
y, viendo a un Dios de Carne,
fuera el mismo Dios de Aquí.

¡Qué discutir más absurdo
el que quiso discutir
que no era el Dios del Cielo,
porque nunca hubo un Dios así!

Piensa pensando en la Gloria,
aunque no quieras venir,
y verás que Dios es Dios
por siglos, siglos sin fin.

TOMÁS DE AQUINO Y AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II