viernes, 28 de febrero de 2014

Vida de fracaso, para el que no cree que es vida de paso

En Sueño Profético decían:

La humildad te da nombre,
y la constancia apellido,
y el Amor al Prójimo te firma,
y ya eres conocido.

Conocido para el que ama, y perseguido por el que no quisiera que de Dios se hablara diciendo: “hoy dice y dirá las mismas Palabras, porque el tiempo no ha pasado ni pasará”.

El tiempo sale de Dios, y a Dios vuelve por ser Mando. Vuelve igual que salió de Dios. Fue tiempo para lo que acabó o se puso viejo. Para esto sirve el tiempo, pero no para Dios.

Dijo uno:

El hombre, por querer cambiar lo que no tiene cambio, está apartando de Dios al hombre bueno y al malo.

Al bueno debía de exigirle que hay que practicarlo; y al malo, hacerle pensar que esa vida es de paso, que ahí no queda la vida, que debe estar preparado para cuando Dios le mande a la vida que deje el cuerpo abandonado, con su cuido, su médico y medicinas.

Y quién sabe si al oír esto del bueno, que buena llevaba una vida, el malo se arrepentía y a malos iba buscando, haciendo que se limpiaran el espíritu del pecado.

Desperté, oí:

¡Vida, vida, vida!
Vida de fracaso,
para el que no cree
que es vida de paso.

Es tiempo perdido
el tiempo que pasa,
si no ha sido tiempo
pensando en la Vida
que no tiene cuerpo.

Es Vida que manda Ley
de un Dios Supremo.

Que por ser Dios Único
no exige al hombre
que sea hombre bueno.

Exigir de Dios no sería exigir,
sería un Mando con Fuerza,
sin poder nadie pararlo.

Dios hace pocas veces
que el hombre vea este Mando.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 140-141

jueves, 27 de febrero de 2014

Contacto Divino

En Sueño Profético decían:

¡Cómo no se dará cuenta, el que la trate o lea estos Escritos, que es un espíritu mandado y movido por Dios!

¡Cómo no verán claro que cosa dicha, antes pasó, o está pasando, o va a pasar!

Esto ella dice, pero normal, porque lo dice el sentir, no el saber. Lo que los ojos de la carne no ven, lo ven los ojos del espíritu y le empujan a la lengua a que le dé sonido.

Esto es Sabiduría de espíritu, no sabiduría que cualquiera aprende. Esta Sabiduría es Contacto Divino, Fuerza que hace seguir el Camino de Dios y descubrir al hipócrita.

Dijo uno:

Dios le da Fuerza y Enseñanza cuando sólo hay espíritu. Cuando el espíritu vuelve a la carne, Dios le quita palabras y escenas que pueden hacerle sufrir, y no puede decir porque no recuerda. Pero sí le deja sentir, para que ella actúe, que esta es la Sabiduría que no ve el que no vive el Amor a Dios y la confianza en otra Vida.

Si tuvieran confianza, no podían coger caminos que ofendieran al que lleva estas Palabras. Porque recibir y ofender, es despreciar Gloria.

Desperté, oí:

En el Mensaje anterior a éste tienen la contestación de la Enseñanza del sentir.

¿Quién le dijo a la materia que de los Libros se hablaría?

¡Pues los ojos del espíritu y la Divina Sabiduría!

Unas veces lo ha sabido y aún no ha llegado a que la materia lo comunique.

Otras veces, en el Arrobo le dan Poder para que su oración haga contacto y lejos o cerca reciban gracias.

Que son, en boca del hombre, Milagros.

Pues de éstos son constantes, todo el que quiera verlos.

Si el hombre pensara un poco en el valor del Instrumento, diría mil veces al día:

¡Señor, yo no merezco el conocerlo!

Y delante y a distancia, no diría una palabra que no fuera de su acuerdo.

Porque no ofende a ella, ofende al que manda al Instrumento.

Dios en el sentir le hace que para Dios no hay secretos.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria, Que Enseñen - Tomo III - Pág. 34-35-36

miércoles, 26 de febrero de 2014

Dios elige al que quiere su Amor

En Sueño Profético decían:

Si Dios eligiera al que a Él no amara, ya diría el elegido: “A Dios cualquiera Lo engaña. Yo cumplí, pero no amé, hoy me elige y me manda. Ya mi libertad de espíritu y materia, me corta. Ya tendré que parecer aún más bueno para seguir engañando al que bueno se cree que soy”. Éste es el pensar que haría.

Dijo uno:

Dios elige al que quiere su Amor y al que su Amor va enseñando con alegría y Amor, pensando: “¡Dios mío!, que yo nunca te dé enfado, ni en contento ni en dolor que la vida me esté dando”. A éstos los elige Dios, pero sin que nadie le dé mando, y a contra de la opinión del que cumple y manda.

A éste no lo elige Dios; le manda pero no elige –dijo otro que el diálogo seguía–. No es lo mismo mandarle Dios, que elegir Dios. Puede no haber Amor y recibir Mando. Pero no puede ser no haber Amor y ser Elegido. Si recibe Mando y no ama, tiene que cumplir el Mando. Pero si no ama, no puede repartir Amor, y ya no sirve Enseñanza. ¿Ves como ser Elegido no es porque Dios manda?

Desperté, oí:

Cuando Dios elige,
se pregunta el mismo Amor:
“¿Yo, Señor, que sólo amé,
y a veces el cumplir, no?”.

“Perdona, que no pensé
ni en el día ni en la hora
que tenía que querer”

“Yo Te quería sin horas,
a mi forma de querer”.

Éstos son los elegidos,
pero no los mandados por Dios,
a veces para el Elegido.

Si primero no hay Amor
y a Dios no te has ofrecido,
tu enseñanza ya sería
como la de cualquier libro.

No es lo mismo ser mandado,
que ser por Dios Elegido.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 17-18

martes, 25 de febrero de 2014

El que no vaya a defender mis Palabras, que se retire de mi Mando

En Sueño Profético decían:

No hay descanso mayor que cundir lo que tú ves o crees que viene del mismo Dios. Esta alegría la sentieron los Discípulos de Jesús cuando más gente los esperaba y decían: “esto nos ha dicho el Maestro”. Que con este Nombre ya decían Dios Padre y Dios Hijo.

Él les decía:

“El que no os crea sabiendo que vuestras Palabras son mías, no es que no os crea, es que no cree que existe mi Padre y que Yo soy por Él mandado. Si creen en mi Padre, creen en Mí; y si creen en Mí, Me buscan. Si Yo busco al pecador para salvarlo de la condenación –si él quiere–, ellos, si creen que soy Dios, Me buscan”.

“Si alguno de vosotros no comprendiera mis Palabras, si quiere comprenderlas, Yo haré que las comprenda para poder enseñar”.


Y los despedía muchas veces con estas Palabras:

“El que no vaya a defender mis Palabras, que se retire de mi Mando; que cuando Yo lo necesite para llevar mi Mando, Yo lo mandaré. Pero este servicio no es, para mi Padre ni para Mí, contado”.

Desperté, oí:

Si amas,
aprendes de este Dictado.

Si no amas,
no comprendes,
pero sí piensas:
“esto no es del hombre,
esto es Dios hablando”.

Esto lo piensa
el mejor teólogo
y el mejor catedrático.

Si ama,
disfruta al pensarlo,
y en grande altura
lo va publicando.

Esto tiene vida,
palabras y párrafos.

Y ves por momentos
que aumenta el escándalo.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 236-237-238

lunes, 24 de febrero de 2014

Es peor hacerse el cojo, que ser cojo y cojear

En Sueño Profético decían:

Si el que el hombre ve malo, se aleja de estos Mensajes, lo hace mal. Pero lo hace peor el bueno que no los busca y sabe dónde están.

Es peor hacerse el cojo,
que ser cojo y cojear.
Pues si el cojo mira al Cielo,
Dios lo puede sanar.
Y el que se hace sin serlo,
cojo se puede quedar.

Dijo uno:

El hombre se cree bueno porque el mal que hace nadie puede verlo; tan sólo lo ve Dios. Éste es malo de espíritu. Y vive dos en uno: espíritu que quiere tapar acción que va en contra del Mando de Dios y que quiere oírle al hombre la palabra “bueno”.

Este espíritu es conocido por el espíritu que Dios Aquí le da la Enseñanza. Este espíritu no es enfermo; este espíritu es visitado por espíritus diabólicos, y todo lo que hace es meditado.

El espíritu enfermo hay veces que lo ves desmadejado, y el mal va siempre hacia él. Éste no piensa el parecer bueno; lo que ves por fuera, tiene por dentro. El que vive dos en uno es el que quiere parecer bueno, y en todo lleva maldad y va en contra del Cielo.

Desperté, oí:

¡Qué cierto que hay buenos
que están muy lejos de Aquí!

¡Qué frases dictan en Gloria
para que te hagas bueno,
primero para la Gloria!

Son éstas que Dios manda que se repitan:

“Es peor hacerse el cojo,
que ser cojo y cojear”.

Pues la razón es bien clara:

Si es cojo, puede que un día
Dios le mande andar.

Y el que cojea sin serlo,
cojo se puede quedar.

El que es cojo, mira al Cielo,
y en el mirar, pide ya.

El que quiere parecerlo,
quiere al mundo engañar.

Porque no cree que Dios
siempre está viendo verdad.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 206-207-208

domingo, 23 de febrero de 2014

El Saber del espíritu es Saber de Dios

En Sueño Profético decían:

Si el que Dios elige no fuera guiado por esta Gloria, no podía decir que Dios le hablaba; la maldad del hombre trabucaría a la persona. Dios, al Elegido, cuando lo elige, ya le tiene su Camino trazado, dejándole al hombre la Libertad, que esta Libertad será luego entregada en Gloria, si no ha hecho uso de ella. Si Libertad has vivido, no conocerás Gloria. El Elegido tiene Mando y Libertad en las Comunicaciones y en los Escritos. Una vez dictados, ya son con el mando del Elegido el uso que fueran a hacer para la divulgación. Dios habla en el Instrumento, pero el Instrumento resuena lo que Dios quiere que tú sepas. Mucho, mucho de lo que en Gloria se habla, lo sabe el Instrumento, sin poder hacer uso de ello. Cuando vive espíritu y materia, queda inteligencia que no es comprendida por el hombre y sí con intimidad de Sabiduría de esta Gloria. Este Saber es Saber de espíritu.

Dijo uno:

El Saber del espíritu es Saber de Dios, sin que medie el hombre; es espíritu puro por Dios visitado y traído a su Reino; enseñado con abrazo del Espíritu de Dios; contacto que el espíritu, teniendo materia, Dios hace que sienta vibraciones de fuerza sin que la materia intervenga para que el espíritu no sea obstáculo a la materia. Los Arrobos nunca podrían ser con materia; nunca pondrían torpe a la persona; nunca borraría un Dictado de Dios, el hombre, por el suyo, y lo consentiría el arrobado. Esta Enseñanza es la misma que Dios le dio al primer hombre: Amor, Paz, Obediencia y Recato. Según Dios le da al hombre la inteligencia para el avance del hombre, así Dios le pide cuentas: si la inteligencia es grande, más número a su cuenta.

Desperté, oí:

Este Mensaje te dice Palabras de todos los temas.

Aquí puedes comprender, que a más inteligencia, debes mucho más saber.

Dios te da la inteligencia para que leas y compares.

Que a más entiendas de leyes, menos inocencia cabe.

Cuando Dios vino de Hombre, no pudo negarse nadie a decir que no había Dios, porque Lo vieron de Carne.

Pues después que Lo mataron, y los siglos que ya hace, no puede ser hombre bueno quien diga que Dios no hable.

A más tiempo de su Muerte, el hombre más responsable.

Es grande la diferencia, de no saber y correr para adorarle, que saber y más saber, y querer los Pies clavarle.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 92-93-94

sábado, 22 de febrero de 2014

Cuando la vida te cambia

En Sueño Profético decían:

Hay más que ofendan a Dios diciendo que en Dios creen, que Lo ofendan diciendo: no creo.

Hay más que buscan a Dios para pedirle, que para darle Amor.

Hay menos que digan, Tú Lo has hecho, pues bien hecho está, que esto: “¿Por qué has hecho esto ¡Dios mío!? Yo esto no me lo merezco, yo cumplo con la Iglesia, y Tú parece que premias al que peor se porta”.

Dijo uno:

El hombre siempre está pidiendo cuentas a Dios, y Dios por ser Dios no las da.

El hombre cree que Dios quiere que el hombre cumpla con Dios: mala interpretación del hombre.

Dios sólo pide Amor, Amor de hombre a Dios, y ya si el hombre ama, ¿cómo Dios pagará este Amor? Te pagará en monedas que siempre tendrán valor, te pagará una renta que irá subiendo valor, te lo pagará en tus hijos, y esta es la recolección.

Desperta, oí:

¿De cuántas maneras a Dios
llegarán las peticiones?

¿Cuántos creen querer a Dios,
por no pensar las razones?

El que cree, no lo cree,
siempre ve chico el Amor.

El que ama, siempre dice:
¡Qué poco Te hago yo!

El que ama, sufre y llora,
por quitar penas a Dios.

El que ama nunca dice:
¡Dios mío!, ¿qué te he hecho yo?

El grande Amor se demuestra
alabando siempre a Dios.

No hay dicho más verdadero,
que éste que le oí a un pastor:

“No digas que amas a Dios,
cuando “to” venga de cara;
el Amor, más fuerte es,
cuando la vida te cambia”.

“Cuando la vida te cambia,
y no dejas de querer”.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 85-86

viernes, 21 de febrero de 2014

Horas para adorarlo

En Sueño Profético decían:

Hay quien cree que Dios tiene sus horas para adorarlo, y vive ese método mal vivido. A Dios hay que adorarlo sin horas ni tiempo, sin noche ni día. En las contrariedades tienes que amarlo con más fuerza, y en el contento nunca olvidarlo, y ya ten por seguro que siempre estás adorándolo. Aunque de Él no te estén hablando, tú siempre estás con Él. Esto es amar a Dios y adorarlo.

Dijo uno:

Hay más que cuando dejan de hablarles de Dios se olvidan de Él, que sigan amándolo. Éstos son los que hoy ves “forofos”, mañana tibios, y si se alejan del sitio que de Dios hablan, ya se olvidan del Evangelio sin practicar lo que manda. Esto nunca lo verán en el que Dios su Palabra manda. A éste siempre lo verás con actuación de adoración al sitio que Dios lo manda, que lo manda porque adora sin pensar las circunstancias, y siempre ves que camina, siempre con su misma marcha. ¿Puede alguien desmentir esto que en Gloria dictamos? ¿Puede creer que no peca el que mal quiera juzgarlo? Esta es la adoración que debía de tener el que se nombre cristiano.

Desperté, oí:

El Sitio que Dios habita, siempre tiene Aquí contacto.

Una cuando Dios arroba sin que tome parte el hombre.

Otra cuando ya lo deja escrito para los hombres.

Y ya, último contacto, cuando se abraza al pobre.

Cuando se acerca a la cama del enfermo que no tiene ya saliva en su garganta.

Aquí está adorando a Dios, porque Dios si allí lo llama, su espíritu se lo lleva.

La adoración del cristiano no raciona. El que ama, siempre su mente está orando.

Que este orar lo ven con los enfermos y los sanos.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 185-186

jueves, 20 de febrero de 2014

Es la falsedad del hombre la que alimenta el pecado

En Sueño Profético decían en la Gloria de Dios, de hombres que vivieron con materia y que su vivir fue para este Cielo:

Éstos fueron hombres de saber material bastante amplio, de grandes estudios, de grandes conocimientos y de un nivel cultural bastante grande. Estos hombres hablan de la falta de interés que tiene el hombre por aprender, ya sacándolo del recinto del Amor a este Dios, que todo sale de Él.

Ya dijo uno:

Unos nombres voy a dar de los presentes en este Arrobo, que quedarán en el Dictado: Juan Bosco, Agustín de Mónica, Tomás de Aquino, Domingo de Guzmán y otros grandes talentos que su saber les venía del espíritu. Éstos, hoy adoran Gloria. Ayer, mandaban a esta Gloria. Éste es el deber del que dice “yo amo a Dios”.

Dijo Tomás:

El Comunicante se ve que es Comunicante de este Mundo que el hombre habla de él, pero sin creer con seguridad que Dios es Vivo.

Viéndo, siguiéndo y preguntándo, ves es Aquí traído este espíritu; viendo vida y sufrir que le da el hombre. Siguiendo su caminar, tú no lo sigues. Y ya pregúnta en Teología, pregúntale en literatura y en estudios de primera enseñanza...

Los hombres que desmienten sin haber hecho estudio y no aceptando a Dios, ya estos hombres no aman. Estos hombres no son disculpados por Dios.

Desperté, oí:

Es la falsedad del hombre
la que alimenta el pecado.

Es la vanidad de Tierra
la que persigue el Mensaje.

Hombres cultos de la Tierra,
que de la Tierra no saben.

No saben porque sus cuerpos
no creen que este Dios hable.

¿Dónde esta la creencia?
¿Dónde creen que habita Dios?

Debían hacer recuento
del maltrato que le dieron
a todo el que Dios eligió.

Si este recuento lo hicieran,
fijo pedían Perdón.

¡Hombres que hablan de Gloria
como un cuento que pasó!


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 80-81

miércoles, 19 de febrero de 2014

Cántaro de cristal, cántaro de roca y hierro

En Sueño Profético decían:

Por la abundancia de estas Comunicaciones Divinas, Dios hace que el Instrumento sea cántaro de cristal, cántaro de roca y hierro.

Que el cristal te deja ver si el cántaro está lleno; y el hierro y la roca que bajan del Cielo, no hay manos de hombre que puedan romperlo.

Si esto así no fuera, sería un secreto. Que el hombre diría: “yo qué sé lo que va por dentro”.

Dijo uno:

Si sigues el Caso desde aquel momento que Dios lo mandó sin que sea secreto, ya tendrías llenos montones de cuadernos con las indiferencias y negaciones que el hombre le ha hecho.

Aquí, viendo cántaro de cristal, que no te oculta lo que hay dentro, pues viéndolo, han querido romperlo, y Dios, entonces, hace al cántaro de roca y hierro.

Desperté, oí:

Si no estás lleno de Dios,
nadie lo puede ir viendo.

Porque en el sitio que está vacío
se meten espíritus que no son buenos.

Y Dios ya no hace cántaro
de roca y hierro.

El hombre que no es de Dios,
no quiere oír Palabra de Dios.

Y el Instrumento
que Dios lo convierte en roca,
llevando el Poder de Dios,
no lo cansan los desprecios.

Y sigue su caminar
en defensa de su Dios.

El hombre vive por Dios,
y Dios en la Gloria lo espera.

Y el pago que el hombre da
es no querer saber de Dios,
y su Gloria la desprecia.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 227-228

martes, 18 de febrero de 2014

No hay quien revoque esta grande nota

En Sueño Profético decían:

Si en las injusticias sigues diciendo “Señor Te amo”, tú amas a Dios.

Si en el dolor de la carne buscas a Él primero, tú amas a Dios.

Si el consejo que dieras, fuera en tus bienes perdiendo y beneficiando al Prójimo, tú amas a Dios.

Si esto no lo sintieras, no te ha llegado su Amor.

¿Quién puede amar a Dios y después pedirle cuentas?

¿Quién puede tener su carne enferma y primero acudir a los hombres en la Tierra, sin decir antes: “¡Dios mío!, que digan lo que Tú quieras”?

Ya, buscar el engañar al Prójimo, tarde o temprano, en ti caerá la deuda.

Dijo uno:

Para saber si amas a Dios, tienes, tú mismo, que hacer un examen de conciencia, y pensar: “Si Dios permite, Él, como Dios, dará respuesta”.

El Amar a Dios te achica o te agranda.

Haz este pensar: “Si te hicieran ofensas, haz por achicar. Y si fue premio chico, tú lo puedes agrandar, diciendo: “¡Dios mío, cuánto bien me das!”.

Desperté, oí:

Si esto lo vives,
amas de verdad.

Son las injusticias
las que retiran de Dios,
porque te falta amar.

Si piensas en Dios,
tú te acercas más.

El hombre interpreta:
“Me voy a retirar.
¿Para qué me sirve
amar sin ganar?”.

El que piense esto,
nunca buscará
al que Dios le mande
que enseñe el amar.

Es carrera corta
seguir y buscar
el Cielo y la Gloria.

Lo que sí es difícil
es que el título cojas
porque no has pedido
cuentas a la Gloria.

Dios, cuando te manda,
ya el título nombra.

Y no hay quien revoque
esta grande nota.

Porque el Tribunal
existe en su Gloria.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 89-90-91

lunes, 17 de febrero de 2014

Hazlo ahora y no luego

En Sueño Profético decían:

Ésta es la Gloria:
cementerio de los vivos
que ahí ven vivos
y Aquí ya les han hecho entierro.

Ésta es la Gloria,
donde habita Dios Infinito
en Poder y Misericordia.

Esta es la Gloria,
donde el hombre no llega,
ni por adelantos,
ni por saber, ni por monedas.

Ésta es la Gloria,
la que el hombre no cree en Ella.
De creer,
buscaba donde de Gloria hablar oyera
con pruebas y justificantes
que Dios da a todo el que Aquí entra
cuando aún vive materia.

Entonces diría amén.
Y antes:
“¡Perdóname Dios mío!,
si el desprecio que Te he hecho
entra en tu Perdón”.

Desperté, oí:

Va a haber más
con arrepentimiento por miedo,
que con arrepentimiento por Amor.

Ésta es la Gloria:
desprecio para el que no ama
y refugio del pecador.

Gloria: Sitio que no entra
el que despreció el Mando que Dios mandó
para cundir su Existencia.

Este Sitio es sin murallas,
sin suelo y sin fronteras.

Es Dios, Poder Único,
que todo trae a su Presencia
cuando tú lo crees culto.

Gloria: cementerio de los vivos
que ahí aún no han visto muertos.

Di:

“Señor, me entrego a Ti
en espíritu y en cuerpo.
¡Que yo no quiero esta vida
si Ahí me tienes por muerto!”.

“Haz que yo vuelva al Camino
y viva arrepentimiento
por Amor y no por miedo”.

“Con tu ayuda, sí lo vuelvo”.

“Porque Tú eres la Vida
para el que quiera tu Cielo”.

Si haces este pensar,
¡hazlo ahora y no luego!,
porque te pueden cerrar
las puertas que tiene el Cielo.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 211-212-213

domingo, 16 de febrero de 2014

Acepta más a Dios la humildad que la vanidad

“Acepta más a Dios
la humildad que la vanidad”.

En Sueño Profético
decían:

Este Arrobo se titula: “Acepta más a Dios la humildad que la vanidad”. Estas palabras se pondrán en el empiezo del Dictado.

Hablaban para enseñar a conocer hombre: hombre humilde, hombre vanidoso. Hombre vanidoso nunca entenderá el Lenguaje de Dios, porque su vanidad la quiere subir por encima de la Sabiduría Divina, y ya no acepta el Mando de Dios. El humilde es terreno abonado para oír la Palabra de Dios y ponerla en práctica.

Dijo uno:

Dios Hombre nos enseñaba a ser humildes y a practicar la humildad. Decía que humildes con poderes, hacían a hombres buenos, y que buscarían a Él como Dios en la Tierra y, como Dios Padre en el Cielo, cuando Él dejara la Tierra llevándose el Cuerpo.

“Sed humildes, que Yo, siendo Dios Hijo y Dueño de los dos mundos, si Me quiere el pescador y el que labra la tierra, con él estoy. Luego le llevo esta amistad al poderoso, y ya el poderoso se hace humilde, y los dos entran en mi Reino porque los dos lo quieren. Enseñad a ser humildes hasta para perdonar”.

Desperté, oí:

Las Palabras de Dios Hombre te acercaban a hacer el bien y a retirar del que el mal practicaba.

La Humildad que Dios Hombre tenía, hacía que muchos Lo buscaran y que otros no Lo creyeran.

Cuando llegaba a los mesones, se formaba en unas mesas silencio; en otras alboroto; y “Maestro” se oía en personas diferentes.

Ya, al ver su actuación donde veías silencio, formaban escándalo mayor, y ya a Él se acercaban, algunos hasta con temor.

Querían decirle todo, porque Le veían “el Dios”.

Estas Palabras quedaron para siempre en un mesón:

“Queredse y amaos como os amo Yo”.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 234-235-236

sábado, 15 de febrero de 2014

Estas frases ponen silencio en la universidad

En este Sueño Profético decían:

¿Cómo al oír a ella leer el Dictado de Dios, pueden tener duda, si ya, en la entonación que da, mascas Divinidad?

Sus frases son sin igual. Estas frases ponen silencio en la universidad, dejando a profesores cabizbajos.

El hombre ha querido que Dios diga que habla Dios.

Ante la Sabiduría de Dios, el hombre reconoce que es Dios.

Oír estos Mensajes y no decir que son de Dios, es sellarse de analfabeto en lo espiritual, que es la Cultura que perdura.

La cultura material es el complemento de la Cultura Divina; complemento para el hombre, para Dios, no.

Desperté, oí:

Dios es Amor, y el complemento es amarlo.

Y ya en este amarlo, Él te examina, dándote un sobresaliente.

Sobresaliente gritado, chillado y escandalizado.

Gritado por el Poder Divino. Y escandalizado por el oyente.

Cuando el hombre vea normal que habla Dios, a él también le hablará.

Y cuando el hombre no quiera saber, Él lo apartará.

Apartado, voluntariamente por ti. Y permitido, por Dios.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I

viernes, 14 de febrero de 2014

Es difícil amar y no demostrar

En Sueño Profético decían:

El que enseña sin saber, hace daño. Tienen oídos y no saben lo que oyen. Tienen ojos y no saben lo que ven. Confunden la fuerza de la Obediencia Divina con la vanidad.

Dios fue crucificado diciendo que era Hijo de Dios. Dios no tiene prisa, pero cuando Él se comunica a la materia, es para obedecer a sus Palabras. Esto no puede ser dejado para cuando el espíritu deje la materia, entonces sobra el Mensaje. Dios lo lanza con su Espíritu para dar a conocer la Gloria.

Desperté, oí:

Cuando se ama, no cuesta trabajo hacer lo que le gusta al Amado. El Amor que más gusta es el que no conoce la indiferencia.

Es difícil amar y no demostrar. Pero si Dios te habla, es imposible callar.

Cuando Dios te habla, ya te inutiliza el silencio.

El que diga “Dios me dice: Ve y di”, y calla por obediencia al hombre, aquí no habla Dios, esto es materia enferma.

Esto es persona asustona, tímida, y su enfermedad revoluciona; enfermedad muy adaptada a la soledad.

Cuando es Dios el que manda sentido y lengua, esto es Dios en Espíritu actuando, y aquí va el silencio a destiempo.

Si quieres saber si habla Dios, oye sus Palabras, y tu espíritu te confirmará.

El espíritu oyendo la “Palabra de Dios Diciendo”, este espíritu no puede quedar indiferente, este Dios te apacienta, te alborota o te retira.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 224-225-226

jueves, 13 de febrero de 2014

La rapidez del espíritu

En este Sueño Profético explicaban de la rapidez del espíritu. Decían:

El espíritu es más rápido que el pensamiento. El pensamiento es rápido, pero sin poder realizar. El espíritu es veloz y realiza. El espíritu puede, en una décima de segundo, vivir y traer noticias de la vuelta al mundo. O sea, el espíritu recorre el sitio que haya más lejos de donde se encuentre con materia, antes de decir una palabra.

Dios actúa en este espíritu y ya todo es presente. El espíritu ve cómo es la persona, pero sin materia. La materia es la que ensucia al espíritu. Dios tiene a estos espíritus en diferencia a todos los demás. Lo que este espíritu vive, de no ser por Dios, no tendría retorno a la carne. El espíritu, una vez que suelta la materia, es muerte conocida por el hombre.

Desperté, oí:

Si el hombre pudiera tomar parte en estas actuaciones de separación de espíritu, el hombre daría por muerta esta materia.

Pero Dios la mantiene tantas veces Le sea necesaria.

El espíritu sin carne no puede enseñar al hombre.

Dios tiene que traer sólo al espíritu a su Gloria.

Pero al comunicarse tiene que haber materia.

Dios no puede enseñar donde no hay materia.

Porque ya están enseñados y metidos en su Gloria.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 46

miércoles, 12 de febrero de 2014

Agua que cayó

En Sueño Profético decían:

Hay cosas en la vida material que tienen llegada, tienen ida y no tienen vuelta.

Hay cosas que sí que son tuyas, pero que tú mismo dejas.

Hay lágrimas tan mal echadas, que la pena no despiertan.

Dijo uno:

La pena es un personaje amigo de la conciencia, pero si conciencia es dura, éste no llama a la puerta.

Hay quien quisiera que el tiempo para él nunca se moviera, y coger y soltar el tiempo de la manera que él quisiera, sin pensar que el tiempo pasa y puede que luego vea el tiempo que él perdió dándole otro preferencia.

Hay quien da precio a segundos y las horas no las cuenta.

Hay quien recoge salvado y deja trigo en la era, pero no un costal ni dos, que deja carretas llenas. Pero se inclina al salvado, dejando que venga nube y tallo en el grano vea. Entonces dirá bien triste: ¡Ay si los días volvieran! El trigo iría al granero. ¡Cómo desprecié cosecha! Aquí no actúa el personaje para hacer que sientan pena los que aquel mismo año los arruinaron sus tierras.

Desperté, oí:

Todo actúa al ritmo
que Dios ya tiene mandado.

El agua siempre va abajo.

Siempre con su mismo ritmo,
porque Dios se lo ha mandado.

Si por tu lado pasara
y la dejaras correr
sin coger la que te hace falta,
no esperes que volviera
cuando a agua tú llamaras.

Pues igual le pasa a los días,
los meses y las semanas.

Cuando ya llega la noche,
puedes despedir al día
con tristeza o con llanto,
pero aquel día no vuelve,
porque Dios se lo ha mandado.

Por eso, lo que sea tuyo
porque Dios te lo ha mandado,
no dejes que sea río.

No dejes que sea día,
no dejes que sea noche,
porque ya no volverá,
será agua que cayó
porque tierra ves mojá.

Dios quiere que el hombre quiera
aquello que Dios le da.


***

Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 78-79-80

martes, 11 de febrero de 2014

La Fe es grande amiga de la vida

En Sueño Profético hablaban de la Fe, de su fuerza en el que Fe tenía. Decían:

La Fe es grande amiga de la vida.
La vida, donde falta Fe,
ya se lleva la alegría,
porque la vida
es una Palabra de Dios,
y si te falta la Fe,
sabes que a Dios Lo disgustas.

Y ya te falta la Paz,
que es tan precisa en la vida
como el aire que respiras.

Sin aire no hay vida.
Y sin Paz,
quítale el nombre de vida.

La Fe y la vida,
siempre tienes a Dios delante,
oyendo lo que tú pidas.

Pero tienes que pedir
con Amor y con alegría,
con la Confianza puesta
en el Dueño de tu vida,
y aceptar, sin ofender,
lo que te llegue en la vida.

Que si te llenas de Fe,
jamás de Dios te retiras.

Desperté, oí:

La Fe te hace que vivas,
y ya, tú, vas agrandando o achicas.

La Fe es el grande refuerzo
que admite tan sólo la Confianza.

Te hace que veas aquello
que tapa desconfianza
y te retira del Cielo.

Con la Fe no acaba el camino
porque no llegó
aquello que tú esperabas.

Hay veces que Dios premia
a tu grande Confianza,
cuando tú dijiste:

“Bueno, yo no pierdo la Esperaza.
Ni la pierdo, y cada día
más grande es mi Confianza”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 205-206

lunes, 10 de febrero de 2014

Gran Premio para el que trata al Elegido

En Sueño Profético decían:

Hacerle un bien al Elegido, no se lo haces a él, se lo haces a Dios, respondiendo a lo que te llega o te llegó por el contacto del Elegido.

Elegido –ya comprobado que están al servicio del Mando del Cielo– es gran Premio para el que lo trata y acepta lo que está viendo. Pero el que el trato lo evita, ya con esto, está desmintiendo.

No aceptar ni tener trato, ¿qué disculpa darán luego? ¡Si Dios manda sus Palabras y le acompañan los hechos! ¿Qué debía de hacer el que esto lo esté viendo? La contestación es: alegría o miedo.

Miedo cuando te veas morir, si piensas: “¿Yo qué servicio hice a tus Palabras, Señor? En los apuros pedía, pero luego no oía al que de mí necesitaba”.

Dijo uno:

El ayudar al que Dios manda, no ayudas a él, obedeces a Dios.

Si cuidas al pie, le das al cuerpo que manda en el pie.

¡Pues figúrate servirle a Dios y no querer servirle!

Desperté, oí:

¡Es pena para el Cielo,
que Dios mande Premio al hombre
y el hombre no quiera Premio!

La vida y la muerte viven juntas,
en un mismo cuerpo.

La vida se va con Dios,
si es vida que quiso el Cielo.

Cuando Dios llama a la Vida,
quítale el nombre de muerto.

Porque a los vivos de Dios,
Aquí no les dicen muertos.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 206-207-208

domingo, 9 de febrero de 2014

Vive voluntad de Dios, y no vivas su permitiendo

En Sueño Profético decían:

No uses el Permitir de Dios,
y sí usa esto: “Dios quiere”.
Que haciendo su Voluntad,
di siempre: “con Dios estoy”.

No te fijes en el mal,
que mal antes te hicieran,
pues si tú pagas igual,
descontentas a este Cielo,
y ya quedas en lugar igual,
aunque no fuiste primero.

Es sencillo el practicar
Mandamientos y Evangelio,
cuando tú piensas: “mi final
es abandonar el suelo,
y me tengo que encontrar
con la Gloria o el Infierno”.

Si piensas esto,
no descontentas al Cielo.

Dijo uno:

¡Qué valor tiene el hacer en esa vida de materia lo que Dios manda para luego vivir una eternidad su Presencia, para cuando Él te llame, tú sin miedo Le contestes: “Señor, si hice mal, no me di cuenta”!

Esto lo puedes decir cuando tú lleves la cuenta en blanco del mal que recibiste. Pues devolver mal por mal, no es sello de cristianos, es no practicar su Perdón ni querer ser como hermanos.

Desperté, oí:

Nombraban mucho:

¿Cómo el hombre se retira
de cumplir los Mandamientos
por el Permitir de Dios?

¿Cómo tiene en cuenta
el mal que de otro recibió,
y no se para a pensar:
“El bien no lo practico yo”?

Yo practico el Permitir1
hasta que entierren mi cuerpo.

Luego, ¿cómo voy a pedir
que Dios me lleve a su Reino?

Si Él no me llevaría,
ni yo estaría contento
de pensar: “No quise a Dios
cuando viví con el cuerpo”.

No merezco otro Perdón,
que me permita el Infierno.

¡Vive voluntad de Dios,
y no vivas su permitiendo!


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 81-82-83

sábado, 8 de febrero de 2014

Sin Amor a Dios no puedes comprender el Lenguaje de Dios

En Sueño Profético decían:

Sin Amor a Dios no puedes comprender el Lenguaje de Dios.

Sin Amor a Dios no puedes ir hablando de Dios, porque te saldrá la fuerza del mal en otro que tampoco ama.

Dios Hombre cuando mandaba a los Discípulos y había delante otros que querían servirle, si no amaban al Maestro, no los mandaba, como no le hiciera falta en el momento el servicio que les mandaba.

Dijo uno:

Yo Le oí un día, después del Mando, esto que me mandan que dicte:

“Si mi Mando lleváis y el Amor a mi Padre es más chico que el Mando, podéis pecar cayendo en la desconfianza de que soy Dios y negando otro Mando que Yo os diera. Llegaríais con fuerza, y los contarios que niegan mi Existencia, os convencerán de que Yo no soy Dios Hijo por el Padre mandado. En cambio, si el Amor es más grande que el Mando, tendréis más fuerza para defender lo que mi Padre dice en Mí y Yo os mando, y siempre os oirán: “Maestro, ¿qué hago?”.

“Con este Amor a mi Padre, ya vais enseñando. El Amor no os dejará la tentación de sentirse vivir en el fracaso. El que viva así, Yo no le mando. Por eso tiene que ser el Amor mayor que el Mando”.


Desperté, oí:

¡Cuánto oían los Discípulos
que aquel Hombre no era Dios!

Ellos sufrían,
pero más agrandaban el Amor.

Si el Amor no es grande,
es árbol alto, tronco fino,
que la copa mueve el aire.

Si el Amor supera a todo,
el Mando haces contento.

Y antes que lo termines
estás diciendo: “¡Maestro,
que sin tu Mando no vivo!”.

Cuando el Maestro veía
que alguno llegaba triste,
pronto cambiaban la cara,
cuando oían:

“Mañana vais al mismo sitio,
y decid: “el Maestro nos manda”.

“Yo haré que su saber quede
como agua en balsa,
como laguna que asusta,
que nadie verá esa agua”.


¡Qué cierto que sin Amor a Dios,
el Mando suyo no manda!


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 213-214-215

viernes, 7 de febrero de 2014

Preferencia a la carne

En Sueño Profético comparaban espíritu y cuerpo; vida de ahí y Vida de Gloria. Decían:

El hombre cree que el cuerpo
es el que le da la vida.

Y no sabe que es la muerte,
que siempre la lleva encima.

Que cuidándolo y sin cuidarlo,
tiene una fecha y un día.

Y un momento de parada,
y ya nadie resucita.

Ya lo verás, viejo o joven,
echarle la tierra encima.

Pero esto nadie piensa,
ni el de abajo ni el de arriba.

Que ahí es la diferencia
de escala o categorías.

Aquí te trae el querer
cuando ahí tuviste vida.

Y te dejaste con el cuerpo
tu clase o categoría.

Por eso enseñan en Gloria
que el cuerpo y esa vida
no hay que cuidarlos tanto.

Que lo que Aquí te da entrada
es lo que nunca termina.

Espíritu que a Dios ama
en cumplir lo que Él diga.

Dijo uno:

La formación del espíritu,
el hombre la necesita.

El cuerpo no actúa bien
si se olvida que el espíritu
es el que manda en él.

Y un día lo abandona,
cuando Dios el Mando dé.

Por eso, todo el gran cuido,
al espíritu tiene que ser.

Desperté, oí:

Puede que muchos pregunten
que cómo el cuido tener.

¡Pues siendo Dios lo primero,
que fue el que te dejó nacer!

Y que si tú a Él prefieres,
con Él te vas otra vez.

La carne es la que engaña,
para el espíritu perder.

Engaña con el pecado
de lo que no manda Él.

Engaña con el consejo de:
¿quién ha visto a los muertos
después que entierren el cuerpo?

Que este pensar debía de servirles
de grande meditación cuando pensaran:

“Mi cuerpo no puede llegar a Dios.
El que llega es mi espíritu
si lo tuve alimentado
con la Palabra de Dios”.

¡Hombres de grande cultura
dan preferencia a la carne
y al espíritu olvidan!

Luego les llega la muerte
y los convierte en basura.

Si este Mensaje leyeran
a cualquier hora del día,
podían utilizar
la palabra “cultura”.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 158-159-160-161

jueves, 6 de febrero de 2014

Esta vida comparada con la eternidad es la espera de un autobús

En Sueño Profético decían:

Las palabras del Elegido dan ganas de querer a Dios y cumplir sus Mandamientos.

Se habla poco del pasado, menos del presente y nada del futuro.

Creen más en Dios Muerto que en Dios Vivo.

Si creyeran en Dios Vivo, el Mensaje no extrañaba. A Él lo creyeron como hombre, pero no como Dios, y hoy lo querrían más si se quitara el “Dios”.

¡Es pena que este Dios, que es Inmenso en Amor y Poder, moleste!

Desperté, oí:

El hombre quiere que el pie vaya detrás del zapato, y no sabe que el zapato tiene que ir detrás del pie.

La Sabiduría de Dios es una veda que Dios levanta para el que quiera entrar en el Coto.

Dios quiso hacer esta vida breve comparada con la eternidad; por ser breve nos deja la voluntad libre, dándonos la facilidad para el Perdón. Esta vida comparada con la eternidad es la espera de un autobús, y es pena no comportarse en estos minutos.

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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 218

miércoles, 5 de febrero de 2014

La carrera de la Caridad

En Sueño Profético hablaban de la Caridad. Decían:

El hombre debía de hacer que fuera una carrera la Caridad; debía de reconocerla como las muchas que hay, y algunas poco provechosas. Esta carrera debe de tener sus cursos con sus notas y dos clasificaciones: aprobado o suspenso. Las notas las darían los mismos que recibieran la Caridad; ya, una vez dado el aprobado, premiar con el título de: “Éste espíritu es de Dios”; y ponerlo visible a la vista del hombre; premio que Dios quiere que se sepa para que acudan aspirantes a vivir en el Prójimo; este sería su nombre: Universidad en Dios, enseñanza a practicar la Palabra que Dios siempre está repitiendo; Caridad y Amor al Prójimo; Prójimo, Vivienda de Dios.

Esta Enseñanza tiene que ser reconocida por el hombre, y darle el grande valor que Aquí tiene en la Gloria.

La Caridad tiene que tener su título, que es el que avala a la Enseñanza.

La Caridad enseñada por el que Aquí viene, es Enseñanza más provechosa que caridad enseñada por el hombre.

El hombre tiene fallos, y Dios quita los fallos antes de tenerlos.

La Caridad que Aquí dictamos es Dios, y Dios no dicta para el arrobado.

El arrobado enseña de lo que Aquí lleva enseñado.

Desperté, oí:

¡Cuánto bien haría el hombre
en hacer que la Caridad
fuera otra carrera cualquiera!

Ésta ya la estudiaría
el que mucho Amor tuviera
al que sufre por mil cosas
que el que no ama desprecia.

El Amor es Caridad,
que podía ser carrera
y el hombre reconocer.

Y nunca se terminaba,
si querías aprender.

Reconocer que este estudio
es el que debe tener
mejor marco y mejor título.

El que haga Caridad,
debe de tener un título
para poder demostrar.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 199-200

martes, 4 de febrero de 2014

Luz y Resplandor

En Sueño Profético decían:

Si la Palabra de Dios se dijera en silencio y ocultándola, Dios no podía dejar Infierno, sería un Dios de engaño, y ya no era este Dios que hay en el Cielo.

Si Dios hablara y dijera “guarda en secreto mi enseñanza”, ¿cómo llegaría a otros esta Divina Enseñanza?, ¿cómo Dios los juzgaría después de que dejaran ese mundo y Aquí a Él se presentaran?

Si Dios vedara su Gloria, ocultando su Enseñanza, sólo vivían Aquí una docena de hombres, los que fueron Elegidos en cada siglo pasado. Esto no sería un Dios que tan sólo en Poder domina Cielo y Tierra, y las aguas de los mares se cuadran a su Presencia.

Si Dios hablara a unos hombres y sólo para esos fuera, ya tendría otro nombre, ya sería hombre de Tierra.

Tan sólo este comparar, cuando llegue a tu conciencia, debes de hacer un pensar y hacer caer en la cuenta que Dios el que trae a su Gloria es para que el mundo lo sepa, es para cundir y cundir, y que coja la Enseñanza el que Aquí quiera venir.

Es pecado y bien grave, decirle al que Aquí viene que las Palabras las calle; que no viene, que lo traen, que él se ofreció a Dios aceptando el sufrimiento y buscando al pecador. Éste es el ofrecer que no ve el que no ama, por a Dios nunca querer.

Desperté, oí:

Amando y queriendo estar con Dios,
Dios te da su Palabra.

Te la da y ya tu Amor
la tiene que divulgar.

¡Qué Palabra más bien dicha
y qué Fuerza de Dios tiene!

Si la Palabra de Dios
se dijera en silencio y ocultándola,
Dios no podía dejar Infierno.

Sería un Dios de engaño,
y ya no era este Dios que hay en el Cielo.

Es la Palabra de Dios
siempre dicha en Pregoneros.

Que si callan la Palabra,
Pregón se queda en silencio.

Si el hombre hablara de Dios,
escondido en los rincones,
ya no era Portavoz,
era parte del demonio,
diabólico, brujería,
suciedad que deja Dios.

Dios, cuando da su Palabra,
lleva Luz y Resplandor,
para que el que quiera la vea
como la Luna y el Sol.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 123-124-125

lunes, 3 de febrero de 2014

Penas escondidas

En Sueño Profético hablaban de lo fácil que es amar cuando Amor sientes.

Dijo Teresa de Ávila:

Este Amor,
cuando ahí en suelo sientes,
es difícil describir,
es ruido que no oye
el que está cerca de ti.
Pero que al ver tu extrañeza
de ruido sin oír,
haces que sienta alegría
sin haber ruido oír.

Un día iba deprisa
por una calle empinada,
que empezabas a andar deprisa,
y antes de la mitad,
ya te quedabas parada.

Estando en este descanso de cuerpo,
porque de espíritu no descansaba,
por querer llegar a punto
donde ya muchos esperaban,
para que yo les contara
lo que Dios, cuando quería,
me decía con sus Palabras.
Estando en el descanso,
llegaron dos mujeres
que con dos hombres pasaban.
Los hombres quedan parados,
y las mujeres avanzan.
Éstas fueron sus palabras:

   ―¡Qué, Teresa! ¿Es temprano para que ya estés cansada? ¿O es que traes penas escondidas?

¿Yo pena?
¡Yo no sé lo que es la pena!
¡Yo lo que escondo es alegría!
¡Que no la puedo esconder
porque a Dios Le faltaría!

¡Es que me esperan!
Pero no me esperan a mí,
esperan los éxtasis
que yo tengo que cundir.

Si quieres,
vienen también los martirios,
si es que los pueden oír.

No di el sí con mis palabras
cuando los 5 subíamos.

Esto me hizo pensar,
qué verían en mi cara,
si yo el sí no lo di.
Fue mi alegría sin habla.

Desperté, oí:

¡Qué gozo es el de Dios,
que tú alegría contagias!

¡Qué alegría en el sufrir!
¡Qué ruido que no oyes ¡
¡Qué palabras sin decir!

Yo me paré y me vieron
un cansancio de sufrir.
Pero no era sufrimiento,
era de querer decir
lo que llevaba por dentro.

¡Ay calle que me cansó,
y que me dio gran contento!
¡Ay calle que al verme a mí,
hice a aquellos hombres, buenos!

Es la alegría de Dios
la que dice las Palabras,
sin que te oigan su Voz.

Yo llevaba algo en mi cara,
que iba quitando penas
y alegría contagiaba.

Las penas, con Dios las tienes,
sin poder penas llamarlas.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 139-140-141

domingo, 2 de febrero de 2014

Hazte barro en manos del alfarero

En Sueño Profético decían:

Hazte barro en manos del alfarero, y ya entiendes lo de Dios.

Que el alfarero trabaja siempre haciéndolo mejor.

Cuando empieza de zagal, si le gusta, siempre lo verás contento y nunca le dirá “no” al mando del alfarero.

Hazte barro para Dios, Creador del Universo.

Dijo uno:

El hombre quiere poner a este barro el adelanto, y el alfarero moldea sólo en Dios pensando.

¡Ya le llevarán las manos donde más se luzca el barro!

Esto, para entenderlo, tienes que querer ser barro. Que el barro, en el hombre, es el amén que a Dios Le has dado.

Cuando aceptas contento el “Ve” que Dios ha mandado, es difícil y es sencillo cuando tú has superado el subir el cerro arriba y contento lo has bajado.

Desperté, oí:

No hay Mensaje que Dios dicte,
que no sea de grande Enseñanza.

Te pone al alfarero
como si fuera una cátedra,
sirviendo al mundo entero.

¡Que cierto que si el hombre
se ofreciera a Dios
como el barro al alfarero,
sería vivir en la Tierra
con muy pocos sufrimientos!

El hombre quiere que Dios
se haga barro en sus inventos.

Y ya se aparta de Él
y practica lo mal hecho.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 232-233-234

sábado, 1 de febrero de 2014

Ovillos en enredo

En Sueño Profético se veía mucha gente. Se veía desde altura. Y las cabezas formaban como techo de los mismos cuerpos. Era un movimiento intranquilo, un vacío en el movimiento.

Dijo uno:

Este alboroto de hombres, sin este Pastor del Cielo, irá creciendo el alboroto y serán ovillos en enredo.

¡Con lo sencillo que es el vivir la Ley del Cielo! Que si esta Ley se entendiera donde hay hombres y suelo, moría la intranquilidad y la Paz de Dios le hacía entierro a la intranquilidad.

El hombre, vivir sin Dios, siempre vivirá inquieto, y tres hombres no tendrán nunca el mismo pensamiento.

Ese mundo material está siempre en temblor de cuerpos. La inquietud los aparta de lo Eterno. Debían de tener un día de meditación viendo un triste cementerio, donde ya no existe nada que tú le llamabas cuerpo, donde toda tu ansiedad era para tener para el cuerpo.

Si esto el hombre lo pensara, él mismo se clasificaba con la nota “analfabeto”. Nota que en muchos momentos te puede quitar el sueño.

Desperté, oí:

Si el hombre se juntara, cada uno,
con la Palabra de Dios primero,
se quitaba la inquietud
que el hombre está viviendo.

El cuerpo es hoja verde
que pronto ves en el suelo.

El espíritu es el árbol,
que sigue su crecimiento
hasta llegar a Sitio
que su nombre es el Cielo.

Aquí no hay sitio para el espíritu
que fue apartando de Dios
y no enseñó los Mandamientos.

Si los hombres se juntaran,
estando en esto de acuerdo,
valoraban lo espiritual
y desvaloraban lo del cuerpo.

Y ya sería normal
todos el mismo pensamiento:

“Dios al nacer,
Dios cuando tu cuerpo
se llevan al cementerio”.


***

Libro 19 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - Pág. 147-148