miércoles, 31 de julio de 2013

La falta de Amor a Dios hace normal el pecado

En Sueño Profético hablaban de los santos, de los místicos, de los contemplativos, de los cristianos, de los que nombraban a Dios. Comparaban a Dios con lo que jamás puede existir: otro Dios. Decían:

La falta de Amor a Dios hace que el hombre invente otros dioses.

La falta de Amor a Dios no une a los cristianos.

La falta de Amor a Dios hace normal el pecado. Que pecado es retirarte de lo que Dios tiene mandado. Y al retirarte, retiras, porque a Dios no Lo vas nombrando.

Dijo uno:

Hay quien practica la Palabra de Dios habiéndola él reformando, y ya vive pecado.

Por eso estas Enseñanzas, si quieres, ves que bajan del Cielo, y el Mando que llevan prohíben reformarlas.

El espíritu, cuando llega al cuerpo, no puede obedecer otro mando que el que ya le han dado.

El místico escandaliza si no guarda silencio. Y el que Dios le dice “Ve en mi Nombre”, si cambia este “Ve” por el del hombre, no es de Dios su actuación.

Desperté, oí:

Nombraban con grande fuerza en Gloria, que sólo hay un Dios.

Decían que creer en Dios y no creer en el mismo Dios cuando su Palabra se hace Carne, era no creer en Dios.

Decían que lo mismo que todas las razas andaban con los dos pies, sin poner las manos en el suelo como los animales, por qué no la cultura enseñaba con los adelantos a creer y amar al mismo Dios.

Dios baja a la Tierra para enseñar al hombre su Doctrina.

Tuvo que hacerse Hombre en un lugar, pero sus Mandamientos son para todos los sitios que haya hombres.   

Y al cumplirlos, son cristianos.

No compares con ninguno al que Dios le da su Mando.

Porque el Mando no obedece, por faltar fuerza, a otro mando.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 170-171-172

martes, 30 de julio de 2013

Obediencia al Mando de Dios

En Sueño Profético decían:

La Obediencia al Mando de Dios es la mayor respuesta que a Dios le mandas pidiéndole Mando.

El que mucho ama, mucho Mando quiere. El que no obedece la Palabra de Dios, o no ama o no cree este Cielo y este Mando.

Cuando Mando le da al “Ve” y le dice “presenta mis Palabras Aquí dichas al Espíritu”, luego ahí verá el hombre que van revestidas con el cuerpo de la carne, cuerpo que está poco tiempo haciéndole servicio al espíritu y que de nada es responsable.

Todo el bien o el mal salen con mando del espíritu. Que luego este espíritu es juzgado en el Tribunal de la Gloria, donde no admiten defensor. La defensa son tus obras y si el Mando de Dios lo has cumplido.

Desperté, oí:

Dios no manda al que no Lo ama.

Y si lo manda,
ya es un mando que para Aquí no cuenta.

Amor a Dios, Poder de Dios y Mando de Dios,
tienen tanta fuerza,
que no te extrañe que lo imposible fácil lo veas.

El hacer el Mando de Dios
cuesta trabajo cuando falta Amor.

Y faltando Amor, tarde o temprano,
tú mismo dices: “no soy cristiano”.

Porque el cristiano vive
y no vive sin este Mando.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 176-177-178

lunes, 29 de julio de 2013

Tus bienes son cuchillos que al espíritu van matando

En Sueño Profético decían:

El hombre duda todo lo que va de Dios, y cree todo lo que va del hombre. Que por la duda pierde la Gloria y vive la angustia que le lleva todo lo material, por bueno que sea.

El hombre se hace un seguro de vida para la carne, y un abandono total para el espíritu.

El hombre vive pensando en tener, en reunir y en guardar para el mañana, sin pensar que son preocupaciones que exigen que luego otro se lleve la ganancia, que tampoco es para él aquello que tanto guardaba.

Dijo uno:

¿Quién ha subido al Cielo con fincas, testamentos, o con lingotes de oro?

Todo se queda en la Tierra, pasando de unos a otros, que a mayoría les sirve para ser puntos odiosos de aquellos que también guardan y viven la angustia de tener poco; que esta angustia no le llega al que ve lo de la Tierra un estorbo para vivir teniendo de Dios Presencia. Es distracción y consejo que a buen sitio no te lleva.

Si el hombre hiciera un libro y su título le diera: “Consejos para el espíritu, consejos para la materia, ganancias para el espíritu, pérdidas para la Vida Eterna”, con unas frases bien cortas, pero que mucho dijeran, no olvidaba ni un momento que su cuerpo tiene que ir a la nada y que todo pasa a otros dueños, tal vez con la misma mala enseñanza.

Desperté, oí:

Si tienes y enseñas mal,
tus bienes son cuchillos
que al espíritu van matando.

Y cuidándolo
para el espíritu del mal.

Y después tus herederos,
tus costumbres seguirán.

¡Administra con Amor
lo que tú no eres dueño!

Pues dueño en lo material,
raras veces no te retira del Cielo.

El hombre tiene la duda
de quedar vivo
aunque ahí lo vean muerto.

Y no duda lo del hombre,
que es aire, ceniza y cieno.

¡Qué triste tiene que ser
ver que la muerte te llega
y que esperen herederos!

¡Sin tú querer que lo hereden
ni dejar de ser el dueño!

Si esto lo pensara el hombre,
miedo le daba el pensar:

“¿Haré bien o haré mal,
con lo que digo que es mío
y Dios deja administrar?”.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 60-61-62

domingo, 28 de julio de 2013

El camino que nunca falta la hierba

En Sueño Profético decían:

Buscaron a Jesús más pecadores, que hombres que no habían pecado.

Dijo uno:

Un día llegaron unas mujeres cuando Jesús iba a hablar a sus Discípulos en un camino, que luego fue conocido por “el camino que nunca falta la hierba”, para recordar a Dios de Hombre. Llegaron estas mujeres, y una no quitaba su mirada del suelo hasta que el Maestro no la juzgara, por no creerse digna de que sus oídos oyeran su Voz, que estas Palabras oyeron y lágrimas sus ojos derramaron:

“Mujer, antes de llegar a Mí, ya estabas perdonada, por querer que se quite de pecar el que está pecando, y por querer que más Me quiera el que no haya pecado”.

Y señalando a las otras dos mujeres, dijo:

“Éstas han venido por tus grandes pecados y por tu gran arrepentimiento. Y muchos me llamarán cuando vaya el Padre, por tu forma de arrepentimiento. El día y la noche no los quieres para ti, los quieres para que te sirvan para que Me busquen. Oye mujer mis Palabras, que estás perdonada por querer que muchos me quieran como Dios del Cielo, y por sufrir por el que está pecando”.

Desperté, oí:

Esta mujer,
antes de ir al Maestro,
había mandado a muchos
que había quitado de pecar.

Cuando dejó su pecar,
se iba todos los días
por el camino que alguien le decía:
¡Por allí creo que va!

Y a todo el que se encontraba
le hace que vaya detrás.

A las mujeres suplica
que fueran en su lugar,
ya que pecado no hacían.

Pero quedaron paradas,
y obediencia no veía.

De pronto dijo: ¡Yo voy!
Y ya contentas caminan.

Pero cuando ve al Maestro,
su mirada queda fija,
por no creer merecerlo.

“El camino que nunca falta la hierba”
era vivienda sin techo.

Y allí quitó pecadores,
cuando el Padre fue el Maestro.

Hablaba de sus pecados
y del milagro del suelo.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en la Gloria - Tomo III - Pág. 11-12-13

sábado, 27 de julio de 2013

Amar a Dios es buscar donde digan que allí Él se manifiesta

En Sueño Profético decían:

Se van a aclarar los puntos del que ama a Dios y del que no ama, del que cree en Dios y del que no cree.

Amar a Dios es buscar donde digan que allí Él se manifiesta, en la forma que Él quiera, como Dios que es; y querer que muchos se enteren por altavoz o prensa. Esto es amar a Dios.

Creer en Dios y no Amarlo, oyes de Él Hechos y te molesta. Ya, el que no cree en Dios, ¿cómo va a buscar el Lugar en que Dios se manifiesta? Éste le da risa pinchosa, risa que ves Infierno en boca. Éstos son hombres que ves andar como traje que va en percha, como hoja que cayó, que nadie se ocupa de ella.

Los que creen y no aman, persiguen a Dios en el que Dios se manifiesta. Por eso tiene poco estudio el saber el que a Dios ama.

Amar a Dios es buscar dónde habla. No acudir es negar sus Palabras y hacer ver que crees apariciones y biografías de hombres que, cuando vivieron con materia, Dios los premió haciendo que vieran o que oyeran de este Mundo, donde el hombre, por invento que haga, no puede llegar con materia y ver y oír cosas Sobrenaturales que Dios tiene para el que quiera. Después, Dios es el que elige.

Desperté, oí:

Resumen de este Mensaje,
que te habla de amar a Dios,
de creer y no amarlo,
y de no creer:

Que si amas,
no puedes vivir tranquilo
si dicen: “allí habla Dios”,
si no hay mar por medio.

Que si hay mar
y un barco con pasajeros,
si dispones de billete,
tampoco vives tranquilo.

Pues, ¿cómo llegar disculpa al Cielo
cuando presentes tu espíritu, si dices:
“Señor, quiero Gloria y no Infierno”?

Dios Aquí te da respuesta.

Esto dijo Dios de Hombre:

“Si mis Palabras no quisiste ahí oírlas,
mi Gloria no tiene sitio
para el que Me dio desprecio”.

“Así oiréis mi Voz,
pero no veréis mi Cuerpo”.

“Porque Aquí no hablan los hombres”.

“Es todo Mando del Cielo”.

“Que el Mando es el mismo Dios”.

“Que sale de Dios Espíritu
y de Dios con Cuerpo”.



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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pag. 179-180-181

viernes, 26 de julio de 2013

Todos los que Dios eligió, fueron perseguidos por el hombre

En Sueño Profético decían:

Todos los que Dios eligió, fueron perseguidos por el hombre. El hombre no obedece a Dios, pero sí al hombre. El hombre siempre persiguió al que Dios le habló, y el hombre sigue la obediencia al hombre, de desmentir al que diga: “Dios me habla”.

Si el hombre pensara quién es Dios, el hombre vería normal que Dios se comunicara para enseñar, mandando espíritus de Aquí para que ahí sean recibidos por espíritus que aún están con materia.

El hombre habla de Dios con frecuencia, pero el hombre no tiene seguridad en que Dios viva.

El hombre, cuando alguien dice “yo he visto a Dios”, esto, de risa le sirve al hombre. El que esta reacción tenga, no puede creer que Dios tenga Vida. Si Dios tiene Vida y su Poder es infinito, ¡qué cosa más natural, que tú Lo llames y Él te conteste, o que tú Lo adores y Él te busque!

Todos los que Dios eligió, fueron que adoraron mucho o que mucho Lo llamaron. El que adoró, ya Lo llamaba en silencio. Y el que Lo llamaba, tanto lo adoraba, que rompió el silencio.

Desperté, oí:

Mayoría creen en Dios cuando ahí se dejan la materia, pero antes de dejarla, cuando ya ven que la materia se muere.

Creen por temor; creen, que creyendo, ya Dios se olvida de todo el mal que Le hicieron.

Dios se olvida cuando tú has pecado y en tu arrepentimiento tú Lo llamas, Lo llamas y ya Lo amas.

El que mucho ama a Dios, recibe con alegría todo lo que de Él le digan.

El que cree y no Lo ama, quisiera que de Él no le hablaran.

El que a Dios no quiere y el que a Dios no ama, busca de amigo al que a Dios no cree.

El que mucho ama,, le extraña que otro no ame.

El que mucho ame, no puede ser amigo del que no ame.

El que ama, sufre por el que a Dios desprecia.

No sufre por él, sufre por Dios.

Dios sufre cuando el hombre no Lo ama; sufre por el hombre, no por Él.

Si el hombre no ama a Dios, Dios continúa en su Gloria, pero el hombre no entra en Ella.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 193-194-195

jueves, 25 de julio de 2013

Paciencia que no alborota

En Sueño Profético decían:

No es paciencia aguantar
lo que no tiene remedio.

No es pasar hambre decir:
No como porque no quiero.

La paciencia es Amor,
que a veces baja del Cielo.

La paciencia bien llevada,
siempre te lleva a lo bueno.

Hay quien le llama paciencia
a estar siempre ofendiendo,
y sacarle los defectos
al que los lleva escondiendo.

Dijo uno, y todos sí:

Paciencia la de los Santos.
Paciencia en los Elegidos y Profetas,
que lanzan el Mensaje
y aguantan las injurias
que el hombre les hace.

Aquí sí es paciencia, callar,
caminar y no echar cuenta
de lo que el hombre le haga,
porque aquí Dios ya contesta.

Pero tienes que llamar
en cada palmo de tierra,
a Dios que oyéndote está,
porque Él te da paciencia.

Ésta es Paciencia de Dios,
paciencia que no es sujeta,
paciencia que es Amor,
que el mundo te la interpreta
como cosa sin valor,
como cosa de la Tierra.

El hombre, por no saber,
no sabe lo que es paciencia,
Paciencia de Aquí, de Dios.

Despierta, oí:

¡Cuántos ponen la paciencia
en lo que no hay remedio!

¡Cuántos ponen la paciencia,
ganándole buen dinero!

¡Cuántos ponen la paciencia
en el hijo que trajeron,
que no se gana el sustento
porque niño sigue siendo!

Hay más que llaman paciencia
lo que dejar no pueden.

La paciencia es la virtud
del espíritu de Gloria.

La paciencia no te sirve,
si paciencia alborota.

Este es el Sello que lleva
el que Dios trae a su Gloria.

Paciencia de confianza,
paciencia que no alborota,
paciencia que el que lo ve,
oye hablar desde esta Gloria.

Nunca le digas paciencia,
a lo que dejar no puedes,
que la paciencia es de Dios,
por no juzgar a los hombres.

Dios deja paciencia ahí,
para que se salve el hombre.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 223-224-225

miércoles, 24 de julio de 2013

Llanto de Amor Divino

En Sueño Profético decían:

El que llora para que otro llore, éste no llora. El que llora en silencio, a Dios le llega el llanto, y Dios consuela, consuela en darte Paz, y ya ves todos los caminos fáciles para caminar. El camino de esa vida siempre va quedando atrás, que otros llegan ocupando lo que tú dejaste ya.

Dijo uno:

Hay quien sufre en silencio
para que no llegue a Dios
ese grande sufrimiento.

Y hay quien a gritos llora
para que ofendan a Dios.

Por eso, el llanto más llanto
es el que sólo oye Dios.

Luego hay otra clase de llanto,
del que pecó y sufrió Dios,
y cuando vio el sufrimiento,
es llanto sin compasión,
es llanto de ser culpable
de haber ofendido a Dios;
es llanto con peso grande
de sentirte pecador.

Luego ya viene este llanto
que te produce el Perdón,
con lágrimas en los ojos
y buscando al pecador,
que aunque te vean llorar,
es alegría para Dios.

Un llanto falta el decir,
que es el llanto del Amor
de este Dios, que si lo nombras,
hay llanto con Amor.

¿Quién puede hablar de Gloria
y no adornarla con llanto,
o llorar en un silencio
que sólo a Dios llegue el llanto?

Este Arrobo es de Amor,
aunque te hable de llanto.

Desperté, oí:

El llanto de Amor Divino
lo describen muchos Santos.

Cada uno a su manera,
pero “to” termina en llanto.

El llanto “pa” que otro llore,
éste no lo manda Dios.

Es llanto de fariseo,
que mata al mismo son.

Es llanto, llanto cobarde,
para que des compasión.

El llanto de Amor de Dios,
es un llanto con consuelo.

Es llorar, llorar de Amor,
por amar a Dios del Cielo.

Es llorar por más llorar,
porque el llanto viene luego,
por quererlo más amar.

Siendo el llanto para Dios,
hay dos formas de llorar.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 186-187-188

martes, 23 de julio de 2013

Persona siempre contenta

En Sueño Profético hablaban de la persona que siempre está contenta, de la persona que siempre tiene a Dios en su interior y que otro ve por fuera. Estas personas siempre están contentas, siempre te pegan Paz, siempre alegría demuestran.

Dijo uno:

Las penas sin alegría
no caben en esta Vivienda.
Por eso, al que Dios elige,
siempre alegría le encuentras,
siempre te da la salida
para que dejes las penas.

Hay personas que convierten
las alegrías en penas,
y en vez de alabar a Dios,
a Dios ofende su pena.

La persona que ama a Dios
y de Gloria la llena,
no le quita esta alegría
nadie que ahí pise Tierra.

Es tan fuerte este contento
de sentir sin darte nada,
que aquí sí es sufrimiento.

Éstas son palabras justas –las anteriores ya nombradas–, de Teresa. Esa Teresa que nombre dejó en Ávila.

Es tan fuerte este contento
de sentir sin darte nada,
que aquí sí es sufrimiento.

Esto otro, también era oído con Amor en ella:

Si a mí me obligara el hombre
a tener cara de pena,
por mucho que me pasara
mientras viviera yo en Tierra,
era el mayor martirio,
y a Dios mal pago Le daba.

El que no tenga alegría,
de alegría que Dios manda,
¡qué horrible vive la vida!

¡Qué pena no vivir todos
con alegría en su cara!

Desperté, oí:

Es el contacto de Dios
el que va quitando penas.

Hay más personas sufriendo,
por un sufrir sin sufrir.

Hay más personas pidiendo,
que Dios les conteste Aquí.

El sufrir es el sin Dios,
el que no siente esta Gloria
porque buscó la alegría
en alegría diabólica.

Busca siempre la alegría
en alegría del Cielo,
y siempre verán tu cara
dando alegría y contento.

La alegría de la Tierra
se acaba en el empiezo.

La del Cielo, ahí la vives
y Aquí te empieza contento,
de pensar que no te vieron
ni el sufrir, ni cara triste.

La alegría es de Dios,
y la tristeza, del hombre.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 186-187

lunes, 22 de julio de 2013

Nube de verano

En Sueño Profético decían:

Debía el hombre tomar esa vida como nube de verano, y pensar en la muerte como si fuera el relámpago, que en silencio da la luz, y cuando el trueno ha sonado, el silencio de la luz va formando el escándalo. Esto es vida y muerte.

Dijo uno:

¡Cuántos llevarán por dentro, en silencio ya, el relámpago! Que cuando llegue muerte, no puede nadie pararla. Si esto pensara el hombre, ¡cuántos males se quitaban!

No hay mejor recordatoria que te ayude a que veas esa vida corta, que cuando te hablen de 100 años, te venga a la memoria: “¡si en mi familia no hay, ni oí que nadie tuviera, esa vida tan larga!

Desperté, oí:

Luego, si piensas
100 años para una eternidad,
nunca digas a los 100 años:
“fue vida larga pasada”.

Coge la vida del cuerpo
como nube de tormenta,
y disfruta ya la Paz
que este Cielo nunca niega.

El hombre coge esa vida
como hierro que sembrara
dentro de mármol y cemento.

Y no piensa que esa vida
la lleva arrastrando al cuerpo,
y que puede llegar muerte
antes que llegue relámpago.

Lleva esa vida contento,
que es la que luego te sirve
para que vivas lo Eterno.

¡Que lo Eterno es la Gloria!

Donde hay un solo Dios,
aunque Tres Dioses se nombran.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 145-146

domingo, 21 de julio de 2013

La Caridad tiene más valor al espíritu

En Sueño Profético decían:

La Caridad, cuando Dios media, sí es Caridad. ¿Que cuándo media Dios? Cuando tú estés día y noche:

“Señor, a tu servicio estoy. Señor, ni protesto ni me canso. Y la muerte venga a mi cuerpo antes de que a mi pensamiento le llegue este pensar: “¿Por qué, Señor, sufro tanto y otros se van de esta vida sin lágrimas de sufrimiento haber echado, y han tenido de sobra, y a mí siempre me ha faltado?”.

El que tenga este pensar y Caridad quiera ir dando, ¿cómo va a dar Caridad sin comprender aquello que está pasando?

El comprender te lo da ponerte tú en el camino de aquel que el camino está pasando, y pensar cómo pasarías el camino, si aprisa o despacio, con lágrimas o sonrisa, pidiendo cuentas o alabando.

Desperté, oí:

Habla el hombre de la Caridad
y no sabe dónde hay que darla.

Como no lo vea hambriento o descalzo,
no sabe dejarla.

La Caridad tiene más valor al espíritu,
que es eterno y no acaba.

La Caridad al espíritu
te hace que reflexiones
y que pidas el Perdón
por aquel que juzgue al hombre.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 184-185-186

sábado, 20 de julio de 2013

Los brillantes pueden quitarte la Gloria

En Sueño Profético decían:

“Sufrimiento con Paz, contacto en Gloria”.

Dijo uno:

Si el sufrimiento se aprovechara como se aprovecha la lluvia, se verían grandes premios del Cielo, que los luciría el que tuvo el sufrimiento.

El sufrimiento es carreta de bueyes, o ciclón que pasa corriendo.

El sufrimiento da más que los brillantes, si sufres sin apartarte del Cielo. Los brillantes pueden quitarte la Gloria, porque son intermediarios de la Gloria y el infierno, a pesar de que para el hombre son lo que tiene más precio, son lo que debía de pisar cuando viera que le arrebataban el Cielo. Esto es refugio para el hombre, donde entra la avaricia y la fuerza a la compra del pecado; el desprecio a la humildad, y el olvido al hambriento y al descalzo. Más se utiliza para esto, que para hacer a hombres santos, predicando el Evangelio y dando sin hacer cambio; cubriendo necesidades a los enfermos y a los sanos.

Si así utilizaran los brillantes los humanos, buen bajón daba el Infierno; y ya, los intermediarios, eran sólo para el Cielo.

Desperté, oí:

A pesar de que los brillantes
más te sirven para condenarte
que para ganar la Gloria,
todos quieren los brillantes.

En cambio,
el sufrimiento lo maldicen
y más grande lo hacen.

En vez de decir: “Señor,
que tu Presencia no falte”.

“Señor, enséñame a sufrir,
para que de Ti no me aparte”.

“Señor, pon siempre en mi camino
a alguien que de Ti me hable”.

“Si me ofrecieran pecado,
dame palabras y fuerzas
para echarlo de mi lado”.

El que tenga este pensar,
y el poder le esté ayudando,
que diga: “tengo un brillante
que en la Gloria puedo entrarlo”.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 134-135

viernes, 19 de julio de 2013

A Dios le di de lo que Él me dio

En Sueño Profético decían:

Dios, cuando vivió de Hombre, vivía de lo que Le daban, que era de lo que Él daba.

Él daba vida al espíritu, y daba para que viviera el cuerpo. Daba la tierra que pisaban, y les reservaba el Cielo para cuando la Tierra dejaran, tuvieran un Mundo Eterno. Daba la Paz y la Luz.

De todo esto nombrado Él era y es el único Dueño.

Esto, el que haga un pensar, ve que nada Le dieron.

Dios, cuando vivió de Hombre, vivió de lo que el hombre Le daba, que Él antes le dio al hombre.

Dios buscaba al hombre para llevárselo con Él, si al que buscaba aceptaba sus Palabras, que éstas eran:

“Si mis Palabras quieres, Yo antes quiero dártelas”.

“Si mi Mando vas a hacer, más Mando te tendré Yo guardado”.

“Pedidme a Mí ahora que Me estáis viendo con Cuerpo, y luego Yo recibo de lo que os he dado”.


Desperté, oí:

Dios Hombre recibía de lo que Él antes le había dado al hombre.

Dios los buscaba, a los que estaban lejos de Él, y se ofrecía a quitarlos
del mal camino que llevaban.

Cuando los quitaba, ya Lo seguían y Lo adoraban.

Que esto era dar de lo que Él antes les había dado.

Dios, Dueño del espíritu y del cuerpo, tiene que oír al hombre:

“Yo Le doy a Dios”.

“Yo le doy al enfermo”.

“Yo visto al desnudo”.

“Yo doy de comer al hambriento”.

Si ves que llega la noche e hiciste el Mando de Dios, no digas:

“Yo a Dios Le he dado”.

Di:

“Le di de lo que Él me dio”.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 228-229-230

jueves, 18 de julio de 2013

Esta Enseñanza tiene que ser acogida y aceptada sin protestas

En Sueño Profético enseñaban a ver con claridad lo de Dios y lo del hombre. Decían:

En todo lo que puedas hacer para derrotar a los demonios, ya estás al Mando de Dios. Aquí puedes también aplicar estas palabras:

“Dios da el ciento por uno, aunque tú no veas monedas que no sirven para alimentar al espíritu; y ten por seguro que Aquí tampoco entran”.

“Tú puedes calzar a uno, y Dios ya te está mandando la vida de tu hijo, que te lo daban por muerto. Esto es ciento por uno”.

“¿Qué valor tiene tu compra si la comparas con la vida de tu hijo?”.

Dijo el Mando de Dios, saliendo las Palabras de un espíritu que vive en su Gloria:

Cuando sean duras tus palabras, no pienses el reformarlas, porque ya de Aquí han salido. Tu dureza es obediencia a enseñar lo bien hecho, como es enseñado tu espíritu.

Esta Enseñanza tiene que ser acogida y aceptada sin protestas, y sí con preguntas que puedas agrandar la Enseñanza, para tú ir también enseñando sin secreto de dónde va la Enseñanza y sin ocultar al que la recibe.

Desperté, oí:

El que no deje todo por Mí, no está conmigo.

El que no está conmigo, está en contra de Mí.

Éste no acepta mi Enseñanza.

Y si no la acepta, mejor que no la nombre.

Porque al nombrarla puede hacer pecar.


Estas Palabras fueron dichas por Dios Hombre a unos que Le negaron lo que Él sabía que podían hacer.

Éstos, a Dios no servían ni en la Tierra ni cuando muriera su cuerpo.

Tú deja esta Enseñanza, dicha como Aquí la estás oyendo.

La del hombre es la que cambia cuando unos entran y los otros ya se han muerto en materia o en mando.

Quien no entienda estos Mensajes y pregone: “yo a Dios amo”, dice peor que maestro de niños preguntar a un campesino cómo a los niños enseñarlos.

Si Esto fuera del hombre, tendría graduación: primer grado, segundo grado y tercer grado.

Todo esto sobra aquí, por ser Dios el que está hablando.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 134-135-136

miércoles, 17 de julio de 2013

Dios quiere que en tus sufrimientos a Él busques

En Sueño Profético vi un río y dos mujeres caminaban por la orilla. Dijo una:

Este hecho que refiero es de Amor, de vergüenza y de consuelo. Aquí, en esta misma orilla, un día, cuando yo pasaba a enjabonar mi ropa, había un hombre pescando; me paré y quise decirle algo de mi vida, de lo que yo estaba pasando con el padre de mis hijos –que esto ya era muy nombrado, que a mi marido lo vieran darme a mí tan malos tratos–. Estaba ya decidida a irme con un samario, y que mis hijos vivieran aunque fuera del pecado. Pues este bendito hombre me dijo:

   – ¡Calla! Yo no quiero saber nada, porque no tengo las fuerzas para hacer que razonaras. Espera, que ya no tarda en pasar ese Maestro que nació en Nazaret y va diciendo Palabras que a ti te vendrán muy bien.

No terminó estas palabras, y el Maestro se dejó ver. Venía con una túnica, y un manto venía tras Él, que el viento se lo movía cuando Él movía sus Pies. Cuatro o cinco Lo seguían, y yo mi ropa dejé, y me presenté a su encuentro, y el paso se Lo corté. Cuando me hinqué de rodillas y mi cara la tapé, todos quedaron parados y Él fue el único que habló:

   –Ponte de pie pecadora, pecadora que amas ya, y todo lo que te ocurra, a Dios debes de buscar, que es el que te da consuelo y te quita de pecar. Tú, con tu falta de Amor, a este bendito podías hacer pecar.

Desperté, oí:

Dios quiere que en tus sufrimientos a Él busques, porque en este buscar puedes a otro quitar de pecar.

Si tu sufrimiento lo llevas sin acercarte a Dios, no digas que es sufrimiento, di: “Yo soy pecador”.

Si ésta que iba a lavar, con el pescador no se encuentra, peca por falta de Amar.

Peca y deja a los hijos con máxima libertad, que si el padre fue mal padre, ella está en peor lugar.

Si sufrimiento tuvieras, no dejes a Dios de amar.

Porque si tú amas mucho, puedes quitar de pecar.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 188-189

martes, 16 de julio de 2013

Dialogar en Cielo o Tierra

En Sueño Profético hablaban de hablar de Dios enseñándote el hombre, o de hablar de Dios enseñándote Dios:

Este diálogo es de dos que hoy están en la Gloria. Uno fue elegido por Dios y por Dios fue enseñado; y otro hizo lo que Dios mandó, y esto enseñaba. Los dos enseñaban a cómo vivir para tener a Dios contento. Los dos amaban, pero había una grande diferencia de enseñar lo que leía o enseñar lo que oía.

Ya dijo el que enseñaba de lo que había escrito otro:

   –Tu Enseñanza era de Dios sin Imagen, era Mando del mismo Dios y Palabra. De Elegidos como tú, sabe el mundo, de Dios. De Elegidos están las bibliotecas llenas. Los Elegidos siempre fueron la Luz de esta Gloria.

Dijo el que callado estaba:

   –Están dichas tus palabras con la Razón, la Verdad y la Justicia de esta Gloria. Este diálogo con pocos pude mantener en mi vida con materia. Había quien quería igualar sus estudios con mis Arrobos. Había quien su ira se destapaba. Hubo quien se condenó por no querer que esto fuera. Hubo quien me hizo la contra, viendo que mío no era. Yo creo que si Dios no le hablara al hombre, nadie entraba en la Gloria. Una vez le dije a uno que fuera a un sitio que a él mucho lo buscaban, y le dije que contara una de mis Enseñanzas mandadas por Dios en Espíritu, y que al día siguiente yo iría con él contando la misma Comunicación. Me aceptó por no creer que a mí ya me buscarían cuando fuera yo presentado por él y oyeran la Palabra en mí, pero dicha por el mismo Dios. Fue escándalo de Amor, creciendo en el que a Dios amaba, y cara de ira en el que no era de Dios.

Desperté, oí:

Cuando habló el Elegido,
el que amó, sentía a Dios.

Fue quedarse en dos grupos:
en el que era de hombres de Tierra,
o en el que era de hombres de Dios.

Grande diferencia había
de dialogar en Cielo o Tierra.

Grande diferencia había
de espíritus sin materia.

Aquí sólo existe el bien
que desprecia el hombre en la Tierra.

Si el hombre amara a Dios,
veía la diferencia.

Pero lo deja sin ver,
la ira y la soberbia.

Si uno habla de Dios,
diciendo “Dios me lo enseña”,
no es como el que lo aprendió.

El que lo sabe del libro,
se lo aprende de memoria.
Y el que Dios lo habla en él,
no le queda en la memoria
y Escrito vuelve a leer.

Y cada vez que lo lee,
siente repique de Gloria.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pág. 44-45-46

lunes, 15 de julio de 2013

Rescoldo, hoguera y llamas

En Sueño Profético hablaban del caminar y caminar por divulgar el Mensaje. Decían dos, a otros cuantos que allí había:

No hay sufrimiento mayor,
que te hable Dios,
y el hombre mande que calles.

Aquí tienes que pedir, a Dios,
que de ti no se separe.

Tienes momentos de llanto,
de ese llanto que no sabe
aquel que ignora el por qué
al hombre Dios quiere hablarle.

Todos los que Aquí estamos,
sabemos que al que le hable,
lo tratarán con desprecio,
y pondrán dos mil achaques
para no oír el Mensaje.
Mensaje que si tú oyes,
ya no puedes retirarte.

Dijo Teresa:

Yo sí te puedo decir,
que a todo el que Dios le habla,
martirio le dan ahí.
Martirio que no es martirio,
que no sé cómo decir
para que el hombre lo entienda
y ahí lo pueda cundir.

Es martirio porque quieres
que todo el que viva ahí,
antes de dejar la carne,
sepa de este Dios de Aquí,
y pregunte al que le hable:
¿Hago bien o hago mal?
¿Debo decir no peco
aunque me hicieran pecar?
Porque si peco, no amo;
y si amo, ya no habrá
quien pueda hacer que peque,
en contra de Dios, jamás.

Yo, mil veces que refiera
este Amor cómo lo sientes,
lo sientes de adentro a fuera,
lo sientes con un quemar,
con un quemar que te quema,
que este quemar serviría
para formar una hoguera.

Desperté, oí:

Yo formaría una hoguera
de llamas, llanto y rescoldo.

De llamas, porque quisieran
quemarse con estas llamas.

De llanto, porque este llanto,
te arrepientes y no apagas
las llamas que a fuego lento,
con tu llanto las levantas.

Y rescoldo que no queda,
porque llamas no se acaban,
porque el llanto de este Amor,
el rescoldo no lo apaga,
y vuelves a hacer hoguera,
y ves otra vez la llamas,
y sientes Amor de Dios,
rescoldo, hoguera y llamas.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 136-137

domingo, 14 de julio de 2013

Cementerio, sitio triste, porque no crees lo Eterno

En Sueño Profético se vieron unos cipreses y unas lápidas en el suelo. Tenían cerca, alrededor, algunos de estos cuerpos muertos. Había dos hombres de espaldas, y su voz subían sin miedo. Éstas fueron las primeras palabras que su Enseñanza dijeron:

Aquí vienen a ver los cipreses porque ya no existe nada de lo que llevara el cuerpo, como no sea un metal que en olvido se trajo el cuerpo muerto. Aquí sigue el hombre el engaño de seguir detrás del cuerpo.

¡Son los cipreses los vivos, en medio de tantos muertos! Ellos reciben y despiden, y oyen lo que no oyen los cuerpos. Porque de muchos no hay ya cuerpo.

Pero el hombre sigue dándole valor al cuerpo, sin nombrar la Gloria de Dios, el Sitio donde no falta la Vida que llevaban estos cuerpos.

Estas Vidas ven la copa del ciprés antes de que vean la lápida que tapaba al cuerpo.

¡Cementerio, sitio que oyes y ves alabanzas y pocos desprecios!

Desperté, oí:

¡Dadle alabanza a la Vida
de aquello que mueve al cuerpo!

Que esta alabanza se da
siempre mirando al Cielo.

El cuerpo no ve ni oye,
ni puede quedar tiempo
para que el que aún tiene el suyo,
lo conozca, si algún día quisiera verlo.

Pero si piensas en Aquí
y te llevas su recuerdo,
tú sientes su Vida,
porque él no está muerto.

¡Qué pocos dicen: “Señor,
yo sé que contigo no hay muertos”!

Pero tienes que querer a Dios
antes de que dejes el cuerpo.

¡Cementerio, sitio triste,
porque no crees lo Eterno!


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 165-166

sábado, 13 de julio de 2013

Preferencia a la materia

En Sueño Profético hablaban del trabajo que cuesta hacer que el hombre le dé preferencia a todo lo del espíritu y que no cuide tanto la materia.

Esto se ve en el sitio que Dios se manifiesta para que de generación en generación sepan que existe Dios y que bajó a la Tierra ofreciendo la Salvación del espíritu, que es la Vida que Él manda y que nunca acaba para el espíritu.

Decían:

¡Qué pocos frecuentan estos sitios pidiendo curar su espíritu, diciendo síntomas que apartan de Dios! Como la carne, cuando antes de ser muerta, se deforma el organismo, que si no llegó su tiempo, puede ser el mal corregido por un tiempo.

Que esto pertenece a la medicina, teniendo a Dios delante para pedirle consejo antes de que hable su lengua y escriban sus manos el papel con el nombre de receta.

Desperté, oí:

¡De claros que están estos Mensajes,
no quiere el hombre saberlos!

No cree en la Eternidad,
y luego le tiene miedo
a lo que le puedan hablar.

¡Qué cierto que el hombre
busca milagros en la carne
y no nombra enfermedad del espíritu!

Cuando de esta enfermedad
sale el crimen
y el devorar como los bichos.

Que los bichos viven así
porque no tienen espíritu.

Ni el bicho ni el animal
tienen espíritu.

De esto debe enseñar
la cultura de este siglo.

Que en todo se viva Amor,
sin cambiar los Mandamientos.

Que el vivirlos hace falta
para no perder lo Eterno.

Busca a Dios
para la enfermedad del espíritu,
y después
para la enfermedad del cuerpo.

Que el espíritu se cura
con palabras, acción
y dando ejemplo.

Y ya tú verás pecado
en lo que no manda el Cielo.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 83-84-85

viernes, 12 de julio de 2013

Una siembra para el tiempo

En Sueño Profético hablaban de muchas cosas distintas una de otras. Comparaban carne y espíritu: sacrificio para la carne y abandono a las cosas del espíritu. Prontitud a la carne y demora al espíritu. Decían:

¿Quién ha visto u oído a uno que se esté ahogando, y otro lo esté viendo y le diga: “¡Aguanta, mañana vengo!”?

¿Y a uno veas desangrándose, y también le digas: “¡Ya vengo!, todavía te queda sangre dentro del cuerpo. Yo me voy a una fiesta. ¡Ya vendré un día de éstos!”?

¿Y al que se pegó una caída y lo viste en el suelo? Tampoco dijo el que lo vio: “Llevo prisa. Como ya estás en el suelo y no te puedes caer aunque te diera mareo, ¡cuenta que vengo mañana! ¡Yo creo que mañana puedo!”.

Ahora, un niño que ves llorando y enrojecido se ha puesto, porque algo se ha tragado. Tú saliendo por las puertas, porque te están esperando, y si no acudes te vendrían grandes pérdidas. ¿Qué crees tú que harías? Aquí dejamos en blanco, para que tú, al pensar, letrero te vayas dando.

Ahora di que te van a dar un gran dinero, o una joya, o abrir un testamento que el heredero eres tú, ¿también lo dejas para cuando tengas tiempo? Todo esto es para la vanidad de la exigente materia.

Y ya, si haces un trabajo y tienes un cargo que vitorean lo que has hecho, aquí haces del día y la noche una siembra para el tiempo; y tienes tiempo de sobra, y te ofrecerán dinero; y dejas al espíritu como queda el pordiosero, que nunca te alcanzará ni el tiempo ni el dinero, y tendrás al espíritu en un puro sufrimiento.

Desperté, oí:

¿Quién amaría de verdad,
y tendría esto en quietud
25 años ya?

Cuando un año era mucho
para estar a escala mundial.

Ponían en Gloria razones
que daban miedo
al poder que el hombre tiene.

Esta que dictan,
repetían varias veces:

¡Hombres vacíos de Dios,
que buscan el resplandor
de la Tierra!

¡Hombres que guardan a Dios
aquello que Dios les deja
por un tiempo que es bien corto,
aunque él largo se crea!

¡Hombres con gran inquietud
a las cosas pasajeras!

Sin pensar:
“Yo, cuando muera,
me tengo que presentar
al que hoy a mí me deja
con toda la Libertad”.

Y me presento sin joyas,
sin dinero y sin poder decir:
“Señor, Tú fuiste en mí lo primero”.

Aunque nadie lo sabía,
Tú vivías mis secretos.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 107-108-109-110

jueves, 11 de julio de 2013

Visones y Enseñanzas

En Sueño Profético hablaban de estas Comunicaciones, de su grandioso argumento, de sus irrevocables temas, de su mando tan perfecto, cómo ser de Dios mandado. El Padre se hace Visión tal como en la Gloria vive. Luego, el Hijo presenta al Padre y confirma la Visión:

“Éste es mi Padre, y Yo soy Dios, pero los Dos sin Cuerpo de Carne”.

Sigue la Enseñanza, y ya el mismo Dios Hijo, tocando sus Pies de Carne el suelo, se presenta dando testimonio de estas realidades, que el hombre nunca acepta por no amar o por falta de creencia.

Sigue la Enseñanza presentando a la Madre, que por ser Virgen no fue madre, fue Lugar que el mismo Dios elige para hacerse Hombre.

Abre las puertas de la Gloria, y enseña espíritus que no tuvieron cuerpo y espíritus que tuvieron cuerpo. Los creados, no vivieron nunca con cuerpo. Los permitidos, Allí estaba el espíritu; y el cuerpo, enterrado. No estaban todos los permitidos; Ésto, sólo a los niños; los hombres, los que quisieron su Gloria.

Le explican la escala de los Elegidos, y le hacen que conozca al espíritu del mal, para que nunca sea engañada ni asustada por el hombre.

Desperté, oí:

No hay en la actualidad
quien presente
esta amplia Teología.

Se han nombrado
algunas Visones y Enseñanzas
para que estudien los hombres.

Que estudien que hay un final,
donde el cuerpo no toma parte.

Que estudien esta Verdad,
por su lógica aplastante.

Que el que ame,
lee las frases
y estudio no le hace.

No hace estudio para desmentir,
pero sí para defensa
del que quiera desmentir.

¡Cómo explica el Instrumento
lo que Dios dice al espíritu
cuando vive Aquí su cuerpo!

Si esto quedara en secreto,
no era de Aquí, de este Cielo.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 61-62-63

miércoles, 10 de julio de 2013

Muerte del espíritu y muerte de la carne

En Sueño Profético hablaban de la muerte del espíritu y de la muerte de la carne. Decían:

El hombre, muere la carne y llora; y mata al espíritu riendo y desafiando a Dios con el pecado.

Dicen en Gloria que van a contar un hecho para que sirva de Enseñanza a los cristianos.

Dijo uno:

Iba yo en un entierro acompañando a un cuerpo para enterrarlo, de un gran amigo mío. Y vi que iban unos llorando y estas palabras decían: “Ya no lo veremos más cuando el cuerpo sea enterrado”. Y más fuerte era el llorar. Otro que iba a su lado le contestó este contestar, que puso un gran silencio y nos dejó gran pensar: “¡No le lloremos al cuerpo! ¡Si el cuerpo nace para enterrarlo! ¡Es al espíritu al que hay que llorarlo! Cuando el cuerpo esté vivo y no haga el camino de Dios, es que está enfermo el espíritu, y si no le das la medicina de la obediencia de Dios, tendrá entierro eterno”.

Aquí es donde tienen que echar las lágrimas, cuando vean andar el cuerpo, que es el traje del espíritu.

Pues piensa, y verás que nadie se ocupa de esto: ni de sanar el suyo, ni de sanar el del amigo.

Aquí, el llanto ya no puede dar remedio. Mandemos una oración que empiece con la palabra “Padre Nuestro que estás en los Cielos”; y termine: “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal, amén”.

Desperté, oí:

¿Quién haría un escrito
tan corto, de pocas letras,
y que enseñara tantísimo?

¡Qué cierto que el hombre
llora al cuerpo
y no defiende al espíritu
para que nunca dé Dios entierro!

¡Qué trabajo cuesta al Cielo
–por ser Dios el que lo manda–
que el hombre cuide el espíritu
y después un poco al cuerpo!

Que la taza sin el asa
puede servicio seguir haciendo.

Pero el asa sin la taza,
sólo te da recuerdo.

Recuerdo para poco tiempo,
como les pasa a los cuerpos.

Como le pasa a la rosa,
que antes de que la mires,
en el suelo ves las hojas;
pétalos, mejor dicho,
y contentas a la rosa.

Ésta es la vida del hombre:
miserable, pobre y corta.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 82-83-84

martes, 9 de julio de 2013

La edad del empiezo de la Carrera de Dios

En Sueño Profético decían:

El hombre tiene que enseñar a la materia según los años, y mayoría de enseñanza son cuando han pasado los 17 años. A esta edad y mayores es cuando empiezan en serio las enseñanzas del hombre. Aunque él se esfuerce en enseñar la materia -por tener esto en plano primero– a una cultura perfecta, tiene su tiempo, y no todos dan rendimiento a esta enseñanza; Mayoría son jarra de alambre, inservible para el agua. Pues a pesar de todo, el hombre se aferra y machaca en lo primero lo material.

El hombre, si primero le diera el sitio a lo espiritual, vería lo mal que anteriormente hizo, avergonzándose de sus actos.

El espíritu puede enseñarse cuando el niño ya conoce padre o madre, cuando el niño se echa en los brazos para que el mayor lo acune, cuando el espíritu mueve a la materia, cuando conozca y desee, entonces ya se puede enseñar al niño a que busque a Dios.

La Carrera de Amor a Dios puede estar terminada a los 14 años, y de aquí en adelante, ejercer y practicarla. Esta Carrera no necesita dinero, y en los primeros años, mejor aprendizaje, mejor Gloria para la Gloria de Dios.

Esta Enseñanza va a los mayores para que sea inyectada a los niños. Esta Enseñanza empieza ahí y Aquí avanza.

Desperté, oí:

Ya te dice este Dictado,
la edad del empiezo
de la Carrera de Dios.

Ya te dice este Dictado,
cómo enseñar el Amor.

El empiezo ha de ser,
cuando el niño busque amor,
hacerle al niño ver
que de Dios ya sale “to”.

Cuando le cantes la nana,
que sea una nana “pa” Dios.

El espíritu del niño
puede aprender la Carrera,
antes que el pecado del mundo
quiera ensuciar su materia.

Cántale al niño la nana
y le nombras esta Gloria,
que el niño quede dormido
con ángeles en corona.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 128-129

lunes, 8 de julio de 2013

Donde no hay interés, no hay Amor

En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios, del interés, de la ansiedad, de la firmeza y del “llenar” de Dios. Decían:

Puedes asegurar que donde no veas interés, no guardan Amor, y al no guardar Amor, no viene ansiedad.

La firmeza es algo que no se puede ocultar, pues el que tiene firmeza no varía el caminar, y por mucho que le dieras, no daba pasos hacia atrás. Ésta es Firmeza de Dios, que es la que manda enseñar.

Otro dijo:

La persona inquieta no tiene firmeza ni guarda Amor; no guarda porque ha sido oír y ver sin sentir el Amor de Dios; es materia para el mundo de materia, y su espíritu puede perder el sitio de esta Gloria. La inquietud habita en los lugares que no habita Dios. La inquietud busca a otro dios para desmentir el Verdadero. La seguridad en Dios te acerca cada vez con más fuerza. No hay quien ame y busque otro amor. El Amor no deja sitio para que entre lo que no es Amor.

Desperté, oí:

Es verdad con apellido de verdad, que donde no hay interés, no hay Amor.

Hay quien busca para encontrar. Y hay quien no busca por si encontrara.

Hay quien a Dios no Le pide porque cree que lo ofendió.

Y hay quien Lo ofende y Le pide.

Pero hay un mal peor: tener contacto del Cielo y buscar la tentación.

Todavía es peor, que Dios sabe cómo eres y tú hablas de su Amor.

No hay quien busque sin amar, porque antes de buscar, ya dirá que está cansado.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 82-83

domingo, 7 de julio de 2013

Repartir este Amor

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios ocultándote del hombre, o buscar al hombre para que ame a Dios:

Si hay Amor, tú tienes que ir repartiendo este Amor, porque el Amor crece y te exige que lo lleves donde hay hombres de Dios o donde pecadores se encuentren.

Estas palabras se oían de dos mujeres. Una buscó a la que amaba, que es la grande Teresa. Mucho le habían hablado de esta mujer tan llena de lo que ya se ha nombrado. Pero con su indiferencia, vivía sin conocerla.

Ya se oye a Teresa:

Hay veces que yo quisiera
que mi Amor a Dios
me lo siguiera cualquiera,
y vería que es Amor
donde no existen fronteras,
donde no te asusta el miedo
por oscuridad que veas,
donde el llanto es alegría,
donde hay tristeza
por querer que más te sigan.
Aunque a veces, el seguir,
sea fiera, que si te alcanza,
ofende al Dios de Aquí,
pero ya él se destapa.

Yo no sé cómo no ve el hombre
cuándo es Amor del Cielo
o cuándo es falsedad,
si aquel que siente este Amor,
jamás lo podrá ocultar.

Yo andaba la pradera
y subía por los cerros
como pluma que la mueve
un Mando del Alto Cielo,
y pensaba en el decir,
y me llevaban los vientos
con el Mando que había Aquí,
y ya mi Amor me hacía guardia
a lo que podían decir.

A veces, en el silencio,
a Dios oía decir mi nombre,
pero mi llanto no podía dejar de oír
esa Voz que me dejaba
en éxtasis y sin sufrir.

Desperté, oí:

¡Ay Palabras que eran versos
con Divinidad y aroma!

¡Ay Comunicación,
que para que llegue al hombre,
tengo que oír y ver
lo que Dios sabe de sobra!

Que yo quisiera oír,
pero que no llegue a Gloria.
Que yo quisiera vivir,
pero oyendo a los hombres,
todos, amándote a Ti.

Mándame que tu Palabra
la lleve por los senderos.
Mándame donde yo oiga:
“sin Amor de Dios, yo muero”.
Mándame, si yo merezco
el recibir de tu Mando.
Mándame, porque yo muero
si mi Dios no me ha mandado.

Por mucho que Tú me mandes,
yo reverencio tu Mando,
porque ya me das el premio
cuando yo hago tu Mando.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 210-211-212-213

sábado, 6 de julio de 2013

La fuerza del espíritu

En Sueño Profético decían:

Las fuerzas del espíritu mandan a que la materia esté siempre a su servicio.

La fuerza del espíritu mantiene al cuerpo en hacer el bien o el mal, según a quien esté haciendo servicio el espíritu.

Cuidar al espíritu es creer en esta Vida: ladrón que anda con cuidado porque sabe que lo pillan.

Decían en este Arrobo, que era para pensar en la rapidez del espíritu y en la lentitud del cuerpo. Lo que el espíritu hace en horas y a veces en minutos, para hacer esto el cuerpo necesitaba muchos a su servicio, y no llegaría presentando servicios de provecho.

El cuerpo se enfrentaría reclamando sus derechos.

El espíritu que le hace servicio a Dios, siempre le responde el cuerpo, porque el cuerpo vive ya con contacto de este Cielo.

Por eso quiere mandar que hagan servicio otros cuerpos, para ir apartando del mal.

Desperté, oí:

Un espíritu al servicio de Dios
puede entrar a muchos a la Gloria.

Pero este servicio precisa
que la Caridad y la Paz,
a tu persona la sigan.

Que ya salen del espíritu,
y al cuerpo, vivirlas obligan.

El Poder de Dios,
al espíritu le manda.

Y el espíritu le manda al cuerpo,
y ya ven esta Enseñanza.

Es grande para pensarlo,
pero es falta de Enseñanza
si quieres el comprenderlo,
el ver el Poder de Dios
cómo maneja a un cuerpo.

Dios no necesita tiempo.
Dios necesita espíritus
que quieran servir al Cielo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 132-133-134

viernes, 5 de julio de 2013

Si no vives Luz de Dios

En Sueño Profético decían:

Si no vives Luz de Dios,
nada puedes hacer bien hecho.
Y vivirás esa vida, sin descanso,
ni para el espíritu ni para el cuerpo.

Si no vives Luz de Dios,
te acaparará la Tierra
y serás pájaro en jaula.

Al que le llega esta Luz,
ve pobre lo de la Tierra,
y ya vive iluminado
para todo lo que venga.

Dijo uno:

Estas personas dan Paz
y nada las pone presas
para quitarles la Paz
con las cosas de la Tierra.

La Tierra engaña al hombre
porque el hombre vive lejos
de la Vida Eterna.

Que esta Vida no lo aleja,
que es él el que se aleja.

Esta Vida tiene siempre
Profesor con Luz sin letras.

Que la Luz hace letreros
y a vivir vida te enseña.

Desperté, oí:

¡Qué lástima que los hombres
no busquen con ansiedad
dónde aprender estas clases!

¡Con lo sencillo que es
conocer lo que te lleva la Paz
o lo que quiere alejarte
de esta Gloria Celestial!

El espíritu domina
con facilidad al cuerpo.

Y te manda a hacer trabajos
sin ganancias y sin provecho.

Haz que el tiempo a ti no te mande
cuando tú tengas un tiempo.

Un tiempo para pensar
que la vida de la Tierra
siempre es vida de engañar.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 213-214-215

jueves, 4 de julio de 2013

No te entregues a la Tierra

En Sueño Profético decían:

¡No te entregues a la Tierra
retirándote del Cielo!

Que al final es puro engaño
y puedes perder lo Eterno.

¡No te entregues a la Tierra
sin ser Esto lo primero!

Son pocos para contar
los que se entregan a la Tierra
y a Dios siguiéndolo van.

Casi siempre
la Tierra acapara y exige
y te pone varias formas
donde hay una nada más,
para que cuente el reloj,
que a favor de Tierra está.

Y ya, tiempo no te deja el tiempo,
que tú lo puedas administrar.

Dijo uno:

Si quieres seguir a Dios,
enfréntate con el tiempo,
cuando lo veas ladrón
y quiera ponerte inquieto.

Desperté, oí:

Dan en Gloria el consejo:
“¡Primero Dios, y después Tierra!”.

Si esto llevas en tu mente,
tú tienes tiempo de sobra.

Lo que tienes que quitar
es la importancia al estuche,
y el valor darlo a la joya.

La Tierra sabe engañar,
presentando beneficios
o halagos a tu persona.

¡Tierra, Tierra que das vida
con el Mando que Dios manda!

¡Tierra, Tierra que quisieras
que en el Cielo nadie entrara!

Si el hombre amara a Dios,
al tiempo encarcelaba,
y ya el tiempo huía del hombre
y de Dios no lo apartaba.

La Tierra da vida al cuerpo
con el Mando que Dios manda.

Por eso, el que ama a Dios,
sabe si la Tierra engaña
con el tiempo y el reloj.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 171-172-173

miércoles, 3 de julio de 2013

“Echad la red”

En Sueño Profético decían:

Sin echar la red, pudieron salir peces a montones a la orilla del río. Pero esto, tan sólo lo puede hacer Dios.

Dios Hombre y Maestro de toda la Enseñanza, quiere enseñar a que tengan Fe en sus Palabras; a que cuando diga Palabras que ellos no comprendan, las den por comprendidas, y así serán Discípulos suyos, para cundir su Enseñanza.

No pudieron pescar durante horas y horas con la ayuda de la paciencia. Y el Maestro, antes de decir “echad la red”, ya estaban los peces formados para entrar en ella. Esto es lo que servía para enseñar a la obediencia, para cundir que era Dios.

El que los peces salieran sin pesca, lo podía hacer sólo Dios. Pero obedecer y tener Fe en sus Palabras, esto, todos los hombres pueden vivirlo, y esto es la Enseñanza que el Maestro quería cuando enseñaba en la Tierra, y hoy quiere desde sus Cielos.

¿Quién podría, sin palabras y sin acción, hacer que los peces salieran del agua?

¡Dios tan sólo!

Esto no era Enseñanza, esto era decir “soy Dios”. Pero echar la red a su Mando, sí es Enseñanza que todo hombre puede vivirla y hacerla.

Dios usa de su Poder, más para Enseñanza al hombre, que para que vean que es Dios.

Desperté, oí:

Dios presenta al Elegido,
más en obediencia que en prodigios.

Con la obediencia, enseña.
Con los prodigios, la desvaloran.

El Elegido pasa el camino más duro,
para enseñar a que lo pase
el que no es Elegido.

Para enseñar a destacar lo de Dios,
aunque lo veas confundido.

Fue recuerdo, que es presente,
cuando les llega el Maestro
y a millones salen peces.

Esto ya les sirve a muchos
cuando decían: “No sé,
esto es orden del Maestro”.

Y aunque veían oscuro,
pronto miraban al Cielo:
¡Dame Luz, Señor,
que yo pueda comprenderlo!

Esto, el que quería seguirlo
porque esperaba su Reino.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 19-20-21

martes, 2 de julio de 2013

Tres sitios de Visión

En Sueño Profético vi un grupo de gente y un cementerio. Pero esta gente estaba fuera del cementerio.

Se quitó aquella Visión y vi un edificio grande. Se oían gritos de dolor de carne, gritos, que si oyes, tienes que acudir aunque la Caridad no viva en ti.

Ya se vio un caserón que una muralla lo guardaba, y unas torres que solo un hombre estaba.

Ya dijo uno:

Lo que Dios ha hecho Visión para el espíritu ha sido cementerio, hospital y cárcel.

Lo que menos cree el hombre es lo más cierto y lo más seguro: que el hombre muere –su cuerpo–, pero no el espíritu.

Este grupo de gente que se ha visto estaba fuera del cementerio, porque allí no estaban sus espíritus. Allí ya no había nada: unas losas y unos apellidos. Pero ellos no eran muertos. Ellos estaban Vivos. Éstos puede ayudarte si tú a Dios se lo pides.

El hospital daba pena si alguien oye los gritos.

La cárcel tenía silencio, a pesar de que era sitio de hombres que se guiaron por los malos espíritus.

Desperté, oí:

De los tres sitios de Visión –que Dios hace dos–, si el hombre practicara las Palabras de Dios, un sitio no existía.

Y el otro podía santificar a muchos si practicaran la Caridad.

Practicando las Palabras de Dios, no existía la cárcel.

La cárcel es sitio que el espíritu del mal mantiene.

La cárcel existe por el pecado.

El hombre admite el pecado, enseña a pecar y le tiene por vivienda la cárcel.

Si el hombre amara a Dios, el mundo material sería un rebaño.

¡Enseña a que viva el hombre desconociendo la cárcel!

¡Queriendo mucho a la Gloria y siempre con Dios delante!


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 228-229-230

lunes, 1 de julio de 2013

Amando mucho a Dios

En Sueño Profético decían:

Amando mucho a Dios, desconoces la envidia, la ira, la soberbia, la avaricia, la impaciencia, el rencor y la pereza.

Amando mucho a Dios, no practicas esto ya dicho, porque no sabes ejercerlo, ni intentas aprenderlo.

Amando mucho a Dios, cambias la envidia por quedarte contento con lo que no tienes que aquél lo tiene.

La ira la cambias por un estado de Paz que asombra al que esto presencia.

La soberbia te hace que te compadezcas de este lugar visitado en este momento por un espíritu diabólico.

La avaricia, tú miras eso, como persona que tuvieras la vida ahí garantizada por materia eterna, sin pensar amontonar para otro, siendo muchas veces para acompañar al pecado y extender este enemigo de Dios.

La impaciencia, tú pronto la desechas y casi siempre es cambiada por la paciencia.

El rencor, sería un trabajo el llevar estas cuentas para el que ama a Dios.

La pereza, no llega a esta persona, porque teme que sea cambiada por doble trabajo.

Desperté, oí:

Esta Enseñanza es para no practicar lo que manda Luzbel.

Esta Enseñanza es para Amar mucho y aprender a no hacer pecados.

El que mucho Ama, no tiene sitio para que se entre el pecado.

El pecado entra cuando tú le abres las puertas.

Con todo esto practicado, tiene Luzbel vivienda, y ya con el desnudismo es anclado en esta vivienda.

El hombre sufre los tormentos de estos espíritus, que quieren ponerle el bien donde es mal para Dios.

Dios deja Libertad para que tú elijas.

Y Luzbel te obliga a que cojas y sigas el camino de la condenación.

Dios es Dueño de espíritus y Gloria.

Dios es dueño de carne y mundo material.

Y por ser Dueño de todo, te deja la Libertad.

Piensa tan sólo un segundo,
y a Dios siempre amarás,
amarás porque Lo ves
cuando te da Libertad.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 137-138-139