jueves, 31 de octubre de 2019

La Universidad de la Gloria

En Sueño Profético decían:

Estudia el hombre lo que Aquí no llega, y no estudia lo que de Aquí llevan. Que este estudiar siempre le daría renta. Renta con tranquilidad.

Piensa tan sólo estas palabras que de una boca salieran:

“Yo soy alumno de la Universidad de la Gloria. Allí presentas el folio del Amor, de la Fe y de la Obediencia. Ya, lo demás, es fácil que lo comprendas. Lo que sí te notarás es intranquilidad por dentro, de algo que está pidiendo que busques muchos alumnos, sin exigir edad ni sexo”.

Dijo uno:

Esta Universidad es grande en Sabiduría.

Si el hombre, este saber lo viviera y lo enseñara, ni de pensamiento habría duda que las guerras se acabarían. Las guerras, y todo lo que no es por Él mandado ni jamás tendrá reforma.

Si esto lo estudiara el hombre, el Mando que da esta Gloria, andaría como el tren, sin salirse del carril, porque al salirse se estrella.

Desperté, oí:
No hay duda de que los Mensajes son del Cielo si piensas: “Dios no pide, es que ofrece, para cuando entierren tu cuerpo”.

No te exige que estudies ni mucho ni poco.

Lo que sí quiere que aprendas es que ese mundo acaba en otro.

Y que si estás una vida dedicado a lo que acaba en un momento, dedica unos minutos a lo que siempre fue, será y es Eterno.

Hazte aprisa la matrícula del espíritu, y después haz la del cuerpo.


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C2

miércoles, 30 de octubre de 2019

La madre del pedigüeño

En Sueño Profético decían:

Enseña más el Amor de Dios, el que lo tenga, que los grandes libros hechos por el hombre.

Dijo uno:

El Amor de Dios te da nombre. Yo conocí a una mujer, que tan bien hizo el papel de madre cuando criaba a un niño huérfano, que lo unió a dos varones que ella tenía, y ya decía: “mis tres hijos”.

Este matrimonio practicaba la Enseñanza del Evangelio, sin adornos, pero justa. A este niño lo tenían unos parientes ganando un jornal de pedigüeño. Él entregaba monedas y a cambio recibía palos si no era crecida la cifra. Cantaba un estribillo que éstos mismos le enseñaron:

“No tengo padre ni madre.
Déme algo señorito.
Si una moneda me da,
Dios se lo pague le digo”.

Este canturreo te hacía mirar al Cielo para pedir a Dios por él. Un buen día le dijo este matrimonio:

   –¿Quieres venirte con nosotros como si fuéramos tus padres?, y nuestros hijos te acogerán como a un hermano más pequeño, ya que el chico es mayor que tú. ¿Cuántos años cuentas?

   –Siete.

Se oyeron unas cuantas alegrías de los que a diario le daban la moneda, y el niño se abrazó a sus piernas. Contaba esta mujer, que temblaba el cuerpo del niño al decir estas palabras que todos oían:

   –¡Dios se lo pague! ¡Ya no me voy! ¡Ya tengo madre!

Pues el niño, a todos tenía de su parte. Y fueron a esta familia no cristiana y le expusieron el arrebatarle los derechos de tener al niño, a los que les ganaron el pleito sin haber juez, ni testigos de parte de éstos que no vivían Amor de Dios.

Desperté, oí:
Esta mujer y marido
había días que lloraban
cuando veían al niño,
siempre descalzo,
y el dinero que ganaba
con su inocencia pidiendo.

Cuando ya vivía con ellos,
parecía otro chiquillo.

Ropas nuevas le pusieron,
y sus pies ya iban calzados,
y el canturreo fue silencio.

Esta mujer cogió nombre:
“la madre del pedigüeño”.

La nombraban en muchas casas
y la ponían de ejemplo.

El niño se hizo hombre,
y a sabiendas de que no era madre,
no había dolor mayor,
que oír el referir:

“No hay madre que se iguale
con la que te ha criado a ti”.

Él presentaba tristeza,
y pedía por favor
que, “sus padres”, le dijeran.

El nombre lo da el Amor,
el Amor que a Dios Le tengas.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C2

lunes, 28 de octubre de 2019

El querer, a Dios llama

En Sueño Profético decían:

Puede más el querer que el poder. El querer busca al poder, y ya Dios hará Presencia, porque el querer, a Dios llama.

El poder sin querer, no busca al querer. Que este querer es llamada de Dios.

Dijo uno:

Yo, cuando viví con cuerpo tenía siempre esta oración anclada en mi pensamiento:

Señor, si a Ti no Te voy a servir, para qué quiero mi cuerpo.

Si mis bienes los escondo, quítamelos y que vayan a otro.

Si mi lengua no sirviera para dar alabanzas al Cielo, de qué me sirve la lengua.

Déjame mudo, y mi mirada Te alabará mirando al Cielo.

Lo que no sea para servirte a Ti, no lo quiero.

Desperté, oí:

Esta oración yo la hacía
sin palabras y en mi trabajo.
Tampoco la hacía seguida.

A cada acción del día,
un pedazo le ponía.

Si estaba con algún amigo,
en palabras me la oía.

El pedazo que se fue cundiendo
es este que hoy se dicta:

“Señor,
si a Ti no Te voy a servir,
para qué quiero mi cuerpo”.

Cierto,
que al querer servir a Dios,
Él siempre te hace Presencia.
 

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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C8

domingo, 27 de octubre de 2019

No hay pecado mayor, que despreciar las Palabras de Dios

En Sueño Profético hablaban de la lucha del hombre por tener lo que no sirve; por comprar lo que nunca, si tuviera, vendería; por guardar, muchas veces, lo que nadie quiere que sepan hasta el día de su muerte; por darle valor a aquello que puede que sea lo culpable de la muerte de su espíritu y también de su carne.

El hombre desea lo caro, que para nada le sirve, y desprecia lo que Dios le ofrece, que no le cuesta nada, que son sus Palabras y su Cuerpo.

Dijo uno:

El hombre tiene que valorar lo del espíritu, primero, y después lo de la Tierra. El hombre no puede negar que aquello más caro es lo que más desea. Si puede, lo compra; y si no puede comprarlo, él se forma una tragedia, para tenerlo colgado, para meterlo en el cofre, o para llevarlo a sitio que su dinero le cueste. Si el hombre no aprende ni practica la Enseñanza que Dios da al espíritu, será un mundo de engaño, de avaricia y de premiar al pecado. Porque pecado es también guardar lo que otro necesita para que viva su carne.

Desperté, oí:

No quiere el hombre poner
el pecado en lo que él hace,
y sí, en lo que hace otro.

Pues no hay pecado mayor,
que despreciar las Palabras
que sabes que son de Dios.

Éste es mi Cuerpo”,
lo dijo el Mismo Dios Hombre.

Donde dos hablen de Mí,
Yo allí estoy”.

“Vestid al desnudo
y dad de comer al hambriento
”,
también lo dijo.

Perdonar como Yo os perdono”.

“No juzgar,
si no queréis ser juzgados”.

“Conoceréis si son míos
por las obras de Caridad
que a su paso dejen
los que digan:
“Somos Cristianos
”.

Esto siempre se repite,
porque Dios no tiene cambio.

El que practique estas Palabras
tiene el capital más grande,
que no necesita cerrojos,
ni sitio que se lo guarden.

Y a más vaya repartiendo,
la ganancia es más grande.

Hazte capitalista
de vivir lo que Dios mande.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C2

jueves, 24 de octubre de 2019

La Huella de Dios

En Sueño Profético decían:

El que Dios elige para enseñar, es normal en todos sus actos. Lo que no es normal es en aceptar el sufrimiento y seguir buscando la Huella de Dios, y, en silencio, no tener descanso, pidiendo su protección, sabiendo que Dios siempre oye, aunque tú no pongas voz.

El pecado lo rechaza porque va en contra de Dios, y antes de que llegue el pecado, ya está diciendo “no”, y el camino va cerrando.

El pecado, antes de que llegue, va camino preparando. Si no te acercas a Dios, puedes salir engañado.

Dijo uno:

Esta forma se vivir no fue Mando que Dios puso y ya tú vives así. Esto fue con Libertad y sintiendo el sentir que siente el espíritu y materia.

El hombre quita valor al vivir del Elegido, creyendo que el caminar es terreno firme y liso.

El que esto crea así, está en párvulos, aunque sea hombre listo.

Desperté, oí:

La vida que hizo el Elegido
fue ofrecimiento a Dios
para servirle al Prójimo.

Pero un ofrecimiento
sin pensar ser aceptado,
por no creer merecerlo.

Fue ofrecerse
a un deber de cristiano,
a Dios del Cielo.

Pero sin nunca pensar:
“lo que hago, no debo hacerlo”.

Este Instrumento sentía,
y siente, normal,
en el espíritu y cuerpo,
reacciones de alegría
o reacciones de sufrimiento.

Pero con una presencia
de algo que tú no ves,
pero que a ti sí te está viendo.

Sentir algo poderoso
que da contacto en el Cielo.

Luego, es sentir con Visión,
con Mando,
y su nombre es Instrumento.

Ya no manda
en acción, en Visión,
ni en poner aquí silencio.


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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C2

miércoles, 23 de octubre de 2019

Prueba a llenarte de Fe

En Sueño Profético decían:

Pon la Confianza en Dios, y que lo diga tu vida en la forma de actuar, en montañas o llanuras.

La Confianza en Dios te da Paz y te da guía. En unos sitios te acerca, y en otros te retira.

Sin Confianza en Dios eres ave sin campo metida en la ciudad, con grandes edificios delante y queriendo de allí escapar. 

La Confianza en Dios hay quien la desprecia, y ya vive la enfermedad de la pena y la tristeza.

Dijo uno:

Siempre oí en mi familia –la que el mismo techo nos tapaba– estas palabras:

Busca una fuente de Fe
y llénate de Confianza.
Que esta fuente tiene que ser
persona que mucho ama
y mucho le creció la Fe
y vive la Confianza.

Desperté, oí:
Prueba a llenarte de Fe,
y verás tu vida cambiada.

Los pies pon en sitio firme,
y en el Cielo la mirada.

Esta mirada,
ya pide a Dios la Confianza.

Si tú respondes a Dios
con todo lo que Él te manda,
ya la vida es para ti
de Paz y de Confianza.

Y verás que muchos viven
con la vida alborotada,
trayéndose a su presencia
lo que a lo mejor no pasa.

La Fe y la Confianza son valores
que el tasador es el mismo
que el que la vida te manda.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C5

martes, 22 de octubre de 2019

Este Dios que hace Gloria

En Sueño Profético decían:

Ni Teólogos ni grandes escritores, que el hombre en gran altura los tiene, pueden describir la Gloria como el que Dios trae su espíritu.

¡Esta Gloria de Dios, y este Dios en esta Gloria! Si el espíritu no lo ha sentido, este sentir no puede explicar, porque puede confundir con buena idea o con mala.

Explicar un Sitio donde no hay materia y hay de todo, esto no hay quien lo explique. Las cosas que son sentidas, no puede nadie sustituirlas diciendo: “yo he sentido”, y contar los efectos oyéndote el que sí los ha sentido, como aquí pueden comprobar.

Tan sólo con este Escrito, debería el hombre sentirse inquieto y con miedo, por no acudir a esta Llamada que no han conocido generaciones anteriores a ésta.

Ya se ha dicho en varios Dictados, que el sentir del espíritu no puede explicarlo nadie como el que Dios le hace que viva unos momentos el espíritu sin cuerpo. Que unos momentos pueden ser horas o segundos. Pero para una eternidad es igual segundos, horas o siglos. Todo esto son momentos.

Desperté, oí:
Tan sólo por oír
cómo vive un espíritu sin cuerpo,
debería el hombre acudir.

Esto, el que en Dios no creyera.

El que dice que cree,
¿cómo puede vivir
sin esta Grandeza Divina?

¡Esta Gloria de este Dios,
y este Dios que hace Gloria!
Nadie puede explicarlo
como el espíritu que Dios
en esta Gloria entra.

Esto es Poder de Dios
y una Vida que le da vida,
todavía, a la materia.

Querer que otro explique esto,
es querer que la pluma
hable del ave
cuando el ave ya está muerta.

“Hable” es cante o chirriar.
¡Llámale como tú quieras llamarle!


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C3

lunes, 21 de octubre de 2019

Si con esta Enseñanza no aprendes, es que no amas

En Sueño Profético decían las maneras que había para hacer sufrir al que Dios le da Mando. Que Aquí se dictan algunas de ellas:

Hacer sufrir con el engaño que tú no quieres, pero el engaño en ti puede. Otra es querer hacer sufrir. Y otra es meditar cómo vas a hacer el sufrir mayor, porque no crees en Dios, y si crees, no amas. Por esto, la Obediencia hace falta, porque deja al descubierto al que no obedece al Lugar que Dios le da Mando.

Jesús decía a los Discípulos:

Si mi Mando no vais a cumplir, Yo no os doy Mando. Ya haré que otros Me busquen creyendo en Mí y amando”.

“Mi Mando tenéis que cogerlo sabiendo que no hay otro mando que tenga mejor el Camino para llegar a mi Reino
”.

Desperté, oí:

Si el Mando es de Dios y no lo haces, te pones en contra de Dios.

Ahora piensa: ¿cómo darte más Mando Dios?

Ya el Mando es por fuerza, pero no con Amor.

El Amor te da el Amén.

El mando bien hecho, te da buen sitio en lo material.

En lo espiritual, Dios te coge de Discípulo.

¡Cómo te aclaraban en la Gloria de cuántas maneras hacían sufrir al que Dios le da sus Palabras!

Si con esta Enseñanza no aprendes, no eres torpe, es que no amas.


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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4

domingo, 20 de octubre de 2019

Dios hace Camino donde camino no hay

En Sueño Profético decían:

Si tú no dejas a Dios, Dios no te deja. Si tú buscas a Dios, Él sale a tu encuentro, ofreciéndote su Mano para que no caigas al suelo en los momentos malos que necesitas su ayuda, porque te están empujando a que su Camino no sigas.

Dios hace Camino donde camino no hay. Porque su Palabra hace camino en el mar, camino en el aire. También la montaña, camino se hace.

Dios quiere al hombre. Dios es el Padre, y busca y espera.

Dijo uno:

Si Dios no fuera Dios, el mundo ya no existiría. Pero Dios deja al hombre que libre viva la vida el tiempo que tenga cuerpo. Luego, su espíritu, no puede elegir sitio, porque el cuerpo ha hecho vida en contra del Mando Divino, y no puede vivir Gloria.

Desperté, oí:

Si Dios obligara al espíritu mientras viviera en el cuerpo, no sería Amor al Prójimo, sería cumplir un Mando sin Amor. Sería un amor condenado, el responder del hombre.

Y después de ser un querer obligado, Dios no podría darle el Premio como el que le da a los que viven, con cuerpo, a Dios adorando.

Esto sería premiar pecado a sabiendas de que luego sería perdonado.

Dios deja Libertad al espíritu, y tú espíritu es el que le manda a tu cuerpo.

Si el espíritu sirve a Dios, le quita Libertad al cuerpo.

Y ya no puede hacer nada que vaya en contra de los Mandamientos.

Los Mandamientos, Dios los dejó como llave de las Puertas de su Reino.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C7

jueves, 17 de octubre de 2019

La Gloria es Dios en Espíritu

En Sueño Profético hablaban del que a Dios representa. Decían:

No llega su mirada al Cielo del Representante de Dios que no acuda a estas Palabras y les dé desprecio.

No puedes administrar poderes y no querer saber del dueño.

De esta abundancia de Palabras que a diario bajan del Cielo, es el Representante de Dios el culpable de que no estén ya por el mundo entero, pudiendo comprobar que esto es Puro Evangelio por sus Palabras, sus textos y el fruto que va dejando el Instrumento. 

Si tan sólo el publicar lo que tiene escrito de Aquí dictado, sería escándalo para teólogos y literatos que quisieran a Dios y que esto a sus manos no ha llegado.

Sigue un espíritu que Dios le da Mando:

No hay quien hoy pueda presentar esta Cantera Divina, con esta grandeza, con esta abundancia y esta naturalidad, ya 28 años, que Dios elige a un espíritu para que la existencia de su Gloria sea cundida por Iglesia y seglares.

¿Qué disculpa puede dar el hombre a Dios al no acudir hoy con cuerpo y el día que entierren su cuerpo? La disculpa está cambiada por estas palabras: “Yo soy o fui culpable del gran sufrir del Instrumento”.

Desperté, oí:

Ha dicho poco la Gloria
para lo que el hombre merece.

Ha dicho poco la Gloria
porque el hombre ahí muere.

Muere el que Aquí no viene.

La Gloria es Dios en Espíritu,
y en Espíritu con Cuerpo.

El que no crea en esto,
no puede venir al Cielo.

Dios perdona al que Lo busca,
y aparta al que Lo persigue
y no oye sus Palabras.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C2

miércoles, 16 de octubre de 2019

La ermita

En Sueño Profético hablaban de estas Comunicaciones, que eran Enseñanza para alumnos y catedráticos, para hombres y para niños, para padres y para hijos, para el que practicara la Palabra de Dios sin ver altura de edificios. Pero veías la Creación de Dios, que vida le daba al pueblo: el río con sus montañas; las aves con sus alegres trinos y con sus vuelos; los olivos y su cosecha, con distancia a la del trigo.

Dijo uno:

Así era mi pueblo. Y en la entrada había una ermita: refugio de alegría y sufrimientos. Pero nunca estaba sola esta ermita de mi pueblo. Había un hombre en la puerta, pero no estaba pidiendo, era porque le gustaba hablarles a los chiquillos de cuando él era como ellos. Así formaba amistad y a la ermita los entraba. Pues hubo quien llevo a los padres, que viviendo en el pueblo, no conocían la ermita, por vivir de Dios lejos.

Desperté, oí:

Este hombre enseñaba a amar a Dios y no conocía las letras.

Conocía la Presencia de Dios, y a la Virgen siempre la tenía en su boca con estas palabras:

“Sed buenos, que la Virgen os está viendo y sufriendo, pensando en vuestras madres por si os ponéis enfermos o por si os maltrata alguien”.

“Como a su Hijo Le hicieron, golpearlo hasta matarlo, como en la ermita lo estáis viendo”.

“Sed buenos, y enseñad a que sean humildes como corderos”.

“Que también sufren las madres de los corderillos cuando oyen el balar lejos y no pueden con su lana abrigar el llanto que están oyendo”.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C6

martes, 15 de octubre de 2019

La alegría de sentirte perdonado

En Sueño Profético hablaban en la Gloria espíritus que sirvieron a Dios el tiempo que tuvieron cuerpo, y que hoy, Dios, los manda para que de su Gloria comuniquen a los cuerpos que quieren Paz, que quieren Gloria y que quieren que el bien no quede en secreto.

Hablaban del desprecio al pecado; de la enseñanza a lo bien hecho; de la alegría de sentirse perdonado, cuando vivías entre centinelas del desprecio, con tu carga del pecado.

La alegría de sentirte perdonado no la puede comprender uno que no haya pasado por lo que yo pasé: por el pecado de escándalo.

Yo, en mis noches largas y a veces cortas, a Dios le pedía que me mandara por sitios que pecadores hubiera, que yo quería vivir, y a Dios no podía engañar, para ofrecerme a quitar al que mala vida hacía.

¿Quién podía negarme, a mí, que quitarse no podía? Yo les contaba la fuerza que el pecado tenía.

Cuando al salir de tu casa, tú ya ibas preparado para buscar al que hacía mala vida, entonces te atormentaban: ¿Quién te podrá oír cuando tu quieras decir: “Yo creo que estoy perdonado. Le he pedido a Dios la muerte si falta no Le hago para buscar a pecadores que como yo estaban pecando”?

Fue terminar las palabras y sentirme fuerza y llanto.

Desperté, oí:

Era vivir,
cuando yo sentía la fuerza
de que a Dios podía servir.

No me importaba
el oír mi nombre con insultos
del que a Dios no amaba.

Yo hacía mi confesión
en aquellas noches largas
que me acudía a mi mente
un camino de esperanza.

Yo lo que sí recomiendo
es lo que en la Gloria me mandan dictar:
que si Agustín se quitó del pecado,
tú también te puedes quitar.

Pero tienes que decir:
“Señor, yo ya no quiero pecar”.

AGUSTÍN DE MÓNICA

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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C6

lunes, 14 de octubre de 2019

En el Prójimo estoy Yo

En Sueño Profético hablaban de Dios en su Gloria, del Elegido y del hombre.

Decían:

Si el sufrimiento del Elegido lo cogieran como dolor en su cuerpo, si no pudieran quitárselo, ya buscarían el calmante para quitarse el dolor y para poder achicarlo.

Dios Hombre le dice al hombre:

Mirad al Prójimo como a vosotros mismos, que en el Prójimo estoy Yo. Lo que hagáis al Prójimo, Me hacéis a Mí”.

Estas Palabras fueron dichas por Dios cuando se hizo Carne.

Muchos Lo conocieron como Jesús, “El Salvador de los Hombres”. Que por ellos se hace Hombre. El que Lo seguía Le decía como los Discípulos: “Maestro”. Éstos sufrían cuando el hombre le ponía indiferencia a sus Palabras. Y se llenaban de gozo cuando oían: “Maestro, ¿quieres algo de mí, mañana?”. Esto cuando habían terminado algún Mensaje por Él mandado.

Desperté, oí:

El que Le servía, Le quitaba sufrimientos a Él, porque al hombre se los quitaba.

Éstos sí cogían el sufrimiento de Dios Hombre como llagas en su misma carne. El que no decía “Maestro qué quieres de mí”, éste no sentía sufrimiento.

Siendo Dios Dueño del mando del hombre, le deja Libertad, para que el que no quiera Servirle, que no Le sirva.

Y siendo el Dueño de toda la Tierra y el Cielo, tiene que pedirle al hombre vivienda para descansar, cuando Él iba dando al hombre sitio en su Reino.

Esto Le hizo el hombre a Dios, y hoy se Lo sigue haciendo.

Se repiten sus Palabras sin cambio, en la Tierra. Éstas, ya, bajadas del Cielo.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C3

domingo, 13 de octubre de 2019

Lectura Divina

En Sueño Profético decían:

Si todos los arrobos que luego Dios manda dictar estuvieran publicados, ¡cuántos espíritus sanarían con su lectura y se quitarían del pecado!

Pondría el hombre lo de Dios, primero, y después el adelanto.

Si esta Lectura Divina, toda la que hay, el hombre la tuviera en sus manos, tendría que reconocer que era Dios el que estaba hablando, dejando opinión o ideas en otro lado. pero tendría que decir: “este Caso, con esta abundancia, no se ha dado. Y aunque sea de la Tierra, si no queremos decir que Dios está hablando, tenemos que reconocer que esto humano no es”.

Dijo uno:

¿Quién puede hacer, diariamente, un escrito semejante a éste, ya acercándose a los 30 años, y no poder rectificar nada, sea del tema que sea, y hecho con la rapidez que dicta el espíritu, sin que sea pasado por la mente? Que esto, al pasar, hay veces que por su rapidez tiene que hacer la materia stop para poder explicarlo.

Desperté, oí:

Si todo lo escrito, dictado del Cielo, estuviera publicado, ¡a cuántos espíritus sanaría y a cuántos hambrientos podrías darles el alimento que necesitan para que viva el cuerpo!

Ya que esta misión fue pedida con la Caridad puesta en el Prójimo, esta publicación, puesta en manos de hombres que a Dios amaran, su fruto, ya a muchos remediaría.

Remediaría al espíritu. Y al cuerpo, comida y ropa le daría.

Este “Evangelio Diciendo”, te hace repasar lo que dicho ya está.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C7

sábado, 12 de octubre de 2019

Dios no manda su Enseñanza para que el hombre corrija

En Sueño Profético hablaban del que Dios elige para que dé su Enseñanza.

Decían:

Éste ve el hierro torcido antes de que se tuerza. Éste ve sin ver y actúa como ave que vuela, porque esta actuación antes ha llegado a ella, que jamás el Elegido la rechaza, por saber que no es de la Tierra.

Dijo uno:

Es sufrimiento sin medida tener que ir siempre dejando el sitio al párvulo y el profesor humillarse a lo que el párvulo diga. Si esto lo piensa el hombre, en las cosas de la Tierra, será párvulo toda la vida. Y en las cosas de la Gloria, él solo se retira, porque Dios no manda su Enseñanza para que el hombre corrija.

Desperté, oí:

En el amar a Dios y en el creer,
tus actos o tus respuestas,
ya dan el certificado.

Si creyeran al que Dios le da sus Palabras,
la duda en la respuesta,
ya sería ofender a Dios.

Este Mando necesita,
como hacen los soldados:

Antes de que oigan palabras,
el saludo ya lo han dado.

Que el saludo corresponde:
“¡Aquí me tiene! ¡A sus órdenes!”.

Pues ¿qué tendrían que hacer
los que saben que Dios manda
en la vida que ellos tienen
y no saben cuándo se acaba?

Pedir a Dios con ganas
y fuerza de vendaval:
“que yo siempre vea bien
lo que Dios manda”.
Que el Elegido me dice
lo que él oye sin palabras.

Cuando el Elegido diga
“esto es mío”,
si quieres, vuelve la espalda.

Pero aquí no es así,
por ser Dios el que lo manda.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C1

jueves, 10 de octubre de 2019

El día que llegue la muerte todo aquí se queda

En Sueño Profético decían:

La muerte piensa en el hombre,
y el hombre no piensa en ella.

La muerte cumple este Mando,
cuando no es muerte violenta.

Cuando es violenta,
no es Mando de Dios,
es Permitir que Dios deja.

Dios deja la Libertad
a la muerte y a las riquezas,
que el que tiene esta abundancia,
fijo que en  muerte no piensa.

Si la pensara,
cambiaría diciendo:
“El día que llegue la muerte
todo aquí se queda.
Otros harán su reparto,
y ya conmigo no cuentan.

Mi nombre será nombrado
en edificios, joyas y fiestas,
con alegría a lo que dejo,
y olvido a mi persona.

¡Dios mío, yo voy
a cambiar por fuerza!

Este examen que me he hecho
ha sido para la Tierra.
El examen del espíritu,
si lo pienso,
antes la muerte me llega”.

Desperté, oí:

He tenido riquezas materiales,
y abandono a las riquezas del espíritu,
que éstas, dinero no cuestan.

Que las riquezas del espíritu,
nadie se queda con ellas.

De éstas, eres dueño tú,
y a Dios te presentas con ellas.

Cuando pude utilizar mi cuerpo,
di buena cosecha.

No me puedo avergonzar de hacer
lo que Dios no quisiera.
Me vieron la Caridad
y no me vieron soberbia.

Me vieron aceptación
al sufrir que me viniera.

Al pecado le podía
porque miraba al Cielo
y a Dios ayuda pedía,
y Dios mandaba Palabras
que ya fuerte me hacían.

El que tiene este pensar,
vive con Dios las dos Vidas.

Y la muerte ya la piensa
como la noche y el día.

¡Qué cierto que lo que tengas,
que la materia te da,
en la materia te dejas!


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C2

miércoles, 9 de octubre de 2019

Los espíritus que no son de Dios, aumentan los sufrimientos

En Sueño Profético decían:

El espíritu que no es de Dios, obliga al cuerpo a ir por caminos que no son de Dios.

En cambio, los espíritus que están al servicio de Dios, con una mirada al Cielo que tú hagas, ya te acuden y te ayudan a que veas el engaño que antes tú no veías.

Dijo uno:

El cuerpo siempre hace lo que le manda el espíritu. Pero el cuerpo nunca está solo, siempre tiene, como el cuerpo, visitantes a menudo, para que tú, con la Libertad que Dios deja, a unos abraces y a otros les abras las puertas. Y ya tu cuerpo lo pones al servicio de la ira y la soberbia, y niegas la caridad, y al Prójimo no te llegas. Todo esto hace que viva en tu cuerpo el espíritu del mal.

Desperté, oí:

El que ama a Dios, nota en su cuerpo palabras y acción de Dios o del Demonio.

Lo de Dios va dejando huella, que no puede quitar ni tapar el que a Dios no quiera.

Decían en la Gloria, que el cuerpo era pluma de ave puesta en el ave.

El espíritu de Dios lleva siempre al cuerpo por el Camino de Dios.

Pero pocos entienden este Camino. Y ponen contradicción, con ejemplos y palabras, para retirar de Dios.

Y los tiene al acecho, siempre culpando a este Dios:

“¿Por qué Dios consiente esto?”.

Este pensar no le llega al que siente a Dios por dentro. Porque antes de que le llegue, ya está maldiciendo con este pensar, del que salen palabras o queda en silencio:

“Vete, enemigo malo, que mi espíritu le puede a mi cuerpo. Que quiero ir pregonando que Dios es mi Consejero”.

Los espíritus que no son de Dios, aumentan los sufrimientos.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C7

martes, 8 de octubre de 2019

Dos centinelas: Fe y Confianza

En Sueño Profético hablaban, para dar Enseñanza, de la Fe y la Confianza. Decían, que la Fe y la Confianza eran dos centinelas que, si tú querías, no te faltaban en el sufrimiento y en la alegría. En la alegría, para que la alegría durara. Y en el sufrimiento, para que tú le pudieras y que de ti no tirara, porque entonces podría el sufrimiento.

Las palabras que llegan a la boca, ya han pasado por fronteras de espíritus buenos y espíritus malos. Pero estos últimos no pueden llegar a la legua del que Dios habla en él y le da Mando. Por esto, el Elegido para enseñar, quiere que lo oigan grandes teólogos y grandes letrados. Porque él más disfruta, porque ve a Dios actuando.

Dijo uno:

El universitario, reconocido por su gran talento y por varios títulos colgados, no puede poner faltas a esta Divina Literatura. Y el teólogo, ve manantial de Palabras Evangélicas, que revolucionarían al mundo si en todas las lenguas se pusieran.

Desperté, oí:
Si observas las Palabras que el que Dios manda para enseñar dice, verás que alguien las está diciendo, pero no el que las dice.

Tan sólo con el deseo de querer que las oigan hombres de gran cultura, cultura para darle valor al cuerpo, ya ves que esto no es de ella.

Ella es un Instrumento.

Que quiso servir a Dios sin creer llegar a esto.

Cierto que te entra temor cuando tú le hablas a uno de lo que tú sabes, y sabes que más que tú sabe.

Pues el que Dios le da su “Ve y di en mi Nombre”, ya va tranquilo, porque sabe que otro Dios no hay.

El talento material le haría a Dios gran servicio, pero tendría que amar.


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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C3

lunes, 7 de octubre de 2019

Si pierdes sin saber, no es sufrimiento, si pierdes sabiendo, no tienes consuelo

En Sueño Profético decían:

Hay quien pierde
y no sabe lo que pierde,
y éste menos pierde
hasta que no le digan
el valor de lo que pierde.

Pero el que sabe
el valor de lo que pierde,
y él hace por perderlo,
no tiene lástima el oír:
“perdí aquello de tal precio”.

Pues compara
tener una primera fila
para oír este Evangelio,
dejar el sitio vacío
y volver y verlo lleno.
Lleno de cuerpos y espíritus
Aquí en el Cielo.

Dios no manda sus Palabras
como el alimento del cuerpo,
que unos pueden comprar
y otros mueren hambrientos.

Dios manda sus Palabras
para todos los hombres,
sin diferencia
para el sano y para el enfermo.

El sano para que acuda
y la lleve al enfermo.
Que si es enfermo de espíritu,
más falta le están haciendo.

Desperté, oí:

Qué cierto,
que si pierdes sin saber
el valor que tiene lo que pierdes,
no es sufrimiento.

Pero si pierdes sabiendo
el valor que esto tiene,
no puedes tener consuelo.

Los que conocieron a Jesús
y sus Pasos no siguieron,
luego querían oír
lo que decían del Maestro.

Hubo quien dejó su sitio
sin ruegos y bien contento,
a otros que estaban los últimos,
y Dios Hombre
les da el sitio primero.

Los que sabían que era Dios,
sabían lo que perdían,
pero quisieron perderlo.

Estos derramaron lágrimas,
pero lástima no dieron.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C7

domingo, 6 de octubre de 2019

Si sirves al Prójimo, Le sirves a Dios

En Sueño Profético decían:

La Gloria te da Paz si tú piensas en la Gloria, y si en este pensar tú acampas en tu memoria estas palabras, sin voz pero con Amor a Gloria, la Gloria te mandará para que lleves palabras que de la Gloria saldrán. Estas Palabras son cortas y sin poderlas igualar con ningunas de la Tierra:

“Señor, quiero que Tú me mandes para servir en tu Nombre a toda la Humanidad. Y el pago quiero que sea mandarme cada día más”.

Dijo uno:

Si el hombre a Dios se ofreciera, sin reservas y amando a Dios de verdad, por fuerza cambiaría la Humanidad.

Si el bien persiguiera al mal, el mal se iría achicando, porque el mal no tiene Cielo, que es Altura Poderosa donde existe el Padre Eterno, que su Poder se hizo Carne para enseñar a los hombres a amarse y perdonarse.

Desperté, oí:
Si sirves al Prójimo, Le sirves a Dios.

Y si a Dios te ofreces, su Mando no te faltó.

Hay quien se cansa del Mando y dice que quiere a Dios.

Esto queda al descubierto como gigante y enano, que tienes que ver muy poco para poder diferenciarlo.

Y el ciego los dejaría al descubierto cuando su mano la pusiera en la cabeza del enano y al gigante quisiera llegar subiendo mucho la mano.

Pide a Dios que el cansancio sea chico y el querer sea mayor.

Con este pedir que hagas, notas el Mando de Dios.


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Libro 29 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C1

jueves, 3 de octubre de 2019

Si amas a Dios, te acercas a Dios

En Sueño Profético decían:

Para acercar a Dios
tienes que amar a Dios.

El Amor te hace fuerte,
el Amor te da la calma,
el Amor te pone chico
aquello que otro ve
y le parece montaña.

Hay quien quiere llevar a Dios
y él no siente por Dios nada.
Todo lo hace mal,
y en vez de acercar a Dios,
hace que dudas le nazcan
a todo aquel que lo ve
cometiendo aquellas faltas.

Dijo uno:

Se ve la falta mayor
en el que va haciendo uso
de la Palabra de Dios.

Si éste pusiera delante
de las palabras la acción,
ten por seguro que muy pocos
no buscarían a este Dios,
que es el que da la Paz,
te para la enfermedad
y te da la comprensión,
para que nada te aparte
de este Camino de Dios.

Desperté, oí:

Si enseñas a amar a Dios,
a Dios tienes tú que Amarlo.

Porque enseñar sin Amor,
no acercas,
vas retirando.

Todo lo que veas mal hecho,
di: “de Dios está retirado”.

Es razón que da silencio,
que hablar de Dios sin Amarlo,
no acercas, que lo retiras.

Retiras y hace que peque
el que te oiga y te siga.

En cambio, el que ama a Dios
en sufrir y en alegría,
tan sólo al seguir sus pasos,
tú te cambias a otra vida.

Porque en sus pasos ya ves
la verdad o la mentira.


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C2

miércoles, 2 de octubre de 2019

El Milagro es el Amor de Dios

En Sueño Profético hablaban de los Milagros y de la Obediencia. Decían:

Obediencia con Amor a Dios, más a Dios te acerca, más Mando recibes y menos trabajo te cuesta hacer lo que otro no hace por ver subir una grande cuesta.

La Obediencia a Dios, rechaza preguntas y recibe respuestas. Este personaje, que su nombre es Obediencia, se entra dentro de ti si tú le abres la puerta, diciendo:

“Señor, yo quiero tener siempre Mando y no pedir que comprenda, haciendo lo que Tú quieras en el Mando que me llega”.

Ahora se pasa al Milagro: El Milagro llega a ti porque tu Amor a Dios y Confianza, al Milagro han llamado.

Dijo uno:

Hay quien pide a Dios con tanta desconfianza, que Dios le manda el Milagro. Esto se da más en la medicina para el cuerpo. El médico nunca dice: “Bueno…, esto es lo que mis estudios están viendo... Luego llegará el Poder de Dios, que puede cambiar en Milagro “mi diciendo”, el que mis estudios me dieron”.

Desperté, oí:

Hay más Milagros para el que pone siempre la Confianza en Dios, que para el que pide Milagro cuando en la Tierra todo le han negado.

Habiendo Amor a Dios, no te falta Mando de Dios, y en este Mando, ves muchos Milagros.

Los ves en ti, y para regalarlos.

El tiempo que Dios vivió de Hombre, hizo Milagros de Amor, hizo Milagros para incrédulos e hizo el Milagro de no acabar el mundo cuando el hombre Lo clavó en el madero.

El Milagro es el Amor de Dios con su Poder.

Si el hombre no ama a Dios, el Milagro no lo ve.


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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4

martes, 1 de octubre de 2019

A Dios no lo tengas por Muerto

En Sueño Profético hablaban de Dios y del hombre, de la Humildad de Dios y de la importancia que se ponía el hombre.

Decían:

Cuando no puedan tapar más al que Dios trae a su Gloria y manda sus Palabras en él a la Tierra, entonces recordarán: “Yo lo tuve un día cerca”.

Unos lo recordarán con alegría, si creyeron en los Elegidos, en los Profetas, en lo que dejó Dios dicho: “Yo mandaré mi Espíritu”.

Lo que nos creen que Dios vive, aunque practiquen sus Palabras, éstos tendrán momentos de angustia, tendrán lucha de espíritu y carne. Y tiene, por fuerza, que venirles este pensar:

“Quiso darme su amistad y yo le cerré las puertas. Quiso hablarme de Palabras que no era dueña, que eran Palabras dichas por Dios para que ella al hombre las dijera, y me llené de odio y de soberbia ante esta intachable Verdad que tanto beneficio al hombre le deja”.

Desperté, oí:

¡Qué tranquilidad más grande
tiene que tener el espíritu
y el cuerpo del que diga:
“Yo creía y aún sigo al Instrumento”!

¡Si Palabras y acción se ve
que vienen del Padre Eterno!

Aquí no hace falta estudio
para poder comprenderlo.

Lo que exigen los Mensajes
es que a Dios no lo tengas por Muerto.

Que pienses en esta Vida
y que Aquí no viene el cuerpo.

Que es el que te retira
para que pierdas lo Eterno.

Que lo Eterno es la Gloria,
donde la vida es sin cuerpo.


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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C2