sábado, 30 de junio de 2012

Si piensas en la muerte, sin pecar, muerte no habrá

En Sueño Profético decían:

Estos son pensamientos para que tú los pienses, y filósofos hablando.

Dijo uno:

Hay quien desprecia y no coge
lo que Dios de Aquí le manda.
Y hay quien no ve claro,
porque el mal se lo enmaraña.

Si el hombre pensara al día,
tan sólo un minuto y medio,
que se tiene que morir,
no haría cosas tan feas
con el que ama al Dios de Aquí.

Cuando Dios coge un Lugar
para que su Voz resuene,
no ofendas a este Lugar,
que Dios es el que responde.

¡Qué tabarra coge el hombre
con no querer escuchar
las Palabras que Dios dice
en la Gloria Celestial!

Una frase oí yo un día,
y no tuve que oír más,
para pensar noche y día
en la frase que jamás
yo creí que ésta sería
para acercarme de verdad
al Dios que yo no creía
que pudiera perdonar.

Ya voy a decir la frase:

“No hay mayor remordimiento,
que a este Dios busques y maltrates”.

Yo un día Lo busqué,
y otro día Lo maltraté.

¿Has pensado pecador,
que si dices ya no peco
y das las cuentas a Dios,
Él te recibe en su Reino?

Si el bueno se propusiera
ser bueno de verdad,
conocería esta Gloria,
¿qué duda puede quedar?

El hombre queda extrañado
cuando Dios coge un Lugar,
y Dios se viste de pena,
de que no Lo quieran más.

¿Has pensado pecador,
poder dejar de pecar?

Estos filósofos hablan
“pa” que tú puedas pensar,
que si piensas en la muerte,
sin pecar, muerte no habrá.

Desperté, oí:

Esta Gloria no se cansa
de recordarte la muerte.

La muerte de tu materia,
que el espíritu no muere.

Yo creo que el hombre peca
por no pensar en la muerte.

Yo creo que muchos pecan
porque este Amor no sienten.

Oros pecan porque creen
que habrá tiempo del Perdón.

Pues si haces un resumen,
ves que no aman a Dios.

Éstos son hombres que piensan
en esta Gloria de Dios.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 11-12-13

jueves, 28 de junio de 2012

Espíritus con materia y sin materia

En este Sueño Profético explicaban de la Gloria. Decían:

La Gloria es Gloria porque está Dios en Espíritu y en Esencia. Este Dios Padre estaba en Espíritu –Y está con los arcángeles, ángeles, serafines, querubines y todo su ejército, creados por Dios Padre. Estos innumerables espíritus fueron creados sin materia para la Gloria de Dios. Mucho, mucho más tarde fue creado el mundo material, y ya el espíritu tenía que tener materia. Al morir esta materia, si el espíritu está con Dios, este espíritu entra en la Gloria, y ya coge el nombre de santo. Todos éstos, hechos y nombrados por Dios, viven en esta Gloria, pero no pueden vivir con materia, puesto que unos fueron creados sin materia y otros la soltaron.

Dios Hijo se hizo Hombre. Esto fue Voluntad del Padre que era el mismo Dios. Dios quiso enseñar al hombre. Dios quiso que el hombre viera que se podía ser hombre y amar a Dios. Dios se hizo Materia para que el Padre se comunicara al hombre. El Hijo hablaba lo que el Padre hablaba en Él. Su Nombre fue: “Dios Hombre y Profeta”. Si no hubiera sido Hombre, no podía ser Profeta.

Desperté, oí:
  
Todos los que Dios Padre habló en ellos antes de la Venida del Hijo, fueron Profetas.

Profeta es, Dios hablando en un espíritu cuando aún vive con materia.

El espíritu que no ha vivido con materia, no puede enseñar al espíritu que vive con ella.

Por eso tiene que ser desprender el espíritu de la carne, traerlo a este mundo espiritual y hacer que este mismo espíritu vuelva a la materia, pero ya enseñado de Aquí.

Esto, por más que el hombre no quiera, su nombre es Profeta.

Este nombre lo puso Dios Padre porque iba a hablar en Dios Hijo, que esto es el mismo Dios.

Al hombre no debía de extrañarle que Dios se comunicara y que le hablara al hombre.

Al hombre debía de extrañarle que el hombre no amara a Dios.


***

Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 28-29

miércoles, 27 de junio de 2012

Dios Padre ordena, y Dios Hijo manda

En Sueño Profético decían:

Al que Dios elige para enseñar, es en espíritu y carne. Tienen que desistir que es después de este mundo material.

En la vida espiritual ya no manda la carne, y la palabra del hombre ya no tiene fuerza ninguna; ya el espíritu es mandado por Dios, y aquí el hombre no puede hacer nada.

Su postura es sacar el máximo fruto de la Palabra Viva de Dios.

El Mensaje hay que escucharlo y oírlo. Al que Dios le habla, no puede callar. Sería más fácil vivir ocultando la respiración, que callando la Revelación.

Creer en el Profeta es hacer lo que a él le dicen. Al que Dios le habla se le nota al conversar. Éste tiene temple, firmeza y valentía. Estos tres dones son mandados por el Padre y comunicados por el Espíritu Santo.

Firmeza es seguridad de aquello que se habla o se hace. Y valentía es lo que hizo el Hijo: entregarse a que le dieran Muerte de Cruz.

Desperté, oí:

El sufrimiento del Profeta es recibido a cargas.

Pero por ser Profeta, reparte la Paz y alegría a toneladas.

Al que Dios le habla y calla, a éste, Dios no le habla.

La Palabra de Dios tiene tanta Fuerza, que secaría los mares y temblarían las montañas a su obediencia.

¿Y cómo si Él da un Mensaje, el hombre quiere callarlo? Esto, jamás puede ser.

Dios Padre ordena, y Dios Hijo manda.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 54

martes, 26 de junio de 2012

“ANTES DE SER ELEGIDOS, HABÉIS QUERIDO SER ELEGIDOS”.

En Sueño Profético hablaban varios. Decía uno:

A nosotros nos eligió, pero no nos eligió. Él decía: “Antes de ser Elegidos, habéis querido ser Elegidos”.

Este hecho queda claro: que el Elegido, antes él ha solicitado ser Elegido.

Para que hable en el nombre de Dios, éste tiene antes que haber cumplido la Voluntad del Padre, y entonces manda al Hijo se comunique al hombre.

Desperté, oí:

Dios puede –y hace– coger un espíritu y materia, y realizar lo que quiere que vea el hombre.

Pero esto es al azar. Sea como esta materia sea, esto es instrumento que Dios utiliza de momento.

Que antes de servir en este azar, puede no cumplir la Voluntad de Dios.

Pero cuando Dios coge de Portavoz, este Portavoz habla y puntualiza lo que Dios está hablando y puntualizando.

Éste no puede ser cogido al azar.

Aquí, él ha querido, y éste que “él ha querido”, antes tanto ha amado, que Dios lo ha Elegido, pero en este “tanto ha amado”, éste él se ha ofrecido.

NOSOTROS, LOS ONCE


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 10-11

lunes, 25 de junio de 2012

No des consejos a Dios

En Sueño Profético contaban varios casos ocurridos en la Vida de Dios Hombre.

Uno dijo:

Estando un día el Maestro hablando con Amor a un hombre, llegó otro y dijo:

   –Maestro, ese que Tú bien tratas, ayer te ofendió, y hoy quiere hacer de que te ama.

Estas Palabras fueron contestadas por Dios Hombre:

   –Yo sé que ayer me ofendió, y sé que hoy me ama. Si no me amara y quisiera hacer como que me ama, Yo no lo hubiera tratado con Amor, porque él no me amaba, y me engañaba a Mí, y Yo a mi Padre, y ya no era el hombre y Dios, sería el hombre con el hombre. Mejor hubiera sido que tú me hubieras ofendido, y después me hubieras buscado, porque así no te puedo dar Amor.

Quedó éste, con cara de sorpresa; y el otro, con cara de Alegría Divina. Siguieron caminando y esto yo presencié:

Había una mujer vendiendo en un capacho unas verduras, que poco jornal sacaría de él, y con las manos verdosas de allí coger y poner, fue ver al Maestro, y sin poderse detener, le quiso coger las Manos, y después besar sus Pies. Más pronto, dos se acercaron y quisieron hacerle comprender que primero estuviera limpia y luego buscara a Él.

Otra escena aquí se vio, que el Maestro se dejo ver:

   –No es esta la suciedad que aparta al hombre de Dios. Esta suciedad da limpieza de espíritu, que tapará las manchas del trabajo. La que tú ves limpia, puede que no suelten este resplandor sus manos y su frente.

Desperté, oí:

El Amor a Dios, quiso Dios que todos vieran.

Todos vieron sus manos con iluminación, y también su frente.

A éstos, tampoco les podía dar Amor.

Dios, al que dejaba que a Él se acercara, y Él le daba Amor, era porque sabía que era de su Rebaño.

El cordero que no quería volver al Rebaño, Dios lo conocía.

El hombre veía que Dios daba Amor al que lo insultó, y a la que suciedad el hombre le veía.

Pero el hombre no veía lo que veía Dios. Dios veía arrepentimiento, y no veía caridad.

No des consejos a Dios, que Dios te puede apartar.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 88-89-90

domingo, 24 de junio de 2012

El manojo de trigo

En Sueño Profético hablaban de la Confianza en Dios. Había varios, y cada uno contaba un pasaje de la Confianza en Dios.

Uno dijo:

Estas Palabras eran muy conocidas, dichas por el Maestro:

“El que ya Me conoce, su Confianza en Mí, hará que más Me ame, una vez que el mal no lo atormentara, y la Confianza en Mí le hará de bálsamo”.

Estas Palabras fue raro el no decirlas en terrenos de Israel, ya que tanta falta hacía que Lo creyeran y Lo amaran.

Sigue otro afirmando:

Yo vi a una mujer que segando miraba al Cielo, y en cada manojo segado, a Dios le pedía consuelo:

   –Consuelo para mi pena. Y confianza en Ti no me falte.

Hacía como si le ofreciera el manojo. Tuve curiosidad y pregunté:

   –¿Es alguna oración particular?

Más me sorprendió por el manojo, con dos manos, lo subía en postura de niño que lo aúpa el amor. Se paró y me dijo:

   –Es que voy a tener un hijo. Éste es el tercero, y mi marido hace dos meses que murió. Pero tengo la confianza de que mi marido rogará al Padre, y su hijo se criará como los dos hermanos mayores, que él trabajaba el día y mitad de la noche para cubrirles sus necesidades.

Desperté, oí:

Esta mujer tenía Fe,
de la que Dios va enseñando.

El manojo lo subía,
y a Dios iba recordando
el nacimiento del hijo.

Él, cuando iba muriendo,
su sufrimiento mayor
era el criar a este hijo
y abandonar a los dos.

Había dejado a la madre
con la noche, con el día,
y Dios que haría de Padre.

Antes de dejar la Tierra,
rezaron una oración,
pidiendo a Dios consuelo.

Ella levantaba el trigo,
y Dios ya la estaba viendo.


***

Libro 6 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo I - Pag. 92-93-94

sábado, 23 de junio de 2012

Todo es posible, si es de Dios y no del hombre

En Sueño Profético decían:

“Éstos que hablan fueron Profetas antes de bajar Dios a la Tierra”.

Hablaban con fuerza y con desprecio hacia el hombre. Comparaban el hombre que ama con deseos de saber y el que no quiere oír de Dios; el hombre que creyó a los Profetas y el que los persiguió.

El que los creyó, todo lo veía claro. El que los desmentía, todo era oscuridad, todo era poner dificultades para no aceptar lo que Dios Padre quería que saliera de nuestras lenguas, porque inteligencia y espíritu era Dios.

Dijo uno:

Dios siempre hará cosas nuevas para el hombre. El hombre, después de ver que Dios se hizo Hombre, ya no debía de dudar de lo que Dios hiciera. Si el hombre pensara en estas palabras que dice: “Dios no puede hablar todos los días”, estas palabras son mal dichas, y ya, al decirlas, te retiras de Dios. Dios no puede dejar cerca de Él el que a Dios desmienta. Dios no puede amar al que le vede el Dios. Dios no busca al que guerra le forma, porque ya duda de Dios.

No hay cosa más imposible que Dios nacer sin intervención de materia. Este Dios manda su Mando a la materia, que Él, desde el Cielo, hace su crecimiento a la carne, y se hace Dios Hombre Él mismo, sin dejar de ser Uno Solo. Un Solo Espíritu que queda Arriba, en su Gloria, y Carne que hace su crecimiento normal hasta su Nacimiento, que Él mismo se hace nacer hasta unir Espíritu con Materia, quedando Él de Dios en su Gloria a la vista de los espíritus que Allí vivían, y quedando de Hombre en la Tierra, donde lo vio de Hombre el que de hombre vivía.

¿Puede haber más Poder y más Misterio de los Hechos que Dios Padre puede hacer?

Si el hombre creyera en Dios, aunque no amara, no desmentía. Dios deja que hable el hombre, y a un hombre coge de Lugar para enseñar a que el hombre ame y Él no tenga que apartarlo de su Gloria.

Ésta es pregunta, y el hombre que dé respuesta: ¿Quién puede decir que Dios vivió antes de Hombre, de cuando Dios se hizo Hombre? Y ¿quién sabe si Dios, después de que el hombre lo matara, ha vuelto a vivir de Hombre? Pues que adapte su postura a decir: “Todo es posible, si es de Dios y no del hombre”.

Desperté, oí:

¡Grande Misterio de Dios
es la actuación de Dios al hombre!

Aquí dan contestación
los Profetas que anunciaron
que nace el Salvador:

Todos vieron a una Madre,
pero era un Sitio de Dios.

Tan sólo con estas frases
que escritas quedan aquí,
debía darles miedo
si no decían que sí.
                
Dios Poder y sólo Mando,
por siglos, siglos sin fin.


***

Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 24-25-26

viernes, 22 de junio de 2012

Esta familia no quería oir hablar a Dios

En Sueño Profético contaban un hecho ocurrido en Damasco:

Había allí una familia que tenía amistad con una profetisa, y todo cuanto les ocurría, iban a ella a consultárselo. Ésta tenía muchos aciertos de lo venidero, pero nunca era un Lugar donde Dios hablara al hombre para su Enseñanza. Estando un día los Discípulos del Maestro hablando de su Maestro, dijo uno de estos visitantes de la profetisa:

   –A Ése del que vosotros estáis hablando, será necesario que Lo oiga quien no tenga amistad con una profetisa, pero nosotros sabemos del Padre, de su Gloria y del sitio donde no está Dios.

Pasó algún tiempo, y un día, cuando el Maestro estaba hablando a un gran gentío, vio el Maestro a uno queriendo llegar a Él, y las masas no dejándolo, levantó su Brazo derecho y pronunció estas Palabras:

   –Dejadle camino para que llegue a Mí, y las palabras que trae en silencio, repita, para que todos las oigan.

   –Tú fuiste el que comparaste mis Palabras con las de la profetisa, cuando mandé a mis Discípulos con mis Palabras de Enseñanza, y ahora quieres darme tu disculpa.


No tuvo palabras de disculpa cuando oyó al Maestro que le repetía las mismas palabras, y con las manos tapando su rostro, llegó al sitio del Maestro con grandes sollozos.

Otra vez se oyó la Voz del Maestro:

  –Si he dicho las Palabras antes que tú las pronuncies, ha sido para dejar dicho el Poder de mi Padre dado en Mí. Esta Enseñanza hará ver claro lo que es el Hijo del Hombre.

Desperté, oí:

Uno lloró, y todos inclinaron las rodillas.

Había varios grupos que sabían el hecho ocurrido.

Esta familia adoraba a la profetisa, y no quería oír hablar al que movimiento le daba a todas las lenguas.

Ésta sabía de Dios lo que Dios le dejaba.

Y el Maestro hablaba, siendo Dios el que actuaba.

Si Él no iba, iba su Poder en sus Palabras.

Él hablaba en ellos, y Él oía en ellos, una vez que Él decía: “Id y hablad en mi Nombre”.

Esto, sólo lo entendía el que amaba.

El que no amaba, veía a Él, y Lo desmentía.

El que amaba, adoraba las Palabras dichas por otro.

Porque el que ama, siente las Palabras que están dichas por Dios.

Las Palabras que están escritas, aunque aquellas las dijo Dios, ¡son Palabras tan distintas a estas Palabras con Voz...!


***

Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 142-143-144

jueves, 21 de junio de 2012

Caldero hirviendo

En Sueño Profético me explicaban de la ignorancia del hombre al querer contradecir a quien Dios coge de Portavoz para que hable la Voluntad de Dios:

Esta Voluntad es transmitida por quien Él elige. Aquí, el hombre, cada intento de revocar esto, más separación de Dios. La mayoría desmienten sin conocerla. Otros adoran a Dios y se horrorizan de su Aparición, haciéndole esta interrogación: “¿No te da miedo?”. Y ya, los que creen que tienen la Gloria ganada, la insultan.

Desperté, oí:

Si amas a Dios, no interrumpas la Voz de Dios.

La Publicación es necesaria.

Éste es el telegrama más fuerte:

“Tus Libros enseñaran al espíritu, y muchos sanarán”.

Estos Escritos están calificados como Los Evangelios, con la diferencia del caldero que “hirvió”, y el mismo caldero, pero “hirviendo”.

La Lumbre está echada. Pero Él, a través de ti, no deja de alimentarla.

Estas Frases tan sencillas, son trabucadas por el vanidoso.


***

Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - Pag. 178-179

miércoles, 20 de junio de 2012

Todo sale de esta nada

En Sueño Profético decían:

Quien no ha estado Aquí en la Gloria, no puede explicar Gloria. Aquí está la persona en espíritu. Aquí hay espíritu y no persona. Aquí no puedes decir "yo veo materia", pero sí puedes decir que ves al espíritu revestido con el traje que ya no existe. Aquí no palpas, pero sientes. El Amor de Dios te hace sentir gozo de Gloria. El Poder de Dios te hace ver lo que vieron y ya no ven. El que no vivió esto, por muy letrado que sea, por mucho que haya escuchado, no puede explicar el sentir que Dios Aquí a otro le haya dado. Esta Gloria es Poder de Dios, pero Poder con Mando.

Yo veía que andaban, pero con un andar raro, un andar sin poder yo bien explicarlo. Yo quería como orar, y en el momento de cruzar las manos, no sé..., pero quedaba en nada, y no me veía ya las manos. Yo sí decía mucho esto: "¿Cómo poder luego esto explicarlo para que me comprendan?". Pero esto lo decía yo sin voz.

Otra vez oía:

Esto es Reino de Dios, puerta cerrada para el hombre que vive sin querer esta Gloria, que vive carne de lobo, destrozándose él su espíritu. Este sentir de esta Gloria no puede explicar nadie, como no sea por Dios Aquí traído. El que hable de la Gloria sin venir, hablará de lo leído de otro que vino, resultando frío y faltando explicación que Dios deja para el que trae, sitio sin Tierra, sitio sin Sol, sitio sin carne, sitio con todo, por estar todo en Dios, que todo de este Dios sale.

Desperté, oí:

No debía de dudar el hombre
del que Dios a esta Gloria trae.

El Sentir es un Poder,
sin poder explicar nadie.

El Sentir siempre se ve
en la forma de expresarse.

Porque lo explica con vida
que espíritu da a la carne.

Porque lo explica este Dios,
para que el hombre al oír,
no pueda rectificarle.

Mensajes dichos en Gloria,
no pueden oír y copiarle.

Pueden copiar la Palabra,
dicha sin sentir
y sin continuación de Enseñanza.

Por eso al oír decir
"esto me ha pasado a mí",
tiene el hombre la pregunta,
diciendo: "¿cómo pasó?".

Y si le oye contar el Vivir,
Vivir de Gloria,
verá que dice verdad
en el vivir que le notas.

Esta Gloria que no hay nada,
todo sale de esta nada.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 174-175-176

martes, 19 de junio de 2012

Ama antes de que estudies, y Dios es tu Profesor

En Sueño Profético ponían comparaciones de Dios con el hombre, y el hombre con Dios. Decían:

Dios ama al hombre sin tener por qué amar al hombre. Y el hombre que tenía que amar a Dios, no ama y Lo ofende.

Dios ama a todos, y de todos, muy pocos aman a Dios.

Dios da el Perdón para librar al hombre de la Condenación Eterna y del sufrimiento sin Dios.

El hombre hace mal a Dios, sabiendo que Dios sufre.

Tres formas tiene el hombre con Dios: una, amando como Él manda; otra, sabiendo que hay Dios, pero no queriendo saber de Él; y la tercera, no creer en su Existencia. Estas dos, son actuaciones de necios.

El que sabe que hay Dios y sus Palabras rechaza oír, ni ama, ni teme el Poder de Dios Padre, visto en Dios Hijo.

Dios da sus Palabras para todos, sabiendo que por mayoría es despreciado.

Dios deja que el hombre haga uso de todo Lo suyo, y deja que el hombre Le prohíba y Le niegue su Palabra.

Dios es Padre de todos, y por ser Dios deja que el hombre abrace a unos y golpee a otros, y haya avaros repercutiendo en hambrientos.

Este dicho yo lo oí más de una vez:

Si el hombre pensara un poco
que Aquí tiene que venir,
no guardaría de trigo
poco más de un celemín,
ni sentiría la envidia
con el “quita y pon” de ahí,
que el hombre hace tan difícil
“pa” que se olviden de Aquí.

La vida con la materia
se hace larga o corta,
según como tú la llevas.

Desperté, oí:

Estos dichos fueron dichos,
y antes fueron "pensaos".

Estos dichos los dijo
uno que fue "enamorao"
de la Gran Filosofía
que Dios le había "mandao".

El gran filósofo,
nunca fue filósofo "estudiao".

Yo vi a un gran filósofo,
y éste guardaba "ganao",
y mientras pelaba la vara,
Dios lo tenía "iluminao".

Tenía una filosofía,
que se quedaba "callao"
el que vivía en la corte,
y entre libros había "andao".

Él se quedaba pensando
cuando veía las aves
y ninguna iba llorando.

Instinto de amar a Dios,
porque creen que llorando,
hacen que llore este Dios.

Esto decía un filósofo,
que su vida se pasó
en el campo con "ganao",
pero muy cerca de Dios:

Ama antes de que estudies,
y Dios es tu Profesor.


***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 70-71-72

lunes, 18 de junio de 2012

Tienes que ser niño cuando Dios hable

En Sueño Profético decían:

Para comprender las cosas de Dios, tienes que creer en Dios y amarlo. Si sólo crees, no comprendes. El creer no da la comprensión. La comprensión la da el Amor. Más comprende la madre al hijo por el amor, que por saber que es hijo suyo. Las cosas de Dios te las aclara el Amor.

En la Vida de Dios Hombre, hubieron grandes polémicas entre los que no amaban y los que amaban. Aquí había opiniones diferentes. La opinión del Amor resaltaba con su firmeza de aceptación. La del que sólo creía, siempre hablaba reformando los Hechos del Maestro. Y ya la opinión del que no creía en Dios, era vivir indiferente al Reino de Dios. Los que creían y no amaban, no los veías tranquilos, siempre era ira para el Maestro; querían condenarle y no encontraban condena; querían calumniarlo y su Presencia rechazaba la calumnia.

Dijo uno:

¡Cuánto Le culpaban de haber cogido por padres –a la vista del hombre– a José y María!

¡Cuánto Le calumniaron por buscar a los pecadores que Él sabía que sufrían hasta alcanzar el Perdón!

¡Cuántas ofensas oía cuando no curaba la carne, cuando no veían prodigios!

Todo el que no amaba, veía algo de Dios, pero menos que el que amaba, porque el Maestro les vedaba lo Divino, apartándolos.

Desperté, oí:

¡Cómo te hacen tres grupos
referentes a este Dios!

Unos son los que comprenden,
porque los guía el Amor.

Y diciendo “Dios lo ha hecho”,
¡esto será lo mejor!  

Los que no creen,
se juzgan Aquí y ahí sin Dios.

Y los que creen y no aman,
es el castigo mayor.

Porque tuvieron polémicas
corrigiendo a este Dios.

Si el Amor le falta al hombre,
nunca puede hablarle Dios,
porque el Lenguaje de Gloria
es niño con un mayor.

Niño que aún su ignorancia
no podría destacar
ni peligro ni venganza.

Pues aún tienes que ser
más niño cuando Dios hable,
para que digas amén.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 162-163

domingo, 17 de junio de 2012

Dolor en otra materia y reflejado en mí

En Sueño Profético hablaba Juan de Dios a varios. Decía:

Amar a Dios y no sentir el dolor del que lo tiene, tú mismo sabes que no Lo amas. Tienes que sentir dolor y sufrimiento como el que lo tiene. Pero con la diferencia, que el que tiene el dolor, espera tu calmante; y en el sufrimiento, espera tu ayuda material o espiritual. Tú tienes que sentirlo como él, pero tú con impaciencia, puesto que en ti está el consuelo.

Un día, cuando iba por la plaza haciendo mi recorrido –pues yo, mi primera visita era para los desamparados de salario. Una vez que alimento les llevaba, les hablaba del que el alimento me daba, porque yo salía a la calle y esto todos oían: ¡Juan, abre el cesto! ¡Juan, sube allá arriba que están recogiendo el trigo y he dicho que un costal sería para tus pobres, para venderlo, molerlo, o si sembrarlo pudieras en terreno que te den, ya cargándolo en la bestia, sale de mi propiedad!– vi a un niño, el que con el brazo estirado y la mano abierta, imploraba le pusieran en su palma de la mano una moneda. Pasaban y pasaban y no paraba la distracción del transeúnte que no necesitaba poner la mano. Me acerqué y pregunté:

   ―¿Tienes hambre o pides para otro?

   ―Ven.

Me cogió del brazo y me llevó a una cueva que decía que era su casa, y yo no podía repetir "casa". Estaba la madre quejándose del mal que tenía, y dos niños más pequeños le tocaban la cara. Le di de lo que llevaba, y le prometí ir al día siguiente. Aquella noche mi sueño me despertó con el dolor que vi. Fue dolor en otra materia y reflejado en mí.

Desperté, oí:

Ella tenía el dolor,
pero me dolía a mí.

Me dolía porque era
el que tenía que ir
a quitar a aquellos niños
que nadie veía allí:
sucios, hambrientos, sin padre,
que el padre había muerto allí.

Yo, como a Dios pedía
que mi Amor fuera creciendo,
Él me admitía la súplica,
poniéndome sufrimientos,
sufrimientos que yo iba
y los cambiaba en contento.

Por eso tienes que amar,
amar con ansias de Dios,
amar para que te digan:
¡Ahí pasa Juan de Dios!

JUAN DE DIOS


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 133-134-135

sábado, 16 de junio de 2012

Su hijo se curó, por el Amor que tenía

En Sueño Profético hablaban de la Vida de Dios Hombre.

Decían dos mujeres:

   –¡Qué destacar tenía cuando de Hombre vivió! Juntas estábamos aquel día que lo vimos pasar.

Dijo una:

   –Yo ya llevaba algún tiempo de quererlo conocer. Cuando alguien me decía: “Hoy he visto al Maestro otra vez”, me entraba pena y un disgusto, con ansias de conocer a Aquél que no había duda de que Dios pudiera Ser.

Ya contestó la otra:

   –Yo, a pesar de la gente que aquel día iba con Él, lo conocí de momento. Recuerdo, que cuando yo estaba mirando, sólo una Imagen se vino del grupo hacia donde estábamos, y cuando miraba al grupo, allí estaba Este Dios. Cuando pasaba el gentío, del grupo se separó y vino hacia nosotras. ¡Calla, que te voy a decir las Palabras que me dijo!:

   –Sí, Yo soy el Hijo de Dios Padre, al que tu voz llega a mi Padre, para la curación de tu hijo.

Cuando yo quedé sorprendida por lo que dijo de: “La Voz llega a mi Padre”, volvió a decir:

   –La Voz no llega por el Eco, la Voz llega por el Amor.

   –Nadie como tú sabe, cómo quedó mi rostro cuando vi a Dios delante de mi Presencia. Ya fue cuando las dos nos inclinamos y alabamos su Nombre diciendo: ¡Bendito seas Dios Hombre, que a Salvar al hombre vienes!

Desperté, oí:

¡Cómo quedó esta mujer,
cuando vio a Dios delante!

Al hijo tenía enfermo,
de noche llamaba al Padre,
pero llamaba en silencio.
Por el hijo le pedía,
que le sanara la carne.

Pero cuando ya vio a Dios,
que se le puso delante,
pidió por el pecador
y se le olvidó la carne.

El Espíritu de Dios
se le ponía delante,
y luego miraba al grupo,
y lo veía de Carne.

Por el Amor que tenía,
al Padre oyó sin Voz,
conoció a Dios de Carne
y el hijo se lo curó.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 188-189-190

viernes, 15 de junio de 2012

Esta rosa es la Pureza de Dios

En Sueño Profético vi un arroyo –pasaba el agua con fuerza– y una piedra grande, como una tabla. Empezó a hablar uno y dijo:

Este hecho que voy a contar quedará impreso para que llegue al alcance de todos. Esto ocurrió a los 400 años que crucificaron a Dios Hombre, al que vino amando y perdonando, y el hombre Lo mató:

Pasando yo un día por aquí, vi a una niña lavando en esta piedra, y por su manejo y soltura, ya llevaba tiempo haciéndolo. Me paré y le dije:

   –¡Bien enseñada estás! ¿Cuántos años tienes?

Me contestó con su mirada fija y cargada de penas:

   –Tengo diez cumplidos. Soy la mayor de cinco hermanos. Mi madre está muy débil y tiene que guardar cama y no hacer esfuerzos. Mi padre se va al trabajo de noche, y también vuelve de noche. De la cena se guarda comida para el almuerzo que él tiene que comer al otro día. Él y yo cocinamos, también mis hermanos nos ayudan.

Saqué el pañuelo y mis ojos enjugué. Ella, rápida me dijo:

   –Si por mí son las lágrimas, ya yo le voy a contar: “¿Ve aquel árbol que esta allí lejos? Se empieza a correr y correr, y viene hasta aquí mismo, pero ya veo a una mujer. Esto lo vi dos o tres días, y me ponía de pie; me gustaba estar de rodillas, pero entonces no era recibirla. Traía en la mano una flor blanca, que de aquí salía la voz:

Toma, toca esta rosa,
que es la Pureza de Dios.
Teniendo esta Pureza,
en todo verás a Dios,
y ya tus penas serán
como esta rosa de olor:
hermosa y transparente,
y con perfume de Dios.


Yo le dije: ¿Tú quién eres?
¿Tú eres la Madre de Dios?

Me hizo una reverencia,
y palabra no resonó.

Se fue sin verla ya lejos,
y sin decirle adiós,
pero le quedó la gracia
del que tiene aparición,
amor y aceptación
cuando todo sea de Dios.

Desperté, oí:

La niña veía a la Virgen,
porque la mandaba Dios.

La niña veía a la Virgen,
porque amaba mucho a Dios.

No se acostaba una noche
sin ponerse de rodillas
y decir esta oración:
“Dios del Cielo y de la Tierra,
haz que se cure mi madre,
que mi padre no padezca”.

Quería que el padre no sufriera,
aunque niña ella no fuera.


***

Libro 6 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 196-197-198

jueves, 14 de junio de 2012

Ayuda a no crucificar

En Sueño Profético decían y explicaban:

La persona que conoce al que Dios le habla y quita de que vayan a oírla, ésta es aconsejada por Luzbel. Dios no puede Él hablar, Él comunicar y Él decir que no vayan a oír lo que está diciendo. Contradicción que nadie haría, y ya a Dios ofende este pensar.

La persona a la que Dios da sus Palabras, ésta jamás puede hacer nada que a Dios pudiera enfadarlo. Su actuación es siempre de ejemplo, y sus palabras no son suyas. Al no ser suyas, son de Dios, y al ser de Dios, ¿por qué no oírlas?

Queda repetido: el que conozca el Lugar que Dios se aposenta para hablarle al hombre y no quiera saber los Mensajes, enfada más a Dios, diciendo a otro que imite a él. Esto es obra de Luzbel, actuación de espíritus malignos, espíritus que los mueve el mal, espíritus que no sienten el Amor Divino, espíritus sin olfato, espíritus que pasan sin el “Diciendo de Dios” cuando saben de dónde sale este “Diciendo”. No puedes amar a Dios sin que oigas lo que está diciendo; como no puedes ser ciego cuando tengas vista, ni mudo teniendo habla. El que sólo tiene la pierna derecha, no puedes pegarle en la izquierda para que sienta dolor. Siempre que Dios habla, no escuchan, comparan y procuran hacer ver no es verdad que está hablando.

Dios permite una y mil veces que Lo crucifiquen.

Desperté, oí:     

Ayuda a no crucificar. Ayuda a que no crucifiquen.

Tu ayuda y oración pueden impedirlo.

Si no quieres saber de Dios Vivo, no Lo llames, porque para ti es Muerto.

Siempre se sabe de Dios por el que Dios arroba y lo entra en su Reino.

Y siempre Le da la mortificación el que a Dios no ama.

No hay quien ame, y mortifique con el desprecio.

Si amas, no mortificas con el desprecio, acudes a saber, copias del Lugar, y amas con Amor de Eternidad.

Donde digan “habla Dios”, no te quedes nunca atrás.

Procura llegar corriendo, que esto Le gusta a Dios, que desde el Cielo te está viendo.


***

Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 179-180-181

miércoles, 13 de junio de 2012

"YO TE ENSEÑO A QUE CONOZCAS A LOS FALSOS PROFETAS"

En Sueño Profético decían:

Si este Hecho no se cuenta Aquí en la Gloria, ¿quién podría saberlo?

Saliendo un día Dios Hijo de su casa con los Discípulos que fueron a buscarlo, se acercó uno que Lo amaba por las referencias que le hacían unas primas de un Discípulo suyo, y Le preguntó. Primero se presentó diciendo:

   –Sé mucho del caminar que cada día lleváis, pero no he oído por Ti, Dios y Hombre, las Palabras para yo cundirlas diciendo: "Yo las he oído de Boca de Dios Hombre."

Ya hace la pregunta:

   –Dicen que cuando Te vayas a tu Reino, vendrán falsos dioses imitando tu Doctrina, y que serán mandados por los demonios. Yo quiero que seas Tú el que me enseñes a conocerlos.

Siete había con el Maestro, y hubo silencio como si el Maestro estuviera solo.

Dijo Jesús:

   –Tú querías oírme, y mi Padre te ha mandado, y Yo te enseño a que conozcas a los falsos profetas. El que venga enseñando mi Doctrina, tiene que ser la misma que Yo enseño, y practicarla él primero. El que haga esto, es cambiado por Mí cuando Yo ya esté en el Cielo. Desde mi Reino Yo elijo la carne que ha practicado las Palabras de mi Padre, que son las mismas que estás oyendo, porque sólo es mi Padre y Yo, pero es uno sólo. Se conocerá el falso, porque su acción no irá con sus palabras. Se conocerá porque su espíritu no tendrá poder sobre su carne, y mi Padre hará que su acción sea mala, como es su espíritu. Éstos son los falsos profetas que verá el hombre.

Desperté, oí:

¿Quién contaría este Hecho de Dios Hombre y sus Discípulos?

¡Qué Enseñanza, por el mismo Dios del Cielo!

Leyendo este Evangelio puedes conocer al falso y al que de Dios es Instrumento.

Este hombre no conoce al Maestro, y Lo ama por lo que un Discípulo cuenta.

Pero le viene el pensar, cuando se fuera el Maestro: "¿Cómo él conocería para no dejar de amar?"

Para no dejar de amar al que del Cielo decía: "Dios me manda para enseñar."

A los profetas que son falsos, falsos se les ve actuar.

Porque Dios no les consiente a los suyos engañar.


***

Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados En Gloria - Tomo I - Pag. 155-156-157

martes, 12 de junio de 2012

Sólo su escritura hace su presentación

En Sueño Profético hablaban de la redacción. Decían:

Sus faltas de ortografía son las que le dan valor a sus Escritos. Sólo su escritura hace su presentación. Mi literatura no tenía esa fuerza que tiene la de ella; esto es más de Tomás de Aquino, pero aún más fuerte y mucho más abundante. Ella es sólo comunicar y ya el hombre hace el Libro, y de este Libro ya tiene el hombre de donde hacer millares de libros. Sus frases no admiten otras, por ser frases de Dios, en unos más comprendidas, en otros menos, y ya en mayoría no aceptadas.

Desperté, oí:

Si viviera ahí con materia, mi literatura sería presentada a ti para su corrección, queda claro, en literatura.

El que a Dios mucho ame,
las frases las lee en verso.

Este verso que es Amor,
y este Dios que habla en verso.

Y este hablar ya te cautiva,
quedando tú prisionero.

Y en esta Prisión con Él,
te deja ya Libertad,
para que Lo ames mucho
o no Lo quieras amar.

Y tú ya cierras las puertas,
y las llaves vuelves a echar.

Este Dios que no te obliga,
si Lo amas, obliga ya.

Tú pon el Amor,
y Él pondrá lo demás.

Dios es Amor, Interés y Voluntad.


***

Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - Pag. 53-54

lunes, 11 de junio de 2012

Todas las dudas que el hombre tiene de la Gloria, son por culpa del hombre

En Sueño Profético decían:

El contacto de Aquí, de este Mundo espiritual al material, hasta no aclararlo Dios, el que lo recibe sufre por no tener quien pueda comprenderlo. Si la persona es recta y practica todo lo mandado por Dios, espera con alegría y ansiedad, siendo aún más constante en sus actuaciones, actuaciones que más la acercan a Dios. Aquí es donde Dios le da la confianza, y aunque el espíritu del mal la sigue, Dios más la acerca a esta Gloria. Éstas son clases que debe el hombre de aprender y enseñar.

Todas las dudas que el hombre tiene de Aquí, son por culpa del hombre. Si todo lo que en la vida material le cuentan a uno, no se aceptara hasta verlo, pasarlo o palparlo, bien poco diría el hombre “esto es verdad”. La mayoría han soltado la materia sin haber salido en su vida material de un círculo de 200 kilómetros; para éstos, todo lo que otro hombre cuenta es verdad. Lo que dice y cuenta un espíritu que Dios lo trae Aquí, a su Gloria, esto es desmentido, y hay hombres que aquí aplicarían la condena de cárcel.

Desperté, oí:

Si tú amas a Dios, Dios más te ama. Si hay otro que más Lo ame, tú no te enfades.

Tú no puedes evitar que Dios elija, pero tú sí eres culpable de que otro Lo quiera más que tú.

Si a Dios llamas, en Dios crees. No cabe duda de que Lo llamas por Poderoso. Pues si en Él crees y sabes que es Poderoso, ¿cómo te extrañas de que conteste y haga uso de su Poder?

Si contesta, vive. Y si es Dios, tiene Poder. Pero si tú no aceptas que hable, no crees en Él.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 136-137-138

domingo, 10 de junio de 2012

Dios sabrá en su Mandar

En Sueño Profético decían:

Si el hombre pensara lo que Dios puede hacer, Lo buscaba confiando en Él, el que Lo ama. Y el que no Lo ama, hacía lo que Él mandara porque sabía su Poder, y éste ya se encargaba de que no hubiera hombre que en Dios no creyera.

Dijo uno:

Esto no llega, porque el que ama tiene que amar más, para llegar a la intimidad con Dios, para tener tal confianza en Dios, que diga: “Dios quiere bien, yo también quiero; Dios no quiere, yo no quiero”.

Esto es intimidad con Dios y confianza en su Poder: No dudar nunca de lo que hace Dios; pedirle a Dios todo, aunque esté mal pedido por la ignorancia del hombre, pero aceptar lo que Él manda o permite.

Desperté, oí:

Si el que no ama y cree en Dios, pensara lo que Dios puede hacer, obedecía a Dios y terminaba amando.

Si el que ama, amara más, podía repartir Amor para el que no ama.

El Amor da confianza
en las peticiones tuyas,
y esta confianza hace
que más a Dios tú te unas.

Si tú buscas a Dios,
y Dios te coge de amigo,
¿cómo decirle: Dios, no,
que me mandas un castigo?

Si ya viene de la Gloria
todo lo que manda Dios,
súfrelo pero diciendo:
¡Él sabrá que Lo mandó!

Y lo que al hombre permita,
es porque luego le cobra,
sin pretextos ni disculpas.

Todo el que piense el Poder
que Dios puede demostrar,
ama sin pedirle cuentas
de si esto es bien o esto es mal,
porque pensando es Dios,
Él sabrá en su Mandar.


***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 81-82

sábado, 9 de junio de 2012

Amar es respetar

En Sueño Profético decían:

Amar es respetar. El amar es primero que el respetar. Si dices “yo amo a Dios”, ya respetas este Amor. Y si dices “yo respeto a Dios”, es porque no amas a Dios.

Dijo uno:

Amando, todo lo harás bien, porque Dios guiará tu espíritu, porque Dios será tu Balanza.

Amando, buscas donde hacer Servicio a Dios.

Amando, Él te manda, porque tú quisiste Mando, Mando del Reino de Dios.

Hay personas que ves claro que están mandadas por Dios.

Los Elegidos por Dios –y ofrecidos antes éstos a Dios–, ves que en mayoría de sus actos son Mando del Cielo, Mando que acepta el que actúa, aunque a Dios no Lo esté viendo.

Ya llega la intimidad de saber cuándo Dios manda o cuándo deja mandar.

El que Dios deja con Poderes para hablar de Aquí, de todo lo que ha sido por Dios enseñado, a éste no puede ninguno que tenga estudios superiores corregirle un Palabra. El intentar quitar una para poner otra, es enano queriendo alcanzar al gigante, sin escalera; anciano, querer ganarle al zagalón la carrera.

Las contestaciones y respuestas están esperando Aquí que son dichas en otra lengua.

Dijo otro:

El que quiera saber si es Dios,
que repase estas Libretas,
y antes de tres Mensajes,
seguro que a Dios se encuentra.

Esto no es escrito del hombre,
esto se ve son sentencias.

Desperté, oí:

Es decir sí al no,
y querer cambiar las cuentas,
poniendo el número dos,
y decir esto es ochenta.

Es querer que Dios conteste
antes que seas juzgado.

Es quedarte al descubierto,
si antes has dicho: “Yo he amado”.

El que lea estas Libretas,
si antes ha maltratado,
tiene que decir: ¡Dios mío!,
¿por qué no me has "castigao"?

Es más que remordimiento
el pensar que le vendrá
al que no haya querido
que salga a la claridad.

Que salga a la claridad
lo que Dios tiene mandado,
que tienen que publicar.

El Amor guarda respeto,
como dice al empezar,
y el respeto es cambiado
amando cada día más.

No pongas aquí el respeto,
porque te falta el amar.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 160-161

viernes, 8 de junio de 2012

Color entre lo blanco y lo negro

En Sueño Profético hablaban de la vida de los Elegidos. Decían:

Si estudias al que Dios elige,
ves clara la actuación de Dios;
ves lo blanco con lo negro
formar un mismo color;
ves cosas de Aquí del Cielo
haciendo servicio ahí
sin el hombre comprenderlo,
que al no comprender,
sí ves lo blanco junto a lo negro.

Debes de mirar Aquí,
preguntando a este Cielo,
y ya responderá Dios,
y entonces podrás decir:
“esto es blanco y esto es negro”,
y tal vez haya color
entre lo blanco y lo negro.

Dijo Juan de Dios:

Al tener contacto tu espíritu con espíritus de esta Gloria, más te dirán loco que te preguntarán: ¿Cómo es Dios?, ¿Qué vida hiciste para que Dios te mande? Porque el mandar de Dios es en la fuerza que a nada puedes negarte.

Yo iba buscando enfermos, y por dentro de mi cuerpo notaba alegría, fuerzas y mando, y a veces un sufrir lento que me dejaba parado. Pues no sé si al leer comprenderás esto que hablo.

Otra vez me daba fuerzas para ir por las camas preguntando a alguno que me llamaba cuando oía mis pasos. No hay duda de que Dios allí quería que yo fuera. ¡Pero qué sufrir cuando no tenían dinero, las ropas rotas y sucias, y yo queriendo dar y sin recibir ingresos! ¿Puede nadie comprender el por qué me pasa esto? Pues si decía: “¡Dios mío!, ¿adónde voy por esta lista de todo lo que necesitan?”, antes de doblar el papel, alguno en mi hombro ponía su mano: “Juan, hoy me toca a mí el darte para tus enfermos”. Pues ya estaba yo viendo lo blanco junto a lo negro, y Dios hacer más colores que ninguno estaba viendo.

Desperté, oí:

Juan de Dios te dice aquí,
que cómo él comprender
que Dios lo mande al enfermo
sin poder él resolver.

Si empiezas estudiando
la vida de Juan de Dios,
ves, sin que hagas preguntas,
que era movido por Dios.

¿Quién va buscando para dar
al que comida le falte?

¿Quién oye grandes insultos
y deja que lo maltraten?

¿Quién puede emplear fuerzas
donde fuerzas ya no hay?   

Pero es aún más fuerza
el seguir sin enfadarse,
sabiendo que Dios lo manda
a enfermos y caminantes.

Sabiendo Dios que no tiene
dinero para enfrentarse
a la gran mendicidad,
y a enfermos, pero incurables.

¿Quién comprendería a Juan
cuando de Dios les hablaba
sin a Dios nunca culpar?

Éstas eran sus palabras:
“En mandándome las fuerzas,
no hay duda que todo manda”. 

Si Él sabe lo que yo tengo,
¿cómo me manda a las camas?

Manda con su curación,
manda sabiendo que manda.
A Juan ven los que están lejos,
y a Dios, los que mucho aman.

JUAN DE DIOS


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 115-116-117-118

jueves, 7 de junio de 2012

Mi vida cambió el sufrir, cuando a Dios lo vi allí

En Sueño Profético vi un grupo de mujeres y hombres. Éstos, muy afanados, hablaban del Amor a Dios.

Dijo uno:

Yo vi bastantes veces al Maestro sin saber era el Maestro. Pero yo, cuando lo veía, siempre paraba mi andar, y al pensar me venía: “¿Será Éste, Ese que dicen que es Dios Hijo?”. Pero luego ya, en mi tranquilidad pensaba: “¿Y puede ser un Dios así, así tan normal?”. Lo que sí notaba yo, era, que cuando me paraba a mirar, sentía odio al pecado, y a nadie quería contar. Pues veréis aquella duda quién me la quitó a mí: Estando en esta duda, pasó un niño de unos siete años, y con la voz subida dijo:

   –Maestro, mi padre viene a buscarte. Yo te he visto y mi padre te va a hablar.

Me adelanté antes que el padre, y no sabía cómo le iba a hablar. Él me conoció en el momento y no me dejó pronunciar.

   –Háblame. Dime, ¿qué quieres, si no es conocerme nada más?

   –He oído hablar de Dios y yo quiero su amistad.

Contestó el Maestro:

   –Ya con esto, tú te salvas. Y Yo te doy potestad para que salves a todo el que quiera amistad conmigo, o al que me siga y ya no quiera pecar.

Salió una mujer hablando,
con fuerza de un batallón:

Yo lo conocí un día,
que estando segando yo,
recogía las espigas
y espigas no veía yo.

Cuando miré a distancia,
ya estaba "formao" un montón,
y al lado de las espigas
estaba este Grande Dios.   

Tuve que gritar: ¡Maestro,
Tú eres el Hijo de Dios!

Yo, durante mi faena,
lo llamaba en silencio,
pues mi cuerpo no podía
seguir dando rendimiento.

Ya tenía los sesenta,
y mi vida había sido
un continuo sufrimiento.
Pero ya, desde que lo vi,
se me acabó el sufrimiento.

El Amor que dentro tenía,
salió fuera y todos ya lo veían.

Desperté, oí:

Mi vida cambió el sufrir
cuando a Dios lo vi allí.

Yo no hablaba de las penas
que antes había pasado,
pues seguro que estaría
siempre conmigo a mi lado.

Si tantas penas pasé,
y la alegría comparo,
no me enteré de las penas,
"comparao" con el hallazgo.

Tan sólo saber que Dios
te perdona si tú quieres,
aquí ve el hombre el Amor
que este Dios al hombre tiene.


***

Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - Pag. 194-195

miércoles, 6 de junio de 2012

El hombre del campo y el de la ciudad

En Sueño Profético decían:

Piensa más en Dios el hombre del campo, que el hombre de la ciudad. El que vive en la ciudad, trabaja en su trabajo, y después de terminarlo, él se busca otro trabajo, y ya no tiene tiempo para pensar en Dios.

Dijo uno:

Delante de mí pasó este diálogo que dos hombres tuvieron. Uno, siempre detrás de los bueyes, con su camisa sudando, y entre palabra y palabra, el sudor se limpiaba con su pañuelo de cuadros, que empuñado en su mano, daba contento en su frente. No pasaban cinco minutos que a Dios no Lo nombrara: si hablaba de la siembra, nombraba a Dios; si decía de la cosecha, oías el nombre de Dios. Le señalo, allá, un monte, y le decía:

   –¡Mire la Grandeza de Dios en la Tierra! Pues a las cinco de la mañana asoma por detrás del cerro como oro Divino, como cachos de Cielo. Yo, hay días que hasta me arrodillo. ¡Sí!, ¿le extraña?

Cuando le dijo esto, el que lo estaba oyendo sintió vergüenza de ver a aquel hombre, sucio por el trabajo que estaba haciendo y con aquella alegría que su sudor limpiaba.

Ya dijo el que trabajaba más por la vida que quería hacer, que por el trabajo que su profesión le daba:

   –No oigo hablar de Dios, ni yo hablo, hasta que vengo al campo y me paro con el que a Dios tendrá contento. Yo y mis amistades tenemos a Dios en olvido, porque entre el trabajo y el tiempo que cogemos para pecar, ya no queda para adorarlo. Aunque le he dicho todo, me han quedado ganas de hacerle un encargo: que pida a Dios por mí, que hoy mismo y en este momento ya viva en el campo, aunque viva en la ciudad.

Desperté, oí:

¡Qué pensar con tanto ajuste te hace que pienses este hombre que adoraba allá en el campo!

Cuando llegaba a su casa,
con su mujer refería,
aunque fuera de la tierra,
de la lluvia, la sequía,
pero entre estas palabras,
con Amor ya Dios salía.

Otros días veneraba, refiriendo,
las miles de florecillas.

Que cuando hablaba del campo,
el descanso le venía.

La mujer, cuando él llegaba,
estas preguntas le hacía:
¿Te has acordado de Dios,
que es el que nos da la guía?

¡Cómo no me voy a acordar,
si esta mañana temprano,
no hice “na” más llegar,
y primero cantó el gallo,
y luego los pajarillos
se venían a “bandás”,
que a Dios yo veía guiando!

Al de la ciudad le dio
vergüenza con sentimiento.

Y el que mucho nombra a Dios,
puede acarrear al Cielo.


***

Libro 6 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 67-68-69

martes, 5 de junio de 2012

Tu muerte ahí, es el principio de tu Vida Aquí

En Sueño Profético decían:

Si amas la Teología, no puedes quedar indiferente a esta Teología. Teología es hablar de Dios, temas de Dios. Y si tú amas a este Dios, tú reverencias su Dictado, Dictado que el hombre jamás puede igualar por ser Dios el que lo dicta, y sí puede aprender.

Desperté, oí:

Piensa que tu muerte ahí, es el principio de tu Vida Aquí.

Y que el permitir, termina ahí.

Dios permite tanto, que hay quien duda que hay Dios.

La existencia del hombre se apaga en el momento que se enciende.

Dios te ama tanto, que siempre está recordándote Gloria o condenación.

Pero el hombre ama tan poco, que no conoce el Lenguaje de Dios.

¡Este Dios que su Enseñanza es para que vivas con Él ahí, y tu espíritu, sin juzgar, venga Aquí!

De sabios y humildes está la Gloria llena.

Dios quiere la Humildad, y Él te da la Sabiduría.

Yo, Tomás de Aquino, antes que esta Teología llegue a la materia, ya la he reverenciado.


***

Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 229-230

lunes, 4 de junio de 2012

La doncella que murió en grito y llanto

En Sueño Profético decían:

Si el mundo no tuviera pecados, Dios no dejaba el Infierno. Si el mundo hace pecados es porque a Dios no ama, y Dios le deja su sitio, que el mundo de pecado lo cuida, teniendo siempre lleno y agrandando el Infierno.

El pecado, por mucho que el hombre quiera disfrazarlo, es pecado. El pecado, pecado para Dios, es el mismo pecado, sin diferencia de pecador. Éste que hizo grave pecado, es el mismo pecador para Dios.

El hombre tiene al pecador en varias escalas, pero Dios, es una sola. Pecador que peca a sabiendas, no ama a Dios y vive a las órdenes de Luzbel.

El desnudismo es fuerza de los espíritus que en contra de Dios van. Éste, es pecado de escándalo, que llena de ira al que pecar no quiera; pecado que hace que peque el que pecar no pudiera. Este pecado te puede llevar a que hagas muchos pecados. Hay quien emplea el desnudismo diciendo que no es pecado, y hasta se atreve a llamar a Dios cuando el mal se le presenta. Éste se aumenta el pecado por vivir el desnudismo y querer que Dios venga a su lado.

Yo vi a una doncella que murió en grito y llanto. Practicaba el desnudismo, y cuando algo le ocurría, a Dios invocaba y cruzaba hasta las manos. Se le pasaba el sufrir y volvía a su vida de pecado. Pues ya le llegó la muerte, y fue un horror presenciarlo. Se daba puñetazos porque decía que el demonio venía a su lado. El suelo de su vivienda quedó con caras de endemoniados, que medio pueblo allí fue, y se quitaron pecados.

Desperté, oí:

Esta mujer, sus pecados,
nunca los quiso quitar.

Llamaba a Dios del Cielo,
y entonces pecaba más.

El demonio la tenía
como joyero que tiene
gran joya en su mercancía.

Pero Dios con su Poder
hace que la mercancía
le haga servicio a Él.

Todo el pueblo que la vio,
se quitó de hacer pecados,
y en Infierno quedó.

El Infierno Dios lo tiene
por el mundo pecador.
Si ese mundo no pecara,
Infierno no tiene Dios.          

Porque el dueño del Infierno
es el permitirlo Dios.

El día que el hombre quiera,
Dios le da la destrucción.


***

Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 224-225-226

domingo, 3 de junio de 2012

La oración es imprescindible

En Sueño Profético decían:

Tú di que la persona que Dios habla en ella, se conoce de momento, aunque cinco minutos antes haya estado en pecado. A la Magdalena se le cambió el rostro cuando se echó a sus Pies. A más pruebas te hagan, más descontentan al Hijo.

Que estudien el Padre Nuestro, que es la oración que enseñó el Maestro: “Padre nuestro que estás en los Cielos, venga a nosotros tu Reino; hágase tu Voluntad así en la Tierra como en el Cielo”. Si el “venir a nosotros” lo ven imposible, y su “Voluntad” no aceptan, que no lo recen.

La oración es imprescindible si quieres tener contacto con Dios. Esto tiene su enseñanza. Hay quien su oración cansa, y ésta no es valedera para Dios. La oración es Amor, y el Amor obliga a cumplir.

Tus clases son sencillas y dan deseos de amar. Alma que te oiga, siembra hará.

Desperté, oí:

Diles que no cuiden tanto el cuerpo y cuiden un poco más el alma.

Si el alma quiere, vive el cuerpo. Y si el cuerpo quiere, no vive el alma.

Cuidan del zapato y no se ocupan del pie.

En vez de exigirte tanto, ¿por qué no colaboran contigo?

Si Dios no fuera Dios, qué pocos conocerían su Gloria.

Todavía hay quien está pesaroso por no haber tenido más contacto con el Hijo del Carpintero.


***

Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - Pag. 250-251

sábado, 2 de junio de 2012

Resistencia al Mensaje

En este Sueño Profético hablaban de la resistencia que el hombre le pone al Mensaje:

Esta resistencia es admitida en el no pecar. Pero aquí es asegurar el Comunicante la entrada en el Reino de Dios. En esto el hombre no tiene disculpa: el no buscar y aceptar. Este Comunicante tiene muchos nombres, y sólo uno te enseñará tu espíritu a que su contento sea cuando esté este espíritu en el Recinto del Amor de Dios, dejando todo lo material por este Amor, y transmitiéndolo al Prójimo. En este Prójimo ves a Dios.

El que Dios elige para enseñar, a esto te enseña. Esto es Enseñanza Divina y Cultura Eterna. La cultura material es temporal, este temporal es corto, llegando al tope normal, y la mayoría no llegan.

Desperté, oí:

Si sabes de Aquí, eres culto ahí.

Si el no amar a Dios fuera cultura, el que Lo ama gozaría de ser analfabeto.

La cultura material y el saber del hombre, raras veces no le sirve para pecar.

Hay quien la cultura tenía que tenerla en la cantidad de milésimas de milímetro.

Esta cultura tienes que emplearla para la Enseñanza de Aquí.

Ama mucho a Dios, y este Dios te enseñará su Cultura Eterna.

Habrá quien se dará cuenta de que Dios habló en ti, cuando él venga Aquí.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 205-206

viernes, 1 de junio de 2012

Millones te sobrarán y contento no estarás

En Sueño Profético decían:

El hombre, cuando todo le viene como él desea, poco se acuerda de Dios, en hacer lo que Dios tiene mandado: cuidar del que de ti necesite. El hombre, de esto se olvida; tan sólo lo que hace es no ofender a Dios de palabras, y ya cree que a Dios alaba.

Viene el segundo hombre, que las cosas no le vienen como él pide, y ya está pidiendo cuentas a Dios, porque él se hace juez de él mismo: ¡Yo no me merezco esto! ¡Con la gente tan mala que hay! ¡Todo qué bien le viene! ¡Cuánta suerte le da Dios! Si hubiera Dios, ¿cómo podía pasar esto? Yo ya no pido más, y voy a ser malo, a ver si tengo más suerte. Estas actuaciones son del que no ama.

El que ama, todo le parece mucho y siempre está diciendo: ¡Señor, cuánto me das y qué poco merezco! Esto lo dice cuando recibe lo necesario, y en la necesidad siempre ve a otro menos favorecido que él, y no deja de cumplir –que no lo hace por cumplir– lo que Dios sabe que quiere: Conservar el espíritu para cuando Dios lo llame a su Reino. Esto es hombre amando.

Hay quien la risa la tiene cuando de sobra todo tiene.

Es más de Dios estar contento, aunque no sea grande el sustento.

Si tu espíritu no tiene Paz, siempre algo te faltará.

Si tu espíritu no está con Dios, millones te sobrarán y contento no estarás.

Desperté, oí:

¡Qué ignorante es el hombre
con querer ganar el Cielo,
y esto a fuerza de dinero!

Todo el que a Dios ama,
la risa no se le acaba.

Y nunca Le pide cuentas,
creyendo que a Dios molesta.

Lo que sí dice: "¡Dios mío!,
que yo no haga pecados,
que mi espíritu no es mío.

Que quiero, cuando lo llames,
lo veas como el de un niño.

Aunque de nada aquí tenga,
que esté en la Gloria contigo."


***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 148-149