sábado, 3 de julio de 2021

La razón del hombre y la Sabiduría de Dios

En Sueño Profético decían:

Van a hablar la razón del hombre y la Sabiduría de Dios:

La razón del hombre siempre irá a la carne. La Sabiduría de Dios siempre tiene que ir al espíritu.

La razón del hombre no piensa que se pueda condenar. La Sabiduría de Dios es para darte sitio en su Gloria.

La razón del hombre se olvida de Dios. La Sabiduría de Dios hace que a Dios recuerdes.

Son dos cosas tan opuestas: lumbre en llamas y hielo en barras, que nunca pueden estar juntas, como la llama y el ascua que va soltando la llama.

Dijo uno:

Todo lo que hace el hombre para curar la carne, lo ve bien. Pongamos esta razón: ¿Quién vería mal pagar un medicamento caro para quitar un dolor o para curar una enfermedad incurable de ceguera, o de no poder andar? ¿O a un mudo que el habla le dieran, pagando una cantidad que el mudo no tuviera? Pues seguro que, si lo vieran pedir con un sombrero en la mano y un letrero diciendo: “Me dan el habla si me socorren, hermanos, para pagar lo que valen las manos del cirujano y el aparato que me ponen”, formarían  un corro y pronto tendría el sombrero lleno, y tendría que llevar a su alcance un buen talego para vaciar el sombrero.

¡Ésta es la razón del hombre!

Desperté, oí:

¿Por qué no hace el hombre igual cuando esté enfermo el espíritu?

Procurar que le llegue la medicina que le cure.

Sin que en el momento de fiebre diga: “¡Qué caro ha sido!”

Pues, ¿por qué no pone cuido a la curación del espíritu, sin pensar, qué caro cuesta aquello que me han pedido, cuando el dinero lo tenga?

Si por quitar de pecar se pagara una renta, no tendrías donde guardar los réditos que Dios te diera.

Debes dar preferencia, primero, a lo del espíritu, y después, a la materia.

Pero si aquí no has llegado, iguala, y luego llegarás.

***

Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C2 

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