En Sueño Profético decían:
Si el cuerpo se pone enfermo, no
disfruta esto con alegría, pero el Poder de Dios mejora el cuerpo y ya esto no
se olvida.
Dijo uno:
Yo creo que lo que hay escrito,
dictado en la Gloria, tardarían mucho en leerlo. Que luego, de Esto, se harán
dueños algunos que aún no han nacido. Y todo Esto aún se alargaría más si el
Elegido escribiera los síntomas que su cuerpo siente. Otras veces ve Visiones
que no ve nadie; y ve curaciones que le han avisado, si él querer que lo sepa
nadie.
En la “Piel de Cordero” y en el “Cuadro
de la Última Cena” se ve que Esto no es de la Tierra. Hay muchas cosas más,
pero el Mensaje termina ya.
Desperté, oí:
El arrobo de esta noche ha sido
corto.
Pues si el cuerpo se enferma, no
puede haber arrobo.
El arrobo alborota, dando fuerzas
al cuerpo.
Es difícil explicar: querer
arrobo, y el cuerpo enfermo.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C4
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