domingo, 8 de agosto de 2021

La duda te hace cobarde

En Sueño Profético decían:

La duda te hace cobarde y la certeza te da valentía.

La duda te retira del camino que vas a coger y la certeza te empuja al espíritu y te hace fuerte.

La falta de seguridad puede que perjudique a lo que es seguro, porque de seguro viene.

Dijo uno:

Aquí cuento un hecho que delante de mí pasó, estando Dios de Hombre en la Tierra. Estaba el Maestro una mañana repartiendo sus Palabras a sus Discípulos, en el punto que se habían citado, y llegaron unos a preguntarle que si daban tal respuesta a unos que siempre estaban buscando algún fallo al que no había nada más que Tratarlo, y a veces, nada más que Verlo y ya Le veías el Dios.

Ya se oyó aquella Voz que firmaba:

“Vengo del Padre. Vosotros no estáis preparados para que deis Palabras en mi defensa, porque tenéis dudas de que soy Dios y he bajado a la Tierra para enseñar a vivir sin hacer pecados y a perdonar al que pecó sin Conocerme y quiere mi Perdón”.

Y siguió diciendo:

“Si tú dices esas palabras, las que él te conteste te harán cobarde por la duda que en Mí tienes, y al hacerte cobarde perjudicas mi Enseñanza. Las personas que Yo mando con mis Palabras lloran cuando la duda quiere entrarse en ellos. Pero vosotros conversáis con la duda, y ya la duda habla”.

Y mirando y señalando al corro que estábamos oyéndolo, dijo:

“Si queréis desprenderos de la duda seguidme, como éstos Me siguen. Y ya, la certeza de la Verdad os hará fuertes de espíritu y mi Padre os mandará Palabras que verán que no son vuestras, como les dicen a mis Discípulos”.

Desperté, oí:

Con este final de Arrobo te da apetito de seguir esta Enseñanza.

¡Qué cierto que la duda te hace cobarde en preguntas y respuestas!

Los que al Maestro preguntan sabían poco del Maestro, del por qué de su vivir buscando al malo y al bueno.

No habían oído su Voz ni de cerca ni de lejos.

Tenían aquellos amigos que mal hablaban del Maestro.

Y ellos quieren llevarles palabras en contra de lo que dijeron.

Aquellos hablaban mal, y éstos viven sin Ofenderlo.

Pero tenían sus dudas si sería Dios del Cielo.

El Maestro no les da ni una palabra siquiera, porque se harían cobardes cuando a los otros los vieran.

En cambio, si no hay duda, eres hombre y eres fiera.

Y te salen las palabras como si Dios las dijera.

Tienes que seguir a Dios para que Él mande y tú aprendas.

Porque Él da sus Palabras al que sabe defenderlas.

***

Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C2

1 comentario:

  1. La duda se va rápidamente cuando seguimos con ganas los pasos de Dios.
    Si no hay ganas se albergan las dudas y todo lo que las acompañan.
    Es también muy importante que meditemos las advertencias que nos da aquí el Señor, que su bajada a la tierra fue para Perdonar al que pecó sin conocerlo, con lo cual, mucho cuidado!

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