domingo, 23 de febrero de 2020

Al que oculte esta Verdad, Dios le ocultará su Reino

En Sueño Profético hablaban de estos arrobos, luego dictados y publicados en libros. Decían:

Al coger el Libro entre tus manos, el Libro te contesta cómo eres. Según vayas pasando sus páginas, si amas a Dios, lo entiendes, aunque sólo sepas juntar las letras y deletrearlos. Porque en cada Palabra, verás que es Dios hablando.

Si eres teólogo, verás la misma línea teológica, pero más fácil de comprender para los tiempos que está viviendo hoy el hombre.

Si eres un escritor o de profesión vives de las letras, si crees que existe Dios, Esto, pensar te deja.

Ya, los que están para aclarar y defender lo que es de Dios o lo que el hombre quiere decir que es de Dios, deben quitar esta barrera, para que por ellos mismo Esto sea conocido, como todo lo que baja del Cielo a la Tierra.

Estos Escritos no pueden ser de un cerebro humano, porque desafían con su Constancia y Fuerza, y su Veda Divina, que al hombre prohíbe reforma.

Esto ya va escrito antes de que los escriba la materia. Fue dicho al espíritu, pero si Dios no actúa en el Dictado, el espíritu da vida al cuerpo y el saber material puede aprenderlo, pero no hablar de lo Divino con fuerza y desafiando al que desmentir quisiera.

Si haces aquí un pensar, la Verdad se te presenta.

Desperté, oí:

El que lee deletreando,
si su espíritu es de Aquí,
lo entiende para explicarlo.

Al teólogo le asusta
el decir que es de la Tierra,
pero no contenta a Dios
con la fuerza que él quisiera.

El literato, escritor,
o el que vive de las letras,
si pensara en la muerte de su cuerpo,
a gritos tendrían que oírle
que estos Escritos
son Dictados del Cielo.

El saber de la Tierra
puedes aprenderlo.

Y ha habido casos
de ser el alumno, profesor,
y el profesor quedar de alumno.

En lo de Dios no puede ser,
por ser Dios Único en Poder
y en Sabiduría de los dos mundos.

Al leer estos Escritos,
se quedan al descubierto
teólogos, escritores
y hombres rudos.

No puedes decir invento,
porque para el hombre ganas,
pero pierdes para el Cielo.

Esto, está llegando el día
de que todos Verdad estén viendo.

Al que oculte esta Verdad,
Dios le ocultará su Reino.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C8

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