sábado, 18 de abril de 2020

Leño mojado al lado de la lumbre

En Sueño Profético vi una calle solitaria; no tenía mucha anchura; y las casas no eran altas; a 10 metros no subían. Iban unos hombres hablando de los hombres y de la vida. Subían estas palabras: “Las cosas de Dios dan Paz, no cansan y tienen sabor del Cielo; las cosas de Dios dan abrigo al espíritu como la ropa en invierno. Yo, al hombre que veo retirado de Dios, le llamo “leño mojado al lado de la lumbre”, que si se seca, ya sirve, pero si sigue mojado, no lo eches a la lumbre, porque el fuego desbarata. Esto es hombre frío, hombre que empalma las horas hablando de lo que no sirve.

Ya no se veían los hombres, tan sólo se veía una plaza con unos bancos de piedra, que su color era el tiempo que pintó a la piedra.

Siguió uno diciendo:

Estos bancos siguen vivos. Los cuerpos que se sentaron cuando el Maestro vivió de Hombre, ya están muertos. Aquí se llenaba uno de lo que manda este Cielo. Nunca cansaba el oír: “¿Donde irá hoy el Maestro?”.

Desperté, oí:
Nada de la Visión que Dios ha hecho al espíritu, existe ya como el espíritu lo ha visto. La calle, el hombre, ha querido mejorarla, y tan sólo queda ya el sitio de cuando Dios Hombre la pasaba.

Los bancos, el hombre, se los llevó, y ya no quedaron juntos.

Sólo queda lo de Dios, que el hombre tocar no puede.

Que cuando toca, fracasa en el nacer y en la muerte; en querer decir, que Dios ningún hombre Lo ha visto desde que al Cielo subió con Cuerpo y Vestiduras.

El hombre tiene fracasos, pero ninguno le llega a querer decir que Dios no es Vivo que es Muerto.

Si Dios no tuviera Vida, ese mundo sería un cementerio.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C4

2 comentarios:

  1. Quien siente a Dios y lo quiere no puede vivir sin tener contacto con El
    Si no puede de cuerpo lo busca en Espíritu y lo encuentra en el prójimo como Dios nos lo ha dicho

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