sábado, 26 de septiembre de 2020

La Confianza es el Amén en las Palabras

En Sueño Profético hablaban de la Confianza en Dios. Decían:

La Confianza no se aprende, la Confianza nace cuando tú con Fe digas: “Señor yo quiero lo que Tú hagas y acepto lo que permitas. Yo quiero seguir tus Pasos y no irme de tu Camino, aunque el hombre me presente otro camino más llano para que el Tuyo yo deje. Dame Señor Confianza, que Confianza que de Ti llegue es vida para el cuerpo y el alma”.

El sufrimiento se agranda o se achica según tengas la Confianza.

Dijo uno:

Un día Le preguntaron a Dios Hombre:

   –Maestro, ¿qué es la Confianza?

Contestó el Maestro y nos dejó Enseñanza:

   La Confianza es el Amén en las Palabras que mi Padre dice en Mí. Luego, Yo las digo en el que dijo el Amén cuando en Mí las oyó”. 

 

Desperté, oí:

No porfiaba el Maestro

donde Amén no había.

Si porfiaba, era Fuerza,

no Confianza como El quería.

El dejaba más Palabras

donde decían:

“Maestro, ¿vuelvo otra vez allí mañana?”.

Había sido un trabajo

duro y sin ganancias.

Pero volvían contentos

si el Maestro los mandaba.

Esto les hacía crecer

cada día más la Confianza.

No podía ir con El

el que vivía lo que veía,

como no fuera diciendo con Fe:

“Señor, yo quiero lo que Tú hagas,

y acepto lo que permitas”.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C5

 

1 comentario:

  1. Es la confianza plena en Dios un tesoro de eterno valor
    Cuanto más confianza tengamos en Dios más felices seremos
    Confianza sin límites, felicidad sin límites.

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