jueves, 22 de octubre de 2020

Las Palabras y la Llamada de Dios

En Sueño Profético decían:

El hombre obedece al hombre, pero no obedece la Palabra de Dios. Que el que quiera, lo compare con este recinto tan chico donde Dios a diario da un Mensaje. Representantes con sus Poderes: ninguno. Y seglares: no puedes poner más de dos números para saber la cantidad que hay.

Es gran pena tener que dejar escrito que el hombre no quiere ser de Dios amigo. Y Dios siempre llamando al hombre, ofreciendo su Poder  y esperando que el hombre Lo llame pidiendo el Perdón para seguirle sus Pasos, como muchos hicieron cuando se sintieron perdonados, que hoy están en su Reino.

Dijo uno que ya termina el Mensaje:

Hasta que el hombre no piense que su cuerpo es el traje del espíritu, que si no lo cuida, se ensucia y se rompe… Esto, sin muerte, porque la muerte cuidando al cuerpo es Llamada de Dios, bien de niño o de hombre, viejo o joven. Pero la muerte, en lo que tiene vida, es lo que más cerca tiene el hombre. Le horroriza pensar esto y no piensa ni cuida la Vida del espíritu, que si estás con Dios, no tiene muerte, es luz encendida que nunca se apagó, porque su Reino la cuida con Divino resplandor.

Desperté, oí:

Decían en la Gloria, que el hombre le daba la preferencia al hombre y despreciaba las Palabras y la Llamada de Dios.

Que esto, no podían negarlo, ni Ministros de la Iglesia ni seglares con carreras y altos cargos.

Que eran muchos años repitiendo y escritos presentando que esto está Dios diciendo, y el hombre, el desprecio, alargando.

¡Hombres cuidando el matojo

y la espiga pisando!

¡Hombres sin querer pensar

que esa vida es empiezo

de esta Eternidad!

Que ahí tiene sitio

el pecado y el engaño,

y Aquí, eso, no puede entrar.

Hasta que el hombre no ponga

en todo a Dios lo primero,

el mundo no tendrá Paz.

Y se verá en crecimiento

el pecado y el crimen

con la envoltura:

“eso no es malo”.

Pide a Dios

que este pensamiento

quede pisado.

Y que su Palabra se busque

por los montes y por los llanos.

***

Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C4

 

1 comentario:

  1. Cuantas sorpresas va a haber cuando se cierren los ojos
    No es cosa de broma pasar la eternidad sin ver a Dios
    Se amparan, mayoría, entre cuatro bagatelas.
    Un desperdicio de vida, pensando sólo en lo que en nada queda

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