lunes, 16 de diciembre de 2019

Haz que te sirvan tus manos pensando en Dios

En Sueño Profético decían:

No creas que está más cerca de Dios el que nada necesita. Tan sólo con este pensar, ya se retira.

Estar cerca de Dios es necesitar y que tú sirvas. Si necesitas, Dios ya te pone a alguien que te sirva. Y a este que te sirve, Dios lo ilumina.

Dijo uno:

El pedir es de Dios. Dios dijo en la Tierra: “Pedid y recibiréis”.

Si pides, obedeces a Dios. Y si recibes, Dios lo ha dado. Pero esto tiene que ser sabiendo que es Dios el que está mediando.

Cuando media Dios, piensa que son dos manos. Una va cogiendo. Otra va soltando.

Cuando no es de Dios, cogen las dos manos.

Yo Le pedía a Dios que lo que me diera no quedara en mí, si de sobra era. Si eran palabras o era cosecha.

Desperté, oí:

Hay palabras dichas,
tan llenas de Dios,
que quitan dolores
y acercan a Dios.
   
Al que tiene y guarda,
no le manda Dios.
Él solo se guarda
para el panteón.

Y deja en la Tierra
alegrías y risas,
porque de hucha sirvió.

No hay alegría mayor,
que le sirvas al Prójimo,
porque Prójimo es Dios.

Haz que te sirvan tus manos
pensando en Dios.

Y una irá recogiendo,
la otra, soltando.

Que esto da alegría al vivir
y estar a Dios contentando.


***

Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C7

1 comentario:

  1. Buena escuela de economía nos da Dios en pocas Palabras.
    Y que prójimo es Dios solo puede enseñarlo El que le duele la humanidad porque de Sus Manos salió.

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