Si no fuera Dios el que actuara, nada saldría con fuerza

En Sueño Profético decían:

Si quisieran ver esta Verdad,
la verían.

Y si quisieran aprender,
aprenderían.

Pero para aprender,
tienes que coger lo que veas,
pidiéndole mucho a Dios
que lo que veas bien,
veas que no lo manchen
ni tu vista ni tu lengua.

Dijo uno:

Dios le pone quien comprenda.
Y como Dios se lo manda,
al que le manda, lo premia.

Que sin saber ni tenerlo,
Dios hace que lo tenga.

Porque lo que Dios te da,
sabe que tú bien lo empleas
para curar a los espíritus
y que a Dios no Lo ofendan.

Viendo la vida que hace,
ya ves que no es de la Tierra.

Va siempre sembrando Paz
y recibiendo ofensas.

Pero el Poder de Dios
le da Luz y la presenta,
y le dice los caminos
y le indica las puertas
que el hombre tiene cerradas
hasta que su cuerpo muera.

Su cuerpo nunca se niega
al Mando que le da el Cielo,
que son los que se ofrecen
porque creen que esto
es la verdad de la vida:
servir al Mensajero
y presentarle su ayuda.

Y es trabajo contento.

Todo esto, si lo sigues,
verás escenas imposibles
que darán el cambio luego.

Desperté, oí:

Daban en la Gloria recetas
para pararse y pensarlas.

Decían, que si no fuera Dios el que actuara,
nada saldría con la fuerza
que puede ver el que no ama.

En esto, tiene que llegar el día
que no puedas pararte
con el que no te dio ayuda.

Y de los que te la dieron y te la siguen dando,
Aquí llegará oración
y ahí verán milagros.

No hay mejor trabajo
que el que haces por Dios,
pero tiene que ser Amándolo.

Que esto lo puedes ver
en el que escribe estos Dictados.

Ella siempre estuvo al servicio de Dios,
sin saber que formaría escándalo.

Esto no quedará en silencio,
por lo mucho que hay sembrado.

Cada día habrá más caminos
para agrandar el escándalo.


***

Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C7