En
Sueño Profético decían:
Cuando
se acabe la noche y empiece el día, verás que la noche te dará alegrías. La
noche espera al arrobo, y el arrobo espera al día, y ya el día no puede callar
arrobo, porque el día tiene el Mando de Dios.
Sigue
el Mensaje un espíritu de la Gloria:
Si no crees
en Dios, no puedes comprender lo que el Elegido sufre por tener que estar
pidiendo que lo sigan y vean que el Mando no es suyo, y porque este Mando que
da, vive de espíritus soledad.
Pero
esto le hace este pensar: “Si yo no tengo sufrir, ya no sé mi responder. Si yo
no tengo sufrir, contenta me verán todos”.
Pero
es más creer y amar, el tener sufrimientos, y así, cada día, más Premio recibes
y en el sufrimiento piensas: “Si yo no sufro, ya no puedo comprender lo que
Dios sufrió por culpa del hombre. Sufrió y sigue sufriendo. Pues yo hago su
Permitir sin enfado”.
Dijo
otra voz de los que estaban hablando:
Ninguna
otra madre ha visto a su hijo clavado en un madero, no pudiéndolo quitar por
saber que su Hijo era Dios, por Dios Padre enviado. Su Permitir, luego hizo que
fuera quitado del madero, sin señales de llagas. El Poder de Dios Padre lo
Resucitó y lo llevó a su Gloria, y con Cuerpo está con Él. Pues si piensas
esto, dices: “Señor, yo quiero tu Mando, porque sé que con tu Mando yo le puedo
al sufrir, y Tú me lo vas a quitar, y ya voy dando Enseñanza de sufrir y más
Amar”.
Desperté,
oí:
Ya ha
empezado el día, y estos Mensajes, el pensarlos y el leerlos, te dan alegría.
¡Con
qué Fuerza y Amor hablaban del sufrimiento que Dios pasó en la Cruz y cómo lo
Mataron con su Permitir!
Esto
dejó al descubierto a los que sus espíritus están con Satanás.
La
Madre Virgen aceptó, sin decir una palabra culpando al Hijo.
Esto
es una gran Enseñanza para seguir lo que Dios manda.
Todo
el que sufra y ame a Dios, sin culparlo, éste demuestra más amarlo.
Que es
lo que este Elegido va enseñando.
Tus
fuerzas tenlas siempre como llave que cierra la puerta.
Que la
llave manda en la puerta.
Decían,
que sin Fuerzas de Dios, no podría el Elegido aguantar los desprecios y no
dejar al caído y al hambriento.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C6
No hay comentarios:
Publicar un comentario