sábado, 9 de noviembre de 2024

Que todos los espíritus sigan mis Palabras

En Sueño Profético decían:

Quítate el pensar que te hace sufrir por creer que este Caso lo tienes sin cundir por muchos sitios, teniendo los justificantes que Dios te ha dado.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Esto que se ha dictado es el pensar del Elegido, que Dios trae su espíritu a la Gloria y le da Mando para que lo que vea y oiga lo diga a los cuerpos. Y ya, es una Enseñanza, pero no como la de los Libros Bíblicos, que todo es dicho por Dios. Porque este Caso no es decir lo que dijo Dios, sino que es lo que hoy está diciendo.

Pues esto, al pensarlo el Elegido, cree que debería coger caminos para que Esto lo pusieran como en Belén pusieron las primeras palabras por ver al Niño de Dios nacer.

Diciendo estas palabras se vieron a muchos que venían contentos, por el habla que en voz alta traían.

Ya dijo uno:

“El Maestro viene con los Discípulos y se Le oye hablando. Yo venía con ellos y me ha mandado para que de aquí no se muevan los que Le están esperando”.

Terminando estas palabras, el Maestro se presentó y dijo a uno de sus Discípulos:

“Santiago, quiero que sea cundido mi Mando, que es que todos los espíritus, sus cuerpos, sigan mis Palabras, que son los Mandamientos que Yo dejé en la Tierra cuando mi Cuerpo vivía, antes de ser clavado en la Cruz”.

Ya dijo Santiago:

Esta Visión y estas Palabras fueron dichas por Dios cuando bajó a la Tierra a vivir con el Hombre. Pues nosotros queríamos coger caminos para ir diciendo lo que el Maestro nos decía. Pero su Mando era diciendo:

“Si todos saben ya que sois mis Discípulos, las palabras que os oigan, si creen en mi Existencia, saben que son mías. No dejéis de nombrar mi Nombre, y ya, con esto, estáis a mi Mando”.

Desperté, oí:

Este Mensaje ha sido Visión y Palabras de cuando Dios bajó a la Tierra a vivir con el hombre.

Es para que el Elegido se compare con los Discípulos, que, por mucho que querían hacer, no podían hacer más.

Lo que el Maestro les decía es que no callarán la Existencia de su Presencia, que eran Discípulos y tenían Mando.

Ellos callaban a todos, cuando alguno dudas ponía, con estas palabras:

“Si vosotros creéis en Dios Hijo, que es nuestro Maestro, como Él quiere que Le llamemos, cuando os lleguen sufrimientos decírnoslo a uno de nosotros, que el Maestro no niega su Presencia, porque no hay otro Dios ni otro Dios Padre, que es por Él por lo que el Mundo está con hombres vivos”.

Nosotros queríamos hacer más para que se cundiera que Dios estaba Vivo en la Tierra. Que el que creía y amaba a Dios Hijo, con pocas palabras nos decía:

“Discípulos, ¿cómo podemos pagar la presencia de los que estáis con Dios Hijo?”.

Soy Santiago, el que he hecho este Mando de Dios.

Todos los que están aquí unidos, piensa que creen más de pensamiento que de palabras.

Da alegría el saber que los Libros se están cundiendo en pobres de cuerpo y ricos de espíritu.

***

Libro 64 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VIII - C6

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