En Sueño Profético decían:
Esta noche el sueño tardaba en
llegar, porque las alegrías querían el sueño quitar. Y es que este sentir no se
puede explicar. Cuando es alegría de Dios, no quieres que llegue el sueño. Pero
te llega el pensar en el arrobo, y juntas dos alegrías, y ya más lejos se va el
sueño.
Dijo un espíritu con Mando de
Gloria:
El que cree en Dios, no puede
guardar silencio. Si los que se llaman cantantes guardan la voz que llevan
dentro, deberían pensar: “Si yo guardo aquí silencio, me puedo quedar sin voz y
sin habla”. Que este pensar, jamás le llega al que siente estos Mensajes y
busca tu presencia. Ya que su cara refleja lo que guarda su espíritu y no es de
la Tierra.
Desperté, oí:
La alegría despedía al sueño y
también lo llamaba.
Lo llamaba al arrobo, que aquí es
Dios el que su Mando manda.
Da alegría el oír al que se ha
ofrecido a cantar estos Mensajes en alta voz.
Dios responde a tu petición, que
sin palabras Dios la oye.
Que la petición era que en alta
voz el mundo esto oyera.
El Poder de Dios lo ve el Elegido
y todo el que cree a este Elegido.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C6
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