En Sueño Profético decían:
Se conocen antes a los espíritus
de la Gloria que a los que no lo son. Los de la Gloria se acercan a donde Dios
está o ha estado con Mando para que cundan que Dios está aquí hablando. Que si
Esto no fuera verdad, haría tiempo que habrían quitado el publicar. Pero el
Mando de Dios dice en el pensamiento: “Señor, no me enfado, contigo todo lo
quiero”. Que esto lo ve el que quiere verlo. Todo lo que al Elegido le llega,
Dios se lo hizo ver antes de otra manera. Dios le anunció, noches antes, que
retirara el sufrir y pusiera alegrías, porque cantarían en alta voz los
Mensajes. También Dios le dio el consejo de que su presencia no faltara, y así
se ha hecho. Ya, que el contacto del Elegido sea como la noche y el día, como
el día y la noche.
Desperté, oí:
¿Quién pensaría que Dios
presentara todo lo que hace falta para hacer los Mensajes en discos y cintas?
¡Con los impedimentos que todos ponían!
Pues ya está apartado este
sufrimiento con la alegría que Dios ha dado.
¡Cómo se ve la Fuerza de Dios y
el desprecio del hombre!
Ya no hace falta que vayan
ofreciendo estas Palabras para que sean cantadas.
Dios permite y aparta. Cuando se
cumple el permitir, entonces aparta.
Los que están aquí unidos te dan
buena compaña.
Y tienen que recordar, cuando
oigan las canciones, que todo es de Dios.
Tiene que tener penitencia grande
el que despreció y no quiso cantar estos Mensajes en alta voz.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C5
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