En Sueño Profético decían:
Los ruegos y peticiones del
Elegido son con Amor y confianza pedidos. Nunca es la petición con exigencia
pedida. Y al terminar la petición, le siguen estas palabras: “Señor, Tú eres mi
Dueño. Lo que no me concedas, yo Te lo sigo pidiendo, porque así, siempre te
tengo en mi pensamiento”.
Dijo uno:
El contacto de Dios se ve de
muchas maneras. La primera es querer que todos tengan lo que tú tienes, y
cuando te hagan un bien, tú pagarlo con creces. Éste es un contacto. Luego, le
sigue éste: el que no cree que Dios esté con Cuerpo en su Gloria, no busca ni
obedece al que Dios arroba su espíritu y luego lo manda al cuerpo con estos
Mensajes. Si tú amas a Dios, no puedes tener intimidad, ni de espíritu ni de
cuerpo, con el que piensa como se ha dicho.
Lo que sí está claro es que, el
que cree al Elegido, la Gloria ya la ha ganado, porque pasó que da, con alegría
le es consultado. Esto ya es tan grande, que no sabes qué hacer para que a
todos les llegue este Saber.
Desperté, oí:
Dios premia al Elegido, y el
Elegido reparte lo que Dios le ha concedido.
Todo el que en Esto cree, se
ofrece y ayuda en lo que puede.
El que no cree, no busca al que
Dios elegido tiene. Y aunque tenga de sobra, no dice: “yo quiero ayudar en lo
que pueda”.
Que esto se ha visto y se está viendo:
que los que más pueden, más dan desprecio.
No hay alegría mayor, que recibir
el cien por el uno que se dio.
Los que hoy siguen tus pasos,
dieron el uno, y ya están recibiendo el ciento.
Esto, sin Amor a Dios, no puedes
comprenderlo.
El Amor te hace noble y a tu
espíritu lo deja al descubierto. Y ya le pides mando al que Dios trae a su
Reino.
La actitud del cuerpo deja al
espíritu al descubierto.
El espíritu es el que le manda al
cuerpo.
Los que tienes a tu mando sienten
que Esto es del Cielo.
Y Dios te concede lo que pides
para ellos.
Dios no puede oír a los que dan
aquí desprecio.
***
Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario