En Sueño Profético decían:
Va
gran diferencia de que tú recibas Gracias Divinas para ti, a que el recibir sea
para ir enseñando con el Mando que Dios te dé a ti. Esto es alumno aprendiendo
y profesor enseñando. Por eso, lo mismo en las alegrías que en los
sufrimientos, tienes que ir tapando, y convertir esta Enseñanza en alfarero con
barro, que moldea y moldea hasta ver hecho el cacharro. Si el alfarero coloca
siempre al golpe el barro, no creo que comprara mucha gente los cacharros. Él
da el golpe y pone barro donde lo ve conveniente, para que quede el cacharro de
admiración para el que lo compre.
Pues
igual es la Enseñanza del que Dios elige para enseñar a los hombres: aquí doy
estas palabras, allí no me las comprenden. Que esto mismo hizo Jesús cuando Lo
vieron de Hombre. Él siempre daba Palabras para que todos las comprendieran,
pero no obligaba a que Amor grande tuvieran. Que este Amor ya les aclaraba
donde oscuridad tuvieran.
Desperté, oí:
Cierto que no es lo mismo ser alumno
que
ejercer de profesor.
¡Pues figúrate ir llevando
estos
Mensajes que da Dios!
Es exacta la comparación
del
alfarero y el barro.
Que para que salga bien
tienes
que ir moldeando.
Que hay veces que se resiste
y
trabajo te ha costado.
Pero con Amor a Dios,
tú
bien haces el cacharro.
Hoy en la Gloria te comparan al Elegido
como alfarero que Dios manda
para moldear al hombre
con su
Divina Enseñanza.
***
Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C7
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