viernes, 1 de enero de 2021

La calma

En Sueño Profético hablaban de la desesperación y de la calma.

Dijo una mujer:

Yo vi siempre de pequeña, en mi casa, hacer todo con calma. A mi madre no le alborotaban los sufrimientos. Cuando más sufría, más pensaba las cosas.

Largo tiempo estuvo mi padre haciendo vida de desorden y, día sí y día no, a mi casa no iba. Acabó yéndose lejos, y yo crecí algunos años sin ver a mi padre; tenía tres hermanos mayores que yo y dos más pequeños. Mis dos hermanos mayores trabajaban en una vaquería: hacían el ordeño bien temprano y cuidaban de las vacas. Yo, un tiempo después, me fui con los chiquillos de este dueño, de niñera. Mi madre ponía y quitaba unos puestos en el mercado. En esta misma plaza, donde estaba el mercado, había una iglesia, donde mi madre se metía a pedir por sus hijos y su marido, bien dicho: mi padre.    

Había una vecina que siempre estaba en actitud de desesperación, y un día, cuando la vio que en la iglesia entraba, le hizo esta pregunta:

   –¿No se te ocurrirá pedirle a Dios por tu marido, para que la vida le alargue? Tú le pides la muerte, ¿verdad?

Llanto de pena le costó oír estas preguntas. Ella que no dejaba el quitar y poner los puestos, por entrar en la iglesia sus ratos y esta súplica hacerle a Dios: “Señor, nadie querrá al padre mejor que los hijos. Y si enferma, tendrá seis que puedan cuidarlo, si mi cuido no quisiera”. Ésta era la oración de mi madre.

Desperté, oí:

Mi madre tenía calma,

porque tenía Paz.

Mi madre tenía Paz,

porque vivía con Dios.

La Paz no oía el consejo

que le daba la desesperación.

La que daba este consejo,

fijo que no amaba a Dios.

Ella llevó a su marido

con la Paz y la oración.

***

Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - C6

1 comentario:

  1. Esta mujer si que era un buen ejemplo cristiano, con seis hijos y un talante de Fuerza de Evangelio.
    La Oración y la Perseverancia la llenaban de Paz Divina.
    Que buen ejemplo para estos tiempos!

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