lunes, 18 de enero de 2021

Quietud y Fuerza

En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios. Decían:

Este Amor, como te llegue, ya te sientes prisionero y desprecias libertad como no sientas por dentro que sea Libertad para servir a este Dios, que siempre está llamando al hombre para que no pierda la Gloria y al Prójimo se entregue. Que Él allí espera, y no pide documentos, porque Él ya sabe cómo eres.

Este Amor, cuando te llega, tienes que ver las señales de quietud y de fuerza.

La fuerza, para tirar el cansancio. Y la quietud, cuando ves que no actúan como tú quisieras. Pero Dios, que te está viendo, hace Presencia con Fuerza, y lo que ves que va aprisa, hace que quietud le venga. Y a la quietud la alborota y ya te entra la fuerza, y con más ganas Le dices:

“Señor, si Tú Mando no me das,

mil veces quiero ser muerta.

Si es que no Te sirvo bien,

haz que con sufrir comprenda,

pero Te quiero servir”.

¡Santo Dios

del Cielo y Tierra,

no me dejes en tu Prisión

la puerta abierta!

Desperté, oí:

Yo me sentía prisionera

cuando más Mando me daba.

No me acostaba una noche

que este pensar no me llegara. 

¡Señor,

no me dejes de mandar

y perdóname mis faltas

si hoy no hice bien

el mandar que Tú me mandas!

Que yo, sin oír palabras,

siento dentro de mí tu Enseñanza.

Yo quiero ser pregonera

de tu Gloria, de tu Amor,

de tu Esperanza.

Quiero que mi nombre nombren,

porque de tu Gloria hablan.

Yo, mientras sienta este Fuego,

dejaré que se vean mis Llamas.

El que quiera esta Lumbre,

ni se quema ni se cansa,

y Prisión Eterna vive.

TERESA DE ÁVILA

***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C7

1 comentario:

  1. No cansa nunca oír a Santa Teresa en estos versos tan llenos de Amor.

    ResponderEliminar