sábado, 20 de febrero de 2021

Llamada de Dios

No podía dormirme, a pesar de que era bien tarde, pensando estas palabras. Quería retirarlas y otra vez las tenía en mi pensamiento:

“Señor, se me está quitando la lástima del que sufra cuando le llegue el momento y me pida para que yo Te pida por él. Cuando él podía haber puesto su cargo y su dinero a tu servicio, por ser tuyo todo”.

“Si este pensamiento no es del Cielo, que se me quite”.

En Sueño Profético contestaban al espíritu:

Si la frialdad y el desprecio al Mando de Dios, tú lo defendieras, viéndolo bien, ya no serías mandada por Él.

Tú aceptas, porque Dios permite. Tú das mando, porque primero han ido a ti. Y tú desprecias y alabas. Desprecias al que puede, con facilidad, presentar estos arrobos y divulgarlos. Y alabas al que se pone al Mando que da Dios, sin protestas y aceptando.

Dijo uno:

Tiene que ir viendo el hombre que el Elegido va dando cambio y cogiendo otros caminos. Pero en todo es de Aquí el Mando.

A más quieran poner protestas y disculpas a esta Llamada de Dios, más ensuciarán su conducta y más se alejarán de Dios.

Desperté, oí:

El hombre que pudo hacer,

por su cargo o su dinero,

esta divulgación y no la hizo,

¿cómo lo recibirá,

en un momento de angustia, el Elegido?

Éste no manda en él,

pero su sentir le dice:

“aquello tienes que hacer”.

Cuando vuelvan al camino,

ya el camino no estará.

Y verán que van primeros

los últimos que llegaron,

porque quisieron a Dios

y Le pidieron su Mando.

El hombre,

aunque no quiera,

tiene que ser censurado

cuando oiga la pregunta:

¿porqué no hiciste su Mando?

***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C3

1 comentario:

  1. Uno de las peores equivocaciones que tumban espiritualmente a la humanidad es creerse dueña de lo que administra.

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