viernes, 26 de noviembre de 2021

Conservar la inocencia del niño

En Sueño Profético decían:

Tiene la culpa el mayor de que el niño aprenda lo que a Dios ofende, cuando aún tiene contacto con los Ángeles del Cielo.

Tiene la culpa el mayor de que haya niños olvidados del juego por la falta de inocencia.

Son culpables los mayores de que el niño no vea el fuego con horror, diciendo: “¡Quema! ¡Yo no quiero verlo! Cuando sea hombre, ya podré saber cómo ver el fuego. Yo soy ahora niño. Luego, seré hombre. Y luego, otra vez niño, cuando sea viejo, y veré cada cosa en su momento, y podré huir o arrinconarme al fuego”.

Este es el pensar que debería hacer el mayor, y con sus palabras irle transmitiendo al niño: que lo sucio es sucio; que lo nuevo es nuevo; que esto es pecado que ofende al Cielo, y si lo hace el hombre, Dios no está contento.

Dijo uno dando final al Arrobo:

El hombre verá que enseña equivocado, queriendo meter los pies en los zapatos cambiados, queriendo abrochar camisa con el ojal arriba y el botón abajo.

Desperté, oí:

Dale la Enseñanza al niño,

respetando su inocencia.

Que la perdición del hombre

es la maldad y las guerras.

La avaricia,

y romper su misma carne.

Y querer que el gallo saque los pollos,

y que la gallina cante.

Cambiar el Mando de Dios:

querer que el padre sea la madre.

Que el niño vea

lo que la inocencia ensucia.

Que Esto lo piensen y lo estudien

los grandes y chicos educadores.

Que es un Mandato de Dios:

conservar la inocencia del niño.

No quieras poner la maldad

como asignatura del siglo.

***

Libro 75 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VIII - C3

1 comentario:

  1. Clarísimo como las fuentes del Paraíso.
    Aquí no queda duda ninguna que va el Mensaje a lo que más se ve en la tierra.

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