En Sueño Profético decían:
El Amor de Dios se destaca.
El Amor de Dios no lo entiende
el que no ama.
El Amor de Dios
es niño que aún no anda,
que llevas en tus brazos,
y a más lo acunas,
menos se cansa.
Al que no sienta este Amor
guárdale estas Palabras,
que no merece oír decir:
“Dios me habla”.
Dijo uno:
A más altura coja esta Verdad,
dicha en el Cielo, más te echaran de menos los que hoy te dan el trato mínimo
de aspecto y de respeto. Tu presencia no recibe trato bueno o malo. Este trato
y comportamiento es a Dios al que se lo están dando.
Desperté, oí:
Que la prisa aquí no falte para
hacer Libros y para que en canción salgan estos Mensajes.
Ya que los que están unidos, Amor
de Dios llevan delante.
Tú sigue con tu oración en el
Prójimo, ayudando de alimento y de palabras.
Y Dios mandará fuerzas, que es
Divina propaganda.
Decían en el arrobo, que el que
no respetaba estas Palabras, no podía pedir a Dios nada.
Porque el pedir sería con ira y
con palabras falsas.
***
Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C1
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