En Sueño Profético hacían comparaciones de las Cosas de
Dios con las cosas del hombre.
Decían de un director o dueño, que cómo él iba a ir
detrás del que él le mandaba y le pagaba, y que si quería lo dejaba sin sueldo
y con papeles para que en todos los sitios le dieran desprecio. Pues compáralo con
lo que Dios puede hacer con el que puede presentar estos Mensajes y el Elegido
tiene que ir detrás de él. Si pensando lo que te puede venir en la Tierra, ya
te cubre el miedo, pues ese pensar es pasajero, por la poca vida que puede
vivir tu cuerpo. Pero ahora piensa en la Vida Eterna, lo que tiene que vivir el
espíritu que con cuerpo el sitio sin Dios eligió, que es donde están los “sin
Dios”
Dijo uno:
El Infierno lo busca el espíritu cuando está con
cuerpo. Pues con cuerpo pronto termina el sufrir, pero el espíritu tiene vida
eterna. Y si está con Dios, no conocerá los martirios eternos del Infierno. Que
esto es lo único que nadie te puede quitar si tú a Dios no buscas ni quieres
oír sus Palabras.
Desperté, oí:
Si todos los que conocen este Caso, del Elegido
aprendieran, ya estaría el mundo de otra manera.
Y es que aquí te pone malo el silencio.
Quieres dormir y no puedes. Tienes que hacer por vivir
y la ayuda se esconde, porque los espíritus sin Dios fuerza tienen.
Tienen fuerza en los que no admiten el consejo que del
Elegido les llega.
Esto es lumbre que no hay que dejarla. Y a más pasos
se den, más verdad levantan.
El que aquí pueda hacer algo y no lo haga, ante Dios
no tendrá disculpa.
***
Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C2
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